sábado, 3 de septiembre de 2011

capítulo 99: remordimiento de conciencia.

Bueno, ahora no quería hacer el numerito de novia celosa y desconfiada que le pregunta desesperadamente que quien era.
-¿Quien era?-pregunté casi escupiendo las palabras, como si me salieran solas, luego sacudí la cabeza decepcionada conmigo misma, ¿no era que no iba a preguntar?-quiero decir... en realidad... no importa.
-¿Quieres saber quien era?-preguntó y me miró.
-No-musité mientras me abrochaba los pantalones.
-Naira yo..-le interrumpí.
-No quiero convertirme en una de esas que lo controlan todo.
No sé... quiero decir si a mí me llama alguien, no creo que sea adecuado que me preguntes quien es.
-¿Adecuado?-preguntó y alzó las cejas, yo lo miré.
-Dejalo, no importa-musité mientras me ponía los zapatos.
-Osea que.. si alguien te llama ahora, ¿no puedo preguntar quien es?-preguntó divertido yo lo miré y bufé.
-Puedes hacer lo que quieras, Justin.
-No era Megan, por si eso es lo que querías saber-musitó y siguió vistiéndose, yo me quedé mirando su cara, que estaba como si nada, él me miró y yo le di la espalda, ¡abrí la puerta del lavabo y salí para mirarme al espejo, Justin terminó de vestirse y salió del baño detrás de mí.
-¿Que te pasa?-preguntó y me miró.
-¿Se puede saber a que viene eso ahora?-pregunté y bufé.
-No lo sé, dímelo tú. ¿Que mosca te ha picado?-preguntó mientras me miraba,yo me giré para mirarlo a los ojos.
-¿Le has dado tú numero a esa niña?-pregunté, el me miró y rió.
-¿Que es un delito?-preguntó y abrió los ojos.
-No, no lo es. O puede que lo sea ya que has borrado la llamada.
-Solo la he borrado porque.. ¡que mas dá! si ni si quiera era ella, pensaba que se te había pasado ese estúpido ataque de celos.
-¿De que ataque me estás hablando?
-Vamos, las dos os pusisteis muy tensas ese día.
-¿Y crees que era por los celos?-pregunté y fruncí el ceño.
-¿Y entonces.. por qué?-preguntó y me miró a los ojos.
-¿Quien es esa niña para saber si te quiero lo suficiente o no?
-Ella.. ella solo estaba opinando.
-Si ya lo creo,<<¿Sabes lo que pienso? que tienes un novio perfecto y no lo valoras>> ¡vamos! que se sabrá esa.
-¿Por qué no te calmas?-preguntó y se acercó.
-¿Podemos salir de aquí? no sé, no he venido para estar encerrada en un baño-me quejé, Justin me miró.
-¿Te sentó mal el polvo?-bromeó y rió.
-No me hace gracia-mascullé mientras lo miraba.
-¿Se puede saber que te pasa? nadie te ha obligado a meterte en ningún sitio, si no querías entrar, haberte ido.
-Pues eso es lo que voy a hacer.
-Pues hazlo-masculló, yo bufé y salí por la puerta del baño, al hacerlo, vi algo que saltaba a los lejos. ¿un canguro en un hospital? no, era mucho peor, era mi madre.
-¡Naira! ¡Naira! -exclamó varias veces mientras se acercaba.
-¿Quieres callarte?-siseé, ella se relajó y respiró, luego me miró y se mordió el labio, acto seguido se tiró a mis brazos, yo me intenté despegar de su abrazo lo mas rápido posible.
-Mamá ¿que estás...? ¡vamos! ¿quieres soltarme de una vez?-exclamé, mi madre reaccionó y dejó de apretarme.
-Tú primo, está.. está ¡fuera de peligro!-exclamó y sonrió.
-¿Qué? ¿Es.. enserio?-pregunté y sonreí satisfecha.
-¡Así es! es.. es genial, han dicho que casi se despierta, pero.. no lo ha hecho, solo ha abierto los ojos, y... te ha llamado.
-¿Me ha llamado? ¿y donde coño estaba yo?-exclamé, llena de rabia, mi madre abrió los ojos.
-Pues..¿en el baño? por cierto..¿te encuentras bien? quiero decir... has estado mucho tiempo ahí dentro.
-¡Mi primo se ha despertado y yo estaba.. joder, soy una imbécil!
-¿Qué.. que te ha pasado?-preguntó, yo la miré y fruncí el ceño.
-¿Que que me ha pasado? ¿Te parece poco? me estaba llamando, ¡él me estaba llamando a mí y yo.. yo estaba ahí dentro haciendo la idiota eso es lo que ha pasado!-exclamé.
-Bueno supongo que.. una emergencia es una emergencia-musitó mi madre, yo la miré y fruncí el ceño de nuevo, ella rió.
-¿A qué te refieres?-pregunté extrañada
-No sé tu primo entendería que tienes que ir al baño-bromeó.
-¿Quieres dejar de decir estupideces?-pregunté.
-Vamos, no te preocupes, ¡él se pondrá bien! de todas maneras no te hubieran dejado entrar a verlo aún, no te preocupes-musitó, yo la ignoré y me dirige hacia donde estaba mi padre, que para mi desgracia estaba acompañado de Dan y Scooter.
-¡Eh Naira!-exclamó Scooter.
-¿Pero todo el mundo se olvida de que estamos en un hospital?
-¡Acércate!-exclamó Dan, yo sacudí la cabeza y me acerqué.
-Podéis... no sé, tal vez ¿no gritar? no quiero que lo primero que escuche mi primo cuando se despierte sean vuestros gritos.
-¿A qué no sabes qué?-preguntó Scooter ignorándome.
-Bueno.. ¿A que no sabes quien?-preguntó Dan y rió.
-No estoy para bromitas.
-¡Oh! ¿que le has hecho Justin?-preguntó Dan riendo, yo me giré y vi a Justin mirándome, volví a girarme.
-¿Puedes decirme ya lo que ibas a decirme?
-Jessica Rumsfeld, quiere convocarte como juez... bueno en realidad no sé para qué, solo sé que va a elegir a bailarines, y dice que quiere tu opinión-musitó Dan sonriendo.
-¿Mi opinión?-pregunté y fruncí el ceño.
-Ajá, sabes, no es que tenga talento, pero... todo el mundo habla de ella ahora, creo que es.. necesario.
-No sé quien es esa chica y tampoco es que me interese.
-Oh vamos, es la..-le interrumpí.
-De veras, no te fuerces, ¿no crees que sería mejor para mí colaborar, con artistas más... artistas?-pregunté.
-¿Más artistas?-preguntó Justin que ya estaba a mi lado.
-Esa es solo una niña mimada con suerte que los padres tienen mucho dinero y no saben como gastárselo-mascullé.
-¿Por qué todo te parece tan mal?-preguntó Justin, yo lo miré.
-¿Por qué no vas tú, tanto que dices que me quejo?
-Por que ella no quiere que vaya yo, si no tú.
-Sí seguro que a ella le disgustaría verte por allí, idiota, y tú estás contento por eso ¿cierto? bah, déjalo, no pienso ir a ningún sitio-musité y Dan me miró extrañado.
-En serio Justin ¿que es lo que le has hecho?-preguntó de nuevo Dan mientras reía aún mas fuerte.
-Nada, está loca-susurró Justin, yo lo miré y él se encogió de hombros luego se mordió el labio y sonrió.
-Lo que yo decía, idiota-musité y sonreí falsamente.
-Bueno pues.. como quieras pero, tu primo está fuera de peligro y eso significa que.. ¡a trabajar!-musitó Scooter.
-¿A trabajar?-pregunté, Dan rió.
-Puede que no quieras elegir bailarines para Jessica, pero si para tí-musitó Dan y se sentó a mi lado.
-¿Para qué quiero yo bailarines?-pregunté y abrí los ojos.
-Mucha gente te quiere en sus programas de televisión, ¿y sabes? tus canciones no son exactamente una balada, así que se vería mas bonito con dos bailarines, hombres a tu lado.
-¿Hombres?-preguntó Justin, yo le ignoré.
-Bueno, eso me gusta más-musité y todos rieron.
-¡Esas hormonas!-musitó Scooter y me despeinó.
-No.. quiero decir, estaría.. bien.
-Si, ya, bien-masculló Dan y rió.
-Basta ya, de verdad-musité y acabé riendo-¿que tengo que hacer?-pregunté y miré a Scooter.
-En realidad nada, ya está todo preparado.
-¿Con bailarines y todo?-pregunté entusiasmada.
-Con bailarines y todo-musitó Dan y sonrió.
-¿Que es.. como un casting?-pregunté y abrí los ojos.
-Sí, mas o menos así, y empieza en.... 2 horas.
-¿Puedo ir yo a ese casting?-preguntó Justin, yo lo miré.
-¡Claro que puedes! así vigilas a los balarines que Naira elige y les vas avisando de lo que hay-musitó Dan y rió.
-Nada de eso, tú te quedas en tierra-musité y lo miré, el me ignoró y se sentó al lado de Scooter.
-Naira, ¿se puede saber que haces?-preguntó Scooter.
-Pues...¿nada?-pregunté mientras fruncí el ceño.
-Exacto, ¿no piensas prepararte?-preguntó y abrió los ojos.
-¿Prepararme? ¡ah para el casting!-exclamé y reí-es que, no quiero irme de aquí.. y sí ¿y si se despierta y yo no estoy?
-Aún no va a despertar Naira, es imposible que lo haga.
-Entonces..¿voy a..?-pregunté pero Dan me interrumpió.
-Ajá, vete, Bob te espera en la planta baja.
-Pensaba que solo tenía una madre-me quejé y me di la vuelta, cogí a mi padre del brazo y lo levanté de la silla, llegamos a la altura de mi madre y Pattie las cuales me sonrieron.
-Voy a.. elegir a.. bueno que me voy, si pasa algo,si mueve un pelo de la cabeza, ¿me llamas vale? no quiero perderme nada.
-Está bien hija, no te preocupes-musitó mi madre.
-Prométeme que lo harás-musité esta vez mirando a Pattie.
-Te lo prometo-musitó ella con naturalidad y me sonrió.
-Pero..¡como no me llames.. yo..-me interrumpió.
-¡Te llamaremos! te lo aseguro, ahora vete-musitó mi madre algo borde, yo le eché una mirada asesina, ella rió y yo le di la espalda, volví a coger a mi padre del brazo y lo llevé hasta la planta de abajo, no.. mi padre no era ciego, ni nada por el estilo, solo que, me gustaba mucho cogerlo del brazo, era costumbre.
-Creo que en este tiempo he aprendido mas inglés que en toda mi vida-masculló una vez estábamos dentro del coche.
-Sí bueno, y mas que vas a aprender-musité y reí.
Llegamos a mi hotel y la verdad no me sorprendí al ver algunos paparazzis por allí, cuando estaba con Justin era más, pero siempre había, como si supieran con exactitud donde voy a estar en cada momento del día, es irritante, créeme.
Estuve cambiándome de ropa una media.. bueno una hora.
Me duché, me sequé el pelo... me vestí y al fin terminé.
Cuando lo hice mi padre estaba en la sala de abajo hablando con todo el mundo, ¿por qué tenía que tener una familia tan rara?
Sacudí la cabeza y volví a coger a mi padre mientras le dedicaba una sonrisa a todos los espectadores que tenía al rededor.
-No me acostumbro a esto de la fama-bromeó y rió.
-Si ya, dímelo a mí-musité y me puse las gafas de sol.
-Oh si, debe ser irritante salir con una super estrella de la música que encima es la persona a la que quieres- dijo sarcásticamente.
-Déjalo papa-musité y suspiré.
-¿Que es lo que ha pasado?-preguntó, yo le ignoré y subí al coche, mi padre y Bob se pusieron a intentar hablar, yo como siempre pasaba de ellos y me centraba en lo mío, y lo mío era pensar en todos esos chicos a los que iba a ver bailar.
Cuando llegamos al pequeño... bah, para que mentir, cuando llegamos al gran, grandisimo, gigántesco gimnasio, había muchos paparazzis por allí, mas de lo normal, lo entendí todo una vez que entré al maldito gimnasio y ví a Justin sentado en la maldita silla delante de la maldita mesa de.. "jurado".
-Lo voy a echar a patadas, ¡es que es tan.. agg!-exclamé, pero como no obtuve respuesta miré hacia atrás, ¿donde coño se había metido mi padre? dios mío tendré que atármelo a la muñeca si sigue así, ¡que estrés de vida!
Ignoré el temporal abandono de mi padre y me acerqué.
-Creí haberte dicho que no vinieras-mascullé y me acerqué.
-Y yo creí no haberte contestado-musitó y sonrió, yo le ignoré.
-Que empiece ya todo esto, que quiero irme rápido al hospital.
-Siempre quejándote por todo-susurró Justin una vez que entraron unos cuántos bailarines acompañados por mi coreógrafa, si si, la loca coreógrafa, nada mas verme me sonrió.
-¡Hola Jane!-exclamé sin moverme de mi sitio, ella agitó la mano con mucha energía, la cual parecía trasmitírmela a mí, después de eso presentó a todos los bailarines uno por uno, no me fijé demasiado en todos, por eso, por que eran demasiados.
Jane se sentó a mi lado, para aconsejarme y esas cosas, en realidad, todo lo decidía ella, ¿para que rechistar?
Al principio hicimos una coreografía grupal, Jane le enseñaba los pasos mientras yo miraba hacia otro lado.
-¡Eh Naira! ¿por qué no te acercas?-preguntó Jane, yo la miré y me levanté de la silla, luego me acerqué a ellos y los saludé.
-He pensado que como son tus bailarines, podrías enseñarle tu la coreografía-musitó Jane con su particular entusiasmo.
-Está bien-musité y le sonreí, si una cosa había aprendido de Jane, era que no había que llevarle la contraria.
La música comenzó a sonar y Jane y yo nos colamos en frente de esos chicos, Jane y yo marcábamos los pasos mientras esos chicos intentaban seguirlos, finalmente fuimos eliminando a gente a medida que pasaba la coreografía.
Había un chico, rubio, con ojos claros, que estaba justo detrás mía, cuando me giré para mirarlo, me quedé hipnotizada.
-¿Es así?-preguntó y se mordió el labio.
-Emmh sí, es así-musité y este me sonrió.
Luego, uno a uno fue bailando, un muermo total, ninguno me llamaba lo suficiente la atención para contratarlo como mi bailarín, ninguno hasta ese momento en el que entró uno,moreno, con los ojos oscuros y grandes, él me miró y me sonrió, y yo como una idiota me quedé colgada de su sonrisa, Justin me dio un codazo, yo le ignoré y seguí mirando.
-Cuando quieras..-musité a ese chico, tan.. guapo, el volvió a sonreír y comenzó a bailar cuando la música comenzó a sonar.
Yo esta vez lo único que pude hacer fue concentrarme en mirarlo.
-Mira esto..-susurró Justin y señaló a la mesa- son tus babas.
-Cállate- le ordené y seguí mirándo a ese chico, miré a Jane y ella me miraba con esa sonrisa de satisfacción, yo quité la música, este chico se quedó mirándome confuso.
-Eso es todo, creo que.. ya, es bastante.
-Pero si aún quedan 8-mustió Jane.
-Da igual, ya sé lo que voy a hacer-musité y sonreí.
-¿Vas a coger al guaperas este?-preguntó Justin.
-¿A caso te importa?-pregunté y lo miré, el bufó.
-Espero que no lo haga todo como bailar, porque..-le ignoré.
-Jane, ¿te ha gustado este chico?-pregunté y me giré para estudiarle el rostro, este pareció ofenderse con mi pregunta.
-Bueno.. pues ya está disidido, el segundo candidato lo eliges tú.
-¿Qué tal el rubio?-preguntó y me sonrió.
-Esto no va por guapura, va por talento-se quejó Justin.
-Tampoco te había pedido opinión-murmuré.
-Oh vamos ¡todo esto es por una maldita llamada!-exclamó.
-Deja de llamar la atención-mascullé.
-¿Quieres saber quien me llamo? ¿por qué no empiezas tú a decirme quien te llamó antes?-preguntó y me miró.
-No me llamó nadie, deja de decir tonterías.
-¿Ah no? déjame tu móvil- musitó y estiró su mano.
-No te voy a dejar nada.
-Te lo he comprado yo-masculló yo lo miré y él bajó la mirada, acto seguido saqué mi móvil del bolsillo y se lo dí.
-¡Quédate ese estúpido móvil, no lo quiero!-exclamé y me levanté.
-Naira... espera-susurró, yo le ignoré y me dirige hacia la salida de este gimnasio, pero Bob no estaba por ningún lado, me giré para buscarlo con la mirada y me choqué con alguien.
-¡Oh lo siento!-exclamó y me miró aturdido.
-No importa-exclamé y lo miré a los ojos, el me sonrió- tú ¿no has bailado no?-pregunté y lo miré.
-No, no me ha dado tiempo-musitó e hizo una mueca.
-Lo siento.. es que tengo un poco de prisa.
-No importa, cuando organices otro casting.. ¿te importaría llamarme?-preguntó y sacó una tarjeta de su bolsillo.
-Claro.. claro que te llamaré-musité y le sonreí.
-Muchas gracias.. por cierto, ¡eres genial!-exclamó y me picó el ojo, yo le dediqué una sonrisa y este salió por la puerta.
Cuando volví a girarme ya estaban Bob y Justin allí.
-Oh, ¡eres genial!-musitó Justin y luego rió.
-Eres tan infantil-musité y sacudí la cabeza.
-Naira.. escúchame-musitó y me cogió del brazo.
-¿Que pasa?-pregunté y lo miré a los ojos.
-¿Podemos hablar tranquilamente?-preguntó y suspiró.
-Tal vez luego..-masculló Bob y yo miré a mi al rededor.
Ahora había mas gente allí fuera, Bob pasó su mano por mi espalda y me dio un pequeño empujón hacia delante, luego hizo lo mismo con Justin,quedándose él atrás de nosotros.
Justin estiró su mano y la pasó por mi cintura, ahora cada vez había mas fans y menos paparazzis, pero todos gritaban por igual, y a Justin eso parecía hacerle mucha gracia.
Una vez en el coche, Bob me ordenó a sentarme atrás, desgraciadamente al lado de Justin.
Me coloqué a mi lado del sofá y me puse el cinturón, Justin sonrió y pasó su mano a través del sofá, yo volví a ignorarle y saqué la tarjeta que me había dado ese chico.
-¿Quienes son Los Jones?-pregunté mirando esa tarjeta.
-¿Los Jones?-repitió Bob.
-Son una familia muy poderosa, aquí en Canadá, tiene mucho dinero, y.. muchos hijos-musitó Justin y rió.
-Si, parecen conejos-murmuró Bob y rió también.
-¿Conejos?-pregunté y fruncí el ceño, ellos rieron.
-Sí, se reproducen tanto como los conejos-musitó Justin.
-Bah, que exagerados-mascullé y miré por la ventana,.
Ellos estuvieron un rato hablando pero yo no estaba prestando atención,¿Tan importante era ese tal Jones? bueno en realidad ese era su apellido, pero tampoco sabía su nombre.
Le pedí a Bob que me dejara en el hospital, en ese momento Justin pasó la mano por el sofá y me puso el móvil entre mas piernas, yo bajé la vista hacia ellas y luego bufé.
-Te dije que no lo quería-musité, el rió y yo lo miré, este quitó mi cinturón de seguridad y me acercó hacia su cuerpo.
-Lo siento-susurró y me acarició la mejilla, yo lo miré a los ojos - no entiendo porque siempre discutimos por todo.
-No deberíamos haber entrado al baño-susurré, este me miró.
-¿Por qué no?-preguntó, yo me mordí el labio sin saber que decir.
-No era el sitio, ni el momento.. ¡yo que sé!-musité, Justin rió.
-Pero..¿te gustó o no?-preguntó, yo lo volví a mirar.
-¿Tú que crees?-pregunté, el rió y se acercó pero..
-Ya hemos llegado-murmuró Bob, yo suspiré y abrí la puerta, esperé a que ellos salieran apoyada a la puerta.
Bob volvió a hacer lo mismo que antes, pero esta vez el se colocó delante de nosotros, por lo que no se enteró cuando alguien me cogió del brazo y me metió en una calle sin salida, estaba dispuesta a gritar como una loca, pero entonces vi quien era.
Era el chico con los ojos mas azules que jamás había conocido, ese chico que me tiró en la playa y que luego me invitó a un helado, ese con el que pensé tener algo mas que amistad.
-¡Dios, me has asustado! ¿que haces aquí?-pregunté y suspiré.
-Solo quiero hablar contigo un momento-musitó Rubén.
-Eso no puede ser, ahora no-musité y lo miré.
-Está bien, llámame esta noche, a este número-musitó y sacó un papel de su bolsillo- cuando estés sola, solo quiero.. contarte todo lo que tienes que saber, ¿me prometes que llamarás?
-Pero yo..-me interrumpió poniendo un dedo en mi boca, el miró mis labios entreabiertos y luego quitó el dedo, yo miré hacia otro lado,este fijó su mirada en mí, algo que me ponía nerviosa.
-Yo confío en Justin-musité, el bufó.
-Promételo-susurró ignorándome yo lo volví a mirar-Naira, yo no voy a hacerte ningún daño, yo.. yo nunca haría eso.
-Lo sé, pero, ¿por qué ahora? podrías habérmelo dicho cuando me conociste, no ahora, no sé lo que quieres decir.
-Llámame, por favor-susurró,yo suspiré y asentí, este me dedicó su preciosa sonrisa y pasó sus dedos por mi mejilla.
-Tengo que.. irme y eso.-murmuré, este sonrió y metió el papelito doblado en mi bolsillo derecho.
-Está bien, espero tu llamada-musitó, yo le sonreí y esperé a que el saliera del callejón para salir yo, después entré en el hospital.
Allí, en la entrada estaban todos, incluido mi padre.
Estuvimos merodeando por el hospital, mi padre mi madre y Pattie fueron a ducharse y a cambiarse, yo preferí quedarme y Justin se quedó conmigo, junto a Kenny y Bob.
Ahora solo quedaba esperar a que mi primo despertara, solo eso, solo tenía que abrir sus ojos y todo estaría bien.
Se hizo un poco tarde, mientras no hacíamos nada.
Invité a Justin a que se fuera a casa para que se duchara, pero no acepto. En realidad solo quería llamar a Rubén cuánto antes, pero Justin siempre estaba a mi lado, no es que no quisiera que lo estuviera pero.. ¡me moría de la curiosidad!
Pensé en decirle a Justin que iba a llamar a Rubén, pero..¿de que serviría? no me dejaría hacerlo, y yo nunca entendería el porque el se ha alejado de mí y me ha dejado de hablar.
En cuánto tuve la oportunidad saqué ese número de mi bolsillo y lo marqué, colgué varias veces pero finalmente dejé que diera la llamada, la primera vez, no me lo cogió nadie, pero volví a llamar.
-¿Sí?-contestó su voz, que sonreí sin quererlo al escucharla.
-Hola.. soy Naira-musité, Rubén rió.
-Pensaba que confiabas en Justin-masculló.
-No vayas por ahí, confío mucho en él-musité.
-¿Y por qué me llamas entonces?-preguntó divertido.
-Oh vamos Rubén, cuéntamelo de una vez-le rogué, el rió.
-Es que.. en persona siempre es mejor.
-¡Oh vamos! no me vaciles-musité y volvío a reír.
-No lo hago solo que... ¡no puedo decírtelo por el móvil!-exclamó.
-¿Sabes lo que creo?que te estás inventando todo esto solo para poder hablar conmigo y es cosa mas estúpida que has hecho nunca porque yo..-me interrumpió y carraspeó.
-Tú solo eres.. tu solo eres una apuesta-musitó casi susurrando.
-¿Una apuesta?-pregunté, este suspiró a otro lado del teléfono.
-Tú eras el premio, y el ganador tiene ahora su premio.
-¿De que coño me estás hablando?-pregunté.
-Ahora no puedo explicártelo.. solo espera unas semanas, yo.. te juro que te lo explicaré, no quiero meterme en problemas.
-¿De qué hablas? eres...-me volvió a interrumpir.
-Confía en mí, dentro de unas semanas te llamaré, no me llames tú, ¿Vale? yo te llamaré, te lo voy a explicar.
-No, no me llames, no quiero saber nada de esto.
Si alguna vez me llamas espero que sea para invitarme a comer o para dar una vuelta, ¡no quiero escuchar este tema jamás!
¿Cuánto tiempo vas a hacerme esperar para que me lo cuentes?
Estoy llegando a pensar que no.. que no vales la pena-musité muy enfada, Rubén se quedó callado y yo colgué el teléfono.
Me dejé caer en la silla y me mordí el labio de la impotencia, quería llorar, gritar y hacer cosas estúpidas pero Justin volvió y se sentó a mi lado, pasó una mano por mi barbilla obligándome a mirarlo a los ojos, yo suspiré y lo miré.
-¿Me.. perdonas?-susurró, yo le miré y lo besé, solo eso.
Como si de imanes se trataran, mis labios fueron directos a los suyos, sin ninguna explicación, Justin pasó su mano por mi cuello apartando mi pelo de él, yo posé mis manos en sus brazos, al separarnos este me besó la frente y me sonrió.
En ese momento un remordimiento paseó por mi conciencia, me sentía verdaderamente mal por haber llamado a Rubén y no habérselo dicho, y eso de que.. ¿yo era una apuesta? ¿a que se refería? bah, da igual. El caso es que cuando Justin me miró con sus preciosos ojos, mi corazón se revolvió de culpabilidad.
Justin comenzó a hablar sobre cosas que ni siquiera escuchaba, estaba sumergida en mis pensamientos y en mi estúpido masoquismo, pues si le decía que había llamado a Rubén se mosquería conmigo de nuevo, y yo no quería eso.
-Justin, tengo que decirte algo..-susurré interrumpiéndolo,él pasó su mano por mi mejilla, Naira ¿pero que haces? eres imbécil.
-Dime-musitó Justin y me miró sonriendo.
-Nada.. no es nada-musité y le devolví la sonrisa, el puso una mueca y siguió hablando, yo miré al frente y sacudí la cabeza.
-He llamado a Rubén-mascullé interrumpiéndole de nuevo como si estuviera escupiendo las palabras, miré a Justin y este frunció el ceño mientras se giraba para mirar al frente.
Si hay alguien extremadamente masoquista esa soy yo.

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