domingo, 4 de diciembre de 2011

Capítulo 127; ¿Por que no quieres ser mi amiga?

Me giré para mirarlo y bajé mi mirada hacia sus labios, y como de un imán se tratara me acerqué a él, apresurándome a llegar a su lado, me fundí con su cuerpo, con tanta fuerza que empotré su cuerpo contra la pared, enganchandome a sus labios él soltó un pequeño gemido de dolor y excitación. ¿En que estaba pensando? ¿en que demonios pensaba en dejarlo así? Pasó sus manos por mi trasero apretándome contra su erección, esta vez yo solté un gemido entre su boca.
Él no tardó en darse la vuelta y tomar las riendas, esta vez fue el, el que me empotró contra la pared, gemí entre sus labios.
Pasó sus manos por mi trasero atrayéndome hacia él.
Y solté otro gemido, esta vez con su antebrazo tiró al suelo todo lo que había en una pequeña mesa, justo al lado de la puerta y pasó sus manos por mi cintura subiéndome allí.
- Luis me está esperando fuera ... - murmuré entre pausas debido a sus besos, el me beso con mas pasión.
- ¿A quien le importa? - preguntó de nuevo pasando sus manos por mis muslos - Ahora solo somos tu y yo.
- Te odio - musité mientras le besaba, el abrió sus ojos.
Pasé mis manos por sus pantalones y los desabroché, el suspiró y me miró a los ojos, yo abrí los mismos, y volví a besarle, pasé mis manos por sus boxers y Justin gimió de nuevo.
- ¿Me odias? - preguntó en un susurro, entre mis labios.
Y paró de acariciarme, yo lo besé de nuevo, de esa forma y el me correspondió mientras bajaba mientras me quitaba la camisa y pasaba sus manos por mis pechos, yo mordí su labio.
- Sí, te odio - murmuré y esta vez sus manos se dirigieron a mis braguitas, yo eché la cabeza hacia atrás cuando sentí sus manos acariciando mi feminidad, gemí con fuerza.
Él bajó mis braguitas con la misma rapidez con la que había terminado de decir esa frase, abrió mis piernas aún mas mientras se encajaba perfectamente entre ellas.
Besó mis labios de nuevo, enredé mis manos en su cabello y sus besos bajaron hasta mi cuello, descendiendo hasta mi pecho, desabrochó mi sujetador y no tardó en comenzar a jugar con mis pechos, gemí, creía que iba a explotar.
- ¿Como puedes odiarme? yo no te odio .. - murmuró mientras besaba mi vientre y acariciaba mis piernas, subió hasta mirarme a los ojos y yo enseguida bajé sus boxers, el suspiró y pasó sus manos por mi rostro, separándose de mis labios - Yo te quiero, te quiero tanto Naira ... - susurró entre mis labios, mientras pasaba su erección por mi entrepierna, yo gemí.
Lo miré a los ojos, y el rozó sus labios con los míos, entonces lo sentí, su miembro se había introducido en mi interior.
Solté un pequeño gemido ahogado mientras arqueaba mi espalda, sus manos pasearon por mi espalda, hasta llegar a mi nuca, mientras depositaba pequeños besos en todo mi cuerpo.
Lo miré a los ojos cuando lo sentí moverse dentro de mí.
- ¿Lo entiendes? - preguntó y pasó sus manos por mi trasero subiéndome a su cintura, yo gemí con mas fuerza al sentirlo tan dentro... como nunca lo había sentido - te quiero, entiéndelo.
- Cállate de una vez - mascullé entre pausas debido a sus besos, esta vez fui yo la que gemí al sentir que me pegaba a la pared. Nunca lo habíamos hecho de ese modo, y creo que fue el mejor polvo de vida. ¡Dios mio! ¡Nunca había disfrutado tanto!
Justin aceleró su ritmo, y pasó sus manos por mi espalda, sujetándome, yo lo imité, pero mis uñas se clavaron en su espalda, el gimió y pegó su cuerpo contra el mío aún más.
En unos segundos escuchamos el ruido de unos nudillos aporreando la puerta, yo me enganché a sus labios de nuevo y él me cogió por la cintura para ponerme esta vez contra la puerta.
- ¿Justin? ¿Justin estás ahí? - preguntó una voz desde fuera, yo gemí entre sus labios mientras Justin seguía moviéndose dentro de mí, yo mordí su labio con fuerza, y el gimió - ¡Justin!
- Sí ... murmuró entre suspiros - ess.. toy aquí - masculló mientras besaba mis labios con fuerza, esto me daba aún mas morbo de lo normal, Justin entró tan hondo, que solté otro gemido ahogado, dirigió su boca hacia mi cuello, mordiéndolo.
- ¿Estás bien? - preguntó de nuevo esa voz, él suspiró entre mi cuello, ¡demonios! esto no podía ser legal, no podía serlo.
Estaba tan frenética, que comencé a moverme con fuerza, sintiendo su miembro en mi interior, el mordió su labio.
- ¡Estoy bien! - masculló rápidamente - ¡vete! - masculló de nuevo y volvió a pasar sus manos por mi espalda, yo gemí al sentir las yemas de sus dedos paseando por mi espalda, me arqueé.
Escuché los pasos de esa persona que se alejaba.
Justin aceleró tanto su ritmo que perdí el control total de mis actos, no sabía ni mi nombre, no me acordaba ni de quien era.
- Dime que me necesitas tanto como yo a tí - susurró en mi oído mientras acariciaba mis muslos - quiero oírlo salir de tus labios - murmuró mientras mordía mi cuello, yo arqueé mi espalda.
- Dímelo - repitió mientras se movía dentro de mí, gemí.
Estaba apunto de llegar al orgasmo y el también, por lo que se movió mas rápido dentro de mí, gemí con fuerza, sin importarme nadie que estuviera allí fuera - necesito escucharlo.
- Te ... te necee..sito - susurré mientras besaba sus labios con fuerza, él pasó sus manos por mi cadera, apretándolas.
- Repítelo mi amor, repítelo - masculló mientras se movía aún mas rápido, yo suspiré y me fundí en su cuerpo, mas aún.
- Te necesito, te necesito, te necesito - repetí mientras sentía como todo el aire se escapaba de mi pecho, como si todo el mundo se detuviese y solo quedáramos él y yo.
- Te quiero - susurró esta vez él, y con sus movimientos rápidos, terminó, y yo con él, apoyó su cabeza en mi hombro y yo, volví al mundo real.
(Narra Justin)
Salí de dentro de ella, y esta se bajó de mi cintura, la miré a los ojos y eché sus cabellos hacia atrás, sabía que odiaba que le pusiera el mechón que le caía, detrás de la oreja por lo que no lo hice. Sentí su respiración agitada contra mi pecho.
No recuerdo cuanto tiempo nos quedamos así, mirándonos a los ojos, podía ver tantas cosas en su mirada oscura.
Sentí sus manos en mi pecho y supe que quería que me alejara de ella, y así lo hice, aunque la observé todo el tiempo.
No sabía como debía reaccionar ahora, como debía de hablarle.
Si las cosas iban a seguir como estaban, o volvíamos a ser ella y yo. ¡Siempre hemos sido ella y yo! incluso todos esos meses que tantos kilómetros nos separaban, solo eramos ella y yo.
Observé como podía su ropa interior y yo decidí ponerme mis boxers, ella se vistió completamente y suspiró sin mirarme.
Observé como se acercaba a la puerta, pero no la abrió.
- Naira .. - susurré, ella se giró para mirarme, sentí una descarga eléctrica al sentir sus ojos cristalinos mirándome, tragué saliva.
Iba a acercarme a ella, pero lo mas bonito del mundo me lo impidió. Su sonrisa. Su bella sonrisa. Y yo era el causante.
Me dedicó su bonita sonrisa, trasmitiendome seguridad.
Y yo se la devolví, esta me miró por unos segundos, hasta que abrió la puerta, no demasiado, y salió de esa sala.
Toda la seguridad que ella me había trasmitido con su sonrisa, se esfumó con el ruido de la puerta cerrarse.
~ 3 días después.
Hacía tres días que había echo el amor con Naira, tres días que la había sentido de nuevo junto a mí, y tres días que ella llevaba evitándome. Eso me comía por dentro.
¿Tanto le costaba admitir que es imposible? Que es totalmente imposible estar separados, es imposible.
Suspiré y salí de mi camerino con las maletas, ya nos íbamos del hotel, cambiaríamos de ciudad. Abrí la puerta y escuché un silbido, observé de donde provenía, del pasillo.
Me apoyé en la puerta, y observé como Naira se acercaba a la habitación que estaba justo a lado que la mía. La de Dan.
La miré bien, estaba... increíblemente preciosa.
Si no fueran las cosas mal, la cogería y la tiraría a la cama de mi habitación, para hacer el amor mil veces, de todas las maneras posibles, como si nunca lo hubiéramos echo, de una forma en la que no fuera legal en todos los países del mundo.
Ella elevó su mirada y se encontró con la mía, estaba a escasos metros de mí, pero no dudó en dar media vuelta.
Yo entrecerré la puerta y fui tras ella, cogí su brazo haciendo que me mirara, si así lo hizo, la miré fijamente.
- ¿Por qué me evitas? - pregunté en un susurro, ella me miró a los ojos mientras se soltaba de mi agarre, suspiré.
- Yo no te estoy evitando.
- Sí lo haces y además lo haces mal musité - ella me miró unos segundos y cogió aire, supe que se había dado por vencida y que iba a admitir que era cierto, humedeció sus labios.
- Eso no tuvo que haber pasado, ¿sabes? ya no hay ... nada entre tu y yo. No debí dejarme llevar así. No.. fue lo correcto - murmuró tan rápido como poco creíble, intenté no sonreír, ella mentía.
- Y... lo de "te necesito, te necesito" - repetí, imitándola, ella me pegó en el brazo y yo me eché a reír - enserio, ¿por qué? - susurré, ella me miró a los ojos, e hizo una mueca.
- Estábamos teniendo sexo, y eso era lo que tú querías oír.
- Así que, ¿no lo sentías en absoluto? - pregunté, pasando mi mano por su cuello, esta me miró a los ojos y negó con la cabeza. ¡Mentía! ¡estaba mintiendo y yo lo sabía! suspiré.
E intenté darle donde mas le duele a las chicas; la amistad.
-Bueno.. entonces, podemos ser amigos - musité serio y quitando mi mano de su cuello, ella se quedo mirándome fijo.
- ¿Lo estás diciendo en serio? - preguntó mirándome, asentí - ¿Tú eres tonto? - musitó y puso los ojos en blanco, aguanté mi risa de nuevo, y fruncí el ceño mientras la miraba - No se que idiota se invento eso de ser amigos después de una relación, ¿!Como vamos a ser amigos?! - exclamo muy enojada, la observé, parecida molesta, justo como yo quería que lo hiciera.
- ¿Por que no quieres ser mi amiga?
- Yo no puedo ser amiga de alguien como tu - masculló y la miré fijo - No puedo ser amiga de alguien por el que he sentido tantas cosas - musitó por lo bajo, yo la miré y me acerqué a ella.
- Si no las siguieras sintiendo, no tendrías ningún problema en ser mi amiga... ¿no? - pregunté mirándola a los ojos, ella miró mis maletas y dio media vuelta antes de voltear los ojos.
Me acerqué a ella y volví a cogerla del brazo, arrastrándola hacia mí. Su cuerpo se pegó tanto al mío, que escuché latir su corazón.
- Si es tu amiga implica esto, ¿¡como quieres que lo sea?! - musitó nerviosa mientras se intentaba separar de mí, la dejé.
- No, ser amigos de verdad. Que tú me cuentes todo lo que te preocupa, que podamos ir a dar una vuelta solos, salir a comprar. Yo podía contarte que tal con mis beliebers, con las chicas -musité y ella me miró a los ojos - Tú podrías contarme como te va con los chicos. Y yo podría decirle, como te conquisté. Podría anotarle mis truquitos en papel, ¿No te parece? - susurré mientras paseando las yemas de mis dedos por sus suaves mejillas. La miré a los ojos, y esta me sostuvo la mirada.
No sabía muy bien que pensamientos rondaban por su cabeza, ya que sus expresiones cambiaban cada segundo, la observé.
Ella suspiró con fuerza, y apretó sus ojos un momento.
- ¡No! ¡Claro que no me parece! - gritó desesperada y me empujó.
- ¿Por qué no? - pregunté acercándome a ella de nuevo.
- Te amaba, ¿como voy a ser capaz de escuchar como conquistas a una cualquiera? - gritó de nuevo, me acerqué.
- Deberías sentirte orgullosa, nadie, nunca, podrá superarte. Así que, tampoco sería para tanto - murmuré, y ella entrecerró los ojos. Entonces sus palabras se repitieron en mi cabeza.
- ¿Has dicho que me amabas? - pregunté dandome igual lo demás, ella me miro a los ojos, repasando las palabras que ella misma me habia dicho, la observé y ella me miró a los ojos.
- He dicho que.. ¡No vamos a ser amigos! ¿Me escuchaste? tu por tu lado, yo por el mio - exclamó de nuevo y pasó por mi lado empujándome, yo me reí entre dientes y me giré a mirarla.
- Por allí mi amor - musité señalando en la dirección en la que debía irse, ella apretó sus puños y salió disparada en esa dirección. No si antes dirigirme una mirada de odio.
Entonces se me ocurrió una de las ideas mas buenas del mundo. Gracias a mi madre y todas las películas de amor que veía y que me hacía ver a mi, por supuesto.
Basta de celos y de cosas absurdas, aunque.. gracias a eso la tengo aquí de nuevo, no era esa la parte que me tocaba ahora.
Cerré mi puerta, y me apresuré a llegar a la de Dan.
Toqué varias veces, desesperadamente, él me abrió la puerta.
- ¿Qué pasa? - preguntó algo extresado, yo me reí y entré.
- Tengo algo importante que decirte - murmuré y él me miró a los ojos, frunció su ceño - ¿Qué pasa? - pregunté y me reí.
- ¿Por que tienes esa buena cara? - preguntó y me miró fijamente, sonreí - ¿Qué ha pasado con Naira?
- Nada, solo quiero que me hagas un favor.
- Si ya, claro, nada - musitó sarcástico - No te veía esa cara de felicidad desde que Naira estaba aquí - musitó, yo reí.
- ¿Me vas a hacer el favor o no? - pregunté mirándolo, el puso los ojos en blanco y yo me volví a reír - ¡Por favor te lo pido!
- ¿De qué se trata esta vez? - preguntó mirándome.
- Necesito que un avión me mande ahora mismo para Las Filipinas. Necesito que me digas cual es el hotel en el que nos hospedamos y necesito que me digas cual va a hacer la habitación de Naira - murmuré mientras lo miraba.
- ¿Todo eso? ¿no sabes contar? eso no es solo un favor.
- ¡Ah se me olvidaba! también necesito que no abras la boca - murmuré y el alzó sus cejas - bueno y por último... que la habitación de Naira sea individual, ya sabes, solo una persona, ella. ¿Me entiendes? nada de doble habitaciones.
- Lo que me estás diciendo es que no quieres que Naira y su amigo se queden en la misma habitacion. ¿Es eso no?
- Exacto - murmuré y el se rió, lo miré fijo.
- Ni lo sueñes.
- ¡Por favor! confía en mí, es por un buena causa - murmuré y él se echó a reír de nuevo, intenté parecer serio, totamente.
Él me miró a los ojos y suspiró poniendo los ojos en blanco.
- Está bien, espero que de resultado eso que estás pensando, ya me inventaré una excusa. Ahora coje tus maletas, tendrás que ir en un avión público - murmuró mientras cogía su móvil de la mesilla de noche, yo abrí tanto los ojos que pensaba que se me salieron de las orbitas, el me ignoró completamente.
- ¿¡Qué?! ¿¡en un avión público?! - pregunté algo sorprendido. Él me dedicó una sebera mirada, yo lo miré fijamente.
- ¿Quieres hacer eso tan importante o no? - preguntó de nuevo.
Yo apreté mis ojos y pensé un momento.No podía ser tan malo. ¿No? Seguramente Kenny me acompañara, y bueno quien sabe, alomejor conozco alguna de mis beliebers, o a lo mejor a cientos de ellas. Bueno.. que sea lo que Dios quiera.
(Narra Naira)
Me fui resignada a mi habitación y me senté en la cama.
Esto era totalmente absurdo. Había venido para vengarme de Jusitn y al segundo día me acostaba con él. ¿¡Qué clase de vengadora soy yo?! Suspiré y me tiré en la cama boca arriba.
No podía sacarme de la cabeza sus besos... parecían tan llenos de anhelo, de pasión... sus caricias, que recorrían todo mi cuerpo de arriba a abajo, Suspiré con fuerza.
Soy una idiota, no debería de haber venido aquí.
Sentí la puerta abrirse y me incorporé, era Luis.
Me miró a los ojos y se acercó para sentarse en la cama de en frente, mirándome a los ojos, sabía lo que estaba pensando.
- ¿Tienes algo que contarme? - preguntó con la voz ronca, yo lo miré fijamente sin saber que decir - supongo que no, puesto que Dan al ver el numerito que montasteis mandó a cerrar todo el sector para que ustedes difrutaraís placidamente - dijo sarcástico, y echó una risa amarga, yo tragué saliva, que vergüenza - No voy a decirte nada - musitó mientras me miraba a los ojos - Bueno sí, voy a decirte que eres una necia.
- ¿Qué? - pregunté algo confundida, él suspiró.
- ¿Piensas que todo va a volver a la normalidad porque te de un par de besos y te diga que te quiere? La confianza, si se va, no vuelve más, Naira, nunca. ¿Y tú lo perdonas así como así?
- Yo .. - el me interrumpió de nuevo, parecía enfadado.
- Él se sorprendió de la forma inhumana de lo que te echaba de menos.... que estúpido - murmuró, yo tragué saliva, me miró fijamente - supongo que no espero una respuesta - murmuró levántandose y pasandome su móvil, lo observé - llama a tu madre. Ayer parecía algo preocupada, pero claro, se ve que tú tenías otras cosas mas importantes que hacer.
- Lo siento - murmuré y mordí mi labio, el me observó y se sentó a mi lado, yo me giré para mirarlo y él pasó su mano por mi mejilla, mordí mi labio con mas fuerza, quería llorar.. de nuevo.
- Cuando tu madre vuelva, me iré - musitó mirándome a los ojos.
- ¿Qué? No.. - me interrumpió y mis ojos se aguaron.
- Estoy aquí para cuidarte, una vez que esté tu madre aquí, no tendré nada que hacer. Agradecería no verle la cara día a día al causante de que hayas estado llorando tres de los cinco meses que estuviste conmigo - murmuró y apretó su mandíbula.
Lo observé, sabía que esto le dolía, pero no mas que a mí.
Llamé a mi madre, y se emocionó. Sí, es un poco estúpida.
Como si hubiera hecho algo extroardinario.
Dijo que no sabía si incorporarse a la gira, ya que mi primo aún estaba en tratamiento. Ya lo habían sacado del hospital, ya andaba y hacía vida normal, pero aún se medicaba.
Me moría de ganas de verlo.. ¡agg! yo y mis estúpidas ideas.
En unas horas fuimos al aeropuerto, miles de personas nos esperaban, bueno, le esperaban a él. Pero no lo vi por ninguna parte. ¿Donde estaba Justin? Subimos al avión, pero tampoco estaba. Esto era muy raro, pero.. ¿Que mas daba?
Suspiré y me senté en un silla individual, no quería compartir silla con nadie, pero sin embargo había una justo a lado, separada por una mesilla. Suspiré y dirigí mi mirada hacia la ventana mientras veía como despegabamos.
Me sumergí en las nubes, y el cielo azul, y me perdí tanto en mis pensamientos, que cuando me di cuenta ya habíamos llegado.
En todo el camino, no entablé ni una palabra con nadie.
Luis se mantenía a mi lado, pero no decía nada, y la verdad es que yo tampoco tenía demasiadas ganas.
Nos subimos en el coche con Bob, y me extrañé no ver a Kenny, ¿donde demonios estaba todo el mundo? Suspiré.
El hotel estaba a las afueras de la capital, por lo que estuvimos mucho tiempo en coche. Oh dios, como odio eso.
Suspiré y me centré en pensar como sería la actuación de esta noche, todos los paparazzis se habían puesto las pilas al verme.
Sonreí al ver el gran hotel donde nos hospedabamos.
Salimos del coche y entramos en la recepción, una vez allí nos asignaron las habitaciones, me sorprendí al ver que yo tenía una tarjeta, y Luis otra. ¿Habitaciones separadas? fruncí mi ceño.
Subimos en el ascensor todos juntos y Dan se paró a mi lado.
- Bueno, será mejor que te instales, luego.. tenemos que hablar de unas cosas. La gente se ha dado cuenta de que estás aquí, quieren entrevistas, exclusivas... ya sabes - murmuró, yo puse los ojos en blanco y él rió pasando su mano por mi hombro.
- Ya me había acostumbrado a vivir en el anonimato -bromeé mientras pasaba la tarjeta por la puerta, Dan rió y yo me di la vuelta para mirarlo - Lo bueno dura poco ¿no? - pregunté sonriendo, pero el ya no me miraba a mí, miraba mi habitación.
Yo me giré para mirarla, y entré en ella, llevé mis manos a la boca, ¿Que era todo esto? esto no podía ser real.
La habitación estaba llena de flores, de flores preciosas.
Su aroma llenaba toda la habitación, era increíble.
Había un gran pasillo formado por la ausencia de flores, ese pasillo llegaba hasta la cama. Abrí tanto los ojos que pensaba que se me iban a salir de su sitio. Miré toda la habitación y miré el numero de la tarjeta. Esta no podía ser mi habitación.
Con el corazón en la boca, caminé por ese pasillo, hasta llegar a la cama, donde había una carta, todavía estaba convencida de que no era para mí hasta que ví mi nombre escrito en un sobre, con la letra de Justin, la cogí entre mis manos y miré a Dan, se encontraba justo detrás de la puerta, observandolo todo, no tardé en abrir la carta, mis manos temblaban, como nunca, pensaba que se me iba a salir el corazón por el pecho, nunca había estado tan nerviosa en mi vida. Y mas sabiendo que esto venía de el.
Que esta carta estaba escrita de su puño y letra. Eché un vistazo a toda la habitación de nuevo y miré la carta, ¿¡Qué diablos?!
La abrí tan rápido que temí romper el papel que había dentro.
"Si lo te estás preguntando, es que es lo que pretendo, ¿Acaso no está muy claro? Quiero volver a conquistarte, de la forma en la que nadie jamas lo haya echo, incluso yo. Voy a ser clásico, romántico, y todo lo que tú quieras que sea... solo por tí. No voy a intentar besarte, a no ser que tú me pidas que lo haga, no voy a obligarte a que tu corazón se abra de nuevo para mí. Voy a ayudarte. Voy a ayudarte a que tus labios quieran besarme, y a que tú corazón quiera volver a latir por cada beso que te doy.
Porque te quiero. ¿entiendes? te quiero, te quiero, te quiero con cada poro de mi piel. Siempre tuyo, Justin"

Capítulo 126; Bienvenido.

(Narra Justin)
Me dirigí hacia ellos,podía sentir mi puño cerrado en la cara de ese idiota, lo veía, lo sentía, pero de repente... una mano me detuvo, me giré, iba a apartarme, iba a hacerlo, pero... esa mano era la de mi madre, por lo que me quedé quieto.
-¿A donde te crees que vas? - preguntó mirándome, yo volví a mirar a Naira que estaba haciendo su prueba de sonido.
- Voy a hablar con ella - mentí mientras la miraba.
- Eso no era lo que ibas a hacer Justin, ella ha venido. Ella está aquí, eso es lo que tú querías ¿o me equivocó?
- Pero no así - mascullé entre dientes, ella dejó de retenerme para acariciar mi mano con dulzura, yo suspiré, ella sonrió.
- Bueno, esto es un primer paso, ella está aquí,y es por algo, si no, no habría vuelto, ¿no crees? - preguntó, yo la miré.
- Sí, para restregarme a su nuevo novio y que yo le rompa la cara - mascullé mientras los miraba, mi madre apretó mi brazo.
- ¡Deja de ser tan impertinente! Lucha por ella Justin.
- ¿Cómo? - pregunté, mientras mordía mi labio, quería llorar.
-Bueno, ella ha vuelto por alguna razón, ahora, tienes que hacer que se de cuenta de como te sientes, y como la extrañas, pero... eso ya es cosa tuya Justin, y no creo, que dirigiéndote a ella como has hecho hasta hora, y como ibas a hacer si yo no llego a pararte, no es la mejor manera - murmuró, yo la miré.
- Ya pero... - me interrumpió.
-Pero nada, trata de ser cordial con ella - murmuró mientras soltaba mi brazo y subía su mano hacia mi cara, la acarició - Si quieres verla de vuelta aquí - susurró esta vez y me sonrió.
Intenté sonreír, pero me salió una mueca algo rara, ella soltó una carcajada, yo puse los ojos en blanco y me giré de nuevo.
Estaba realmente hermosa, estaba diferente, mas... madura.
Sí, lo sé, solo pasaron cinco meses, nadie cambia tanto en cinco meses pero... en este caso sí, ella.. estaba diferente.
Suspiré y me apoyé en la pared, observándola, su música sonaba, ella caminaba por el escenario al ritmo de la música, mientras sostenía el micrófono en la mano, el idiota, estaba justo abajo, mirándola, ella le sonrió y escuché su voz de nuevo. Sentí escalofríos. Mas escalofríos, ¡dios!
Todos los pelos de mi cuerpo se pararon al escucharla cantar de nuevo, lo hacía tan casualmente, como si no supiera lo que me provocaba con su voz, cerré mis ojos, este era el mejor sonido del mundo entero, sí... sin duda lo era.
Escuché una risa y abrí mis ojos para volver a mirarla, esta vez movía un poco su cuerpo al ritmo de la música, mi corazón latió a 10000 por hora cuando vi al ritmo al que sus caderas se movían, la observé, ella se echó a reír de nuevo mientras miraba a su amigo, luego miró a su alrededor, miró despreocupada a la izquierda y allí estaba yo, retuve mi mirada con la suya.
Ella cantó mientras me miraba fijamente, podría decir que ni pestañeaba, bueno... ni si quiera me había fijado en si lo hacía o no. Estaba... estaba en otro mundo, en nuestro mundo.
La sentí, sentí que ella estaba aquí de nuevo, que ella estaba conmigo, cuando la vi cantar mientras me miraba a los ojos.
No estábamos a mucha distancia, unos cuantos metros, ni si quiera entendía como no me había visto antes, suspiré.
Ella dejo de cantar y apartó el micrófono de su boca, observé cada gesto que hizo hasta que la melodía dejó de sonar.
Me miró durante unos cuantos segundos más, hasta apartar su mirada de la mía y mirar al suelo, seguí mirándola pero ella esta vez bajó del escenario y se sentó al lado del idiota, este acarició su muslo y la miró, apreté los ojos y me fui de allí, pasé por delante de todos y fui a parar a la última sala, donde no había absoulatemente nadie, me senté en el sofá y tapé mi cara con mis manos. Esto no podía ir peor. ¿O sí? no quería ni pensarlo.
Pensaba que no podía sentirme aún mas mal de lo que me había sentido cuando ella se había ido, pero ahora sé que sí.
Tenerla aquí, tan cerca, y no poder tocarla, ni besarla... es aún peor que todo lo que pasé esos cinco meses, los peores.
Sentía mis ojos aguados, pero ni me preocupé por las lagrimas que saldrían en unos segundos, y así fue.
Volvieron a deslizarse por mi cara gotas de agua cristalinas, volvía a llorar por ella, por el amor de mi vida.
Mordí mi labio con fuerza para no comenzar a sollozar de nuevo, suspiré y miré a mi alrededor... estaba completamente solo.
Y no hablo de en esta sala, estoy solo, estoy solo de verdad.
Tengo a mi madre, a mis hermanos, tengo a mis amigos, a mis beliebers, pero... me falta ella, la unica pieza que me falta para encajar el perfecto puzle es ella. ¡Mierda! Eso es lo que soy.
No pude contenerme las ganas y le pegué una patada a la mesita que se encontraba enfrente del sofá, de repente, observé como alguien entraba en la sala, no podía ser, era él.
El idiota amigo de mi mujer, había entrado en la sala y me estaba mirando justo en este momento, me pregunto que estará pensando, al verme aquí, pegándole patadas a las cosas y llorando. Como un niño. Me miró fijamente y sonrió.
¿Sonrió? Sí, echó una sonrisa de superioridad, como si se alegrara de mi estado emocional en este momento.
Iba a seguir de largo pero yo me levanté del sofá y me acerqué.
- Eh - mascullé cuando estaba lo bastante cerca, él se giró y yo sin pensármelo dos veces le pegué un puñetazo en toda su cara con todas mis fuerzas, me sacudí la mano, eso había dolido.
Él me miró por unos instantes mientras apretaba sus puños.
- Bienvenido - mascullé mientras secaba mis lagrimas con la mano, él me miró a los ojos y momento y me preparé, pensé que iba a intentar pegarme, y así lo hizo, no hice nada por evitarlo.
Sentí su puño en mi labio, y acto seguido escuché un pequeño gritó ahogado proveniente de la puerta, era ella, era Naira.
Toqué mi labio con cuidado, no me había echo sangre.
Me iba a acercar de nuevo a él, pero Naira se puso entre nosotros, mirando hacia el idiota... no recuerdo su nombre.
- ¡Para! ¡Déjalo ya! - exclamó mientras lo miraba, él no apartaba la mirada de mí, yo observé a Naira y ella me observó.
Miró mi labio que en cuestión de segundos se había hinchado, y ella apretó sus labios con fuerza, como si quisiera llorar.
Enseguida se me aguaron los ojos también, ella se acercó a mi, me miró a los ojos, y la sentí de nuevo, como en el escenario, fui a pasar una mano por su mejilla, pero una mano la agarró, apartándola de mi, ella giró su cara para mirar al idiota y suspiró con fuerza, luego volvió a mirarme, y tartamudeó varias veces.
- Dejalo ya, Justin - susurró con un hilo de voz - Se acabó - masculló y calló encima de mí como un balde de agua fría, como cuando me lo dijo aquella noche, como cuando pensé que no se ib a a ir de mi lado y lo hizo, mi labio tembló y segundos después lagrimas comenzaron a salir de mis ojos, ella me miró, tenía la respiración agitada, negó con la cabeza y cerró sus ojos.
Se dio la vuelta, pero mi corazón actuó antes que mi cerebro, sujeté su mano con delicadeza, no obligándola a que se quedara, si no rogándoselo, ella giró su cabeza para mirarme.
- Hablemos - le pedí mientras acariciaba su brazo, ella me miró unos segundos, la conocía tan bien que deduje que estaba en una lucha contra su cerebro y su corazón, suspiró.
- No hay nada de que hablar.
- Si lo hay, tu mirada me lo dice.
- Mi mirada te dice que me duele que esto alla acabado así, se ve que no podemos vernos si no volvemos a hacer como antes - masculló entre tartamudeos, la observé - Pero, no voy a irme.
- Por.. - ella me interrumpió, apartándo mi mano de su brazo.
- No voy a irme, no voy a volver a irme por tí. Pero tampoco voy a quedarme por tí - masculló apartándose de mi, suspiró.
No tenía respuesta a eso, no pude decir nada más, ella estaba en su derecho de no querer hablar conmigo, asentí.
- Como quieras - musité con un hilo de voz, ella me miró extrañada, y yo suspiré - como quieras - repetí.
Ella me miró a los ojos por unos segundos y se alejó de mí.
- Te quiero - susurré cuando ella ya estaba lo suficiente lejos para no escucharme, aunque desearía que lo hubiera echo.
(Narra Naira)
Salí de alli lo antes posible y Luis me siguió, ni si quiera lo miré cuando salí de allí y me subí en el coche con Kenny para que me llevara al hotel donde ellos se estaban hospedando.
- Naira - susurró una vez estabamos en el coche, yo miré hacia la ventana, intentando ignorarlo, mordí mi labio ccon fuerza.
- ¿Qué? - pregunté de mala manera sin mirarlo, suspiró.
- Te aparté de él porque sabía que ibas a caer de nuevo, no tienes por que enfadarte conmigo, lo hice por tu bien.
- ¡¿Y también le pegaste por mi bien?! - exclamé nerviosa - ¡Me dolíó mas a mi que a el! ¡Joder! - grité y Kenny me miró extrañado, sin entender nada, ya que hablabamos español.
- No, eso fue asunto mío - murmuró y yo lo miré.
- ¿Perdona? ¿Asunto tuyo? te dije que no te metieras en esto.
- Él me desafió - masculló entre dientes.
- ¡No me importa!
- No querías que le pegara.
- Preferiría que no lo hubieras hecho.
- ¿Por qué? él te míntió - masculló entre dientes, yo lo miré fijamente, él no entendía nada, absolutamente nada.
- Me da igual. ¡Me da igual! - grité de nuevo - No quiero que vuelvas a tocarle - musité con un hilo de voz, el me observó.
- Pero... ¿¡Por qué!? - gritó esta vez él, lo miré.
- Me duele Luis...
- Le quieres - me acusó, como si estuviera cometiendo un delito, lo miré fijamente - es eso ¿no? Le sigues queriendo.
- No es que lo siga queriendo, es que nunca he dejado de hacerlo - mascullé y lo miré, parecía que le dolía.
¿Por que? Solo somos amigos, él y yo.. siempre hemos sido amigos, solo amigos, entonces.. ¿porque estaba así?
Él hizo una mueca y salío del coche, dando un portazo.
Genial - pensé. Encima ahora se enfada conmigo.
¿Algo podía ir peor? No sé que pusieran una bomba en mi habitación, o que me atropellara un coche al salir del hotel.
Creo que ni si quiera eso podía hacerme sentir tan mal como estoy ahora, suspiré con fuerza y froté mis ojos.
- Nai ... ¿Va todo bien? - preguntó Kenny, yo levanté mi cabeza.
- No - murmuré e hice una mueca, ¿por que mentirle?
- Dale tiempo - musitó y se giró para mirarme, lo miré.
- ¿Qué? - pregunté media perdida, él me sonrió con dulzura.
- A Justin. Dale tiempo. Con el tiempo entendérá que lo vuestro se terminó - murmuró y mordí mi labio para no llorar.
¿Entender que lo nuestro había termiando? No quería que lo entendiera. Ni si quiera yo era capaz de enterderlo.
- Y entender de que ahora hay alguien en tu vida - musitó de la misma forma que antes, yo lo miré y fruncí el ceño.
- ¿Qué? ¿De quien hablas? - pregunté y sacudí mi cabeza.
- De tu... bueno, del chico este - murmuró e hizo un gesto con la cabeza hacia donde Luis se encontraba, yo abrí los ojos.
- ¿¡Qué?! - repetí - No, no, no, él no es mi novio, Kenny.
- ¿Ah no? - preguntó con el ceño fruncido, yo lo miré.
- No, no lo es, solo es un amigo de la infancia.
- ¿Un amigo de la infancia? - preguntó confundido.
- ¿Es que crees que traería aquí a mi novio? Si lo tuviera.
- Bueno, eso es lo que cree todo el mundo, incluso Justin - masculló y yo abrí lo ojos - ¿Qué? deberías habertelo imaginado.
- Yo... soy estupida - murmuré y me lleve la mano a la cabeza.
- Si no es tu novio entonces, lo de... que con el tiempo entendería que lo vuestro ya no funciona, mejor.. que olvides lo que te he dicho - masculló entre risas, yo uní a él - No te preocupes.
- Sí, será mejor que.. bueno que me vaya a dentro.
- Exacto, mañana te espero aquí por la mañana.
- Vale, gracias Kenny - murmuré y le dediqué una sonrisa antes de abrir la puerta y salir del coche, él me la devolvió.
- ¿Sabes? mañana viene mi mujer, y mi hijo - murmuró y yo abrí los ojos- ya sabes, le gustaría conocer esto y así te presento a Junior - murmuró ilusionado, yo sonreí de la misma forma.
- Estoy deseandolo - musité, el me sonrió, y picó su ojo.
Entré en el hotel, estaba deseando que fuera mañana.
Me encontré a Luis ya con la llave en la mano.
Entré en la habitación y nuestras maletas ya estaban allí.
Saqué mi pijama y me metí en el baño, aún era temprano.
Quité mi ropa mientras me miraba al espejo.
Mi cuerpo había cambiado un poco en estos meses.
Estaba mas... ¿desarollado? no sé, estaba diferente.
Solté mi pelo y lo sacudí mientras seguía mirándome.
Varias cosas absurdas pasaron por mi mente hasta que decidí meterme en la ducha, sentí el agua caer por mi cuerpo.
Era tan relajante.
Terminé de ducharme, y salí del baño ya con el pijama.
Me sorprendí al no encontrar a nadie en la habitación, ¿donde estaba Luis? Suspiré y me tiré literalmente a la cama.
No podía sacar su mirada de mi cabeza, tampoco como me sentí cuando vi a Luis golpearlo... fue horrible, lo peor.
No recuerdo nada más, solo que me quedé dormida.
Al día siguiente me desperté bastante pronto, Luis estaba durmiendo en la cama de al lado, suspiré alividada y me dirigí hacia la maleta.
Saqué la ropa que me pondría hoy y me peiné.
Estaba nerviosa y emocionada, hoy era el primer show que daríamos en este país. ¡Estaba mas que emocionada!
Me tomé mi tiempo en prepararme, tanto que cuando terminé mi movíl sonó, por lo que Kenny ya estaba esperandome abajo.
Miré a Luis que aun dórmía y cogí un trozo de papel.
"He ido a ensayar. Cuando te despiertes llamame"
Se la dejé en la mesa de noche y cogí mi movil.
Bajé y efectivamente Kenny estaba allí esperándome, le sonreí y me subí al coche, el me observó un momento, yo me reí.
- Estás muy guapa, pequeña - murmuró, yo sonreí.
- Gracias, grandullón - murmuré y el rió, miré hacia atrás - ¿Y tu mujer y tu hijo? - pregunté algo desilusionada, el me sonrió.
- Tengo que ir ahora a buscarlos, ¡estoy nervioso! - musitó mientras observaba como llegabamos a el estadio, yo abri muchos los ojos al ver la cantidad de gente que había allí, Kenny siguió hablando y hablando mientras yo veía como todas las beliebers vestidas de morado miraban y gritaban observando a Kenny, sí, yo también estoy nerviosa - pensé para mí.
Entró al parking y yo aún estaba en shock. Había demasiada gente allí fuera, yo sacudí mi cabeza y salí del coche con rapidez.
Cuando entramos allí, escuché sonar "one time" suspiré y cuando entré lo ví. Estaba con el micrófono en la mano mientras caminaba por el escenario, yo llegué y me senté en uno de los asientos, no era capaz de despegar mi mirada de él.
Miré a mi alrededor, en unas horas esto estaría lleno de gente.
Gente que no sabía que yo era la telonera en estos conciertos.
El estadio era bastante grande, sonreí para mis adentros.
La melodía cambió de repente, dejando pasar a una bastante familiar. Aún recuerdo cuando la estabamos componiendo.
Suspiré y respiré hondo, Justin se dio cuenta de mi presencia cuando Charly se acercó a mí para pedirme un favor.
Ni si quiera le estaba prestando demasiada atención, ya que Angela acababa de entrar en el estadio y acababa de pasar por mi lado mientras cantaba mi parte. Sacudí mi cabeza.
- ¿Me la traes o no? - preguntó Charly, yo lo miré.
- ¿El qué? - pregunté algo aturdida, el rió.
- La caja que esta en la habitación tres.
- Vale - murmuré y me levanté de mi sitio.
Pasé por debajo del escenario y Justin clavó su mirada en mí.
Le dediqué una mirada y me dirigí hacia la habítación.
Miré a mi alrededor y entré en la sala donde se encontraban todos los altavoces de recambio y esas cosas, yo suspiré.
¿Donde se supone que estaba esa caja? Me agaché mientras miraba la cantidad de cajas que había allí,cuando de repente sentí una respiración justo detrás de mí, me giré, sobresaltada.
Era él, era Justin, me miró de arriba a abajo y yo lo observé.
- ¿Buscas algo? - pregunté mientras me cruzaba de brazos, el me miró serio y volvió a pasear su mirada por mi cuerpo.
- A tí - susurró mirándome a los ojos, yo alcé las cejas.
- ¿Cómo?
- Que te busco a tí, y no voy a parar hasta encontrarte.
- ¿Quieres que te de un buen consejo? - pregunté y el se acercó a mí - Olvídame. Se acabó. Deja de decir gilipolleces - mascullé y lo empujé, el hizo una pequeña mueca de dolor y se acercó.
- ¿No tienes algo mejor que hacer que estar aquí?
- No - contestó y me miró fijamente, seguí buscando la caja.
- Deberías de estar ensayando - le recordé, el me miró.
- Ya he terminado.
- No, aún te falta cantar la canción con tu amiga Angela.
- No quiero ensayarla... - susurró, yo lo miré a los ojos y lo comprendí, me eché a reír levemente, y el me miró raro.
- ¿Tienes cojones para cantarla con ella cuando estoy a miles de kilómetros, y no eres capaz de cantarla ahora? - pregunté y el tragó saliva - ¿Es que además de ser un cabrón, te echas a atrás ahora que estoy yo aquí? - pregunté y el me miró a los ojos fijamente, él mordió su labio y yo me giré para irme, pero sentí su mano agarrándome la muñeca con firmeza, suspiré.
- No te vayas - susurró y yo lo miré a los ojos.
- ¿Qué es lo que quieres? - pregunté y él me miró.
-Perdoname - susurró de nuevo mirandome de esa forma que hacia desarmarme, yo suspiré y lo miré fijamente.
-¿Por que exactamente? ¿Por haber estado apostando y jugando conmigo, o por cantar las canciones que tu y yo habiamos compuesto cuando estabamos juntos con una chica que no soy yo? - pregunté, él me miró fijamente y suspiró.
-Por todo... perdoname - susurró y acarició mi mano, yo bajé mi mirada y sentí escalofríos cuando el estrelazó nuestros dedos.
-No hay nada que perdonar, me eres indiferente , hace tiempo me preocupaba, pero ya no - murmure mirandolo, me volvi a girar y noté como me volvía a agarrar, suspiré, esta vez estabamos tan cerca, mi nariz rozaba con la suya, suspiró, cerró sus ojos.
-Deja el rencor a un lado Naira - susurró, yo lo miré.
- ¿Qué?
-Mirame a los ojos y... - susurró pero lo interrumpí.
-¿Y dime que no me quieres? Eres muy típico.
- A ti te gusta lo típico, ¿recuerdas? - preguntó con una sonrisa amarga, yo lo observé - Como cuando te despertaba a la madrugada con mis besos.... como te gustaba que te hiciera cosquillas para dormirte, como te estremecías al pasar mi mano por el final de tu espalda - susurró y acarició mi mejilla, esta vez mordí mi labio con fuerza, quería llorar, me solté de su agarré y lo empujé. Él me miró a los ojos por un minuto, y yo no pude evitar ponerme a llorar. Él me miró fijamente, y yo volví a girarme.
- ¿A que juegas Justin? - pregunté escupiendo las palabras y alejándome de él,esta vez su mano me agarró con mas fuerza, atrayéndome aún mas fuerte hacia él, sintiendo todo su cuerpo sobre el mío y como su mano acariciaba mi espalda, notaba su respiración agitada. Pasó su mano por mi mejilla, apartando las lagrimas que ahora resvalaban por ellas, él tragó saliva.
- No te vayas - me rogó casi entre mis labios - te necesito Naira.
- Suéltame - susurré, él abrió sus ojos y negó con la cabeza.
En cuestión de segundos sentí sus labios sobre los míos.
- ¿Tanto te cuesta entenderlo? - preguntó y rozó sus labios con los míos de nuevo - ¿Tanto te cuesta entender que no soy nadie sin ti? - preguntó y pegó su frente con la mía, sentí algo húmedo en mi mejilla cuando el pasó sus manos por mi cintura y me abrazó. Él estaba llorando, mordí mi labio con mas fuerza aún.
Pero lo único que conseguí fue llorar con mas fuerza.
- Déjame intentarlo - susurró en mi oído, me estremecí - Dios, te necesito tanto... me vuelves loco Naira, te juro que lo haces - susurró de nuevo y se separó para mirarme a los ojos, suspiré.
Volvió a acercarse de nuevo, y sentí que me faltaba el aire.
Su lengua no tardó en abrirse pasó entre mi boca y yo..
yo perdí el control. Dejé de recordar mi nombre y perdí la cordura cuando Justin separó mis labios de los suyos y bajó hacia mi cuello. Hacía cinco meses que no sentía esto, y sentía que en cualquier momento iba a explotar de placer y pasión.
- Te necesito ... - volvió a susurrar mientras sus labios recorrían todo mi cuerpo, sin censura. Pensaba que estaba soñando.
En un abrir y cerrar de ojos me encontraba subida entre su cintura, y con sus manos desnudándome al completo.
Algo dentro de mí, me decía que debía parar, pero.. ¿Que era esa parte comparada con todo mi cuerpo? El que me pedía que le arrancara la ropa a mordiscos, estaba como loca.
- Para - murmuré y Justin dejó de besar mi cuello y me miró, yo tiré de su camisa hacia arriba, casi arrancándosela.
- ¿Qué? - preguntó mientras acariciaba mi espalda.
- Que ... pares - murmuré entre suspiros mientras Justin desabrochaba mis pantalones, mi espalda se encorvó.
- Me lo pones muy dificil - murmuró entre mis labios, yo solté un gemido cuando el pasó su mano por mis pantalones.
De un salto me puse en pie, y me alejé de él, este se apoyó en la pared y me miró fijamente a los ojos, sin entender nada.
Ni si quiera sé en que estaba pensando, en mi mente solo paseaban imagenes de Justin y yo acariciándonos y comiéndonos a besos, él mordió su labio y lo observé.
Se acercó a mí y yo retrocedí unos pasos, luego volví a observarlo. Estaba sin camisa, con el pelo alborotado.
Sacudí mi cabeza y me giré para irme, pero esta vez, no fue su mano la que me lo impidió, fui yo misma.
Iba a terminar lo que yo misma empecé.