domingo, 4 de diciembre de 2011

Capítulo 127; ¿Por que no quieres ser mi amiga?

Me giré para mirarlo y bajé mi mirada hacia sus labios, y como de un imán se tratara me acerqué a él, apresurándome a llegar a su lado, me fundí con su cuerpo, con tanta fuerza que empotré su cuerpo contra la pared, enganchandome a sus labios él soltó un pequeño gemido de dolor y excitación. ¿En que estaba pensando? ¿en que demonios pensaba en dejarlo así? Pasó sus manos por mi trasero apretándome contra su erección, esta vez yo solté un gemido entre su boca.
Él no tardó en darse la vuelta y tomar las riendas, esta vez fue el, el que me empotró contra la pared, gemí entre sus labios.
Pasó sus manos por mi trasero atrayéndome hacia él.
Y solté otro gemido, esta vez con su antebrazo tiró al suelo todo lo que había en una pequeña mesa, justo al lado de la puerta y pasó sus manos por mi cintura subiéndome allí.
- Luis me está esperando fuera ... - murmuré entre pausas debido a sus besos, el me beso con mas pasión.
- ¿A quien le importa? - preguntó de nuevo pasando sus manos por mis muslos - Ahora solo somos tu y yo.
- Te odio - musité mientras le besaba, el abrió sus ojos.
Pasé mis manos por sus pantalones y los desabroché, el suspiró y me miró a los ojos, yo abrí los mismos, y volví a besarle, pasé mis manos por sus boxers y Justin gimió de nuevo.
- ¿Me odias? - preguntó en un susurro, entre mis labios.
Y paró de acariciarme, yo lo besé de nuevo, de esa forma y el me correspondió mientras bajaba mientras me quitaba la camisa y pasaba sus manos por mis pechos, yo mordí su labio.
- Sí, te odio - murmuré y esta vez sus manos se dirigieron a mis braguitas, yo eché la cabeza hacia atrás cuando sentí sus manos acariciando mi feminidad, gemí con fuerza.
Él bajó mis braguitas con la misma rapidez con la que había terminado de decir esa frase, abrió mis piernas aún mas mientras se encajaba perfectamente entre ellas.
Besó mis labios de nuevo, enredé mis manos en su cabello y sus besos bajaron hasta mi cuello, descendiendo hasta mi pecho, desabrochó mi sujetador y no tardó en comenzar a jugar con mis pechos, gemí, creía que iba a explotar.
- ¿Como puedes odiarme? yo no te odio .. - murmuró mientras besaba mi vientre y acariciaba mis piernas, subió hasta mirarme a los ojos y yo enseguida bajé sus boxers, el suspiró y pasó sus manos por mi rostro, separándose de mis labios - Yo te quiero, te quiero tanto Naira ... - susurró entre mis labios, mientras pasaba su erección por mi entrepierna, yo gemí.
Lo miré a los ojos, y el rozó sus labios con los míos, entonces lo sentí, su miembro se había introducido en mi interior.
Solté un pequeño gemido ahogado mientras arqueaba mi espalda, sus manos pasearon por mi espalda, hasta llegar a mi nuca, mientras depositaba pequeños besos en todo mi cuerpo.
Lo miré a los ojos cuando lo sentí moverse dentro de mí.
- ¿Lo entiendes? - preguntó y pasó sus manos por mi trasero subiéndome a su cintura, yo gemí con mas fuerza al sentirlo tan dentro... como nunca lo había sentido - te quiero, entiéndelo.
- Cállate de una vez - mascullé entre pausas debido a sus besos, esta vez fui yo la que gemí al sentir que me pegaba a la pared. Nunca lo habíamos hecho de ese modo, y creo que fue el mejor polvo de vida. ¡Dios mio! ¡Nunca había disfrutado tanto!
Justin aceleró su ritmo, y pasó sus manos por mi espalda, sujetándome, yo lo imité, pero mis uñas se clavaron en su espalda, el gimió y pegó su cuerpo contra el mío aún más.
En unos segundos escuchamos el ruido de unos nudillos aporreando la puerta, yo me enganché a sus labios de nuevo y él me cogió por la cintura para ponerme esta vez contra la puerta.
- ¿Justin? ¿Justin estás ahí? - preguntó una voz desde fuera, yo gemí entre sus labios mientras Justin seguía moviéndose dentro de mí, yo mordí su labio con fuerza, y el gimió - ¡Justin!
- Sí ... murmuró entre suspiros - ess.. toy aquí - masculló mientras besaba mis labios con fuerza, esto me daba aún mas morbo de lo normal, Justin entró tan hondo, que solté otro gemido ahogado, dirigió su boca hacia mi cuello, mordiéndolo.
- ¿Estás bien? - preguntó de nuevo esa voz, él suspiró entre mi cuello, ¡demonios! esto no podía ser legal, no podía serlo.
Estaba tan frenética, que comencé a moverme con fuerza, sintiendo su miembro en mi interior, el mordió su labio.
- ¡Estoy bien! - masculló rápidamente - ¡vete! - masculló de nuevo y volvió a pasar sus manos por mi espalda, yo gemí al sentir las yemas de sus dedos paseando por mi espalda, me arqueé.
Escuché los pasos de esa persona que se alejaba.
Justin aceleró tanto su ritmo que perdí el control total de mis actos, no sabía ni mi nombre, no me acordaba ni de quien era.
- Dime que me necesitas tanto como yo a tí - susurró en mi oído mientras acariciaba mis muslos - quiero oírlo salir de tus labios - murmuró mientras mordía mi cuello, yo arqueé mi espalda.
- Dímelo - repitió mientras se movía dentro de mí, gemí.
Estaba apunto de llegar al orgasmo y el también, por lo que se movió mas rápido dentro de mí, gemí con fuerza, sin importarme nadie que estuviera allí fuera - necesito escucharlo.
- Te ... te necee..sito - susurré mientras besaba sus labios con fuerza, él pasó sus manos por mi cadera, apretándolas.
- Repítelo mi amor, repítelo - masculló mientras se movía aún mas rápido, yo suspiré y me fundí en su cuerpo, mas aún.
- Te necesito, te necesito, te necesito - repetí mientras sentía como todo el aire se escapaba de mi pecho, como si todo el mundo se detuviese y solo quedáramos él y yo.
- Te quiero - susurró esta vez él, y con sus movimientos rápidos, terminó, y yo con él, apoyó su cabeza en mi hombro y yo, volví al mundo real.
(Narra Justin)
Salí de dentro de ella, y esta se bajó de mi cintura, la miré a los ojos y eché sus cabellos hacia atrás, sabía que odiaba que le pusiera el mechón que le caía, detrás de la oreja por lo que no lo hice. Sentí su respiración agitada contra mi pecho.
No recuerdo cuanto tiempo nos quedamos así, mirándonos a los ojos, podía ver tantas cosas en su mirada oscura.
Sentí sus manos en mi pecho y supe que quería que me alejara de ella, y así lo hice, aunque la observé todo el tiempo.
No sabía como debía reaccionar ahora, como debía de hablarle.
Si las cosas iban a seguir como estaban, o volvíamos a ser ella y yo. ¡Siempre hemos sido ella y yo! incluso todos esos meses que tantos kilómetros nos separaban, solo eramos ella y yo.
Observé como podía su ropa interior y yo decidí ponerme mis boxers, ella se vistió completamente y suspiró sin mirarme.
Observé como se acercaba a la puerta, pero no la abrió.
- Naira .. - susurré, ella se giró para mirarme, sentí una descarga eléctrica al sentir sus ojos cristalinos mirándome, tragué saliva.
Iba a acercarme a ella, pero lo mas bonito del mundo me lo impidió. Su sonrisa. Su bella sonrisa. Y yo era el causante.
Me dedicó su bonita sonrisa, trasmitiendome seguridad.
Y yo se la devolví, esta me miró por unos segundos, hasta que abrió la puerta, no demasiado, y salió de esa sala.
Toda la seguridad que ella me había trasmitido con su sonrisa, se esfumó con el ruido de la puerta cerrarse.
~ 3 días después.
Hacía tres días que había echo el amor con Naira, tres días que la había sentido de nuevo junto a mí, y tres días que ella llevaba evitándome. Eso me comía por dentro.
¿Tanto le costaba admitir que es imposible? Que es totalmente imposible estar separados, es imposible.
Suspiré y salí de mi camerino con las maletas, ya nos íbamos del hotel, cambiaríamos de ciudad. Abrí la puerta y escuché un silbido, observé de donde provenía, del pasillo.
Me apoyé en la puerta, y observé como Naira se acercaba a la habitación que estaba justo a lado que la mía. La de Dan.
La miré bien, estaba... increíblemente preciosa.
Si no fueran las cosas mal, la cogería y la tiraría a la cama de mi habitación, para hacer el amor mil veces, de todas las maneras posibles, como si nunca lo hubiéramos echo, de una forma en la que no fuera legal en todos los países del mundo.
Ella elevó su mirada y se encontró con la mía, estaba a escasos metros de mí, pero no dudó en dar media vuelta.
Yo entrecerré la puerta y fui tras ella, cogí su brazo haciendo que me mirara, si así lo hizo, la miré fijamente.
- ¿Por qué me evitas? - pregunté en un susurro, ella me miró a los ojos mientras se soltaba de mi agarre, suspiré.
- Yo no te estoy evitando.
- Sí lo haces y además lo haces mal musité - ella me miró unos segundos y cogió aire, supe que se había dado por vencida y que iba a admitir que era cierto, humedeció sus labios.
- Eso no tuvo que haber pasado, ¿sabes? ya no hay ... nada entre tu y yo. No debí dejarme llevar así. No.. fue lo correcto - murmuró tan rápido como poco creíble, intenté no sonreír, ella mentía.
- Y... lo de "te necesito, te necesito" - repetí, imitándola, ella me pegó en el brazo y yo me eché a reír - enserio, ¿por qué? - susurré, ella me miró a los ojos, e hizo una mueca.
- Estábamos teniendo sexo, y eso era lo que tú querías oír.
- Así que, ¿no lo sentías en absoluto? - pregunté, pasando mi mano por su cuello, esta me miró a los ojos y negó con la cabeza. ¡Mentía! ¡estaba mintiendo y yo lo sabía! suspiré.
E intenté darle donde mas le duele a las chicas; la amistad.
-Bueno.. entonces, podemos ser amigos - musité serio y quitando mi mano de su cuello, ella se quedo mirándome fijo.
- ¿Lo estás diciendo en serio? - preguntó mirándome, asentí - ¿Tú eres tonto? - musitó y puso los ojos en blanco, aguanté mi risa de nuevo, y fruncí el ceño mientras la miraba - No se que idiota se invento eso de ser amigos después de una relación, ¿!Como vamos a ser amigos?! - exclamo muy enojada, la observé, parecida molesta, justo como yo quería que lo hiciera.
- ¿Por que no quieres ser mi amiga?
- Yo no puedo ser amiga de alguien como tu - masculló y la miré fijo - No puedo ser amiga de alguien por el que he sentido tantas cosas - musitó por lo bajo, yo la miré y me acerqué a ella.
- Si no las siguieras sintiendo, no tendrías ningún problema en ser mi amiga... ¿no? - pregunté mirándola a los ojos, ella miró mis maletas y dio media vuelta antes de voltear los ojos.
Me acerqué a ella y volví a cogerla del brazo, arrastrándola hacia mí. Su cuerpo se pegó tanto al mío, que escuché latir su corazón.
- Si es tu amiga implica esto, ¿¡como quieres que lo sea?! - musitó nerviosa mientras se intentaba separar de mí, la dejé.
- No, ser amigos de verdad. Que tú me cuentes todo lo que te preocupa, que podamos ir a dar una vuelta solos, salir a comprar. Yo podía contarte que tal con mis beliebers, con las chicas -musité y ella me miró a los ojos - Tú podrías contarme como te va con los chicos. Y yo podría decirle, como te conquisté. Podría anotarle mis truquitos en papel, ¿No te parece? - susurré mientras paseando las yemas de mis dedos por sus suaves mejillas. La miré a los ojos, y esta me sostuvo la mirada.
No sabía muy bien que pensamientos rondaban por su cabeza, ya que sus expresiones cambiaban cada segundo, la observé.
Ella suspiró con fuerza, y apretó sus ojos un momento.
- ¡No! ¡Claro que no me parece! - gritó desesperada y me empujó.
- ¿Por qué no? - pregunté acercándome a ella de nuevo.
- Te amaba, ¿como voy a ser capaz de escuchar como conquistas a una cualquiera? - gritó de nuevo, me acerqué.
- Deberías sentirte orgullosa, nadie, nunca, podrá superarte. Así que, tampoco sería para tanto - murmuré, y ella entrecerró los ojos. Entonces sus palabras se repitieron en mi cabeza.
- ¿Has dicho que me amabas? - pregunté dandome igual lo demás, ella me miro a los ojos, repasando las palabras que ella misma me habia dicho, la observé y ella me miró a los ojos.
- He dicho que.. ¡No vamos a ser amigos! ¿Me escuchaste? tu por tu lado, yo por el mio - exclamó de nuevo y pasó por mi lado empujándome, yo me reí entre dientes y me giré a mirarla.
- Por allí mi amor - musité señalando en la dirección en la que debía irse, ella apretó sus puños y salió disparada en esa dirección. No si antes dirigirme una mirada de odio.
Entonces se me ocurrió una de las ideas mas buenas del mundo. Gracias a mi madre y todas las películas de amor que veía y que me hacía ver a mi, por supuesto.
Basta de celos y de cosas absurdas, aunque.. gracias a eso la tengo aquí de nuevo, no era esa la parte que me tocaba ahora.
Cerré mi puerta, y me apresuré a llegar a la de Dan.
Toqué varias veces, desesperadamente, él me abrió la puerta.
- ¿Qué pasa? - preguntó algo extresado, yo me reí y entré.
- Tengo algo importante que decirte - murmuré y él me miró a los ojos, frunció su ceño - ¿Qué pasa? - pregunté y me reí.
- ¿Por que tienes esa buena cara? - preguntó y me miró fijamente, sonreí - ¿Qué ha pasado con Naira?
- Nada, solo quiero que me hagas un favor.
- Si ya, claro, nada - musitó sarcástico - No te veía esa cara de felicidad desde que Naira estaba aquí - musitó, yo reí.
- ¿Me vas a hacer el favor o no? - pregunté mirándolo, el puso los ojos en blanco y yo me volví a reír - ¡Por favor te lo pido!
- ¿De qué se trata esta vez? - preguntó mirándome.
- Necesito que un avión me mande ahora mismo para Las Filipinas. Necesito que me digas cual es el hotel en el que nos hospedamos y necesito que me digas cual va a hacer la habitación de Naira - murmuré mientras lo miraba.
- ¿Todo eso? ¿no sabes contar? eso no es solo un favor.
- ¡Ah se me olvidaba! también necesito que no abras la boca - murmuré y el alzó sus cejas - bueno y por último... que la habitación de Naira sea individual, ya sabes, solo una persona, ella. ¿Me entiendes? nada de doble habitaciones.
- Lo que me estás diciendo es que no quieres que Naira y su amigo se queden en la misma habitacion. ¿Es eso no?
- Exacto - murmuré y el se rió, lo miré fijo.
- Ni lo sueñes.
- ¡Por favor! confía en mí, es por un buena causa - murmuré y él se echó a reír de nuevo, intenté parecer serio, totamente.
Él me miró a los ojos y suspiró poniendo los ojos en blanco.
- Está bien, espero que de resultado eso que estás pensando, ya me inventaré una excusa. Ahora coje tus maletas, tendrás que ir en un avión público - murmuró mientras cogía su móvil de la mesilla de noche, yo abrí tanto los ojos que pensaba que se me salieron de las orbitas, el me ignoró completamente.
- ¿¡Qué?! ¿¡en un avión público?! - pregunté algo sorprendido. Él me dedicó una sebera mirada, yo lo miré fijamente.
- ¿Quieres hacer eso tan importante o no? - preguntó de nuevo.
Yo apreté mis ojos y pensé un momento.No podía ser tan malo. ¿No? Seguramente Kenny me acompañara, y bueno quien sabe, alomejor conozco alguna de mis beliebers, o a lo mejor a cientos de ellas. Bueno.. que sea lo que Dios quiera.
(Narra Naira)
Me fui resignada a mi habitación y me senté en la cama.
Esto era totalmente absurdo. Había venido para vengarme de Jusitn y al segundo día me acostaba con él. ¿¡Qué clase de vengadora soy yo?! Suspiré y me tiré en la cama boca arriba.
No podía sacarme de la cabeza sus besos... parecían tan llenos de anhelo, de pasión... sus caricias, que recorrían todo mi cuerpo de arriba a abajo, Suspiré con fuerza.
Soy una idiota, no debería de haber venido aquí.
Sentí la puerta abrirse y me incorporé, era Luis.
Me miró a los ojos y se acercó para sentarse en la cama de en frente, mirándome a los ojos, sabía lo que estaba pensando.
- ¿Tienes algo que contarme? - preguntó con la voz ronca, yo lo miré fijamente sin saber que decir - supongo que no, puesto que Dan al ver el numerito que montasteis mandó a cerrar todo el sector para que ustedes difrutaraís placidamente - dijo sarcástico, y echó una risa amarga, yo tragué saliva, que vergüenza - No voy a decirte nada - musitó mientras me miraba a los ojos - Bueno sí, voy a decirte que eres una necia.
- ¿Qué? - pregunté algo confundida, él suspiró.
- ¿Piensas que todo va a volver a la normalidad porque te de un par de besos y te diga que te quiere? La confianza, si se va, no vuelve más, Naira, nunca. ¿Y tú lo perdonas así como así?
- Yo .. - el me interrumpió de nuevo, parecía enfadado.
- Él se sorprendió de la forma inhumana de lo que te echaba de menos.... que estúpido - murmuró, yo tragué saliva, me miró fijamente - supongo que no espero una respuesta - murmuró levántandose y pasandome su móvil, lo observé - llama a tu madre. Ayer parecía algo preocupada, pero claro, se ve que tú tenías otras cosas mas importantes que hacer.
- Lo siento - murmuré y mordí mi labio, el me observó y se sentó a mi lado, yo me giré para mirarlo y él pasó su mano por mi mejilla, mordí mi labio con mas fuerza, quería llorar.. de nuevo.
- Cuando tu madre vuelva, me iré - musitó mirándome a los ojos.
- ¿Qué? No.. - me interrumpió y mis ojos se aguaron.
- Estoy aquí para cuidarte, una vez que esté tu madre aquí, no tendré nada que hacer. Agradecería no verle la cara día a día al causante de que hayas estado llorando tres de los cinco meses que estuviste conmigo - murmuró y apretó su mandíbula.
Lo observé, sabía que esto le dolía, pero no mas que a mí.
Llamé a mi madre, y se emocionó. Sí, es un poco estúpida.
Como si hubiera hecho algo extroardinario.
Dijo que no sabía si incorporarse a la gira, ya que mi primo aún estaba en tratamiento. Ya lo habían sacado del hospital, ya andaba y hacía vida normal, pero aún se medicaba.
Me moría de ganas de verlo.. ¡agg! yo y mis estúpidas ideas.
En unas horas fuimos al aeropuerto, miles de personas nos esperaban, bueno, le esperaban a él. Pero no lo vi por ninguna parte. ¿Donde estaba Justin? Subimos al avión, pero tampoco estaba. Esto era muy raro, pero.. ¿Que mas daba?
Suspiré y me senté en un silla individual, no quería compartir silla con nadie, pero sin embargo había una justo a lado, separada por una mesilla. Suspiré y dirigí mi mirada hacia la ventana mientras veía como despegabamos.
Me sumergí en las nubes, y el cielo azul, y me perdí tanto en mis pensamientos, que cuando me di cuenta ya habíamos llegado.
En todo el camino, no entablé ni una palabra con nadie.
Luis se mantenía a mi lado, pero no decía nada, y la verdad es que yo tampoco tenía demasiadas ganas.
Nos subimos en el coche con Bob, y me extrañé no ver a Kenny, ¿donde demonios estaba todo el mundo? Suspiré.
El hotel estaba a las afueras de la capital, por lo que estuvimos mucho tiempo en coche. Oh dios, como odio eso.
Suspiré y me centré en pensar como sería la actuación de esta noche, todos los paparazzis se habían puesto las pilas al verme.
Sonreí al ver el gran hotel donde nos hospedabamos.
Salimos del coche y entramos en la recepción, una vez allí nos asignaron las habitaciones, me sorprendí al ver que yo tenía una tarjeta, y Luis otra. ¿Habitaciones separadas? fruncí mi ceño.
Subimos en el ascensor todos juntos y Dan se paró a mi lado.
- Bueno, será mejor que te instales, luego.. tenemos que hablar de unas cosas. La gente se ha dado cuenta de que estás aquí, quieren entrevistas, exclusivas... ya sabes - murmuró, yo puse los ojos en blanco y él rió pasando su mano por mi hombro.
- Ya me había acostumbrado a vivir en el anonimato -bromeé mientras pasaba la tarjeta por la puerta, Dan rió y yo me di la vuelta para mirarlo - Lo bueno dura poco ¿no? - pregunté sonriendo, pero el ya no me miraba a mí, miraba mi habitación.
Yo me giré para mirarla, y entré en ella, llevé mis manos a la boca, ¿Que era todo esto? esto no podía ser real.
La habitación estaba llena de flores, de flores preciosas.
Su aroma llenaba toda la habitación, era increíble.
Había un gran pasillo formado por la ausencia de flores, ese pasillo llegaba hasta la cama. Abrí tanto los ojos que pensaba que se me iban a salir de su sitio. Miré toda la habitación y miré el numero de la tarjeta. Esta no podía ser mi habitación.
Con el corazón en la boca, caminé por ese pasillo, hasta llegar a la cama, donde había una carta, todavía estaba convencida de que no era para mí hasta que ví mi nombre escrito en un sobre, con la letra de Justin, la cogí entre mis manos y miré a Dan, se encontraba justo detrás de la puerta, observandolo todo, no tardé en abrir la carta, mis manos temblaban, como nunca, pensaba que se me iba a salir el corazón por el pecho, nunca había estado tan nerviosa en mi vida. Y mas sabiendo que esto venía de el.
Que esta carta estaba escrita de su puño y letra. Eché un vistazo a toda la habitación de nuevo y miré la carta, ¿¡Qué diablos?!
La abrí tan rápido que temí romper el papel que había dentro.
"Si lo te estás preguntando, es que es lo que pretendo, ¿Acaso no está muy claro? Quiero volver a conquistarte, de la forma en la que nadie jamas lo haya echo, incluso yo. Voy a ser clásico, romántico, y todo lo que tú quieras que sea... solo por tí. No voy a intentar besarte, a no ser que tú me pidas que lo haga, no voy a obligarte a que tu corazón se abra de nuevo para mí. Voy a ayudarte. Voy a ayudarte a que tus labios quieran besarme, y a que tú corazón quiera volver a latir por cada beso que te doy.
Porque te quiero. ¿entiendes? te quiero, te quiero, te quiero con cada poro de mi piel. Siempre tuyo, Justin"

Capítulo 126; Bienvenido.

(Narra Justin)
Me dirigí hacia ellos,podía sentir mi puño cerrado en la cara de ese idiota, lo veía, lo sentía, pero de repente... una mano me detuvo, me giré, iba a apartarme, iba a hacerlo, pero... esa mano era la de mi madre, por lo que me quedé quieto.
-¿A donde te crees que vas? - preguntó mirándome, yo volví a mirar a Naira que estaba haciendo su prueba de sonido.
- Voy a hablar con ella - mentí mientras la miraba.
- Eso no era lo que ibas a hacer Justin, ella ha venido. Ella está aquí, eso es lo que tú querías ¿o me equivocó?
- Pero no así - mascullé entre dientes, ella dejó de retenerme para acariciar mi mano con dulzura, yo suspiré, ella sonrió.
- Bueno, esto es un primer paso, ella está aquí,y es por algo, si no, no habría vuelto, ¿no crees? - preguntó, yo la miré.
- Sí, para restregarme a su nuevo novio y que yo le rompa la cara - mascullé mientras los miraba, mi madre apretó mi brazo.
- ¡Deja de ser tan impertinente! Lucha por ella Justin.
- ¿Cómo? - pregunté, mientras mordía mi labio, quería llorar.
-Bueno, ella ha vuelto por alguna razón, ahora, tienes que hacer que se de cuenta de como te sientes, y como la extrañas, pero... eso ya es cosa tuya Justin, y no creo, que dirigiéndote a ella como has hecho hasta hora, y como ibas a hacer si yo no llego a pararte, no es la mejor manera - murmuró, yo la miré.
- Ya pero... - me interrumpió.
-Pero nada, trata de ser cordial con ella - murmuró mientras soltaba mi brazo y subía su mano hacia mi cara, la acarició - Si quieres verla de vuelta aquí - susurró esta vez y me sonrió.
Intenté sonreír, pero me salió una mueca algo rara, ella soltó una carcajada, yo puse los ojos en blanco y me giré de nuevo.
Estaba realmente hermosa, estaba diferente, mas... madura.
Sí, lo sé, solo pasaron cinco meses, nadie cambia tanto en cinco meses pero... en este caso sí, ella.. estaba diferente.
Suspiré y me apoyé en la pared, observándola, su música sonaba, ella caminaba por el escenario al ritmo de la música, mientras sostenía el micrófono en la mano, el idiota, estaba justo abajo, mirándola, ella le sonrió y escuché su voz de nuevo. Sentí escalofríos. Mas escalofríos, ¡dios!
Todos los pelos de mi cuerpo se pararon al escucharla cantar de nuevo, lo hacía tan casualmente, como si no supiera lo que me provocaba con su voz, cerré mis ojos, este era el mejor sonido del mundo entero, sí... sin duda lo era.
Escuché una risa y abrí mis ojos para volver a mirarla, esta vez movía un poco su cuerpo al ritmo de la música, mi corazón latió a 10000 por hora cuando vi al ritmo al que sus caderas se movían, la observé, ella se echó a reír de nuevo mientras miraba a su amigo, luego miró a su alrededor, miró despreocupada a la izquierda y allí estaba yo, retuve mi mirada con la suya.
Ella cantó mientras me miraba fijamente, podría decir que ni pestañeaba, bueno... ni si quiera me había fijado en si lo hacía o no. Estaba... estaba en otro mundo, en nuestro mundo.
La sentí, sentí que ella estaba aquí de nuevo, que ella estaba conmigo, cuando la vi cantar mientras me miraba a los ojos.
No estábamos a mucha distancia, unos cuantos metros, ni si quiera entendía como no me había visto antes, suspiré.
Ella dejo de cantar y apartó el micrófono de su boca, observé cada gesto que hizo hasta que la melodía dejó de sonar.
Me miró durante unos cuantos segundos más, hasta apartar su mirada de la mía y mirar al suelo, seguí mirándola pero ella esta vez bajó del escenario y se sentó al lado del idiota, este acarició su muslo y la miró, apreté los ojos y me fui de allí, pasé por delante de todos y fui a parar a la última sala, donde no había absoulatemente nadie, me senté en el sofá y tapé mi cara con mis manos. Esto no podía ir peor. ¿O sí? no quería ni pensarlo.
Pensaba que no podía sentirme aún mas mal de lo que me había sentido cuando ella se había ido, pero ahora sé que sí.
Tenerla aquí, tan cerca, y no poder tocarla, ni besarla... es aún peor que todo lo que pasé esos cinco meses, los peores.
Sentía mis ojos aguados, pero ni me preocupé por las lagrimas que saldrían en unos segundos, y así fue.
Volvieron a deslizarse por mi cara gotas de agua cristalinas, volvía a llorar por ella, por el amor de mi vida.
Mordí mi labio con fuerza para no comenzar a sollozar de nuevo, suspiré y miré a mi alrededor... estaba completamente solo.
Y no hablo de en esta sala, estoy solo, estoy solo de verdad.
Tengo a mi madre, a mis hermanos, tengo a mis amigos, a mis beliebers, pero... me falta ella, la unica pieza que me falta para encajar el perfecto puzle es ella. ¡Mierda! Eso es lo que soy.
No pude contenerme las ganas y le pegué una patada a la mesita que se encontraba enfrente del sofá, de repente, observé como alguien entraba en la sala, no podía ser, era él.
El idiota amigo de mi mujer, había entrado en la sala y me estaba mirando justo en este momento, me pregunto que estará pensando, al verme aquí, pegándole patadas a las cosas y llorando. Como un niño. Me miró fijamente y sonrió.
¿Sonrió? Sí, echó una sonrisa de superioridad, como si se alegrara de mi estado emocional en este momento.
Iba a seguir de largo pero yo me levanté del sofá y me acerqué.
- Eh - mascullé cuando estaba lo bastante cerca, él se giró y yo sin pensármelo dos veces le pegué un puñetazo en toda su cara con todas mis fuerzas, me sacudí la mano, eso había dolido.
Él me miró por unos instantes mientras apretaba sus puños.
- Bienvenido - mascullé mientras secaba mis lagrimas con la mano, él me miró a los ojos y momento y me preparé, pensé que iba a intentar pegarme, y así lo hizo, no hice nada por evitarlo.
Sentí su puño en mi labio, y acto seguido escuché un pequeño gritó ahogado proveniente de la puerta, era ella, era Naira.
Toqué mi labio con cuidado, no me había echo sangre.
Me iba a acercar de nuevo a él, pero Naira se puso entre nosotros, mirando hacia el idiota... no recuerdo su nombre.
- ¡Para! ¡Déjalo ya! - exclamó mientras lo miraba, él no apartaba la mirada de mí, yo observé a Naira y ella me observó.
Miró mi labio que en cuestión de segundos se había hinchado, y ella apretó sus labios con fuerza, como si quisiera llorar.
Enseguida se me aguaron los ojos también, ella se acercó a mi, me miró a los ojos, y la sentí de nuevo, como en el escenario, fui a pasar una mano por su mejilla, pero una mano la agarró, apartándola de mi, ella giró su cara para mirar al idiota y suspiró con fuerza, luego volvió a mirarme, y tartamudeó varias veces.
- Dejalo ya, Justin - susurró con un hilo de voz - Se acabó - masculló y calló encima de mí como un balde de agua fría, como cuando me lo dijo aquella noche, como cuando pensé que no se ib a a ir de mi lado y lo hizo, mi labio tembló y segundos después lagrimas comenzaron a salir de mis ojos, ella me miró, tenía la respiración agitada, negó con la cabeza y cerró sus ojos.
Se dio la vuelta, pero mi corazón actuó antes que mi cerebro, sujeté su mano con delicadeza, no obligándola a que se quedara, si no rogándoselo, ella giró su cabeza para mirarme.
- Hablemos - le pedí mientras acariciaba su brazo, ella me miró unos segundos, la conocía tan bien que deduje que estaba en una lucha contra su cerebro y su corazón, suspiró.
- No hay nada de que hablar.
- Si lo hay, tu mirada me lo dice.
- Mi mirada te dice que me duele que esto alla acabado así, se ve que no podemos vernos si no volvemos a hacer como antes - masculló entre tartamudeos, la observé - Pero, no voy a irme.
- Por.. - ella me interrumpió, apartándo mi mano de su brazo.
- No voy a irme, no voy a volver a irme por tí. Pero tampoco voy a quedarme por tí - masculló apartándose de mi, suspiró.
No tenía respuesta a eso, no pude decir nada más, ella estaba en su derecho de no querer hablar conmigo, asentí.
- Como quieras - musité con un hilo de voz, ella me miró extrañada, y yo suspiré - como quieras - repetí.
Ella me miró a los ojos por unos segundos y se alejó de mí.
- Te quiero - susurré cuando ella ya estaba lo suficiente lejos para no escucharme, aunque desearía que lo hubiera echo.
(Narra Naira)
Salí de alli lo antes posible y Luis me siguió, ni si quiera lo miré cuando salí de allí y me subí en el coche con Kenny para que me llevara al hotel donde ellos se estaban hospedando.
- Naira - susurró una vez estabamos en el coche, yo miré hacia la ventana, intentando ignorarlo, mordí mi labio ccon fuerza.
- ¿Qué? - pregunté de mala manera sin mirarlo, suspiró.
- Te aparté de él porque sabía que ibas a caer de nuevo, no tienes por que enfadarte conmigo, lo hice por tu bien.
- ¡¿Y también le pegaste por mi bien?! - exclamé nerviosa - ¡Me dolíó mas a mi que a el! ¡Joder! - grité y Kenny me miró extrañado, sin entender nada, ya que hablabamos español.
- No, eso fue asunto mío - murmuró y yo lo miré.
- ¿Perdona? ¿Asunto tuyo? te dije que no te metieras en esto.
- Él me desafió - masculló entre dientes.
- ¡No me importa!
- No querías que le pegara.
- Preferiría que no lo hubieras hecho.
- ¿Por qué? él te míntió - masculló entre dientes, yo lo miré fijamente, él no entendía nada, absolutamente nada.
- Me da igual. ¡Me da igual! - grité de nuevo - No quiero que vuelvas a tocarle - musité con un hilo de voz, el me observó.
- Pero... ¿¡Por qué!? - gritó esta vez él, lo miré.
- Me duele Luis...
- Le quieres - me acusó, como si estuviera cometiendo un delito, lo miré fijamente - es eso ¿no? Le sigues queriendo.
- No es que lo siga queriendo, es que nunca he dejado de hacerlo - mascullé y lo miré, parecía que le dolía.
¿Por que? Solo somos amigos, él y yo.. siempre hemos sido amigos, solo amigos, entonces.. ¿porque estaba así?
Él hizo una mueca y salío del coche, dando un portazo.
Genial - pensé. Encima ahora se enfada conmigo.
¿Algo podía ir peor? No sé que pusieran una bomba en mi habitación, o que me atropellara un coche al salir del hotel.
Creo que ni si quiera eso podía hacerme sentir tan mal como estoy ahora, suspiré con fuerza y froté mis ojos.
- Nai ... ¿Va todo bien? - preguntó Kenny, yo levanté mi cabeza.
- No - murmuré e hice una mueca, ¿por que mentirle?
- Dale tiempo - musitó y se giró para mirarme, lo miré.
- ¿Qué? - pregunté media perdida, él me sonrió con dulzura.
- A Justin. Dale tiempo. Con el tiempo entendérá que lo vuestro se terminó - murmuró y mordí mi labio para no llorar.
¿Entender que lo nuestro había termiando? No quería que lo entendiera. Ni si quiera yo era capaz de enterderlo.
- Y entender de que ahora hay alguien en tu vida - musitó de la misma forma que antes, yo lo miré y fruncí el ceño.
- ¿Qué? ¿De quien hablas? - pregunté y sacudí mi cabeza.
- De tu... bueno, del chico este - murmuró e hizo un gesto con la cabeza hacia donde Luis se encontraba, yo abrí los ojos.
- ¿¡Qué?! - repetí - No, no, no, él no es mi novio, Kenny.
- ¿Ah no? - preguntó con el ceño fruncido, yo lo miré.
- No, no lo es, solo es un amigo de la infancia.
- ¿Un amigo de la infancia? - preguntó confundido.
- ¿Es que crees que traería aquí a mi novio? Si lo tuviera.
- Bueno, eso es lo que cree todo el mundo, incluso Justin - masculló y yo abrí lo ojos - ¿Qué? deberías habertelo imaginado.
- Yo... soy estupida - murmuré y me lleve la mano a la cabeza.
- Si no es tu novio entonces, lo de... que con el tiempo entendería que lo vuestro ya no funciona, mejor.. que olvides lo que te he dicho - masculló entre risas, yo uní a él - No te preocupes.
- Sí, será mejor que.. bueno que me vaya a dentro.
- Exacto, mañana te espero aquí por la mañana.
- Vale, gracias Kenny - murmuré y le dediqué una sonrisa antes de abrir la puerta y salir del coche, él me la devolvió.
- ¿Sabes? mañana viene mi mujer, y mi hijo - murmuró y yo abrí los ojos- ya sabes, le gustaría conocer esto y así te presento a Junior - murmuró ilusionado, yo sonreí de la misma forma.
- Estoy deseandolo - musité, el me sonrió, y picó su ojo.
Entré en el hotel, estaba deseando que fuera mañana.
Me encontré a Luis ya con la llave en la mano.
Entré en la habitación y nuestras maletas ya estaban allí.
Saqué mi pijama y me metí en el baño, aún era temprano.
Quité mi ropa mientras me miraba al espejo.
Mi cuerpo había cambiado un poco en estos meses.
Estaba mas... ¿desarollado? no sé, estaba diferente.
Solté mi pelo y lo sacudí mientras seguía mirándome.
Varias cosas absurdas pasaron por mi mente hasta que decidí meterme en la ducha, sentí el agua caer por mi cuerpo.
Era tan relajante.
Terminé de ducharme, y salí del baño ya con el pijama.
Me sorprendí al no encontrar a nadie en la habitación, ¿donde estaba Luis? Suspiré y me tiré literalmente a la cama.
No podía sacar su mirada de mi cabeza, tampoco como me sentí cuando vi a Luis golpearlo... fue horrible, lo peor.
No recuerdo nada más, solo que me quedé dormida.
Al día siguiente me desperté bastante pronto, Luis estaba durmiendo en la cama de al lado, suspiré alividada y me dirigí hacia la maleta.
Saqué la ropa que me pondría hoy y me peiné.
Estaba nerviosa y emocionada, hoy era el primer show que daríamos en este país. ¡Estaba mas que emocionada!
Me tomé mi tiempo en prepararme, tanto que cuando terminé mi movíl sonó, por lo que Kenny ya estaba esperandome abajo.
Miré a Luis que aun dórmía y cogí un trozo de papel.
"He ido a ensayar. Cuando te despiertes llamame"
Se la dejé en la mesa de noche y cogí mi movil.
Bajé y efectivamente Kenny estaba allí esperándome, le sonreí y me subí al coche, el me observó un momento, yo me reí.
- Estás muy guapa, pequeña - murmuró, yo sonreí.
- Gracias, grandullón - murmuré y el rió, miré hacia atrás - ¿Y tu mujer y tu hijo? - pregunté algo desilusionada, el me sonrió.
- Tengo que ir ahora a buscarlos, ¡estoy nervioso! - musitó mientras observaba como llegabamos a el estadio, yo abri muchos los ojos al ver la cantidad de gente que había allí, Kenny siguió hablando y hablando mientras yo veía como todas las beliebers vestidas de morado miraban y gritaban observando a Kenny, sí, yo también estoy nerviosa - pensé para mí.
Entró al parking y yo aún estaba en shock. Había demasiada gente allí fuera, yo sacudí mi cabeza y salí del coche con rapidez.
Cuando entramos allí, escuché sonar "one time" suspiré y cuando entré lo ví. Estaba con el micrófono en la mano mientras caminaba por el escenario, yo llegué y me senté en uno de los asientos, no era capaz de despegar mi mirada de él.
Miré a mi alrededor, en unas horas esto estaría lleno de gente.
Gente que no sabía que yo era la telonera en estos conciertos.
El estadio era bastante grande, sonreí para mis adentros.
La melodía cambió de repente, dejando pasar a una bastante familiar. Aún recuerdo cuando la estabamos componiendo.
Suspiré y respiré hondo, Justin se dio cuenta de mi presencia cuando Charly se acercó a mí para pedirme un favor.
Ni si quiera le estaba prestando demasiada atención, ya que Angela acababa de entrar en el estadio y acababa de pasar por mi lado mientras cantaba mi parte. Sacudí mi cabeza.
- ¿Me la traes o no? - preguntó Charly, yo lo miré.
- ¿El qué? - pregunté algo aturdida, el rió.
- La caja que esta en la habitación tres.
- Vale - murmuré y me levanté de mi sitio.
Pasé por debajo del escenario y Justin clavó su mirada en mí.
Le dediqué una mirada y me dirigí hacia la habítación.
Miré a mi alrededor y entré en la sala donde se encontraban todos los altavoces de recambio y esas cosas, yo suspiré.
¿Donde se supone que estaba esa caja? Me agaché mientras miraba la cantidad de cajas que había allí,cuando de repente sentí una respiración justo detrás de mí, me giré, sobresaltada.
Era él, era Justin, me miró de arriba a abajo y yo lo observé.
- ¿Buscas algo? - pregunté mientras me cruzaba de brazos, el me miró serio y volvió a pasear su mirada por mi cuerpo.
- A tí - susurró mirándome a los ojos, yo alcé las cejas.
- ¿Cómo?
- Que te busco a tí, y no voy a parar hasta encontrarte.
- ¿Quieres que te de un buen consejo? - pregunté y el se acercó a mí - Olvídame. Se acabó. Deja de decir gilipolleces - mascullé y lo empujé, el hizo una pequeña mueca de dolor y se acercó.
- ¿No tienes algo mejor que hacer que estar aquí?
- No - contestó y me miró fijamente, seguí buscando la caja.
- Deberías de estar ensayando - le recordé, el me miró.
- Ya he terminado.
- No, aún te falta cantar la canción con tu amiga Angela.
- No quiero ensayarla... - susurró, yo lo miré a los ojos y lo comprendí, me eché a reír levemente, y el me miró raro.
- ¿Tienes cojones para cantarla con ella cuando estoy a miles de kilómetros, y no eres capaz de cantarla ahora? - pregunté y el tragó saliva - ¿Es que además de ser un cabrón, te echas a atrás ahora que estoy yo aquí? - pregunté y el me miró a los ojos fijamente, él mordió su labio y yo me giré para irme, pero sentí su mano agarrándome la muñeca con firmeza, suspiré.
- No te vayas - susurró y yo lo miré a los ojos.
- ¿Qué es lo que quieres? - pregunté y él me miró.
-Perdoname - susurró de nuevo mirandome de esa forma que hacia desarmarme, yo suspiré y lo miré fijamente.
-¿Por que exactamente? ¿Por haber estado apostando y jugando conmigo, o por cantar las canciones que tu y yo habiamos compuesto cuando estabamos juntos con una chica que no soy yo? - pregunté, él me miró fijamente y suspiró.
-Por todo... perdoname - susurró y acarició mi mano, yo bajé mi mirada y sentí escalofríos cuando el estrelazó nuestros dedos.
-No hay nada que perdonar, me eres indiferente , hace tiempo me preocupaba, pero ya no - murmure mirandolo, me volvi a girar y noté como me volvía a agarrar, suspiré, esta vez estabamos tan cerca, mi nariz rozaba con la suya, suspiró, cerró sus ojos.
-Deja el rencor a un lado Naira - susurró, yo lo miré.
- ¿Qué?
-Mirame a los ojos y... - susurró pero lo interrumpí.
-¿Y dime que no me quieres? Eres muy típico.
- A ti te gusta lo típico, ¿recuerdas? - preguntó con una sonrisa amarga, yo lo observé - Como cuando te despertaba a la madrugada con mis besos.... como te gustaba que te hiciera cosquillas para dormirte, como te estremecías al pasar mi mano por el final de tu espalda - susurró y acarició mi mejilla, esta vez mordí mi labio con fuerza, quería llorar, me solté de su agarré y lo empujé. Él me miró a los ojos por un minuto, y yo no pude evitar ponerme a llorar. Él me miró fijamente, y yo volví a girarme.
- ¿A que juegas Justin? - pregunté escupiendo las palabras y alejándome de él,esta vez su mano me agarró con mas fuerza, atrayéndome aún mas fuerte hacia él, sintiendo todo su cuerpo sobre el mío y como su mano acariciaba mi espalda, notaba su respiración agitada. Pasó su mano por mi mejilla, apartando las lagrimas que ahora resvalaban por ellas, él tragó saliva.
- No te vayas - me rogó casi entre mis labios - te necesito Naira.
- Suéltame - susurré, él abrió sus ojos y negó con la cabeza.
En cuestión de segundos sentí sus labios sobre los míos.
- ¿Tanto te cuesta entenderlo? - preguntó y rozó sus labios con los míos de nuevo - ¿Tanto te cuesta entender que no soy nadie sin ti? - preguntó y pegó su frente con la mía, sentí algo húmedo en mi mejilla cuando el pasó sus manos por mi cintura y me abrazó. Él estaba llorando, mordí mi labio con mas fuerza aún.
Pero lo único que conseguí fue llorar con mas fuerza.
- Déjame intentarlo - susurró en mi oído, me estremecí - Dios, te necesito tanto... me vuelves loco Naira, te juro que lo haces - susurró de nuevo y se separó para mirarme a los ojos, suspiré.
Volvió a acercarse de nuevo, y sentí que me faltaba el aire.
Su lengua no tardó en abrirse pasó entre mi boca y yo..
yo perdí el control. Dejé de recordar mi nombre y perdí la cordura cuando Justin separó mis labios de los suyos y bajó hacia mi cuello. Hacía cinco meses que no sentía esto, y sentía que en cualquier momento iba a explotar de placer y pasión.
- Te necesito ... - volvió a susurrar mientras sus labios recorrían todo mi cuerpo, sin censura. Pensaba que estaba soñando.
En un abrir y cerrar de ojos me encontraba subida entre su cintura, y con sus manos desnudándome al completo.
Algo dentro de mí, me decía que debía parar, pero.. ¿Que era esa parte comparada con todo mi cuerpo? El que me pedía que le arrancara la ropa a mordiscos, estaba como loca.
- Para - murmuré y Justin dejó de besar mi cuello y me miró, yo tiré de su camisa hacia arriba, casi arrancándosela.
- ¿Qué? - preguntó mientras acariciaba mi espalda.
- Que ... pares - murmuré entre suspiros mientras Justin desabrochaba mis pantalones, mi espalda se encorvó.
- Me lo pones muy dificil - murmuró entre mis labios, yo solté un gemido cuando el pasó su mano por mis pantalones.
De un salto me puse en pie, y me alejé de él, este se apoyó en la pared y me miró fijamente a los ojos, sin entender nada.
Ni si quiera sé en que estaba pensando, en mi mente solo paseaban imagenes de Justin y yo acariciándonos y comiéndonos a besos, él mordió su labio y lo observé.
Se acercó a mí y yo retrocedí unos pasos, luego volví a observarlo. Estaba sin camisa, con el pelo alborotado.
Sacudí mi cabeza y me giré para irme, pero esta vez, no fue su mano la que me lo impidió, fui yo misma.
Iba a terminar lo que yo misma empecé.

domingo, 2 de octubre de 2011

Capítulo 125: ¿Crees que me estoy volviendo loco?


-Yo...-murmuré y se me fue la voz, carraspeé - Soy yo Dan -susurré, y sentí mi corazón comenzar a bombear de nuevo, era, la primera toma de contacto con todo el "Bieber mundo" de nuevo.
- Na... Na.. ¡Naira! ¿eres tú? - preguntó de forma absurda.
- Sí - afirmé intentando explicar el motivo de mi llamada, pero su voz de adelantó y empezó a soltar cosas que no venían a cuento.
- ¿Como te va? ¡Cuanto tiempo! ¿Qué tal España? ¿Has ido a comer paella? - preguntó, yo puse los ojos en blanco, a veces pensaba que ellos cuando escuchaban: España, solo se les pasaba una coca por la cabeza; ¡Comida!. Intenté interrumpirle, muchas veces, ¡era casi imposible! no paraba de hablar.
- ¡Dan! no te he llamado para contarte lo que he comido en todo este tiempo, ni el tiempo que hace en España. ¿Sabes?
- ¿Entonces? - preguntó, yo cogí aire, y lo dije casi sin pensar.
- Cuando yo me fui... - hice una pausa y Dan me interrumpió.
- Mañana hace cinco meses de eso - me recordó, yo apreté mi mandíbula. Sabía perfectamente cuando tiempo llevaba sin verlo.
Contaba cada día que no estaba a su lado.. ¡Bah!
- Sí, bueno, ya sé cuando hace que me fui - continué entre dientes, el suspiró - Pero el día, que yo me fui, te dije que cuando necesitara volver.... que cuando necesitara volver, te llamaría.
- Ajá... - murmuró sin responder, yo resoplé - ¡Ah! ¿me estás diciendo que ese día es hoy? ¿¡Qué vas a volver?!
- En una semana, o quizás dos, estaré allí donde quiera que sea que ustedes estén ahora - expliqué, mordí mi labio.
- ¡Eso es fantástico! ¡Es más que fantástico! pero...
- ¿Pero?
- Pero... yo pensé que no ibas a volver, y ... bueno, ¿sabes que hay otro miembro en el equipo no? - preguntó, refiriéndose a la nueva amiga de .... Jus, Justin. Suspiré de nuevo, y continué.
- Me da igual esa niña Dan, no le voy a quitar el puesto.
- En realidad, ella está sustituyéndote a tí ...-murmuró, yo fruncí mis labios en una mueca extraña, como si estuviera chupando un agrio limón, me mantuve en silencio, durante unos segundos.
- No voy a cantar ninguna de las canciones que ella está cantando ahora - murmuré, intentando ser lo mas clara posible.
- Quieres decir que... ¿No vais a cantar vuestras canciones? - preguntó, "golpe bajo" pensé para mis adentros, suspiré.
- Esas canciones dejaron de ser "nuestras" cuando él decidió cantarlas con otra persona que no soy yo.
- Pero Naira... - intentó explicarme, le interrumpí.
- Lo sé, yo me fui y es normal que me sustituyeran, pero ... solo voy a cantar mis canciones, las de mi disco, que esa niña... Angela, creo recordar, acabe lo que empezó con Justin - murmuré, intentando disimular mi dolor al gesticular su nombre, pero Dan, pareció notarlo igualmente, cambió de tema.
- Está bien, ya hablaremos del tema... - le interrumpí.
-No hay nada de que hablar, está todo dicho.
- ¿Nada de dúos? - preguntó, esquivando de nuevo su nombre.
- Así es, nada de dúos.
- Está bien, dentro de una semana, estaremos en Australia, pero sin embargo, dentro de dos estaremos en Las Filipinas. ¿de acuerdo? Yo mismo te iría a buscar al aeropuerto, con Bob.
- ¡Bob! como lo hecho de menos - exclamé y sonreí, aunque el no pudiera verme - Bueno, a ti también te echo de menos.
- Sabía que volverías Naira. - murmuró, yo suspiré.
- Nunca dije que no fuera a hacerlo, ¡ah! no te vuelvas loco contándoselo a nadie - el carraspeó - ¡Dan!
- ¿A nadie? ¿Con quién te refieres a nadie?
- Pues .. ¡a nadie! quiero que sea una sorpresa para todos, quiero llegar en el momento oportuno - murmuré, imaginando a Justin ensayando "nuestra canción" con esa niña en el escenario y viéndome llegar... esto iba a hacer genial, sí, estoy segura.
- Está bien. Te veo.. pronto. ¡Que gusto poder decir eso! - reí ante su tono de exclamación, él me siguió - cuídate Naira.
- Nos vemos pronto - repetí, para colgar y mirar por la ventana.
Iba a volver, eso estaba mas que claro. Estaba confirmado.
Pero ¿sería capaz de soportar la situación? Quiero decir...
Justin, todo el tiempo, por todas partes, cosas que no pararían de recordarme a esos 8 maravillosos meses que habíamos pasado y también a estos 5 meses, que han sido algo raros para mí.
No podía echarme para atrás ahora, ¡mierda! ¿¡Por que no puedo pensar un poquito las cosas antes de hacerlas!? es tan difícil.
Llevaba 5 meses en España, en mi tierra, con... ¡Luis!
Me giré rápidamente, pero no lo encontré por ningún sitio.
Me dirigí hacia el baño, pero él tampoco se encontraba allí.
Suspiré y cogí mi teléfono móvil para guardarlo en mi bolsillo y salí de la habitación del hotel. El cual me recorrí de arriba a abajo.
Bajé hasta la piscina, y allí estaba, sentado en una hamaca, mientras observava el agua de la piscina, me acerqué.
Él ni si quiera levantó la mirada cuando yo ya estaba lo bastante cerca como para que el me viera, suspiré y me senté a su lado.
- ¿Luis? - pregunté, intentando que me mirara, el suspiró.
- ¡Vas a irte de nuevo! ¡No sé.. no sé ni para que me hice iluciones con que esta vez ibas a quedarte! - exclamó, gesticulando, lo observé - ¿Por qué? estamos juntos desde que somos pequeños, te he visto crecer, ¿Por qué te olvidas de mí y me excluyes de tu vida tan rápido como ese chico se metió el la tuya? - preguntó, refiriéndose a Justin, yo sacudí mi cabeza.
- No tiene nada que ver con él.
- ¡Sí lo tiene! Solo te ha faltado coger un avión e irte ahora mismo a donde quiera que él esté. ¿Qué es lo que el te da Naira?
- Deja de decir beberías.
- No son beberías, somos amigos desde que tengo memoria. Ahora te echas un novio y me sacas de tu vida, como si no fuera nadie para tí. Estás ahí, hablando media hora por teléfono, en otro idioma, diciendo que quieres volver, ¿No te das cuenta?
- Él no me podrá dar nunca lo que tu me das Luis - murmuré, él enseguida me miró - Fuiste mi amigo, mi primer amor, y ahora otra vez mi amigo. ¿Como va a poder él cambiar eso?
- Pero vas a irte, y no pasará ni una semana, en que los rumores de que habéis vuelto, vuelvan a la carga. ¿Sabes? me siento como un estúpido, llevo todos estos meses, secándote las lagrimas que derramabas por ese imbécil, diciéndote que no vale la pena, intentando que lo superaras. Pero él, hace algo tan insignificante como cantar una canción con otra chica y tú ya vas en su busca - murmuró enfadado mientras se levantaba de la hamaca, yo puse los ojos en blanco y me levanté con él.
- ¿Vas a dejarme hablar? - pregunté, mientras lo escuchaba bufar - Por favor, escúchame un minuto.
- ¿Qué es lo que vas a decirme? No quiero oírlo.
- Vente conmigo.- murmuré y el frunció el ceño acompañado de una mueca extrañada, yo reí - vente conmigo Luis.
- ¿Qué me vaya contigo? - preguntó, yo asentí y me acerqué.
- Vente conmigo a el país de los canguros, vente conmigo a el país de los filipinos y por todo el mundo, ¿Qué te parece? - pregunté mientras me acercaba a él, y este, me dedicó la sonrisa mas bonita que nunca había visto, después de la suya.. claro.
(Narra Justin)

Estabamos en la sala de juegos, jugando a la X box, lo unico que me mantenía del todo distraído y no me dejaba pensar en Naira, mientras Dan nos comía la oreja con los planes de hoy, yo grité y me levanté rápido del sofá, ¡le había ganado a Kenny! otra vez.
- ¡Sí! ¡Soy el mejor! - exclamé mientras ponía caras raras.
- Sí, bueno, eres el mejor del mundo mundial, ahora ¿puedes prestarme atención? - preguntó Dan, yo me giré para mirarlo.
- Hmmm - murmuré mientras le daba un codazo a Kenny.
- Pues que te quedan dos horas para la rueda de prensa, ¿por que no dejaís ya de jugar a la maquinita? - preguntó, yo me reí y le sonó el móvil, puse los ojos en blanco y lo miré, miró la pantalla de su móvil y frunció el ceño, lo cogió - ¿Diga?
Yo suspiré y me giré dándole a "continuar" al juego.
- ¿Con quien hablo? - preguntó de nuevo Dan, entonces lo sentí.
No me preguntéis el que, pero escuché un murmullo desde el sofá, ni si quiera paré el juego y me giré para mirar a Dan.
Este murmullo, este precioso murmullo provenía del teléfono que Dan sujetaba en sus manos, no podía ser. Era imposible.
Este me miró y dio media vuelta para ir a hablar a otro sitio, yo me quedé mirándolo, cuando salió a la terraza y no se lo podía escuchar nada, en seguida sonrió. Kenny, al darse cuenta de que mis jugadores no se movían, paró el juego y me miró.
- ¿Crees que me estoy volviendo loco? - pregunté mientras echaba mi pelo hacia atrás, el frunció el ceño, sin entender - Podría jurar a ver escuchado la voz de Naira en ese teléfono. - murmuré y Kenny puse los ojos en blanco - ¡hablo enserio!
- Vale, pues mi respuesta es sí.
- ¿Qué?
- Que mi respuesta es que sí te estás volviendo loco - murmuró mientras me miraba, yo sacudí mi cabeza, y apreté mis ojos.
Después de unos minutos observé como Dan entraba y se guardaba el móvil en el bolsillo, parecía contento.
Quería preguntarle de quien se trataba, pero.. con la única persona que hablaba sobre Naira sin ruborizarme, bueno y sin ponerme a llorar, era con Kenny, bueno y con...
- ¿Donde está Ryan? - pregunté inmediatamente, Dan sonrió.
- Está en el camerino de Angela - murmuró mirándome, yo reí.
- Qué se le habrá perdido ahí dentro - murmuré mientras soltaba una carcajada, ambos me siguieron y negaron con la cabeza.
~1 semana después ~
La gira iba genial, las fans eran geniales a donde quisiera que fuéramos, todo genial, podría decir que ya me había acostumbrado a la ausencia de la mujer de mi vida, pero... no quiero mentir. No lo he hecho, a esas cosas uno no se acostumbra, como ya te dicho, se aprende a vivir con ello.
Acabábamos de llegar del aeropuerto de Syndey, me encantaba Australia, era totalmente bonito y soleado si se me permite decir.
El lugar donde se celebraba el concierto, era bastante extenso.
Me senté en el escenario, observando todas las millones de almas que estarían aquí mañana, sentadas allí en ese lugar.
Empezó a sonar la música que concretaba el comienzo del ensayo, de la prueba de sonido, lo hice mientras escuchaba la canción que Naira debería cantar conmigo, no Angela.
Ni si quiera canté, no quería desgastar las fuerzas.
Estuvimos así un buen rato, hasta que indiqué que ya estaba bien por hoy, el concierto era mañana, no quería tomármelo demasiado en serio pero llevábamos casi tres semanas de gira.
Pero hacía cinco meses y una semana que ella no estaba conmigo, que dejé de sentir sus manos acariciándome.
Me gustaría tenerla cerca, aunque ella no pueda verme, eso es.
Me gustaría teletrasportarme a donde quiera que ella esté, que pueda verla, mientras hace todos los gestos que hacía, como se apartaba el pelo de la cara, como sonreía, la manera en la que humedecía sus labios antes de comenzar a hablar, y antes de... besarme. Besarme. Besarme. Sus besos. ¡Oh dios, sus besos!
No recordaba los besos de ninguna de las chicas con las que yo había estado, solo de ella, sus besos. Su lengua entre mi boca, esplorando nuevos territorios, desconocidos, su lengua acariciar la mía y sus labios fundirse entre los míos, como echaba de menos esa sensación de escalofríos, de que miles de mariposas o hormiguitas o lo que quiera que fuera, no paraban de moverse dentro de mí, como me hacía estremecer con cada una de sus caricias, cada vez que ella rozaba sus labios con los míos. Suspiré y me froté los ojos. Era el mejor recuerdo.
Estaba sentado en uno de los altavoces forrados, con Ryan justo a mi lado, comiéndome la oreja, pero ya veis el caso que yo le estaba haciendo, puesto que dejé mis manos en mis ojos por un momento, él paró de hablar, algo que me pareció extraño.
- Justin, ahora, el loco a lo mejor soy yo pero.. - le interrumpí cuando levanté mi vista y miré a mi alrededor, entonces la vi.
Alli estaba ella, ¡si! ¡ella estaba a cinco metros de mí!
Me quedé pasmado, no sabía lo que hacer, Ryan me miró, pero ni si quiera le presté atención. ¡Ella estaba aquí, de nuevo!
No me moví de mi sitio, permanecí inmóvil, observando cada gesto que justo segundos después hacia estado comentando en mi cabeza, estaba incluso mas preciosa que la ultima vez que la ví. Otro escalofrío recorrió mi cuerpo. Sentí que no me llegaba el aire a los pulmones, que mi corazón no latía. ¡Dios!
Tal vez estaba soñando, a lo mejor era eso.
- Ryan - murmuré mientras no despegaba mi mirada de ella - ¿Estás viendo lo mismo que yo? Dime que sí, por favor.
- Es ella Justin. Naira está aquí - murmuró, intentando autoconvenserce de sus mismas palabras, respiré hondo.
Tenía puesto unos pitillos, con unas sandalias y una camisa que dejaba al aire algo de su tripa, cada vez que la miraba, mas me gustaba. Su pelo había crecido bastante, estaba mucho mas largo, pero lo tenía lizo, supe que se lo había planchado. ¿Qué estás diciendo Justin? ¡Mueve tu culo de ahí y acércate! no me funcionaban las piernas, pensaba que me iba a dar un ataque al corazón. Ví como Dan se acercaba a ella y a otro chico... ¡espera!
¿Quien coño es ese chico? ¿¡Quien cojones es ese tío?!
Había pasado una mano ligeramente por el pelo de mi mujer, y ahora la tenía agarrada por la cintura mientras ella hablaba con Dan. ¿¡Que era lo que estaba pasando?! Ryan me miró.
Me levanté de donde estaba sentado inmediatamente, entonces sentí como se giraba y abrazaba a su amigo.
Ryan pasó una mano por mi pecho, intentando relajarme.
¿¡Que demonios estaba haciendo con ese tío aquí?!
La miré de nuevo y esta vez, ella levantó la mirada del suelo para mirarme, no supe que hacer; ni como reaccionar.
Hacía cinco meses que no veía sus ojos, ella me miró de arriba abajo, y del mismo modo, apartó su mirada de mí.
Sentí mi corazón, ya roto, volver a romperse de nuevo ante su insignificante mirada, como si yo le fuera indiferente.
¿Es que no me había echado de menos? ¿Ni un poquito?
Me quedé quieto en el mismo sitio donde estaba, aún observándola, ella agarró a su amigo del brazo y se iban a marchar. ¿Se iban a marchar? ¿¡Pero que coño!? Me acerqué a ellos y cogí a Naira del brazo, una descarga eléctrica se apoderó de mi cuerpo entero, como si estuviera programado, ¡era la primera vez en cinco meses que tocaba su suave piel! ella se giró, me miró a los ojos y luego miró mi mano que sujetaba su brazo con fuerza, volvió a girarse, pero yo comencé a hablar.
- ¿A que has venido? ¿A restregarme a tu novio por las narices? - pregunté enfadado mientras la miraba, ella rió irónicamente.
- Para nada, he venido a trabajar. Hace tiempo que dejaste de ser el centro del mundo para mí, Justin - masculló, escupiendo las palabras, me congelé en el mismo sitio, mirándola a los ojos, ella miró a su amigo y volvió a girarse para irse y lo hizo.
Se fue por el mismo sitio por donde había venido, apreté mis puños con fuerza y la seguí, iba a matar a ese tío, lo iba a hacer.

martes, 20 de septiembre de 2011

Capítulo 124; el infierno personificado.


(Narra Justin)
Ya había empezado la gira, aún no habíamos salido del país pero lo haríamos pronto, no sé cuando, no me apetecía mirarlo.
Todo iba bien, los conciertos iban bien, mi familia estaba bien, todo, y todos estaban absolutamente perfectos... menos yo.
No era el mismo, ella, se había llevado una parte de mí, la mas esencial, pero no le culpo, esta parte le pertenece a ella.
Kenny y Dan ya, ni si quiera intentaban animarme como antes, lo hacían, pero no tanto, entendieron que esto no era un capricho.
Que esto no se me iba a pasar con el tiempo que ella estuviera lejos de mí, que esto no se me iba a olvidar metiendo a otra persona en mi vida, entendieron, que no iba a olvidarme de ella, sino que iba a aprender a vivir con su recuerdo dentro de mí.
-Justin, ya está Angela aquí..-murmuró Scoott en mi oreja, yo asentí y me levanté de el sofá para darle la bienvenida.
Angela Payne, era nueva en este mundo, era una cantante de 15 años, era hija de un gran ejecutivo también y eso tenía mucho que ver, solo necesitaba una chica para que cantara conmigo las canciones de la gira, las que planeaba cantar con Naira.
No me gustaba nada la idea que una voz soprano como la de Angela, cantara una canción que había sido compuesta pensando en otra chica totalmente diferente a ella, y no solo física y personalmente, si no también en el estilo de voz.
Yo prefería optar por no cantar esas canciones en la gira, pero... como Scooter había exigido, las canciones formaban parte del disco, y yo no podía hacer nada para evitar cantarlas con una chica, pero lo que yo no quería, era cantarlas con una chica que no fuera la mía, que no fuera Naira.
Volví a suspirar, últimamente lo hacía mucho. Y me dirigí hacia donde Angela se encontraba, la observé, era una niña, no era atractiva vista en mis ojos, pero los demás no pensaban lo mismo, sobre todo Ryan, él cual no apartaba la mirada de ella cuando estaba presente y tampoco dejaba de hablar de ella cuando no lo estaba, Era un infierno, el infierno personificado.
Y más aún, sabiendo que no es que Angela solo tuviera interés en Ryan, si no que también lo tenía en mí y en todos los chicos relacionados conmigo, me preocupaba que Kenny pudiera llegar a ser uno de ellos, algo que no me extrañaría nada.
-Buenos días Justin, ¿como te has levantado hoy?.-preguntó ella mientras se acercaba a mí yo hice una mueca y le sonreí.
-Igual que ayer, Angela, ¿y tú?.-pregunté intentando ser amable, aunque últimamente no me salía mucho eso de serlo.
-Preparada para el primer show contigo, estoy segura de que será tan espectacular como en los ensayos.-murmuró mientras sonreía, yo le devolví la sonrisa, pero con menos intensidad.
-Seguro que sí.- le aseguré mientras paseaba por su lado y me dirigía de nuevo hacia la habitación, esa era mi rutina.
Encendí la tele, y me puse a pasar los canales, nada interesante, nada interesante, nada interesante, eché mi cabeza hacia atrás.
¿Qué estaría haciendo ella ahora? ¿Estaría pensando en mí?
Recuerdo que le prometí un viaje, y ella ahora lo estaba haciendo, pero sin mí, Auch, ¡¡no sabéis lo que duele eso!! de verdad.
Suspiré y a los minutos de mi intensa agonía, Ryan entró por la puerta, no lo miré, pero él enseguida se sentó a mi lado.
Se acabo el tiempo de pensar, con Ryan hablándome, era totalmente imposible, levanté mi cabeza y miré hacia la tele.
Ryan estaba hablando de Angela, por lo que pude apreciar, las poquitas veces que le estaba prestando atención, suspiré.
-¡¿No me digas que no te pone!?.-preguntó algo enfermizo.
-Pues no.-masculle frunciendo el ceño.
-¿¡Pero tu has visto la manera en la que baila?! ¡Por Dios Justin!
-Tío, ¿quieres parar ya de hablar de Angela?.-pregunté de mala gana mientras cambiaba los canales de la televisión, el rió.
-Perdona señor perfecto que se pasó hablando de la misma chica 9 meses, hasta ahora, que lo sigues haciendo.
-No compares, imbécil.-murmuré entre dientes mientras dejaba el mando a distancia en la mesa.- Yo estuve con ella 8 meses, ¿hace cuanto que conoces tú a Angela? no sabes como saben sus labios, ni sabes como hacerla sonreír verdaderamente, no por los músculos que tengas acumulados en tu cuerpo.-murmuré mientras le tiraba un cojín a la cara, el rió sonoramente y se tiró encima de mí, últimamente, esto, era lo único que me animaba. ¡No que Ryan me pegara! si no que estuviera aquí.
-"Pero para noticias interesantes las de Naira Pérez, la novia, o mas bien ex novia de Justin Bieber, ya que se le ha visto de ruta por toda España en compañía de un chico, ¡que no es Justin Bieber! ...-murmuró esta vez la tele, haciendo que mis golpes pararan y los de Ryan también, aún yacía encima de mí- "ni su madre, ni Bieber, ni nadie de su equipo anda a la vista en España solo ella, unas pequeñas vacaciones por lo que dice su manager, a la vez guitarrista de Justin Bieber. ¿Quién será ese chico que la acompaña a todos sitios? ¿Habrá cambiado ya tan rápido a Justin Bieber por este chico español?".-habló ese estúpido periodista que no tenía ni idea de lo que decía.
Aparté a Ryan de un empujón encima de mí y froté mi cara con las manos, ya no sabía lo que hacer, era imposible.
-La echo de menos tío..-murmuré casi sin pensar, escuché a Ryan resoplar a mis espaldas, levanté la vista para mirarlo.
-¿Vez? de esto te hablaba, hace cuatro meses que no la vez y aún me sigues hablando de ella. ¿Donde está el Justin que yo conocí? ¿El que luchó por estar donde está ahora?
-Soy la misma persona.-murmuré intentando autoconverserme.
-Sí eres la misma persona que el Justin Bieber que consiguió hacerse un hueco en el mundo de la música gracias a una red social como Youtube, y unos años después cantar para el presidente Obama, ser nominado a un Grammy, galardonado por el mejor artista canadiense, y hacer historia en el mundo de la música, ¿Como no vas a hacer capaz de reconquistar a tu chica?.-preguntó como si se lo tuviera preparado, fruncí el ceño, aunque Ryan solo pensaba en lo que pensaba, él tenía razón.
-Joder tío, eso me ha quedado muy bien.-murmuró segundos después, yo me eché a reír con fuerza, era totalmente cierto.
-¿Y si me presento en España?.-pregunté mirándolo, el frunció el ceño.- ¿No verdad?.-pregunté al ver su cara, el negó.
-Te he dicho que le reconquistes, no la que acoses, no sé, búscate la vida, ¡yo ya me lo he currado con mi comentario!.-exclamó mientras me daba un empujón, yo volví a reír.
-Está bien, vete a ligarte a Angela y deja de darme el coñazo.-murmuré mientras lo miraba el se echó a reír y justo entró Scooter en la habitación, el cúal se sorprendió de verme tan contento, pero era cierto, ¡Ryan tenía toda la razón! algo que me costaba mucho admitir, pero era así, él realmente la tenía.
Cuando Scott nos dio el plan de hoy, ya no me parecía todo tan bueno. Estaba lleno de entrevistas, secciones de fotos.
Meet&Greats, ¡casi había olvidado lo que era una gira de verdad!
Me gustaba hacerlo, me distraía, y si antes pensaba en Naira, el 100 % de mi tiempo, estando de gira, pensaba el... 99 %... ¿Algo es algo no? Además, conocía a mis fans, lo mejor del mundo.
La noche llegó, estaba bastante nervioso, era mi primer show, mi primer concierto con Angela, los demás no habían sido tan grandes como este, los demás no eran nada comparado con este, ¡estaba emocionado! esto era lo que yo quería hacer.
Me miré en el espejo, viendo mi reflejo y de toda la gente moviéndose a gran rápidez, nerviosos, por que este era mi primer concierto oficial, aquí empezaba realmente la gira, la de verdad.
Era increíble ver como gracias a mis fans yo estaba aquí, como gracias a unas chicas las cuáles aman mi música y lo saben todo de mí, todo mi equipo tiene trabajo, es increíble, totalmente.
Estaba nervioso, no solo por que era mi primer concierto, en él iba a estar Angela, y había miles de paparazzis allí abajo.
No tardarían mucho en hacer una montaña de ese grano de arena, no tardarían en empezar los rumores como ya lo hicieron con Jasmine en su tiempo, pero... ¡Claro! ¡tenía una idea!
No era del todo buena, puesto que debía prepararla, debía esperar unos cuantos conciertos más, otros cuantos países, para que mi plan fuera sobre ruedas, ¡ella iba a volver, lo sé!
Todo fue bien, Angela estuvo muy bien, no pareció estar nerviosa en todo el tiempo, a pesar de todo, es una buena artista.
Habían pasado bastantes días, esto de la gira era un poco agotador, pero me encantaba, me encantaba, amaba esto.
Esta noche sería nuestro sexto concierto de esta gira, mi sexto concierto con Angela en vez de con Naira, ¡agg! que odiosa sensación de que ella era la que tenía que estar aquí conmigo.
Qué odiosa sensación esa de saber que todo fue culpa mía.
Quedaba poco para empezar a prepararse para el show de esta noche, Ryan, Angela y yo descansábamos en mi camerino.
Bueno, Ryan descansaba a todas horas, así que el no cuenta.
Angela estaba sentaba al lado de mí, mientras se escuchaban los ronquidos de Ryan en toda la habitación, tuve que subir el volumen del televisor, puesto que no escuchaba absolutamente nada, Angela no paraba de reírse por sus ronquidos.
Según Ryan, Angela y él se habían liado un par de veces en estas semanas, pero... ahora que yo estaba mas animado, Angela parecía hacerse ilusiones conmigo, ilusiones bastante erróneas.
¿Quién iba a llegar a pesar que después de.. casi cinco meses ya había a interesarme por otra chica? Ella, solo ella pensaba eso, yo no podía ser más seco con ella, no quería herirla, pero ella, desde un principio sabe lo que me pasa con Naira, bueno, la verdad es que todo el mundo del equipo sabe lo de Naira.
No es tan difícil de adivinar y con lo cotilla que es ella menos.
-He estado pensando en cambiar un poco la coreografía de las canciones... ¿no crees que son algo monótonas?.-preguntó mientras me miraba, yo la imité y encogí mis hombros.
-¿Las tuyas? Yo pienso que están geniales.
-No, me refería a las nuestras Justin..-murmuró, yo la miré.
-¿Qué es lo que quieres cambiar?.-pregunté barajando la idea.
-No sé, la mayoría son canciones de amor y ni nos tocamos mientras estamos en el escenario.-murmuró, oh, yo ya sabía hasta donde ella quería llegar, yo negué con la cabeza.-¡Vamos! ¿tanto te cuesta aunque sea darme la mano en el estribillo?.-preguntó, yo la miré con el ceño fruncido, ella alzó sus cejas.
-No creo que sea para nada necesario, Angela.
-Pues yo sí que lo creo, sí cantamos una canción de amor y estás tu en una punta del escenario y yo en la otra no tiene sentido, ¿Por qué no me haces caso y lo hacemos como lo hiciste ya una vez?.-preguntó esta vez mucho mas entusiasmada, suspiré.
-Las otras veces no han sido lo mismo Angela, yo estaba saliendo con la persona con la que lo hacía.-murmuré, ella bufó.
-Pues menuda tontería, ¿no has oído hablar de actuar? No te estoy pidiendo que sientas darme la mano o acariciarme, te estoy pidiendo que actúes, ¿vez o no la diferencia?.-preguntó, yo volví a negar con la cabeza, no podía hacer eso, ¿Qué pensaría Naira?
Yo no sentía ningún tipo de atracción hacia Angela, yo sabía que ella por mí si y por eso era totalmente absurdo para mí.
Pero en ese momento algo se me pasó por la cabeza.
-¿Y que te parece, que si en vez de la coreografía, cambiamos la canción?.-pregunté esta vez yo, dando la iniciativa, ella frunció el ceño sin entender.- Vamos, vamos a ensayarla..-exclamé entusiasmado mientras la levantaba literalmente del sofá.
(Narra Naira)
Habían pasado el tiempo,todo seguía igual, yo seguía aquí en España, me había recorrido toda la península Ibérica con Luis, yo se lo pagaba todo, eran unas mini vacaciones, aunque en realidad, cada vez que me despertaba, cada mañana en un hotel diferente, recordaba que era Justin el que debía estar aquí, él está de gira, por todo el mundo ahora, justo ahora y yo, si todo hubiera ido bien, hubiera estado con él en este momento. ¿Quien sabe? quizás abrazándolo, besándolo, acariciándolo... ¡quizás discutiendo! No lo sé, nunca llegaré a saberlo, nunca.
Había pasado por Galicia, Asturias, Barcelona, habíamos pasado por todos los lugares a los que Luis ya había viajado antes.
A pesar de todo... me gustaba pasar tiempo con Luis, era mi mejor amigo, yo sabía que él no me iba a fallar nunca, nunca lo había hecho, todo este tiempo, nunca me había defraudado, no iba a hacerlo tampoco ahora, por que él... es todo lo que tengo.
Bueno, él y mi familia, ¡mi primo! Mi primo ya estaba en pie, ya estaba andando, estaba haciendo aún a rehabilitación, yo, lo llamaba dos veces a la semana para ser como iba, este día era uno de esos días en los que mas que nunca, me apetecía hablar con alguien de mi viejo entorno, pensaba que no, pero me moría de ganas de escuchar algo sobre él, sobre Justin Bieber.
Justin Bieber, Justin Bieber, sí antes, cuando vivía en España ese nombre retumbaba en mis oídos todo el tiempo, en mi mente, que la repetía sin cesar, ahora aún mas, no podía sacarlo de mi cabeza, todo me recordaba a él, estaba empezando a pensar que nunca podría olvidarle, que siempre lo recordaría... siempre.
-¿Naira? ¿sigues ahí?.-preguntó mi primo desde la otra línea, una sonrisa se me dibujó en la cara inconscientemente.
-Sí, lo estoy, estaba diciéndote que...-me interrumpió.
-Que te estás dando unas vacaciones de puta madre sin mí, no hace falta que me lo recuerdes.-bromeó y se echó a reír, le imité.
-¡Si tu supieras la de viajes que nos quedan por hacer!.-exclamé animándolo, el volvió a reír.-verás que sí, te lo prometo.
-Sí, pero el primer viaje te toca darlo a ti, de vuelta. ¿O acaso no piensas volver Naira?.-preguntó de repente, sorprendiéndome.
-Yo... y..o... no.. no lo sé.-murmuré tartamudeando, bufó de nuevo.
-Llevas casi cuatro meses fuera, ya has tenido tiempo de pensar y de olvidar, quiero que vuelvas, ¿sabes? te echo de menos.
-No sé si puedo hacerlo, ya sabes, todo eso... me recuerda a..-volvió a interrumpirme parecía furioso, yo opté por escucharlo.
-¡Déjate de tonterías! Si es el amor de tu vida, no intentes huir de él Naira, por mucho daño que haya causado, va a ser así.
¿Sabes? ha estado viniendo a visitarme, una vez a la semana, se ha encargado de todo el dinero que esto requería con la ayuda de tu madre y de Dan, él te quiere Naira, él no hace esto por que tu lo perdones, lo hace por que el quiere hacerlo, ¿no tienes bastantes pruebas ya de que te quiere? ¿Quieres que te compre una estrella y le ponga tú nombre?.-preguntó algo dolido, yo bufé.
-No, no quiero nada de eso, me conformaba con no ser producto de una apuesta entre dos amigos.
-No sabía que fueras así de rencorosa.
-No me apures ¿vale? voy a volver a Canadá, voy a ir pronto.
-No todo en tu vida gira en torno a Justin, Naira, vete haciéndote la idea que en la vida te van a dar muchos palos, y no siempre se tiene tanto dinero como para viajar e intentar olvidarte de él, como estás haciendo tú, eso forma parte de la vida, de tu crecimiento, que lo sepas, y si tú madre te deja hacer esto, es por que sabe que si no te deja, acabas por amargarnos a todos.-murmuró algo mosqueado, yo me quedé sin habla, y segundos después se cortó la línea, vamos, que me primo se había enfadado conmigo y me había echado en casa que me hubieran roto el corazón y para colmo luego me había colgado, ¡será imbécil el tío!
Me quedé con el móvil en la mano sin saber que hacer, quizás tenía razón, pero no sé, ¿hay formas y formas de decirlo no?
Me dejé caer en la cama, ya estaba de mala leche, Luis se acercó y se sentó a mi lado, pasando sus manos por mi barriga, intentando hacerme cosquillas, yo me reí enseguida.
-¡Luis! ¡Para!.-murmuré mientras me retorcía en la cama.- ¡Qué pares, que no estoy de humor!.-grité demasiado fuerte, ya que él me soltó rápidamente, me incorporé en la cama y lo miré.
-¿Qué te pasa, no te gusta Valencia?.-preguntó mirándome, yo puse los ojos en blanco.- ¿No te gusta la paella?
-No es nada de eso, deja de decir tonterías.-murmuré mientras sacudía la cabeza, él levantó las manos en señal de inocencia.
-Solo intentaba quitarle hierro al asunto...-la miré desafiante.- bueno, venga cuéntame la buena nueva.-murmuró sentándose de pies cruzados, yo me eché a reír, era imposible no hacerlo.
-Mi primo se ha mosqueado por que dice que huyo de mis problemas y soy una infantil, ¡y me ha cortado! encima me ha dicho que mi madre me había dejado venir a España, por que si no, acabaría por amargarlos a todos...-murmuré apenada.- Luis, ¿a ti te amargo?.-pregunté mientras lo miraba, el frunció el ceño.
-A ver Naira, ¿Tu le haces caso a tu primo? ¡Claro que no me amargas! estoy muy feliz de que estés aquí conmigo.
-¿De verdad?.-pregunté mirándolo, él asintió seguro.
-Te lo prometo.-murmuró mientras pellizcaba mi mejilla.- Y para que veas que lo estoy, ¡hoy te invito a cenar! ¿te hace?
-Te dije que las vacaciones las pagaba yo.
-No nombraste nada de la cena, así que cállate y te espero fuera en diez minutos, ¿va?.-preguntó mientras se acercaba, yo asentí y le sonreí y el besó mi frente antes de salir de la habitación. Él era increíble, totalmente increíble.
Me quedé pasmada mirando hacia la nada, cuando me di cuenta de que me tenía que peinar, y maquillar un poco.
Lo hice rápido, como de costumbre, y cogí un abrigo.
Al salir, nos montamos en un taxi y nos fuimos a cenar a un restaurante, a donde quiera que iba, veía paparazzis, para ya no me importaba demasiado, todo el mundo sabía donde estaba.
Después de cenar, fuimos a dar un paseo, me distraía bastante estar de viaje y estar con Luis, hacía tanto tiempo que no estábamos tanto tiempo juntos, que me resultaba confortable.
Es normal, antes no había día que no lo viera, y de repente, todo cambió, por la enfermedad de mi primo y todo lo que eso conllevó, a los mejores ocho meses de mi vida... de la mía, dudaba que los de él hubieran sido los mejores... lo dudaba.
Hacía bastante frío así que con la misma nos fuimos para el hotel, era ya un poco tarde y cogimos otro taxi para volver.
Este no pareció reconocerme por lo que me senté en el asiento de atrás con Luis señalándome los sitios bonitos de por allí.
Él empezó a hablar, tanto, tanto, tanto, que me perdí y no le pedí que retrosediera, solo lo miraba de vez en cuando y asentía.
Mientras en la realidad en lo mínimo en lo que pensaba era en lo que él me estaba contando, ¡ultimamente estaba demasiado despistada! no pensaba en nada en lo que él me decía, miraba hacia la ventana, observando esos lugares que el me señalaba, pero siempre pensando en otra persona totalmente diferente.
Cuando llegamos al hotel, nos quedamos en recepción, allí había una gran televisión, era un plasma, ¡muy, muy grande!
Era las noticias 24 horas de cotilleo como yo les llamo, esperaba que Luis se diera prisa en lo que tuviera que hacer en recepción para no tener que verme en la tele, sería muy raro ¿no? suspiré.
"Katy Perry luce en la noche de los VMAS con un cubo amarillo en la cabeza, ¿eso es estilismo... o ya pasa a ser un poco hortera?" Yo puse los ojos en blanco y me di la vuelta mirando hacia Luis.
Él recepcionista pareció reconocerme cuando me giré y miré a Luis, que no se que demonios estaba haciendo, miré al recepcionista y este me sonrió algo ilusionado, le devolví la sonrisa,y en se momento Luis comenzó a hablar con él, esta vez si estaba prestando atención a lo que ellos decían hasta que un nombre, su nombre retumbó en mis oídos sin cesar.
"La gira del adolescente Justin Bieber va viento en popa, es el sexto o séptimo show que hace en este mes y ¡hoy contamos con una sorpresa!..-no pude evitar apretar los ojos y girar la cabeza para mirarlo, pero Luis cogió mi brazo y me empujó hacia el ascensor, yo hice resistencia cuando escuché mi nombre.- Como ya sabíamos tiene como acompañante en su gira a la joven Angela Payne, ya que Naira parece estar de preciadas vacaciones en España, esto lo sabíamos desde que comenzó la gira, pero hoy, nos ha sorprendido con un canción que nunca había cantando con Angela, si no que anteriormente, había cantando en varias ocasiones con su ex novia Naira, la canción titulada "No Air" compuesta por ambos, ¿Como se tomará Naira esto? ¿Le chafará sus preciosas vacaciones en España?"
Yo me quedé de piedra, creo que hasta la boca se me quedó abierta, la sangre me hervía por dentro, ¿¡enserio?!
Luis tiró de mi brazo de nuevo pero yo me solté, mirando el video, era ella, era esa nuestra canción, ¿¡Pero que coño?! la estaba cantando con esa niñata fea con padre rico, apreté los ojos.
-Naira, vamos arriba..-murmuró Luis cogiéndome del brazo, yo esta vez me dejé llevar y nos metimos en el ascensor, no hablamos, iba tranquilamente por el pasillo hasta que entré en la habitación y Luis cerró la puerta detrás de si, me giré.
-¿¡Lo has visto?! ¡Pero será capullo!.-estallé en un grito mientras caminaba por toda la habitación.- ¡Es mi canción! ¡Nosotros la compusimos! ¿¡Cómo se atreve a cantarla con esa fulana?!
¡Ni si quiera se parecía ni un poquito a mi voz!.-grité aún más, la rabia me reconcomía por dentro, y yo no paraba de moverme y de articular por la habitación, como si estuviera totalmente sola, Luis no decía nada, me miraba, preocupado por si en algún momento me daba un infarto o algo parecido, pero en vez de eso saqué mi maleta del armario y mi ropa para depositarla encima de la cama.
-¿Qué haces Naira?.-preguntó Luis algo preocupado.
-¡Me voy a buscarle! ¡Y tú te vienes conmigo!.-grité mientras sacaba su maleta también, este me miró extrañado.
-¿A donde vas a buscarle? ¡Si no sabes ni donde está!.-exclamó mientras me miraba, yo no paraba de hacer la maleta, se acercó a mí y pasó su mano por mis hombros, me miró.-Naira, tranquilízate, te va a dar algo, relájate, respira hondo...-murmuró con voz tranquilizadora, yo cerré los ojos y hice lo que él me pedía, pensaba que me había relajado.-¿Estás mejor?.-preguntó después de unos segundos, yo asentí con la cabeza y fingí una sonrisa ¿Tranquilizadora? él se separó de mí, no muy convencido
Soltó mis hombros y yo dejé lo que estaba haciendo para coger el móvil, miré hacia mi alrededor, la ropa estaba por encima de la coma y otra por el suelo y la maleta a "medio hacer".
Pensé antes de marcar el numero y luego arrepentirme, pero lo hice, sin pensarlo dos veces, lo marqué el número tan rápido como pude, suspiré impaciente, ¡no me contestaban!
-¿Sí?.-preguntó una voz masculina, tragué saliva, la rabia parecía haberse ido de golpe al escuchar la voz de la última persona con la que hablé antes de irme, el carraspeó-¿Con quién hablo?

martes, 6 de septiembre de 2011

Capítulo 123: Que no toque, ¿Por qué toca?


Sigo diciendo que,el amigo de Luis se llame Justin no me gusta nada, sobre todo si voy a tener que estar aquí conviviendo junto a él, ¿¡Como iba a olvidarme de él si iba a vivir con un tío que se llamaba igual? ¡era totalmente imposible! ¿como iba hacerlo?
-Bueno... ¿Qué me ayudas a subir la maleta?...-preguntó Luis mirándo a su amigo que aún me observaba, el se echó a reír.
-Tío, solo iba a quedarme hasta el domingo contigo ¿recuerdas?..-preguntó mirándolo, esta vez fue Luis el que rió.
-No me refería a la tuya, me refería a la de Naira..-murmuró mientras se separaba de mi y cogia la maleta, yo sonreí y miré a Justin, a el cúal se le había cambiado la cara.
-Ah.. ¿pero que se va a quedar arriba?
-Ajá..-murmuró Luis mientras me sonreía, yo le imité.
-¿Y donde me voy a quedar yo?.-murmuró Justin mirándome con cierto desprecio, yo me encongí de hombros y Luis le miró.
-En el sofá por supuesto.-murmuró y cogió la maleta, escuché a Justin bufar y Luis le miró.- ¿No te estarás quejando no?
-¡Ese sofá es una mierda!.-se quejó Justin, yo me eché a reír.
-Pues te aguantas,o si no, te vas a un hotel hasta el domingo, ah no ser que te quieras quedar en la cama conmigo.-rió.
-Yo..-murmuré y ambos me miraron.-me puedo quedar contigo si quieres, y así él se queda en la otra cama..-murmuré mirándo a Luis, este hizo una mueca y escuché a Justin reír, me giré.
-Ella lo quiere es meterse en tu cama.-aseguró mirándome, yo alcé una ceja y reí con ironía, lo dije por su bien, no por el mío.
-Y tú lo que quieres es llevarte una hostia..-me interrumpió Luis, yo me eche a reír de nuevo y me acerqué a el simpático Justin.
-Oh, lo único que pretendía era ser amable contigo, pero por lo que veo lo que quieres es quedarte en el sofá, ¡no te preocupes! que nadie te lo va a quitar..-mascullé e hice una mueca divertida mientras ayudaba a Luis a subir la maleta, el cúal se echó a reír.
-¡No, no, no! ¡no era eso lo que yo decía!..-le interrumpí.
-¡No te preocupes! ¡Sí a mi no me importa! intentaré hacer el minimo ruido cuando me despierte y te vea en el sofá.
-¡Oh mierda!.-lo escuché maldecir desde abajo mientras Luis y yo subíamos la maleta hacia la planta de arriba, el se rió ante mis comentarios y dejó mi maleta en la que ahora sería mi habitación, la soltamos y me quedé mirándola por un segundo.
-No te preocupes, Justin puede limpiarla antes de esta noche..-murmuró mientras observaba mi cara de asco.
¡Esta habitación era un desastre! ropa interior por todos lados, comida de hace unos cúantos días. ¡Que horror!
-¿Qué es tu compañero de piso o algo así?.-pregunté mientras observaba la cama desecha, mi futura cama... buag.
-No, es un amigo que está de paso, se va este domingo para Inglaterra y lo he dejado quedarse unos días..-murmuró, yo no lo dejé terminar y cogí mi maleta intentando arrastrarla.- ¿A donde vas?.-preguntó Luis mientras me miraba con el ceño fruncido.
-A tu cuarto por supuesto, no pretenderás que me de una infección ¿no?.-pregunté mientras lo miraba, el se echó a reír.
-Al final va a ser verdad lo que dijo Justin..-murmuró riendo, lo miré con mala cara y él se hizo el ofendido.
-No seas idiota, hemos dormido juntos muchas veces.
-Solo era una broma..-murmuró mirándome, yo sonreí.
-Además, si quisiera meterme en tu cama ¿Qué? lo lograría en cinco minutos.-bromeé mientras lo miraba, el hizo una mueca.
-No empieces con tus bromitas sexuales..-exclamó a lo que yo me eché a reír.-Antes me hacían gracia, ya no tanta.
-¿Y eso por qué?.-pregunté mirándolo, el rió y se acercó.
-Pues porque ya no eres una niña, y ya no te veo como tal..-murmuró pasando su mano por la maleta, yo me sorprendí.
-¿Estás diciendo que me vez como una mujer?.-pregunté mientras reía, el se giró para mirarme de arriba abajo.
-Bueno.. una en proceso.-murmuró y luego se echó a reír mientras salía de esa habitación y se dirigía a la suya, le seguí.
Justo cuando entré, el olor a limpio lleno todos mis sentidos.
Observé la habitación, ordenada, perfumada, con la cama echa, y lo cojines perfectamente colocados encima de esta, tenía una decoración muy bonita. ¡vamos! esta habitación estaba mas recogida que la mía en Canadá, me eché a reír y lo miré.
-¿Qué te hace tanta gracia?.-preguntó con indignación.
-Luis, ¿vives con una chica?.-pregunté, a lo que el se echó a reír.
-¿Por quien me tomas? ¡yo siempre he sido muy ordenado!
-Lo que pensaba,creo que la idea de quedarme contigo me agrada más..-murmuré mientras lo observaba, el me imitó.
-Hasta el domingo..-afirmó mientras me miraba, me eché a reír.
-Hasta que tu simpático amigo desinfecte la habitación....-murmuré mientras lo observaba, el asintió y me dejó instalarme.
No estaba del todo mal cuando.. no estaba sola, cuando lo estaba, lo echaba mucho de menos. Deshice toda mi maleta y coloqué mi ropa en el armario de Luis, el cual también estaba ordenado, y tengo la obligación de decir, que mas que el mío.
Decidí que ya era hora de llamar a Mamá, y explicarle como estaba, donde y con quien, seguro que se pondría muy contenta.
Me duché, me puse mi pijama y bajé escaleras abajo mientras observaba mi teléfono móvil, 5 mensajes sin leer.- Justin. eliminar. ¡mensajes eliminados! suspiré y terminé de bajar las escaleras mientras sentía cuatro ojos siguiéndo mi paso, alcé la vista y definitivamente Luis y él simpático me observaban mientras yo bajaba las escaleras, los miré y Luis apartó sus ojos de mí, mientras que el simpático lo único que hacia era seguir mirándome, yo hice una mueca y me senté en la silla del comedor, le mandé un mensaje a mi madre y aún sentía la mirada de aquel chico tan estúpido clavada en mi cara, y gracias a Dios que era en mi cara, si no, tendríamos un grave problema.
-¿Ya está no?.-le pregunté mientras lo miraba, el se echó a reír y Luis se giró sin entender de que estábamos hablando.
-¿Te incomoda que te mire?.-preguntó e inmediatamente me acordé de Justin, de que eso me lo solía decir él... tosí.
-No, si te parece...-mascullé sarcásticamente,el levantó sus manos en señal de inocencia y echó una carcajada, lo miré.
-Es que mi madre me enseñó que las cosas tan preciosas como tú, hay que saber observarlas.-murmuró y sentí mi cara de asco formarse cuando ni si quiera había terminado la frase.
-Justin, será mejor que te calles no vaya a ser que te vayas a un hotel de verdad.-murmuró Luis desde atrás, sin mirarlo.
-¿Qué pasa? ¿Es tu novia o algo parecido?-preguntó, Oh dios, que hombre tan insoportable, yo puse los ojos en blanco.
-No, no lo es, si lo hubiera sido ya te hubiera roto la cara a la primera señal de que te la estás intentando llevar a la cama.
-¡Pero Luis! ¡Como dices eso!.-exclamó sarcásticamente mientras reía y me volvía a mirar, yo sacudí mi cabeza.-bueno está bien, no quiero insistir, ¿te hace algo? ¿una cena?
-¿También vas a mirarme mientras como?.-pregunté mientras dejaba mi móvil a un lado y lo miraba, el rió de nuevo.
-No, para nada señorita.-murmuró mirándome de nuevo.
-Pues entonces sí que me hace algo.-murmuré levantándome pero Luis ya me había puesto el plato delante, un sanwich vegetal, elevé mi vista y le sonreí, el me devolvió la sonrisa.
(Flasback)
Estaba en la cocina de la casa de Luis, con la cabeza apollada en la mesa mientras hacia cosas extrañas con la boca, Luis se acercó y se sentó a mi lado, mirándome a los ojos.
-No entiendo por que razón me obligan a quedarme en tu casa toda esta semana, ¡se cuidarme sola!.-exclamé mientras miraba hacia al frente, estaba en la edad rebelde, lo notaba.
-Oh, te noto indignada.-murmuró con cierto ego.- soy mayor que tú, soy como tú hermano mayor, soy..-le interrumpí.
-Pero no lo eres, y yo tengo vida social y sin embargo tú no me dejas hacer nada, ¡eres peor que mi padre!
-Antes te gustaba pasar tiempo conmigo, ¿te acuerdas?
-¡No!.-murmuré enfadada mientras me levantaba de la silla y abría la nevera.- y para colmo en esta nevera solo hay leche, ¿me vas a hacer beber leche toda la semana? ¡odio la leche!
-Y yo te odio a tí y tengo que aguantarte, quita, que te hago algo, ¿te preparo un sandwich?.-preguntó mientras me apartaba de la nevera y la cerraba, yo hice una mueca y él asintió.
-¿Sabes? yo también tengo mas vida social que cuidar a una insoportable renacuaja de 13 años, así que mejor cállate, dime si quieres el puñetero sandwich y te vas a dormir que mañana hay clase.-masculló mirándome con el dedo amenazador, yo fruncí mis labios hasta que no pude mas y me eché a reír fuertemente.
-Me comeré tu sandwich, así que no pidas mucho más..-bromeé mientras lo observaba "cocinando" mi sandwich, después de unos minutos, pocos para mi gusto, puso el plato delante de mí.
-Ahí tienes tu sandwich de ensalada..-murmuró mientras me miraba, yo puse cara de asco, y levanté la tapa del sandwich.
-¿De ensalada? ¡si esto solo tiene lechuga! ¿me has visto cara de tortuga?.-pregunté y el se echó a reír mirándome, le imité.
-He visto cara de que te quejas mucho, ¿no quieres tu sandwich de lechuga?.-preguntó mirándome, yo arrastré el plato hasta ponerlo enfrente suya, estaba mas que claro, que esta semana, si fuera por él, me iba a morir de hambre.
(Fin del flashback)
-¿Por qué observas tanto el sandwich antes de comértelo?.-pregunto el amigo de Luis a mis espaldas, lo que hizo que me resaltase, el rió.-No te asustes.
-¿Y tú por que no me dejas en paz?.-pregunté sin tan siquiera girarme mientras me comía mi sandwich a la atenta mirada de Luis, el cual había terminado de fregar los platos, le miré.
-Has mejorado mucho como cocinero.
-¡Bah! eso no es nada, ya te prepararé algún día mis perfectos Espaguetis..- Justin, comida favorita de Justin. fue lo primero que se me pasó por la cabeza, oh, esto iba a hacer muy difícil.
-Te dará tiempo a preparármelos muchas veces...-murmuré mientras le miraba y fruncía los labios, el sonrió.
-Me alegra escuchar eso, me gusta tenerte aquí.
-Y mi estar aquí..-murmuré mientras me terminaba mi sandwich y le sonreía, el me imitó y me dí cuenta de lo mucho que echaba de menos a mi mejor amigo, lo mucho que echaba de menos esto.
Esa noche no hicimos mucho más, vimos un rato la tele juntos, y yo fui la primera en acostarme ni si quiera me dí cuenta de cuando Luis se acostó en la cama, no lo sentí.
Así fueron pasando los días, las semanas... y yo seguía aquí.
El simpático de Justin ya se había ido para Inglaterra por lo que ya podía dejar de temer que me violaran mientras dormía.
Estaba... estaba mal. Echaba mucho de menos a Justin, a mi Justin, hacia unas cuantas semanas que no lo veía... que sentía sus besos.. sus abrazos.. sus caricias. Hacía unas semanas que dormía con una persona la cual no era él, y eso me dolía.
Luis trataba de distraerme lo más que podía, salíamos por allí desde por la mañana y llegábamos por la noche, nunca me dejaba sola, y me dejaba totalmente agotada para que cuando me acostara no me pusiera a darle vueltas a las cosas.
Pero era inevitable, siempre había tiempo para eso.
Los paparazzis no tardaron en enterarse de que me encontraba en España y los rumores de ruptura eran... mas que ciertos.
No me preocupaba por desmentirlos, pero seguían ahí.
Pasaron dos meses, y la gira de Justin estaba apunto de comenzar, la gira a la cual yo iba a asistir, recuerdo, que ese día me lo pasé llorando en la habitación, con Luis consolándome.
Si la pregunta es si he logrado olvidarle, creo que la respuesta está bien clara... su amor, vive en mí, aún, a pesar de todo el daño y el engaño, y no sabía como iba a sacarme este amor de las venas, me había ido lejos... muy lejos, había borrado su teléfono móvil de mi agenda, había cambiado de móvil, había tratado de salir, distraerme, pero... eso no era suficiente.
No puedo decir que me sentí capaz de hacerlo el primer día que llegué a esta casa, pero... pensaba que iba a causar alguna diferencia en mí, pero... sin embargo, no noto nada.
Lo veo en las noticias, en internet, y siento lo mismo que cuando estaba con él, como... como si mi corazón aún le perteneciera.
(Narra Justin)
Y así, pasaron, los segundos, los minutos, las horas, los días, los meses y aún no veía que Naira fuera a volver a mi lado.
Mi gira comenzaba dentro de muy poco, intentaba distraerme en los ensayos y luego salía, a dar una vuelta... solo.
Todo el mundo hablaba de que lo nuestro se había acabado, había visto fotos de ella en España.. oh dios, aún recuerdo lo que lloré cuando vi esas fotos, ¡la echaba tanto de menos!
Ya lo veía como algo imposible, no podía creer que la había tenido a mi lado y la había dejado ir, ¿donde quedaron todas las palabras que le dije? ¿Y todos los sentimientos que le demostré? Parecía como si nunca hubieran existido.
Iba a casa de su madre, Raquel, le preguntaba por ella, ella me dice que estaba bien, que estaba con amigos de la familia y que se le veía feliz, ¿¡Feliz?! ¡Yo le hacía feliz! ¡Yo debería haberla echo feliz siempre! No puedo imaginarme verla sonreír como lo hacía conmigo con otro chico, no... era insoportable.
Había cambiado su teléfono por uno de España, tenía menos números... pero yo no tenía la suerte de tenerlo.
Nadie me lo daba, no se lo pedí a su madre, pero sabía que tampoco me lo iba a dar, por lo visto, ella no quería hablar conmigo, también recuerdo lo que lloré cuando Pedro me dijo..
"Me ha dicho que no le dé su número a nadie... parecía... ¿enfadada? lo siento Justin, me gustaría ayudarte, pero ella no quiere hablar contigo" Pum, mi corazón roto en pedazitos.
Era normal, no debería de sorprenderme, pero... me duele.
Siempre que salía de los ensayos, iba a nuestro lugar en la playa, en la cabaña donde le hice el amor, en uno de los sitios en los que le hice el amor, y nos quedamos dormidos después.
Ya no era lo mismo sin ella, y yo... que no me acostumbraba a no encontrarla cada vez que salía de ensayar, empecé a pensar que si era verdad que no iba a volver nunca. ¿Que pasaría si ella no vuelve nunca a mi lado? ¿Estaría así toda mi vida? ¿O quizás mas tiempo? ¿Se puede sufrir tanto tiempo por un amor así?
Solía llegar tarde a casa, pero... este día, me pasé de la ralla.
Mi móvil volvía a sonar, una y otra vez, ni si quiera miraba quien era puesto que sabía que no era ella la que me iba llamar.
Ni si quiera sabía hacia donde me diriguía, en cuanto dejé de conocerme el camino me eché a un lado de la carretera y ya no pude más, llore todo lo que nunca había llorado jamás.
Lloré por ella, por la mujer de mi vida y toda esta situación.
Eso me pasa por estúpido, yo, le había prometido a mi madre que nunca le haría daño a ninguna chica, y.. lo había echo.
Y encima a la chica de la cúal estaba enamorado. ¿¡Yo que iba a saber?! Ni si quiera pensaba que me llamará tanto la atención cuando la vi por primera vez, no debería de haberlo echo.
Yo estaba bien, tenía a mi chica, a mi familia, a mis fans, y todo iba bien. ¡No debería de haber seguido con esto!
Sabía que tarde o temprano ella se iba a enterar de esto.. pero.. no podía parar, Rubén me sacaba de mis casillas... lo odio.
¿Donde estaba ella? ¿Estaría bien? supongo que ya habrá visto a su "amigo" de España, ese al cúal no paraba de llamar.
Decidí limpiar mis lagrimas una vez más y conducir hacia casa.
Sabía la que me esperaba al llegar, me había ido sin avisar, y ni si quiera sabía que hora era, aparqué justo en la puerta y enseguida vi como las luces del salón se encendieron.
Me fijé una vez mas en la calle de mi casa, y allí estaba el coche de Dan, ¿Qué hacia Dan en mi casa? me apresuré a llegar.
Abrí la puerta y vi a mi madre charlando con Dan, nada mas verme, vino en mi busca sin pensárselo, cerré la puerta.
-¿¡Qué demonios te pasa?! ¿¡Crees que es normal que te vayas así sin decir nada y vueltas a estas horas Justin?! ¿Donde tienes el móvil? ¡Para que tienes un movíl tan caro si luego ni me lo cojes!.-exclamó mi madre nerviosa, yo suspiré y la ignoré mientras pretendía subir las escaleras y llorar hasta que ella volviera, pero en ese momento, sentí un brazo en mi hombro.
-¿Quieres hablar?.-preguntó Dan, yo, ni si quiera me giré.
-No.-contesté con la voz rota, Dan no me soltaba y lo hice yo mismo, apartando su mano de mi hombro y subiendo las escaleras, enseguida escuché a mi madre hablar con él, mientras le pedía tiempo. ¿Tiempo? esto no iba a arreglarse con el tiempo, ella se había ido, y no iba a volver. ¿¡Como coño iba a pasar eso con el tiempo?! yo no necesitaba tiempo, la necesitaba a ella, aquí, conmigo, y.... juró que me estaba volviendo loco.
Entré en mi habitación, me quité mi camiseta y me tumbe en la cama boca abajo, mientras sentía que me iba a morir de amor.
¿Acaso eso es posible? no solo sentía dolor, sino sentía que me estaba convirtiendo en un auténtico imbécil y cursi.
Escuché la puerta abrirse justo detrás de mí, lo que hizo que mi cabeza se enterrara literalmente mucho más en la almohada.
Escuché a Dan toser y sentarse en la silla mientras sentía su mirada clavada en mi espalda, no me moví de mi sitio y agradecí que guardara las distancias conmigo, el suspiró fuertemente.
-¿Seguro que no quieres hablar?.-volvió a preguntar, no le contesté y esta vez me di la vuelta, dándole la espalda.
-Vamos Justin.-lo escuché murmurar.-así no vas a conseguir que ella vuelva.-murmuró despacio, como si intentara que sus palabras me dolieran, no me moví de mi sitio, y el prosiguió.
-Yo fui con la última persona con la que ella habló antes de marcharse, ella quería irse, ¿por que impedírselo? Justin, sabes que ella quería irse, igual... que sabes que ella no va a volver si sigues con esa actitud.-murmuró, entonces me senté en la cama mirándolo con algo de desprecio, ¿se creía que a mi me gustaba estar así? pareció sorprenderse por mi cara, respiró hondo.
-¿Qué quieres que haga? ¿Una fiesta de pijamas?.-murmuré sarcásticamente mientras escuchaba mi horrible voz, el me miró.
-No, quiero que no te encierres, es normal, sabes que fue una putada lo que le hiciste.-le miré mal, ¿estaba aquí para ayudarme o para hundirme en la miseria?.- pero también sabes que ella volverá a tu lado si tu se lo pides, y no hablo de llamarla, ni ir a buscarla, eso sería lo típico ¿no crees?.-preguntó, lo miré y me encogí de hombros, no sabía a donde quería llegar.
-¿A qué te refieres?.-murmuré y su paciencia terminó puesto que se levantó de la silla y se acercó a mí, mirándome a los ojos.
-¡Dale una razón por la que volver! y no hablo una razón cursi, ¿ella es celosa? pues dale celos y volverá, ¿me entiendes? ¿me sigues?.-preguntó mientras me zarandeaba, yo lo aparté de mi de un empujón, que no toque, ¿por qué toca? lo miré mal.
-Me ha dejado, y lo que tú pretendes que yo le demuestre que la echo de menos y que no puedo vivir sin ella.. ¿dándole celos? bien, Dan, ya sé porqué estuviste soltero tanto tiempo.
-¿Acaso crees que escribiéndole canciones de amor vendrá?
¡Otra chica puede que lo hiciese, pero Naira no, ella está fuera de lo habitual! ¿Recuerdas? si quieres saber lo que ella va a hacer, debes pensar primero lo que no haría y eso es lo que hace.
-¿Y como sabes tú eso?.-pregunté observándolo con el ceño fruncido, aunque estaba totalmente en lo cierto.
-En estos 8 meses, no solo ha estado en una relación contigo Justin, nosotros te rodeamos y ella está a tu alrededor.
-Como una familia.-murmuré recordando lo que él siempre decía, el sintió y soltó una pequeña carcajada, yo le sonreí, ¡le sonreí!
-¿Entonces? ¿Como la pongo celosa?.-pregunté mientras lo miraba, el resopló y sacudió su cabeza de un lado a otro.
-¿No has entendido nada de lo que te he dicho verdad?.-yo me encogí de hombros.-eso era un simple ejemplo, busca algo que sabes que a ella va a molestarle, algo que salga en las noticias y se acuerde de ti, ¿comprendes? ella volverá, haz que vuelva.-murmuró mientras sacudía mi hombro, yo le sonreí, ¡eso es lo que haría! me sentía totalmente seguro hasta que Dan salió de la habitación. ¿Como iba a conseguir que ella volviera?
Tenía que idear un plan, como en las películas de acción, bah, lo que fuera, de lo que sí estaba seguro, es de que Naira volvería conmigo, aunque fuera echando humo por las orejas.