domingo, 4 de diciembre de 2011

Capítulo 127; ¿Por que no quieres ser mi amiga?

Me giré para mirarlo y bajé mi mirada hacia sus labios, y como de un imán se tratara me acerqué a él, apresurándome a llegar a su lado, me fundí con su cuerpo, con tanta fuerza que empotré su cuerpo contra la pared, enganchandome a sus labios él soltó un pequeño gemido de dolor y excitación. ¿En que estaba pensando? ¿en que demonios pensaba en dejarlo así? Pasó sus manos por mi trasero apretándome contra su erección, esta vez yo solté un gemido entre su boca.
Él no tardó en darse la vuelta y tomar las riendas, esta vez fue el, el que me empotró contra la pared, gemí entre sus labios.
Pasó sus manos por mi trasero atrayéndome hacia él.
Y solté otro gemido, esta vez con su antebrazo tiró al suelo todo lo que había en una pequeña mesa, justo al lado de la puerta y pasó sus manos por mi cintura subiéndome allí.
- Luis me está esperando fuera ... - murmuré entre pausas debido a sus besos, el me beso con mas pasión.
- ¿A quien le importa? - preguntó de nuevo pasando sus manos por mis muslos - Ahora solo somos tu y yo.
- Te odio - musité mientras le besaba, el abrió sus ojos.
Pasé mis manos por sus pantalones y los desabroché, el suspiró y me miró a los ojos, yo abrí los mismos, y volví a besarle, pasé mis manos por sus boxers y Justin gimió de nuevo.
- ¿Me odias? - preguntó en un susurro, entre mis labios.
Y paró de acariciarme, yo lo besé de nuevo, de esa forma y el me correspondió mientras bajaba mientras me quitaba la camisa y pasaba sus manos por mis pechos, yo mordí su labio.
- Sí, te odio - murmuré y esta vez sus manos se dirigieron a mis braguitas, yo eché la cabeza hacia atrás cuando sentí sus manos acariciando mi feminidad, gemí con fuerza.
Él bajó mis braguitas con la misma rapidez con la que había terminado de decir esa frase, abrió mis piernas aún mas mientras se encajaba perfectamente entre ellas.
Besó mis labios de nuevo, enredé mis manos en su cabello y sus besos bajaron hasta mi cuello, descendiendo hasta mi pecho, desabrochó mi sujetador y no tardó en comenzar a jugar con mis pechos, gemí, creía que iba a explotar.
- ¿Como puedes odiarme? yo no te odio .. - murmuró mientras besaba mi vientre y acariciaba mis piernas, subió hasta mirarme a los ojos y yo enseguida bajé sus boxers, el suspiró y pasó sus manos por mi rostro, separándose de mis labios - Yo te quiero, te quiero tanto Naira ... - susurró entre mis labios, mientras pasaba su erección por mi entrepierna, yo gemí.
Lo miré a los ojos, y el rozó sus labios con los míos, entonces lo sentí, su miembro se había introducido en mi interior.
Solté un pequeño gemido ahogado mientras arqueaba mi espalda, sus manos pasearon por mi espalda, hasta llegar a mi nuca, mientras depositaba pequeños besos en todo mi cuerpo.
Lo miré a los ojos cuando lo sentí moverse dentro de mí.
- ¿Lo entiendes? - preguntó y pasó sus manos por mi trasero subiéndome a su cintura, yo gemí con mas fuerza al sentirlo tan dentro... como nunca lo había sentido - te quiero, entiéndelo.
- Cállate de una vez - mascullé entre pausas debido a sus besos, esta vez fui yo la que gemí al sentir que me pegaba a la pared. Nunca lo habíamos hecho de ese modo, y creo que fue el mejor polvo de vida. ¡Dios mio! ¡Nunca había disfrutado tanto!
Justin aceleró su ritmo, y pasó sus manos por mi espalda, sujetándome, yo lo imité, pero mis uñas se clavaron en su espalda, el gimió y pegó su cuerpo contra el mío aún más.
En unos segundos escuchamos el ruido de unos nudillos aporreando la puerta, yo me enganché a sus labios de nuevo y él me cogió por la cintura para ponerme esta vez contra la puerta.
- ¿Justin? ¿Justin estás ahí? - preguntó una voz desde fuera, yo gemí entre sus labios mientras Justin seguía moviéndose dentro de mí, yo mordí su labio con fuerza, y el gimió - ¡Justin!
- Sí ... murmuró entre suspiros - ess.. toy aquí - masculló mientras besaba mis labios con fuerza, esto me daba aún mas morbo de lo normal, Justin entró tan hondo, que solté otro gemido ahogado, dirigió su boca hacia mi cuello, mordiéndolo.
- ¿Estás bien? - preguntó de nuevo esa voz, él suspiró entre mi cuello, ¡demonios! esto no podía ser legal, no podía serlo.
Estaba tan frenética, que comencé a moverme con fuerza, sintiendo su miembro en mi interior, el mordió su labio.
- ¡Estoy bien! - masculló rápidamente - ¡vete! - masculló de nuevo y volvió a pasar sus manos por mi espalda, yo gemí al sentir las yemas de sus dedos paseando por mi espalda, me arqueé.
Escuché los pasos de esa persona que se alejaba.
Justin aceleró tanto su ritmo que perdí el control total de mis actos, no sabía ni mi nombre, no me acordaba ni de quien era.
- Dime que me necesitas tanto como yo a tí - susurró en mi oído mientras acariciaba mis muslos - quiero oírlo salir de tus labios - murmuró mientras mordía mi cuello, yo arqueé mi espalda.
- Dímelo - repitió mientras se movía dentro de mí, gemí.
Estaba apunto de llegar al orgasmo y el también, por lo que se movió mas rápido dentro de mí, gemí con fuerza, sin importarme nadie que estuviera allí fuera - necesito escucharlo.
- Te ... te necee..sito - susurré mientras besaba sus labios con fuerza, él pasó sus manos por mi cadera, apretándolas.
- Repítelo mi amor, repítelo - masculló mientras se movía aún mas rápido, yo suspiré y me fundí en su cuerpo, mas aún.
- Te necesito, te necesito, te necesito - repetí mientras sentía como todo el aire se escapaba de mi pecho, como si todo el mundo se detuviese y solo quedáramos él y yo.
- Te quiero - susurró esta vez él, y con sus movimientos rápidos, terminó, y yo con él, apoyó su cabeza en mi hombro y yo, volví al mundo real.
(Narra Justin)
Salí de dentro de ella, y esta se bajó de mi cintura, la miré a los ojos y eché sus cabellos hacia atrás, sabía que odiaba que le pusiera el mechón que le caía, detrás de la oreja por lo que no lo hice. Sentí su respiración agitada contra mi pecho.
No recuerdo cuanto tiempo nos quedamos así, mirándonos a los ojos, podía ver tantas cosas en su mirada oscura.
Sentí sus manos en mi pecho y supe que quería que me alejara de ella, y así lo hice, aunque la observé todo el tiempo.
No sabía como debía reaccionar ahora, como debía de hablarle.
Si las cosas iban a seguir como estaban, o volvíamos a ser ella y yo. ¡Siempre hemos sido ella y yo! incluso todos esos meses que tantos kilómetros nos separaban, solo eramos ella y yo.
Observé como podía su ropa interior y yo decidí ponerme mis boxers, ella se vistió completamente y suspiró sin mirarme.
Observé como se acercaba a la puerta, pero no la abrió.
- Naira .. - susurré, ella se giró para mirarme, sentí una descarga eléctrica al sentir sus ojos cristalinos mirándome, tragué saliva.
Iba a acercarme a ella, pero lo mas bonito del mundo me lo impidió. Su sonrisa. Su bella sonrisa. Y yo era el causante.
Me dedicó su bonita sonrisa, trasmitiendome seguridad.
Y yo se la devolví, esta me miró por unos segundos, hasta que abrió la puerta, no demasiado, y salió de esa sala.
Toda la seguridad que ella me había trasmitido con su sonrisa, se esfumó con el ruido de la puerta cerrarse.
~ 3 días después.
Hacía tres días que había echo el amor con Naira, tres días que la había sentido de nuevo junto a mí, y tres días que ella llevaba evitándome. Eso me comía por dentro.
¿Tanto le costaba admitir que es imposible? Que es totalmente imposible estar separados, es imposible.
Suspiré y salí de mi camerino con las maletas, ya nos íbamos del hotel, cambiaríamos de ciudad. Abrí la puerta y escuché un silbido, observé de donde provenía, del pasillo.
Me apoyé en la puerta, y observé como Naira se acercaba a la habitación que estaba justo a lado que la mía. La de Dan.
La miré bien, estaba... increíblemente preciosa.
Si no fueran las cosas mal, la cogería y la tiraría a la cama de mi habitación, para hacer el amor mil veces, de todas las maneras posibles, como si nunca lo hubiéramos echo, de una forma en la que no fuera legal en todos los países del mundo.
Ella elevó su mirada y se encontró con la mía, estaba a escasos metros de mí, pero no dudó en dar media vuelta.
Yo entrecerré la puerta y fui tras ella, cogí su brazo haciendo que me mirara, si así lo hizo, la miré fijamente.
- ¿Por qué me evitas? - pregunté en un susurro, ella me miró a los ojos mientras se soltaba de mi agarre, suspiré.
- Yo no te estoy evitando.
- Sí lo haces y además lo haces mal musité - ella me miró unos segundos y cogió aire, supe que se había dado por vencida y que iba a admitir que era cierto, humedeció sus labios.
- Eso no tuvo que haber pasado, ¿sabes? ya no hay ... nada entre tu y yo. No debí dejarme llevar así. No.. fue lo correcto - murmuró tan rápido como poco creíble, intenté no sonreír, ella mentía.
- Y... lo de "te necesito, te necesito" - repetí, imitándola, ella me pegó en el brazo y yo me eché a reír - enserio, ¿por qué? - susurré, ella me miró a los ojos, e hizo una mueca.
- Estábamos teniendo sexo, y eso era lo que tú querías oír.
- Así que, ¿no lo sentías en absoluto? - pregunté, pasando mi mano por su cuello, esta me miró a los ojos y negó con la cabeza. ¡Mentía! ¡estaba mintiendo y yo lo sabía! suspiré.
E intenté darle donde mas le duele a las chicas; la amistad.
-Bueno.. entonces, podemos ser amigos - musité serio y quitando mi mano de su cuello, ella se quedo mirándome fijo.
- ¿Lo estás diciendo en serio? - preguntó mirándome, asentí - ¿Tú eres tonto? - musitó y puso los ojos en blanco, aguanté mi risa de nuevo, y fruncí el ceño mientras la miraba - No se que idiota se invento eso de ser amigos después de una relación, ¿!Como vamos a ser amigos?! - exclamo muy enojada, la observé, parecida molesta, justo como yo quería que lo hiciera.
- ¿Por que no quieres ser mi amiga?
- Yo no puedo ser amiga de alguien como tu - masculló y la miré fijo - No puedo ser amiga de alguien por el que he sentido tantas cosas - musitó por lo bajo, yo la miré y me acerqué a ella.
- Si no las siguieras sintiendo, no tendrías ningún problema en ser mi amiga... ¿no? - pregunté mirándola a los ojos, ella miró mis maletas y dio media vuelta antes de voltear los ojos.
Me acerqué a ella y volví a cogerla del brazo, arrastrándola hacia mí. Su cuerpo se pegó tanto al mío, que escuché latir su corazón.
- Si es tu amiga implica esto, ¿¡como quieres que lo sea?! - musitó nerviosa mientras se intentaba separar de mí, la dejé.
- No, ser amigos de verdad. Que tú me cuentes todo lo que te preocupa, que podamos ir a dar una vuelta solos, salir a comprar. Yo podía contarte que tal con mis beliebers, con las chicas -musité y ella me miró a los ojos - Tú podrías contarme como te va con los chicos. Y yo podría decirle, como te conquisté. Podría anotarle mis truquitos en papel, ¿No te parece? - susurré mientras paseando las yemas de mis dedos por sus suaves mejillas. La miré a los ojos, y esta me sostuvo la mirada.
No sabía muy bien que pensamientos rondaban por su cabeza, ya que sus expresiones cambiaban cada segundo, la observé.
Ella suspiró con fuerza, y apretó sus ojos un momento.
- ¡No! ¡Claro que no me parece! - gritó desesperada y me empujó.
- ¿Por qué no? - pregunté acercándome a ella de nuevo.
- Te amaba, ¿como voy a ser capaz de escuchar como conquistas a una cualquiera? - gritó de nuevo, me acerqué.
- Deberías sentirte orgullosa, nadie, nunca, podrá superarte. Así que, tampoco sería para tanto - murmuré, y ella entrecerró los ojos. Entonces sus palabras se repitieron en mi cabeza.
- ¿Has dicho que me amabas? - pregunté dandome igual lo demás, ella me miro a los ojos, repasando las palabras que ella misma me habia dicho, la observé y ella me miró a los ojos.
- He dicho que.. ¡No vamos a ser amigos! ¿Me escuchaste? tu por tu lado, yo por el mio - exclamó de nuevo y pasó por mi lado empujándome, yo me reí entre dientes y me giré a mirarla.
- Por allí mi amor - musité señalando en la dirección en la que debía irse, ella apretó sus puños y salió disparada en esa dirección. No si antes dirigirme una mirada de odio.
Entonces se me ocurrió una de las ideas mas buenas del mundo. Gracias a mi madre y todas las películas de amor que veía y que me hacía ver a mi, por supuesto.
Basta de celos y de cosas absurdas, aunque.. gracias a eso la tengo aquí de nuevo, no era esa la parte que me tocaba ahora.
Cerré mi puerta, y me apresuré a llegar a la de Dan.
Toqué varias veces, desesperadamente, él me abrió la puerta.
- ¿Qué pasa? - preguntó algo extresado, yo me reí y entré.
- Tengo algo importante que decirte - murmuré y él me miró a los ojos, frunció su ceño - ¿Qué pasa? - pregunté y me reí.
- ¿Por que tienes esa buena cara? - preguntó y me miró fijamente, sonreí - ¿Qué ha pasado con Naira?
- Nada, solo quiero que me hagas un favor.
- Si ya, claro, nada - musitó sarcástico - No te veía esa cara de felicidad desde que Naira estaba aquí - musitó, yo reí.
- ¿Me vas a hacer el favor o no? - pregunté mirándolo, el puso los ojos en blanco y yo me volví a reír - ¡Por favor te lo pido!
- ¿De qué se trata esta vez? - preguntó mirándome.
- Necesito que un avión me mande ahora mismo para Las Filipinas. Necesito que me digas cual es el hotel en el que nos hospedamos y necesito que me digas cual va a hacer la habitación de Naira - murmuré mientras lo miraba.
- ¿Todo eso? ¿no sabes contar? eso no es solo un favor.
- ¡Ah se me olvidaba! también necesito que no abras la boca - murmuré y el alzó sus cejas - bueno y por último... que la habitación de Naira sea individual, ya sabes, solo una persona, ella. ¿Me entiendes? nada de doble habitaciones.
- Lo que me estás diciendo es que no quieres que Naira y su amigo se queden en la misma habitacion. ¿Es eso no?
- Exacto - murmuré y el se rió, lo miré fijo.
- Ni lo sueñes.
- ¡Por favor! confía en mí, es por un buena causa - murmuré y él se echó a reír de nuevo, intenté parecer serio, totamente.
Él me miró a los ojos y suspiró poniendo los ojos en blanco.
- Está bien, espero que de resultado eso que estás pensando, ya me inventaré una excusa. Ahora coje tus maletas, tendrás que ir en un avión público - murmuró mientras cogía su móvil de la mesilla de noche, yo abrí tanto los ojos que pensaba que se me salieron de las orbitas, el me ignoró completamente.
- ¿¡Qué?! ¿¡en un avión público?! - pregunté algo sorprendido. Él me dedicó una sebera mirada, yo lo miré fijamente.
- ¿Quieres hacer eso tan importante o no? - preguntó de nuevo.
Yo apreté mis ojos y pensé un momento.No podía ser tan malo. ¿No? Seguramente Kenny me acompañara, y bueno quien sabe, alomejor conozco alguna de mis beliebers, o a lo mejor a cientos de ellas. Bueno.. que sea lo que Dios quiera.
(Narra Naira)
Me fui resignada a mi habitación y me senté en la cama.
Esto era totalmente absurdo. Había venido para vengarme de Jusitn y al segundo día me acostaba con él. ¿¡Qué clase de vengadora soy yo?! Suspiré y me tiré en la cama boca arriba.
No podía sacarme de la cabeza sus besos... parecían tan llenos de anhelo, de pasión... sus caricias, que recorrían todo mi cuerpo de arriba a abajo, Suspiré con fuerza.
Soy una idiota, no debería de haber venido aquí.
Sentí la puerta abrirse y me incorporé, era Luis.
Me miró a los ojos y se acercó para sentarse en la cama de en frente, mirándome a los ojos, sabía lo que estaba pensando.
- ¿Tienes algo que contarme? - preguntó con la voz ronca, yo lo miré fijamente sin saber que decir - supongo que no, puesto que Dan al ver el numerito que montasteis mandó a cerrar todo el sector para que ustedes difrutaraís placidamente - dijo sarcástico, y echó una risa amarga, yo tragué saliva, que vergüenza - No voy a decirte nada - musitó mientras me miraba a los ojos - Bueno sí, voy a decirte que eres una necia.
- ¿Qué? - pregunté algo confundida, él suspiró.
- ¿Piensas que todo va a volver a la normalidad porque te de un par de besos y te diga que te quiere? La confianza, si se va, no vuelve más, Naira, nunca. ¿Y tú lo perdonas así como así?
- Yo .. - el me interrumpió de nuevo, parecía enfadado.
- Él se sorprendió de la forma inhumana de lo que te echaba de menos.... que estúpido - murmuró, yo tragué saliva, me miró fijamente - supongo que no espero una respuesta - murmuró levántandose y pasandome su móvil, lo observé - llama a tu madre. Ayer parecía algo preocupada, pero claro, se ve que tú tenías otras cosas mas importantes que hacer.
- Lo siento - murmuré y mordí mi labio, el me observó y se sentó a mi lado, yo me giré para mirarlo y él pasó su mano por mi mejilla, mordí mi labio con mas fuerza, quería llorar.. de nuevo.
- Cuando tu madre vuelva, me iré - musitó mirándome a los ojos.
- ¿Qué? No.. - me interrumpió y mis ojos se aguaron.
- Estoy aquí para cuidarte, una vez que esté tu madre aquí, no tendré nada que hacer. Agradecería no verle la cara día a día al causante de que hayas estado llorando tres de los cinco meses que estuviste conmigo - murmuró y apretó su mandíbula.
Lo observé, sabía que esto le dolía, pero no mas que a mí.
Llamé a mi madre, y se emocionó. Sí, es un poco estúpida.
Como si hubiera hecho algo extroardinario.
Dijo que no sabía si incorporarse a la gira, ya que mi primo aún estaba en tratamiento. Ya lo habían sacado del hospital, ya andaba y hacía vida normal, pero aún se medicaba.
Me moría de ganas de verlo.. ¡agg! yo y mis estúpidas ideas.
En unas horas fuimos al aeropuerto, miles de personas nos esperaban, bueno, le esperaban a él. Pero no lo vi por ninguna parte. ¿Donde estaba Justin? Subimos al avión, pero tampoco estaba. Esto era muy raro, pero.. ¿Que mas daba?
Suspiré y me senté en un silla individual, no quería compartir silla con nadie, pero sin embargo había una justo a lado, separada por una mesilla. Suspiré y dirigí mi mirada hacia la ventana mientras veía como despegabamos.
Me sumergí en las nubes, y el cielo azul, y me perdí tanto en mis pensamientos, que cuando me di cuenta ya habíamos llegado.
En todo el camino, no entablé ni una palabra con nadie.
Luis se mantenía a mi lado, pero no decía nada, y la verdad es que yo tampoco tenía demasiadas ganas.
Nos subimos en el coche con Bob, y me extrañé no ver a Kenny, ¿donde demonios estaba todo el mundo? Suspiré.
El hotel estaba a las afueras de la capital, por lo que estuvimos mucho tiempo en coche. Oh dios, como odio eso.
Suspiré y me centré en pensar como sería la actuación de esta noche, todos los paparazzis se habían puesto las pilas al verme.
Sonreí al ver el gran hotel donde nos hospedabamos.
Salimos del coche y entramos en la recepción, una vez allí nos asignaron las habitaciones, me sorprendí al ver que yo tenía una tarjeta, y Luis otra. ¿Habitaciones separadas? fruncí mi ceño.
Subimos en el ascensor todos juntos y Dan se paró a mi lado.
- Bueno, será mejor que te instales, luego.. tenemos que hablar de unas cosas. La gente se ha dado cuenta de que estás aquí, quieren entrevistas, exclusivas... ya sabes - murmuró, yo puse los ojos en blanco y él rió pasando su mano por mi hombro.
- Ya me había acostumbrado a vivir en el anonimato -bromeé mientras pasaba la tarjeta por la puerta, Dan rió y yo me di la vuelta para mirarlo - Lo bueno dura poco ¿no? - pregunté sonriendo, pero el ya no me miraba a mí, miraba mi habitación.
Yo me giré para mirarla, y entré en ella, llevé mis manos a la boca, ¿Que era todo esto? esto no podía ser real.
La habitación estaba llena de flores, de flores preciosas.
Su aroma llenaba toda la habitación, era increíble.
Había un gran pasillo formado por la ausencia de flores, ese pasillo llegaba hasta la cama. Abrí tanto los ojos que pensaba que se me iban a salir de su sitio. Miré toda la habitación y miré el numero de la tarjeta. Esta no podía ser mi habitación.
Con el corazón en la boca, caminé por ese pasillo, hasta llegar a la cama, donde había una carta, todavía estaba convencida de que no era para mí hasta que ví mi nombre escrito en un sobre, con la letra de Justin, la cogí entre mis manos y miré a Dan, se encontraba justo detrás de la puerta, observandolo todo, no tardé en abrir la carta, mis manos temblaban, como nunca, pensaba que se me iba a salir el corazón por el pecho, nunca había estado tan nerviosa en mi vida. Y mas sabiendo que esto venía de el.
Que esta carta estaba escrita de su puño y letra. Eché un vistazo a toda la habitación de nuevo y miré la carta, ¿¡Qué diablos?!
La abrí tan rápido que temí romper el papel que había dentro.
"Si lo te estás preguntando, es que es lo que pretendo, ¿Acaso no está muy claro? Quiero volver a conquistarte, de la forma en la que nadie jamas lo haya echo, incluso yo. Voy a ser clásico, romántico, y todo lo que tú quieras que sea... solo por tí. No voy a intentar besarte, a no ser que tú me pidas que lo haga, no voy a obligarte a que tu corazón se abra de nuevo para mí. Voy a ayudarte. Voy a ayudarte a que tus labios quieran besarme, y a que tú corazón quiera volver a latir por cada beso que te doy.
Porque te quiero. ¿entiendes? te quiero, te quiero, te quiero con cada poro de mi piel. Siempre tuyo, Justin"

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