domingo, 4 de diciembre de 2011

Capítulo 126; Bienvenido.

(Narra Justin)
Me dirigí hacia ellos,podía sentir mi puño cerrado en la cara de ese idiota, lo veía, lo sentía, pero de repente... una mano me detuvo, me giré, iba a apartarme, iba a hacerlo, pero... esa mano era la de mi madre, por lo que me quedé quieto.
-¿A donde te crees que vas? - preguntó mirándome, yo volví a mirar a Naira que estaba haciendo su prueba de sonido.
- Voy a hablar con ella - mentí mientras la miraba.
- Eso no era lo que ibas a hacer Justin, ella ha venido. Ella está aquí, eso es lo que tú querías ¿o me equivocó?
- Pero no así - mascullé entre dientes, ella dejó de retenerme para acariciar mi mano con dulzura, yo suspiré, ella sonrió.
- Bueno, esto es un primer paso, ella está aquí,y es por algo, si no, no habría vuelto, ¿no crees? - preguntó, yo la miré.
- Sí, para restregarme a su nuevo novio y que yo le rompa la cara - mascullé mientras los miraba, mi madre apretó mi brazo.
- ¡Deja de ser tan impertinente! Lucha por ella Justin.
- ¿Cómo? - pregunté, mientras mordía mi labio, quería llorar.
-Bueno, ella ha vuelto por alguna razón, ahora, tienes que hacer que se de cuenta de como te sientes, y como la extrañas, pero... eso ya es cosa tuya Justin, y no creo, que dirigiéndote a ella como has hecho hasta hora, y como ibas a hacer si yo no llego a pararte, no es la mejor manera - murmuró, yo la miré.
- Ya pero... - me interrumpió.
-Pero nada, trata de ser cordial con ella - murmuró mientras soltaba mi brazo y subía su mano hacia mi cara, la acarició - Si quieres verla de vuelta aquí - susurró esta vez y me sonrió.
Intenté sonreír, pero me salió una mueca algo rara, ella soltó una carcajada, yo puse los ojos en blanco y me giré de nuevo.
Estaba realmente hermosa, estaba diferente, mas... madura.
Sí, lo sé, solo pasaron cinco meses, nadie cambia tanto en cinco meses pero... en este caso sí, ella.. estaba diferente.
Suspiré y me apoyé en la pared, observándola, su música sonaba, ella caminaba por el escenario al ritmo de la música, mientras sostenía el micrófono en la mano, el idiota, estaba justo abajo, mirándola, ella le sonrió y escuché su voz de nuevo. Sentí escalofríos. Mas escalofríos, ¡dios!
Todos los pelos de mi cuerpo se pararon al escucharla cantar de nuevo, lo hacía tan casualmente, como si no supiera lo que me provocaba con su voz, cerré mis ojos, este era el mejor sonido del mundo entero, sí... sin duda lo era.
Escuché una risa y abrí mis ojos para volver a mirarla, esta vez movía un poco su cuerpo al ritmo de la música, mi corazón latió a 10000 por hora cuando vi al ritmo al que sus caderas se movían, la observé, ella se echó a reír de nuevo mientras miraba a su amigo, luego miró a su alrededor, miró despreocupada a la izquierda y allí estaba yo, retuve mi mirada con la suya.
Ella cantó mientras me miraba fijamente, podría decir que ni pestañeaba, bueno... ni si quiera me había fijado en si lo hacía o no. Estaba... estaba en otro mundo, en nuestro mundo.
La sentí, sentí que ella estaba aquí de nuevo, que ella estaba conmigo, cuando la vi cantar mientras me miraba a los ojos.
No estábamos a mucha distancia, unos cuantos metros, ni si quiera entendía como no me había visto antes, suspiré.
Ella dejo de cantar y apartó el micrófono de su boca, observé cada gesto que hizo hasta que la melodía dejó de sonar.
Me miró durante unos cuantos segundos más, hasta apartar su mirada de la mía y mirar al suelo, seguí mirándola pero ella esta vez bajó del escenario y se sentó al lado del idiota, este acarició su muslo y la miró, apreté los ojos y me fui de allí, pasé por delante de todos y fui a parar a la última sala, donde no había absoulatemente nadie, me senté en el sofá y tapé mi cara con mis manos. Esto no podía ir peor. ¿O sí? no quería ni pensarlo.
Pensaba que no podía sentirme aún mas mal de lo que me había sentido cuando ella se había ido, pero ahora sé que sí.
Tenerla aquí, tan cerca, y no poder tocarla, ni besarla... es aún peor que todo lo que pasé esos cinco meses, los peores.
Sentía mis ojos aguados, pero ni me preocupé por las lagrimas que saldrían en unos segundos, y así fue.
Volvieron a deslizarse por mi cara gotas de agua cristalinas, volvía a llorar por ella, por el amor de mi vida.
Mordí mi labio con fuerza para no comenzar a sollozar de nuevo, suspiré y miré a mi alrededor... estaba completamente solo.
Y no hablo de en esta sala, estoy solo, estoy solo de verdad.
Tengo a mi madre, a mis hermanos, tengo a mis amigos, a mis beliebers, pero... me falta ella, la unica pieza que me falta para encajar el perfecto puzle es ella. ¡Mierda! Eso es lo que soy.
No pude contenerme las ganas y le pegué una patada a la mesita que se encontraba enfrente del sofá, de repente, observé como alguien entraba en la sala, no podía ser, era él.
El idiota amigo de mi mujer, había entrado en la sala y me estaba mirando justo en este momento, me pregunto que estará pensando, al verme aquí, pegándole patadas a las cosas y llorando. Como un niño. Me miró fijamente y sonrió.
¿Sonrió? Sí, echó una sonrisa de superioridad, como si se alegrara de mi estado emocional en este momento.
Iba a seguir de largo pero yo me levanté del sofá y me acerqué.
- Eh - mascullé cuando estaba lo bastante cerca, él se giró y yo sin pensármelo dos veces le pegué un puñetazo en toda su cara con todas mis fuerzas, me sacudí la mano, eso había dolido.
Él me miró por unos instantes mientras apretaba sus puños.
- Bienvenido - mascullé mientras secaba mis lagrimas con la mano, él me miró a los ojos y momento y me preparé, pensé que iba a intentar pegarme, y así lo hizo, no hice nada por evitarlo.
Sentí su puño en mi labio, y acto seguido escuché un pequeño gritó ahogado proveniente de la puerta, era ella, era Naira.
Toqué mi labio con cuidado, no me había echo sangre.
Me iba a acercar de nuevo a él, pero Naira se puso entre nosotros, mirando hacia el idiota... no recuerdo su nombre.
- ¡Para! ¡Déjalo ya! - exclamó mientras lo miraba, él no apartaba la mirada de mí, yo observé a Naira y ella me observó.
Miró mi labio que en cuestión de segundos se había hinchado, y ella apretó sus labios con fuerza, como si quisiera llorar.
Enseguida se me aguaron los ojos también, ella se acercó a mi, me miró a los ojos, y la sentí de nuevo, como en el escenario, fui a pasar una mano por su mejilla, pero una mano la agarró, apartándola de mi, ella giró su cara para mirar al idiota y suspiró con fuerza, luego volvió a mirarme, y tartamudeó varias veces.
- Dejalo ya, Justin - susurró con un hilo de voz - Se acabó - masculló y calló encima de mí como un balde de agua fría, como cuando me lo dijo aquella noche, como cuando pensé que no se ib a a ir de mi lado y lo hizo, mi labio tembló y segundos después lagrimas comenzaron a salir de mis ojos, ella me miró, tenía la respiración agitada, negó con la cabeza y cerró sus ojos.
Se dio la vuelta, pero mi corazón actuó antes que mi cerebro, sujeté su mano con delicadeza, no obligándola a que se quedara, si no rogándoselo, ella giró su cabeza para mirarme.
- Hablemos - le pedí mientras acariciaba su brazo, ella me miró unos segundos, la conocía tan bien que deduje que estaba en una lucha contra su cerebro y su corazón, suspiró.
- No hay nada de que hablar.
- Si lo hay, tu mirada me lo dice.
- Mi mirada te dice que me duele que esto alla acabado así, se ve que no podemos vernos si no volvemos a hacer como antes - masculló entre tartamudeos, la observé - Pero, no voy a irme.
- Por.. - ella me interrumpió, apartándo mi mano de su brazo.
- No voy a irme, no voy a volver a irme por tí. Pero tampoco voy a quedarme por tí - masculló apartándose de mi, suspiró.
No tenía respuesta a eso, no pude decir nada más, ella estaba en su derecho de no querer hablar conmigo, asentí.
- Como quieras - musité con un hilo de voz, ella me miró extrañada, y yo suspiré - como quieras - repetí.
Ella me miró a los ojos por unos segundos y se alejó de mí.
- Te quiero - susurré cuando ella ya estaba lo suficiente lejos para no escucharme, aunque desearía que lo hubiera echo.
(Narra Naira)
Salí de alli lo antes posible y Luis me siguió, ni si quiera lo miré cuando salí de allí y me subí en el coche con Kenny para que me llevara al hotel donde ellos se estaban hospedando.
- Naira - susurró una vez estabamos en el coche, yo miré hacia la ventana, intentando ignorarlo, mordí mi labio ccon fuerza.
- ¿Qué? - pregunté de mala manera sin mirarlo, suspiró.
- Te aparté de él porque sabía que ibas a caer de nuevo, no tienes por que enfadarte conmigo, lo hice por tu bien.
- ¡¿Y también le pegaste por mi bien?! - exclamé nerviosa - ¡Me dolíó mas a mi que a el! ¡Joder! - grité y Kenny me miró extrañado, sin entender nada, ya que hablabamos español.
- No, eso fue asunto mío - murmuró y yo lo miré.
- ¿Perdona? ¿Asunto tuyo? te dije que no te metieras en esto.
- Él me desafió - masculló entre dientes.
- ¡No me importa!
- No querías que le pegara.
- Preferiría que no lo hubieras hecho.
- ¿Por qué? él te míntió - masculló entre dientes, yo lo miré fijamente, él no entendía nada, absolutamente nada.
- Me da igual. ¡Me da igual! - grité de nuevo - No quiero que vuelvas a tocarle - musité con un hilo de voz, el me observó.
- Pero... ¿¡Por qué!? - gritó esta vez él, lo miré.
- Me duele Luis...
- Le quieres - me acusó, como si estuviera cometiendo un delito, lo miré fijamente - es eso ¿no? Le sigues queriendo.
- No es que lo siga queriendo, es que nunca he dejado de hacerlo - mascullé y lo miré, parecía que le dolía.
¿Por que? Solo somos amigos, él y yo.. siempre hemos sido amigos, solo amigos, entonces.. ¿porque estaba así?
Él hizo una mueca y salío del coche, dando un portazo.
Genial - pensé. Encima ahora se enfada conmigo.
¿Algo podía ir peor? No sé que pusieran una bomba en mi habitación, o que me atropellara un coche al salir del hotel.
Creo que ni si quiera eso podía hacerme sentir tan mal como estoy ahora, suspiré con fuerza y froté mis ojos.
- Nai ... ¿Va todo bien? - preguntó Kenny, yo levanté mi cabeza.
- No - murmuré e hice una mueca, ¿por que mentirle?
- Dale tiempo - musitó y se giró para mirarme, lo miré.
- ¿Qué? - pregunté media perdida, él me sonrió con dulzura.
- A Justin. Dale tiempo. Con el tiempo entendérá que lo vuestro se terminó - murmuró y mordí mi labio para no llorar.
¿Entender que lo nuestro había termiando? No quería que lo entendiera. Ni si quiera yo era capaz de enterderlo.
- Y entender de que ahora hay alguien en tu vida - musitó de la misma forma que antes, yo lo miré y fruncí el ceño.
- ¿Qué? ¿De quien hablas? - pregunté y sacudí mi cabeza.
- De tu... bueno, del chico este - murmuró e hizo un gesto con la cabeza hacia donde Luis se encontraba, yo abrí los ojos.
- ¿¡Qué?! - repetí - No, no, no, él no es mi novio, Kenny.
- ¿Ah no? - preguntó con el ceño fruncido, yo lo miré.
- No, no lo es, solo es un amigo de la infancia.
- ¿Un amigo de la infancia? - preguntó confundido.
- ¿Es que crees que traería aquí a mi novio? Si lo tuviera.
- Bueno, eso es lo que cree todo el mundo, incluso Justin - masculló y yo abrí lo ojos - ¿Qué? deberías habertelo imaginado.
- Yo... soy estupida - murmuré y me lleve la mano a la cabeza.
- Si no es tu novio entonces, lo de... que con el tiempo entendería que lo vuestro ya no funciona, mejor.. que olvides lo que te he dicho - masculló entre risas, yo uní a él - No te preocupes.
- Sí, será mejor que.. bueno que me vaya a dentro.
- Exacto, mañana te espero aquí por la mañana.
- Vale, gracias Kenny - murmuré y le dediqué una sonrisa antes de abrir la puerta y salir del coche, él me la devolvió.
- ¿Sabes? mañana viene mi mujer, y mi hijo - murmuró y yo abrí los ojos- ya sabes, le gustaría conocer esto y así te presento a Junior - murmuró ilusionado, yo sonreí de la misma forma.
- Estoy deseandolo - musité, el me sonrió, y picó su ojo.
Entré en el hotel, estaba deseando que fuera mañana.
Me encontré a Luis ya con la llave en la mano.
Entré en la habitación y nuestras maletas ya estaban allí.
Saqué mi pijama y me metí en el baño, aún era temprano.
Quité mi ropa mientras me miraba al espejo.
Mi cuerpo había cambiado un poco en estos meses.
Estaba mas... ¿desarollado? no sé, estaba diferente.
Solté mi pelo y lo sacudí mientras seguía mirándome.
Varias cosas absurdas pasaron por mi mente hasta que decidí meterme en la ducha, sentí el agua caer por mi cuerpo.
Era tan relajante.
Terminé de ducharme, y salí del baño ya con el pijama.
Me sorprendí al no encontrar a nadie en la habitación, ¿donde estaba Luis? Suspiré y me tiré literalmente a la cama.
No podía sacar su mirada de mi cabeza, tampoco como me sentí cuando vi a Luis golpearlo... fue horrible, lo peor.
No recuerdo nada más, solo que me quedé dormida.
Al día siguiente me desperté bastante pronto, Luis estaba durmiendo en la cama de al lado, suspiré alividada y me dirigí hacia la maleta.
Saqué la ropa que me pondría hoy y me peiné.
Estaba nerviosa y emocionada, hoy era el primer show que daríamos en este país. ¡Estaba mas que emocionada!
Me tomé mi tiempo en prepararme, tanto que cuando terminé mi movíl sonó, por lo que Kenny ya estaba esperandome abajo.
Miré a Luis que aun dórmía y cogí un trozo de papel.
"He ido a ensayar. Cuando te despiertes llamame"
Se la dejé en la mesa de noche y cogí mi movil.
Bajé y efectivamente Kenny estaba allí esperándome, le sonreí y me subí al coche, el me observó un momento, yo me reí.
- Estás muy guapa, pequeña - murmuró, yo sonreí.
- Gracias, grandullón - murmuré y el rió, miré hacia atrás - ¿Y tu mujer y tu hijo? - pregunté algo desilusionada, el me sonrió.
- Tengo que ir ahora a buscarlos, ¡estoy nervioso! - musitó mientras observaba como llegabamos a el estadio, yo abri muchos los ojos al ver la cantidad de gente que había allí, Kenny siguió hablando y hablando mientras yo veía como todas las beliebers vestidas de morado miraban y gritaban observando a Kenny, sí, yo también estoy nerviosa - pensé para mí.
Entró al parking y yo aún estaba en shock. Había demasiada gente allí fuera, yo sacudí mi cabeza y salí del coche con rapidez.
Cuando entramos allí, escuché sonar "one time" suspiré y cuando entré lo ví. Estaba con el micrófono en la mano mientras caminaba por el escenario, yo llegué y me senté en uno de los asientos, no era capaz de despegar mi mirada de él.
Miré a mi alrededor, en unas horas esto estaría lleno de gente.
Gente que no sabía que yo era la telonera en estos conciertos.
El estadio era bastante grande, sonreí para mis adentros.
La melodía cambió de repente, dejando pasar a una bastante familiar. Aún recuerdo cuando la estabamos componiendo.
Suspiré y respiré hondo, Justin se dio cuenta de mi presencia cuando Charly se acercó a mí para pedirme un favor.
Ni si quiera le estaba prestando demasiada atención, ya que Angela acababa de entrar en el estadio y acababa de pasar por mi lado mientras cantaba mi parte. Sacudí mi cabeza.
- ¿Me la traes o no? - preguntó Charly, yo lo miré.
- ¿El qué? - pregunté algo aturdida, el rió.
- La caja que esta en la habitación tres.
- Vale - murmuré y me levanté de mi sitio.
Pasé por debajo del escenario y Justin clavó su mirada en mí.
Le dediqué una mirada y me dirigí hacia la habítación.
Miré a mi alrededor y entré en la sala donde se encontraban todos los altavoces de recambio y esas cosas, yo suspiré.
¿Donde se supone que estaba esa caja? Me agaché mientras miraba la cantidad de cajas que había allí,cuando de repente sentí una respiración justo detrás de mí, me giré, sobresaltada.
Era él, era Justin, me miró de arriba a abajo y yo lo observé.
- ¿Buscas algo? - pregunté mientras me cruzaba de brazos, el me miró serio y volvió a pasear su mirada por mi cuerpo.
- A tí - susurró mirándome a los ojos, yo alcé las cejas.
- ¿Cómo?
- Que te busco a tí, y no voy a parar hasta encontrarte.
- ¿Quieres que te de un buen consejo? - pregunté y el se acercó a mí - Olvídame. Se acabó. Deja de decir gilipolleces - mascullé y lo empujé, el hizo una pequeña mueca de dolor y se acercó.
- ¿No tienes algo mejor que hacer que estar aquí?
- No - contestó y me miró fijamente, seguí buscando la caja.
- Deberías de estar ensayando - le recordé, el me miró.
- Ya he terminado.
- No, aún te falta cantar la canción con tu amiga Angela.
- No quiero ensayarla... - susurró, yo lo miré a los ojos y lo comprendí, me eché a reír levemente, y el me miró raro.
- ¿Tienes cojones para cantarla con ella cuando estoy a miles de kilómetros, y no eres capaz de cantarla ahora? - pregunté y el tragó saliva - ¿Es que además de ser un cabrón, te echas a atrás ahora que estoy yo aquí? - pregunté y el me miró a los ojos fijamente, él mordió su labio y yo me giré para irme, pero sentí su mano agarrándome la muñeca con firmeza, suspiré.
- No te vayas - susurró y yo lo miré a los ojos.
- ¿Qué es lo que quieres? - pregunté y él me miró.
-Perdoname - susurró de nuevo mirandome de esa forma que hacia desarmarme, yo suspiré y lo miré fijamente.
-¿Por que exactamente? ¿Por haber estado apostando y jugando conmigo, o por cantar las canciones que tu y yo habiamos compuesto cuando estabamos juntos con una chica que no soy yo? - pregunté, él me miró fijamente y suspiró.
-Por todo... perdoname - susurró y acarició mi mano, yo bajé mi mirada y sentí escalofríos cuando el estrelazó nuestros dedos.
-No hay nada que perdonar, me eres indiferente , hace tiempo me preocupaba, pero ya no - murmure mirandolo, me volvi a girar y noté como me volvía a agarrar, suspiré, esta vez estabamos tan cerca, mi nariz rozaba con la suya, suspiró, cerró sus ojos.
-Deja el rencor a un lado Naira - susurró, yo lo miré.
- ¿Qué?
-Mirame a los ojos y... - susurró pero lo interrumpí.
-¿Y dime que no me quieres? Eres muy típico.
- A ti te gusta lo típico, ¿recuerdas? - preguntó con una sonrisa amarga, yo lo observé - Como cuando te despertaba a la madrugada con mis besos.... como te gustaba que te hiciera cosquillas para dormirte, como te estremecías al pasar mi mano por el final de tu espalda - susurró y acarició mi mejilla, esta vez mordí mi labio con fuerza, quería llorar, me solté de su agarré y lo empujé. Él me miró a los ojos por un minuto, y yo no pude evitar ponerme a llorar. Él me miró fijamente, y yo volví a girarme.
- ¿A que juegas Justin? - pregunté escupiendo las palabras y alejándome de él,esta vez su mano me agarró con mas fuerza, atrayéndome aún mas fuerte hacia él, sintiendo todo su cuerpo sobre el mío y como su mano acariciaba mi espalda, notaba su respiración agitada. Pasó su mano por mi mejilla, apartando las lagrimas que ahora resvalaban por ellas, él tragó saliva.
- No te vayas - me rogó casi entre mis labios - te necesito Naira.
- Suéltame - susurré, él abrió sus ojos y negó con la cabeza.
En cuestión de segundos sentí sus labios sobre los míos.
- ¿Tanto te cuesta entenderlo? - preguntó y rozó sus labios con los míos de nuevo - ¿Tanto te cuesta entender que no soy nadie sin ti? - preguntó y pegó su frente con la mía, sentí algo húmedo en mi mejilla cuando el pasó sus manos por mi cintura y me abrazó. Él estaba llorando, mordí mi labio con mas fuerza aún.
Pero lo único que conseguí fue llorar con mas fuerza.
- Déjame intentarlo - susurró en mi oído, me estremecí - Dios, te necesito tanto... me vuelves loco Naira, te juro que lo haces - susurró de nuevo y se separó para mirarme a los ojos, suspiré.
Volvió a acercarse de nuevo, y sentí que me faltaba el aire.
Su lengua no tardó en abrirse pasó entre mi boca y yo..
yo perdí el control. Dejé de recordar mi nombre y perdí la cordura cuando Justin separó mis labios de los suyos y bajó hacia mi cuello. Hacía cinco meses que no sentía esto, y sentía que en cualquier momento iba a explotar de placer y pasión.
- Te necesito ... - volvió a susurrar mientras sus labios recorrían todo mi cuerpo, sin censura. Pensaba que estaba soñando.
En un abrir y cerrar de ojos me encontraba subida entre su cintura, y con sus manos desnudándome al completo.
Algo dentro de mí, me decía que debía parar, pero.. ¿Que era esa parte comparada con todo mi cuerpo? El que me pedía que le arrancara la ropa a mordiscos, estaba como loca.
- Para - murmuré y Justin dejó de besar mi cuello y me miró, yo tiré de su camisa hacia arriba, casi arrancándosela.
- ¿Qué? - preguntó mientras acariciaba mi espalda.
- Que ... pares - murmuré entre suspiros mientras Justin desabrochaba mis pantalones, mi espalda se encorvó.
- Me lo pones muy dificil - murmuró entre mis labios, yo solté un gemido cuando el pasó su mano por mis pantalones.
De un salto me puse en pie, y me alejé de él, este se apoyó en la pared y me miró fijamente a los ojos, sin entender nada.
Ni si quiera sé en que estaba pensando, en mi mente solo paseaban imagenes de Justin y yo acariciándonos y comiéndonos a besos, él mordió su labio y lo observé.
Se acercó a mí y yo retrocedí unos pasos, luego volví a observarlo. Estaba sin camisa, con el pelo alborotado.
Sacudí mi cabeza y me giré para irme, pero esta vez, no fue su mano la que me lo impidió, fui yo misma.
Iba a terminar lo que yo misma empecé.

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