sábado, 3 de septiembre de 2011

Capítulo 65: Nadie se muere de anemia.

Justin alzó la vista clavando sus ojos en los míos.
-Me siento mal- musitó.
-¿Porqué?-pregunté mientras me incorporaba.
Justin suspiró y se dispuso a hablar mientras se le trababan las palabras sucesivamente y movía mucho las manos.
-No estoy seguro de que esto sea bueno se me ha ido de las manos...Yo te quiero mucho Naira y no quiero perderte
Pero estoy poniendo tu salud en peligro y eso no me gusta nada- dijo mirándome.
-Justin solo ha sido un desmayo- dije entrecerrando los ojos.
-¿Y qué? Te podría haber pasado algo peor- dijo mirándo al suelo, mientras jugueteaba con sus manos.
-No, es solo anemia, no me estoy muriendo.
-¿No debería preocuparme porque por mi culpa de has demayado en mis brazos?-preguntó con un tono irritable.
-No ha sido tu culpa- dije algo enfadada.
-He sido muy egoísta contigo- musitó.
-Justin si tienes algo que hacer o decir hazlo ya- dije firme aunque por dentro me ardía el corazón.
-No puedo- susurró sin dejar de mirar al suelo.
-¿Consideras que deberíamos dejar esto?-pregunté tragando saliva y temía su respuesta.
Justin alzó la vista y pude observar que estaba llorando.
Enseguida entendí la gravedad que el le daba a todo esto.
"Solo es anemia" pensaba una y otra vez.
Me resultó gracioso el pensar que en un par de años le diría a la gente, "nuestra relación se acabó porque yo sufría de anemia".
-Yo te quiero...- susurró él volviendo a mirar al suelo y ví como las lagrimas caían al suelo.
-Justin… no me dejes sola, déjate de tonterías- musité con nudo en la garganta, que no me bajaba.
-No te voy a dejar sola,solo quiero aclarar las cosas entre nosotros,
démonos un … tiempo para pensar, seguimos estando juntos, todo el mundo sabe que estamos juntos y nadie mas que yo sabe que te quiero y que te querré siempre- dijo intentando convencerme.
Hubo unos segundos de silencio hasta que contesté.
-Como quieras- susurré sin tan siquiera mirarlo.
-Naira..-susurró sujetando mi cara, haciendo que lo mirara.
-¿Qué?
-No te merezco- dijo por última vez.
Esto debe de ser una broma- pensé.
No me puede estar pasando esto.
No le contesté a su supuesta afirmación.
Tampoco es que yo fuera la reina de Inglaterra para qué el no me mereciera,solo era una chica normal, no me explicaba porque decía semejante estupidez.
En realidad tenía ganas de decirle que no, que era una tontería lo que estaba haciendo, es un idiota.
Pero ¿de qué serviría?
Es un imbécil al pensar que me he desmayado por su culpa.
Debe ser que aquí en Canadá la anemia es mas grave que en España- pensé.
Nadie se muere de anemia- repetí para mi misma una y otra vez.
Justin no dijo nada, solo se quedó mirando al suelo.
No caían lagrimas por mis ojos, no podía llorar.
Muchas veces había pasado todo eso, pero no insistí, solo le dije “Como quieras” Ahí fue mi error.
A lo mejor el esperaba mucho más de mi.
Pero por o pronto era yo la decepcionada por su reacción
y su estúpida decisión de dejarnos por un tiempo.
No sé cuánto tiempo estuvimos así en silencio, sin mirarnos, sin hablar, me costaba hasta respirar.
Tenía un gran nudo en la garganta, que no me dejaba llorar.
Pero me dolía todo el cuerpo, era una sensación extraña.
Necesitaba llorar, pero no podía, era como si mi cuerpo se hubiera quedado sin lágrimas las cuáles echar.
Al cabo de un buen rato entró mi madre por la puerta, yo elevé la vista y Justin se pasó la manga de su chaqueta por la cara, secando sus lágrimas.
Pude observar a Caitlin fuera.
-¿Puedo pasar?-preguntó mirándome.
Yo asentí y suspiré.
Fue en ese momento cuando me dí cuenta de que todo había cambiado en mí al ver a Caitlin me dio un vuelco al corazón y esta vez si me salían las lagrimas, fue como si solo necesitara, verla para darme cuenta de lo que realmente pasaba.
-¿Qué te pasa?- dijo Caitlin y Justin enseguida elevó la vista.
-Nada- dije frotándome los ojos con fuerza.
También pude ver a Patri, la cúal entro con una sonrisa en la cara.
-Podeís dejarme sola un momento- dije con la voz entrecortada.
-Pero si acabo de llegar- dijo Patri.
-Vamos- dijo Caitlin cogiéndo el brazo de Patri.
Luego se acercó a mí y me besó la frente, acto seguido me cogió la mano y me puso algo dentro, me quedé mirándola fijamente y le sonreí como pude.
Justin se levantó de la silla y me miró.
-Estaré fuera, avisame cuando quieres que entre- dijo con su mirada clavada en mis ojos.
-No hace falta, si quieres puedes irte- musité abriendo mi mano.
-No, quiero quedarme - dijo, yo lo miré.
-Justin- dije y el se volvió mirándome.-Dejándome no conseguirás que la anemia desaparezca.
-No pretendo dejarte- contestó mirándome a los ojos.
Luego apartó su mirada y cerró suavemente la puerta.
Cuando entré de nuevo en el mundo, intentando olvidar las palabras de Justin, me centré en mi mano y en lo que Caitlin había dejado en ella. Era una pulsera, muy bonita con bolitas blancas y una cruz que colgaba sobre ella, detrás de la cruz ponía Caitlin. Me emocioné muchisimo y me la puse. Las lagrimas caían incontroladamente por mis ojos.
Tal vez por Justin, o tal vez por el regalo de Caitlin. ¿Qué sería ahora de mi? Quiero decir… sabía que esto no era un adiós. Ni si quiera me daría tiempo de decir “Hasta luego”
Justin y yo volveríamos a estar juntos, es más, estamos juntos...Bueno no sé ni lo que digo.
Él me dio a entender que para todo el mundo seguiríamos juntos, incluso para él, que no "pretendía dejarme"
¿Cómo sería eso? yo realmente no lo entendía. ¿como debía portarme cuando lo viera?
Qué sería la mayoría del tiempo, pues era imposible no estar juntos ahora, ya que nuestras madres no se despegaban ni un segundo. La puerta se abrió y yo solo elevé la vista.
Ahí estaban los chicos, Chris Chaz y Ryan.
-¿Cómo está la anemica vas guapa del mundo?- dijo Christian.
Yo me sequé las lagrimas y reí.
-Estoy muy bien- dije.
-Estás muy bien, pensaba que estarías pálida y con ojeras-dijo Chaz sonriendo.
-Nadie se muere de anemia- repetí.
-¿No debería preocuparme entonces?-preguntó Ryan.
-Solo si quieres- contesté sonriendo.
-Enciende la tele - dijo Chaz cogiéndo el mando.
Chaz fue pasando los canales hasta que se paró en uno el cúal me hizo apartar la mirada de Christian y mirar a la televisión.
“Justin admite su relación con la joven de origen español Naira Pérez”
Miré a Chaz luego volví a mirar a la televisión.
Habían muchas fotos mías y de Justin.
En incluso fotos de mi madre y de Pattie.
También había una foto de Kenny Bob Pattie mi madre Justin yo el día que fuimos al Maccdonal.
Era increíble el tiempo que habían esperado para que esto ocurriera, pues tenían fotos hasta de la primera vez que Justin y yo salimos juntos, y eso no era muy reciente.
Suspiré y me dispuse a escuchar.

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