sábado, 3 de septiembre de 2011

Capítulo 70: Si bueno...¿que me lo quito no?

Escuché el sonido de los tacones al pisar en suelo, pero separé de Justin rápidamente y me subí las braguitas.
-Naira... ¿como vas?-preguntó Kait desde el otro lado.
-Ya...ya salgo- musité mientras apartaba a Justin de mí.
-¿Qué pasa, tienes miedo?- susurró Justin metiéndome la mano por dentro de la braguita, yo se la quité rápidamente.
-Cállate- musité y cogí el vestido para ponérmelo, pero Justin me agarró del brazo y me acercó mas a él.
-Mira, te sientas aquí- dije cogiéndole por los hombros- y te estás quietito, si hablar y sin tocar ¿vale?- susurré.
Justin sonrió y yo me dispuse a ponerme el traje de nuevo, pero Justin me rozó el muslo con su dulce mano.
-Justin, estate quieto ya, en serio- dije Justin sonrió y yo solté una pequeña risita.
-¿Puedo mirar?- dijo Kait.
-Ya salgo- repetí intentando subirme la cremallera.
Justin sonrió mientras sacudía la cabeza, se levantó y se puso detrás de mí, mientras me subía la cremallera, me besaba cada parte de mi cuello hasta finalmente morder mi oreja.
Yo lo aparté de nuevo y salí, sin abrir mucho la cortina.
-No me gusta- musité antes de que dijera nada.
-Te favorece mucho- dijo Kait mirándome.
-Por dios, si parezco un pastel.
-un pastel muy tierno- dijo Kait riendo.
-Sí bueno... ¿qué me lo quito no?
-Sí, pruébate otro- musitó y se sentó.
Entré en el probador y Justin se encontraba sentado, tal como lo había dejado, mirándome con ansia y deseo.
Yo cogí otro vestido y lo quité de su respectiva percha, sin apartar mi mirada del vestido, aunque podía notar como la mirada de Justin se clavaba en mis ojos, en mis labios y en cada movimiento que trasmitía mi cuerpo.
Me dispuse a bajarme la cremallera, pero no pude, así que miré a Justin alzando las cejas y cruzando los brazos sobre mi vientre.
Justin sonrió y se levantó enseguida, me bajó la cremallera rozándome adrede con sus dedos al compás de la cremallera que bajaba por mi espalda, algo que me hizo estremecer.
Suspiré y me bajé el vestido, enseguida cogí el otro y me lo puse, Justin no se movió de detrás de mí, supongo que para volver a subirme la cremallera, así que cuando me lo estaba colocando ya tenía sus manos en mi cintura.
No puedo explicar lo que sentía cada vez que me tocaba,
fue como la primera vez que lo ví en esa pequeña sala de conciertos del hotel, fue como si la historia volviera a empezar.
Creo que con el tiempo que pasamos juntos, olvidé por así decirlo, la realidad de mis sentimientos hacia Justin.
Me había olvidado completamente de lo que era que me tocase, que me mirase, que me besase.
Me olvidé por completo de que cientos e incluso miles de chicas, darían lo que fuera por estar donde yo estoy ahora.
Me había acostumbrado a tener a Justin en mi vida y estaba segura de que eso iba a cambiar, a partir de ahora, no podría controlar los latidos de mi corazón cada vez que me sonría, cada vez que me toque, e incluso cada vez que su mirada se clave con la mía, simplemente... porque sentí como eso podía desaparecer aquel día que me dijo que quería un tiempo.
Me recordó a aquella frase que siempre dice todo el mundo y que sale siempre en las canciones y películas:
"Nadie se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde"
Yo no había perdido a Justin del todo, o eso me hacía pensar él, pero sí tenía la oportunidad de hacerlo.
Una hermosa y suave voz, hizo bajarme de las nubes.
-¿Estás bien?- susurró Justin.
Yo suspiré y me giré para poder verle la cara, y pasé mi mano por su mejilla, mientras podía notar su cara de asombro y mi confusión, me dí cuenta de que si no las detenía, mis lagrimas saldrían de mis ojos, en segundos, así que aparté mi mano de su cara y me froté los ojos, lo miré y salí otra vez del probador.
-Uf, si tardas tanto cada vez que te pruebas un vestido, estaremos aquí toda la tarde, y solo nos queda 1 hora.
-Lo haré mas rápido-susurré.
¿Que tal este?-preguntó Kait finalmente.
-No lo sé... no me he mirado bien.
-¿Como?-preguntó mientras sonreía.
-Elige tú.
-Pues en ese caso, pruébate otro.
Yo puse los ojos en blanco y entré de nuevo en el probador.
Esta vez Justin estaba de pié con un vestido blanco con un lazo violeta en la cintura, mirándome con una gran sonrisa.
Estiró su brazo para darme el vestido y lo cogí sin decir nada.
Me lo puse, y él me subió la cremallera como anteriormente.
Me miré al espejo, y sonreí.
Era él único vestido que me había gustado hasta ahora.
Era blanco de encaje y palabra de honor, era muy ajustado por la parte del pecho hasta la cintura, donde había pequeños destellos verdes y pequeñas flores moradas y luego había una gran tira morada que rodeaba mi cintura, hasta acabar en en un lazo.
Finalmente se relajaba al llegar a mi cintura, que estaba mucho mas suelto, con una tela de triple vuelto, pero no lo demasiado.
La tela era como la que se ponen las novias en la cara el día de tu boda, y debido a que la primera tela empezando desde abajo era verde y la segunda violeta, había destellos de estos colores.
Justin me cogió del brazo y me giró.
-Estás preciosa.
-Gracias- susurré mirándolo a sus tiernos ojos.
Me dispuse a salir por la cortina cuando Justin me agarró del brazo, mi mirada se clavó en la suya, y pasó su mano por mi mejilla, mientras no apartaba la mirada de mí.
-Justo cuando termines, me vas a contar que es lo que te pasa, ¿vale?- susurró en mi oído.
Yo suspiré y asentí antes de salir del probador.
Allí ya se encontraban todos... Caitlin, Kait y Chaz que se quedó mirándome muy sorprendido.
-¿Qué tal?-pregunté.
-Dios mío, ¡que bonito!- dijo Caitlin saltando hacia mí.
-Te favorece bastante- comentó Chaz.
Yo miré a Kait que me miraba sorprendida.
-ese vestido..¿ lo has escogido tú?
-¿como?-pregunté.
-Es que.. yo no lo he cogido para que te lo probaras.
-Pues, estaba allí.
-Bueno... es perfecto.
-Es.. un poco.. corto- susurré- ya que no me llegaba ni siquiera a mitad del muslo.
-No es corto... si no te agachas- dijo Chaz mientras reía.
-espero no agacharme.
-te prohíbo que te agaches jovencita- dijo Chaz.
-Vale papi
- No, ahora no me vengas con esas!- dijo Chaz riendo.
-Naira es perfecto, quitatelo que nos lo llevamos- dijo Kait.
-Pero quítatelo aquí- musitó Chaz.
-Sí ahora mismo.
-Bueno me gusta mucho mas tu pijama- musitó.
-CA LLA TE- dije mientras pensaba que Justin lo estaba escuchando absolutamente todo.
Le dirige una mirada a Caitlin que me acariciaba la mano.
Yo le sonreí y entré en el probador.
Justin me sonrió y me dí la vuelta para que me bajara la cremallera... ¿porqué coño tienen que estar las cremalleras atrás? cuando no tienes a tu "novio" famoso que entra sin pedirte permiso en los probadores para verte desnuda, es muy complicado subirte la cremallera, ¿o no?
Ya había roto mas de un vestido intentando quitármelo bruscamente. ¿a quien se le ocurre que un brazo llegue a tu espalda para bajarte y subirte la cremallera? en fin.
-¿cuando ha visto Chaz tu pijama?
-el otro día...
-¿dormiste con Chaz?
-Claro que no.
-¿Y entonces?
-Que vino a verme y estaba en pijama.
-¿Y qué hacías en pijama?
-Es que... no se lo digas a nadie, pero suelo dormir con pijama.
-Será nuestro secreto
-Imbécil- dije mientras reía.
Me bajé el vestido y comencé a vestirme por la camisa.
Justin se encontraba apollado en la pared justo a lado del espejo, aún mirándome con una sonrisa en la cara.
Ví un reflejo de angustia en su rostro a pesar de que su enorme sonrisa no desaparecía.
-¿Qué te pasa?-susurré.
-¿No lo sabes? soy claustrofóbico.
Yo aguardé un momento, y comencé a pensar.
¿como no iba a saberlo? si hasta sabía la hora exacta de su nacimiento.
-¡Claro que lo sé! ¿Eres idiota?
-Sí, supongo que un poquito- dijo con una sonrisa.
-Eres masoquista de verdad.
-Bueno.. si te das un poco de prisa puedes lograr que no me dé algo aproximadamente en 5 minutos.
-Sal de aquí
-No puedo salir de aquí Naira, ¿que dirá Kait?
-¿Qué mas da? ¿ y sí te pasa algo?
-No me pasará nada- dijo con su rostro angelical relajado.
Yo lo miré y comencé a buscar mi pantalón debajo de los vestidos rápidamente, Justin al ver que no los encontraba me apartó, supongo que recordó mi gran impaciencia y como me pongo cuando no encuentro algo, en menos de 3 segundos ya tenía el pantalón en sus manos, por lo que los cogí rápidamente y suspire antes de "empezar a ponérmelos".
Nunca entenderé como a algunas chicas le gustan tanto esos pantalones tan ajustados, a mi se me iba la vida en intentar ponérmelos, pero "Kait dijo que me favorecían", así que los acepté sin rechistar, aunque tampoco me quedaba mas remedio, pues prácticamente mi estilo había cambiado totalmente.
Ya me encontraba subiéndome los pantalones a la altura de los muslos, Justin no paraba de reírse al ver mi cara de apurada.
Yo suspiré y dejé mi pantalón por debajo de mi culo.
-Vamos, nadie se dará cuenta- bromé.
Justin rió y se levantó, me rodeó con sus manos y las pasó por mi culo, hasta llegar a donde se encontraba el pantalón, lo agarró y lo subió sin ningún problema, mientras me arrastró si querer hacia su cuerpo, mis ojos no se despegaban de su rostro, una vez más a menos de 2 centímetros.
-Listo- susurró sonriendo y me besó la nariz.
Yo sacudí la cabeza, y me abroché el pantalón.
¿Cómo sería capaz de explicarle a alguien que Justin Bieber me había ayudado a subirme los pantalones? No, no le deis mas vueltas, porque no las hay, no hay explicación.
Me puse las botas rápidamente ya que eran las UGG y son muy fáciles de poner, eché una mirada al espejo acomodándome el pelo y me colgué el bolso.
-Ahora nos vemos- susurró Justin.
Yo lo miré y no pude evitar reír cuando ví su cara de apuro.
Cogí todos los vestidos en una bola y los saqué.
Justin colgó el elegido en la percha y me la colgó de la boca, porque no tenía espacio en mis manos.
Nada mas salir, dejé los vestidos en la mesa, tal cúal estaban, la señora de la tienda me miró con cara de pocos amigos, pero la ignoré, ¿ no esperaba que los colgara yo, verdad?
Pagamos y me apresuré por salir lo mas rápido de aquella tienda, para que Justin pudiera "sobrevivir", algo que me parecía bastante gracioso, a pesar de mi preocupación.
Nada mas salir, ya eran las 12:30 así que había bastante más gente en el centro comercial, por lo que Bob ya me esperaba al salir, al lado de Kenny que me miraba.
-¿Donde está Justin?-preguntó Caitlin.
-Em..- contesté pero cuando pude darme cuenta Justin ya se encontraba a nuestro lado.
-Aquí- musite finalmente, Justin me miró y me sonrió.
A pesar de la gran masa de gente que se encontraba en la tienda de zapatos, la cerraron al nosotros entrar, para que entrara mas gente, me sentía realmente rara, nunca llegué a pesar que podrían cerrar una tienda por mí, aunque supongo que mas bien por mí era por la presencia de Justin.
Entramos y Caitlin me mostró unos tacones color violeta.
Enseguida yo negué con la cabeza, vale que me hayan cambiado el estilo pero ¿yo tacones? jamás.
Era una chica muy simple como para llevar tacones, bueno.. y lo cierto que la primera y última vez que me los puse me pegué una ostia importante, así que les dije "adiós" hace bastante tiempo.
Kait me comprendió al instante y buscó algo mas simple.
Había muchos zapatos bonitos allí, pero Kait escogió unas manoletinas, bailarinas, sabrinas (como queraís llamarlas)
violetas, de punta redonda con un pequeño lazo verde caqui
y pulseras al tobillo, de esos dos colores.
-¿Qué te apetece hacer?-preguntó Justin.
-COMER- dijo Chaz, antes de que yo pudiera hacerlo.
-¿Tienes hambre?-preguntó Justin mirándome.
-Muchísima- dijo Chaz antes de que yo pudiera abrir la boca.
-Joder cállate que no hablaba contigo- dijo Justin riendo.
-Es que escucho sus débiles tripitas.
-Si ya, anda vamos- dije mientras reía.
Fuimos a comer al Maccdonal, en una mesa nos sentamos Caitlin, Chaz, Justin y yo y en otra muy cercana, Kenny Bob y Kait.
Cuando entramos, cuando comimos e incluso cuando nos fuimos, notaba que todas las miradas se centraban en nosotros,
y como no, al salir ya había una gran masa de gente y muchos fotógrafos y paparazzis.
Ni siquiera me dí cuenta de el motivo hasta que una joven pelirroja gritó mi nombre con euforia.
Yo me giré, repentinamente, observándola.
-No entiendo todo esto- susurré a mi misma.
-Piensa que te ve como alguien especial, alguien al que admira mucho- susurró Justin en mi oído, algo que hizo que los flashes se multiplicaran por mil.
Yo me dirige hasta ella, sin saber bien que hacer.
-Hola preciosa- susurré mientras Bob pasaba su mano por mi hombro.
-Oh dios mío- gritó esa chica.¿Puedes firmarme esto?
-Claro que puedo-dije y pensé que ese iba a ser mi primer autógrafo, algo raro ¿verdad?
-Muchas gracias, de verdad, eres genial- dijo aquella chica.
-Gracias a tí por todo- dije con una sonrisa.
Me dirige hacia otra chica que la acompañaba, esta era gordita, pero muy muy guapa.
Me tendió una foto mía y de Justin, yo la miré confusa y luego la firmé, le dediqué una sonrisa y me giré.
-¡Te quiero!- pude escuchar, me giré y les sonreí.
Había demasiadas chicas por allí, gritando como locas, pero no me percaté de que la mitad lo hacían por mí, pensaba y es más aún creía que lo hacían por Justin, que por cierto firmaba como loco fotos, poster's e incluso partes del cuerpo.
Me acerqué a donde él estaba y una chica me nombró.
Le firmé a ella, y a unas cúantas otras, hasta que Bob me tiró del brazo, indicándome que era hora de irse.
Entramos en el coche con miles de flases apuntándonos, todavía estaba en estado de shock, ¿que acababa de pasar?
¿chicas gritando mi nombre? ¿diciéndome que me quieren?
No me lo creía, y no podía descifrar lo que sentía.
-¿Qué tal?- susurró Justin una vez que entramos al coche.
-¡dios mío!- dije yo mientras sonreía.
Es genial
-si, ellas son geniales.
-Es algo... muy especial- susurré.
-Lo es- dijo mientras sonreía.
En todo el camino ellos hablaban y reían, sobre tonterías.
Yo estaba demasiado ocupada pensando en el gran cambio al que mi vida se había atenido.
Pero me soprendió mi reacción, estaba muy ¿Feliz?
sí, esa es la palabra.
Estaba feliz en el momento que ví a todas esas chicas sonriendo
y algunas llorando de la emoción, supongo que... el hecho de que saliera con Justin también influía mucho en eso, pero era realmente increíble y me sentía muy bien.
Me dejaron en el hotel, en el que Caitlin y Kait se quedaron para ayudarme a vestirme, maquillarme y demás.
Subimos rápidamente a mi habitación sin distraernos.
Me metí en la ducha mientras Kait y Caitlin preparaban todo sobre la cama, luego me puse la ropa interior mientras ellas buscaban nuevas noticias sobre mí y sobre Justin, me gustaba leerlas, aunque ahora, habían más noticias sobre mí y sobre otros personajes, como Jasmine, Caitlin y varios cantantes, pero en toda noticia nombraban a Justin.
No me vestí aún, porque ellas iban a peinarme y maquillarme, bueno Kait a peinarme y Caitlin a maquillarme.
Se me pasó el tiempo volando mientras lo hacían, me resultaba mucho mas fácil el hecho de que eran mis amigas... bueno en realidad Kait solo tenía unos 23 años.
Terminaron sobre las 10 de la noche, me puse el vestido, los zapatos y me eché una última mirada al espejo.
Kait me había alisado la parte de abajo del pelo con la plancha,
para que mis rulos naturales destacaran más.
Luego también hizo un par de ellos con la tenacillas.
Decidimos que Justin iría por su lado y yo por el mío, no queríamos estar todo el día "como lapas".
Así pues me subí al coche, sin que antes Bob y mi madre me repitieran "que guapa estás", eso me ponía bastante nerviosa.
Llegamos a aquel lugar, había mucha gente allí fuera, supongo que la gente que no tuvo oportunidad de entrar.
Había distintos artitas por allí, me presentaron a unos cuántos, y luego me dijeron el orden en el que saldríamos.
Yo sería la 3, Justin el 5 con su canción y luego por último lugar, la última actuación de la noche sería la nuestra.
El tiempo pasó super lento allí dentro, me posesioné al lado de Jessica y de Jasmine, para evitar incomodidad.
Alguien me cogió por la cintura y me giró.
-¡Que guapa estás!- musitó Justin.
-además de mi mentor..¿porqué no eres mi estilista con Kait?
-lo vi y pensé en ti, bueno lo cierto es que.. cuando lo vi ya estaba pensando en tí- dijo mientras me miraba.
Yo le sonreí y bajé la mirada.
-¿Estás nerviosa?
-No mucho, mas bien no sé como reaccionar.
-Te noto muy.. ¿ pacífica?- dijo sonriendo.
-Lo estoy- dije devolviéndole la sonrisa.
-Oye Naira... ¿qué te pasó antes?
-No creo que sea un tema para hablar aquí.
-Lo sé, pero..- bajó la cabeza.
-Me dí cuenta de algunas cosas- susurré.
-¿Sobre qué?
-Sobre mí... sobre ti. y sobre que me confundes- Justin me miró asombrado-
Sí, pensaba que necesitabas tiempo para pensar y vas y te metes en el probador, y encima con esas intenciones y luego te conviertes y te vuelves el mas dulce de todos- musité.
-Es que... yo también me he dado cuenta de algunas cosas.
-¿Sobre qué?-repetí su pregunta.
Justin me miró y ser acercó mientras me cogía la mano.
-Sobre mis sentimientos y sobre lo que quiero.
-¿Y que sientes?-pregunté.
-Siento qué..- se paró porque le interrumpieron.
En un momento pensé que bromeaban cuando me dijeron " te toca salir", sentí como me temblaban las piernas pero tenía un extraño sentimiento de comodidad y de confianza.
"Ahora entrará una jovencita española, con una maravillosa y dulce voz, apenas tiene 15 años y ya está arrasando en las listas,  es mulata, pero largo y ondulado, bueno y también novia de Justin Bieber" en ese momento todo el mundo comenzó a gritar. Terminaron de presentarme y se supone que tendría que salir, pero algo me lo impidió, Justin me agarraba el brazo con dulzura.
-¿Que pasa?-pregunté.
-Quería... desearte suerte y...
-¿y?-pregunté desesperada.
Justin se acercó a mí, podía notar su aliento en mi cara,
su mano recorrió mi cintura y pegó su frente con la mía.
No puedo explicar lo que sentí en ese momento en el que nuestros labios se encontraron, fue como el primer beso, como algo que esperaba con ansias y desesperación.
Perdí la noción del tiempo mientras pasaba mis manos por su cuello, pude ver la sonrisa de Justin mientras me besaba.
Nos separamos y me sonrió de nuevo acercándose a mi oido.
-te quiero- susurró.

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