sábado, 3 de septiembre de 2011

Capítulo 69: derechos de autor, pequeño Chaz.

(Narra Justin)
Iba a salir... la acabo de llamar ¡y dice que iba a salir!
Ya es muy tarde para salir ¿a donde va a salir ahora?
Me pregunto con quien va a salir.
¿Y si voy al hotel? no no... ¿que le diré cuando la vea?
No puedo ir al hotel. Dios mío me estoy obsesionando.
¿que estoy diciendo? solo iba a salir.
Me dijo que me esperaría, ¿porqué no iba a hacerlo? Bueno y sí... ¿la llamo?
No creo que me lo coja, si ni siquiera tenía intención de contestarme al mensaje... NO LA PUEDO LLAMAR.
Se va a pensar que soy un histérico. ¡pero es que es muy tarde!
es casi media noche y ella en la calle. ¡y a saber con quien!
Al final conseguí tranquilizarme y a pesar de mi estúpido nerviosismo,me dormí.
Pero muy a mi pesar me desperté a las 3 y 10 miré mi móvil y Naira aún no me había llamado...
Marqué el número de Chaz, sin pensármelo.
-Sí- dijo Chaz.
-Hey Chaz ¿ que haces?
-¿Qué que hago? nada, estaba echando una partidita al parchís.
-¿En serio?
-CLARO QUE NO- gritó enfurecido.
-Bueno... bueno lo siento- dije riendo.
-Si, ahora dime que quieres, que estaba teniendo un sueño muy... bonito- dijo mientras reía.
-Necesito que me hagas un gran favor- musité.
-Suéltalo ya.
-Necesito que... vayas al hotel donde se hospeda Naira y entres a su habitación y mires si estás bien- dije rápidamente.
-Vale vale vale, dime una cosa Biebs.
-La que quieras.
-¿QUE ESTÁS LOCO? ¡ QUE SON LAS TRES Y MEDIA DE LA MADRUGADA!- dijo esta vez sin ninguna risa de por medio.
-Por favor.
-¿O sea que quieres que vaya a la habitación de tu novia la despierte le miré si está bien, y me largue?
-Mas o menos sí.
-Adiós Justin- dijo Chaz.
-Chaz Chaz, por favor tío, hazme ese favor.
-Pero... ¡si es tú novia! ¿porqué no vas tú?
-Es que... no puedo ir de verdad, ya lo explicaré.
-A sí que me llamas a las 3 y media de la madrugada, me dices que vaya a vigilar a tu novia ¿y no me lo explicas?
-Por favor.
-Estáaaaaaaaaa bien- dijo y colgó.
(Narra Naira)
Oí un pequeño sonido por encima del silencio.
Segundos después tocaron a la puerta, dudé si levantarme o no, por temer si estaba soñando, pero al parecer no lo estaba pues empezaron a tocar mas fuerte.
Pude ver a Chaz, al otro lado de la puerta muy sonriente.
-¿Se puede saber que haces aquí? ¿y en pijama?
-Pues que andaba por aquí y he dicho. ¿como estará Naira?
-¿ O sea que has venido a ver como estaba?
-Exacto- dijo con una sonrisa.
-Pues estoy bien- dije con una falsa sonrisa y me dispuse a cerrar la puerta.
-Hey hey , ¿puedo pasar? claro que sí- dijo Chaz entrando a mi cuarto y mirando a todos sitios.
-¿Buscas algo?-pregunté.
-No nada, te puedo preguntar ¿que hacías?
-Pues mira señor inspector estaba apunto de hacer paracaidismo pero digo ¡no! vamos a esperar a Chaz.
-¿Enserio?
-¡CLARO QUE NO! dormir Chaz ¿que iba a hacer si no?
-Eso me pregunto yo..- susurró.
-¿Decías algo?
-No, quebá.
-Dime que coño haces aquí.
-Pues... es que tenía una pesadilla donde salías tú y..
-Chaz, dime la verdad.
-Pues qué he estado hablando con mi conciencia.
-¿Con pepito grillo?
-¿Con pepito qué?
-Nada, olvídalo.
-Pues eso.. y me he preguntado- hizo una pausa-
¿por qué no vivir una nueva experiencia con mi best friend Naira?
-¿Por qué son las 3 de la mañana?
-Eso no me vale como respuesta- dijo Chaz.
-Haber... una ¿nueva experiencia?
-Ajá... oye ¿no tienes frío? cuando pueda te compro un pijama mas calentito.
-Este es calentito.
-Pero Naira...¡si estás semidesnuda!- dijo riendo mientras me miraba de arriba abajo.
-Chaz... me estás incomodando de veras.
Chaz se llevó las manos al cabeza y suspiró, luego se giró hacia mi armario y rebuscó un poco.
-¿Qué haces?
-Ponte esto... hazme el favor- dijo mientras se tapaba la cara con una mano.
-¿Para qué?
-PONTELO- dijo riendo.
-Dime para qué.
-Primero para qué no pueda verte así, ¡eres la novia de mi mejor amigo! y no puedo controlar mis ojos y segundo nueva experiencia. ¿recuerdas?
-Mira Chaz, si quieres una nueva experiencia mañana te tiras por la ventana y me dices que tal ¿que te parece la idea?
Chaz rió y me cogió del brazo levantándome de la cama y estirando mis brazos para ponerme el jersey.
Acto seguido me empujó por la espalda hasta sacarme de la habitación.
-¿Que estás haciendo?
-Deja de quejarte, peluda- dijo mientras reía y me cogía la mano.
Bajamos las escaleras, o mas bien " casi me como las escaleras" porque Chaz iba arrastrando de mí.
-¿Qué pasa que las nuevas experiencias corren mucho?
-Mira que eres plasta- dijo mientras reía.
Vi como Chaz se dirigía hacia la puerta de atrás y le seguí.
Cuando llegamos a ese sitio, hasta ahora desconocido. abrí aquella gran puerta de color negro.
Y pude observar los copos de nieve descendiendo desde el cielo y la verde hierva teñida del blanco de la nieve.
-Oh dios mío, ¡que bonito!- musité saliendo hacia el pequeño jardín.
-Y tú no me hacías caso ¿Es una nueva experiencia o no?
Además... ¿ con quien saldrías a las 4 de la madrugada para ver la primera nevada del año si no es conmigo?
-Nadie es tan estúpido como tú créeme- dije riendo.
-Pero soy muy dulce.
-Eso sí, eres una cosa muy dulce- dije sonriendo.
Chaz se acercó a mí y pasó la yema de sus dedos por mi mejilla, acto seguido puso cara de sorprendido.
-Creo que iba a decir algo muy bonito ahora, pero se me ha olvidado...¡que suave tienes la piel!- dijo sobándola.
-Chaz para que me la vas a acartonar- dije riendo.
Chaz me pelliscó suavemente la mejila y me sonrió, luego retrocedió varios pasos y se agachó cogiendo nieve.
-Ni se te ocurra, que tengo mucho frío.
-¡Si tuvieras un pijama mas calentito no tendrías frío!
-Mira que eres pesado
-¿Tienes mucho frío?- dijo acercándose y tirando la nieve mientras lo hacía.
Yo asentí.
-¿Sabes lo que puedes hacer?
Alguien muy sabio me dijo que si te tumbabas en la nieve ahora, se te quitaba el frió.
-Seguramente- dije pero casi no me dio tiempo a acabar
porque Chaz me abrazó y me hizo el traspiés.
Luego puso su brazo en mi cabeza, para amortiguar la caída,
algo que agradecí mucho una vez que caí.
-Quiero conocer a esa persona tan sabia- dije riendo.
-Te la presentaré algún día. Oye...¿te gusta mucho esta postura no?
Se la comunicaré a Justin- dijo riendo fuertemente.
-JA JA JA muy gracioso, ahora quítate- dije mientras pataleaba.
Chaz me agarró de los brazos y se acercó.
-Chaz quitate- dije riendo.
-¿Que pasa? ¿te pongo "nerviuda?- preguntó.
-No no me pones "nada"- dije volviendo a patalear.
Los ojos de Chaz se fijaron en los míos y yo paré de patalear para bajar mi mirada hasta sus labios, que ahora se encontraba a escasos centímetros de los míos.
Justo en el momento en el qué podía notar la respiración de Chaz tan cerca para unirse con la mía... justo cuando su frente rozaba la mía, Chaz se levanto rápidamente y me tendió la mano.
-Será mejor qué... entres- susurró.
-Sí será mejor- dije mientras lo miraba.
Él me miró y sonrió, le devolví la sonrisa y me dispuse a ir hacia l a puerta por donde habíamos salido.
-¿Te acompaño?
-No hace falta- dije pero Chaz ya se encontraba a mi lado.
Pareces mi padre- musité mientras reía.
-Puedes llamarme "Papi"- dijo mientras me despeinaba.
Subimos las escaleras lo mas silencioso posible.
-Ya puedes irte papi- dije riendo.
-Lo he pasado muy bien- susurró.
-Yo también cosa duce
-OH, me has dicho cosa dulce- dijo moviendo mucho las manos.
-No lo estropees.
-Está bien, hasta luego- dijo sonriendo.
Pude ver como se giraba y se acercaba a mí dudoso,
finalmente pasó su mano por mi mejilla y acto seguido la besó con dulzura, se separó de mí y me sonrió.
Yo lo observé hasta que bajó la escaleras.
Entré en la habitación media atontada, y me miré en el espejo y no estaba mal...¡estaba mucho peor!
tenía los labios morados a causa del frio.
Y aparte de mi cara de zombie, tenía un extraño reflejo rojizo en mis mejillas, menos mal que mi melena oscura y ondulada disimulaba un poco todo esto.
Miré el reloj y eran las 5 y 20.
Me acosté en la cama, con la intención de dormir un poco, pero las ganas se me quitaron al notar lo mojada que estaba la parte de atrás de mi pijama, así que me levanté hice la cama y abrí el armario para buscar lo que me pondría.
Un jersey blanco con dibujitos marrones, unos pitillos muy muy muy ajustados y unas botas marrones.
Luego puse música en mi Ipod y me metí en la ducha.
No calculo el tiempo que estuve en la ducha..
ni el tiempo que estuve vistiéndome, ni peinándome...
pero supongo que era mucho porque cuando bajé ya había la suficiente gente en el hotel.
Desayuné con Pedro y con mi madre y me senté a ver la tele.
En ese momento noté mi móvil vibrar por lo que lo saque de mi bolsillo, era Justin, suspiré y esperé varios segundos...
-Hola- susurre.
-¿Donde estás?
-¿Donde quieres que esté?-pregunté bordemente.
-Pues espero que en el hotel, porque voy de camino.
-Sí estoy en el hotel , pero ¿porque vienes tan temprano?
-Para recogerte y ensayar.
-¿Otra ves?
-Ajá, mira estoy llegando.
Yo colgué y sonreí tontamente.
este juego me estaba empezando gustar.
A los pocos minutos Justin ya estaba en el hotel, se sentó a mi lado, y estaba vez un poco mas cerca.
-Hola- musitó.
Yo le sonreí y volví mi mirada a la televisión.
-¿Que le pasa a tus mejillas hoy?- dijo riendo.
-No lo sé- dije mientras me las tocaba con las manos.
-Tienen un color deliciosamente adorable- susurró.
Yo le volví a sonreír sin quitar mi mirada de la pantalla.
-Ayer te llamé.
-¿Sí?
-Sí... me lo cogió Caitlin y me dijo que ibas a salir... y que me llamarías cuando llegaras.
-¡ah es cierto! me lo comentó pero... se me olvidó.
-Ya me di cuenta.
-Bueno... a ensayar- dije levantándome de un brinco, pude notar que Justin no se movió de su sitio y que me miraba... me miraba atentamente... ¿la espalda? no no era la espalda exactamente
-¿Quieres que te ayude a levantarte?- dije girándome para que me mirara a la cara.
Justin se levantó y pasó su mano por mi cintura,yo pasé antes por la puerta así que él quitó la mano.
En todo el trayecto estuve charlando con Kenny mientras Justin no paraba de mirarme, eso me alegraba.
Estuvimos exageradamente 2 horas para que saliera el estribillo, cuando no era Justin era yo.
Era incalculable el tiempo que pasamos ahí dentro, pues junto después tuvimos que ensallar lo que pasaría en escena:
caricias, miradas, sonrisas, todo eso que ahora mismo me incomodaba por la situación en la que Justin y yo estábamos.
También me informaron de que primero cantaría mi single, luego cantaría Justin su "nueva canción" y justo después nuestra canción., ¿divertido eh? Acabábamos de terminar cuando nos sentamos en el sofá.
-¿te apetece ir a comer?-preguntó Justin.
-No me apetece- dije sin mirarlo y cogí mi móvil que sonaba.
-¿Sí?
-Cosa dulce, ¿Donde estás?
-Hola Chaz, estoy en el estudio.
-Vale, ahora vamos, estoy con Caitlin y con Kait, y dicen que van a ir de compras para no se qué, pero yo no pienso ir.
-Ahora hablamos- dije mientras sonreía.
Justin me miró con atención.
-Era Chaz, dijo que ya venía de camino- musité antes de que pudiera preguntarme.
-¿Te puedo decir algo?- dijo Justin.
Yo asentí sin apartar mi mirada de el móvil,
Justin me levantó el mentón dulcemente.
-Hoy estás increíblemente preciosa- susurró en mi oído.
Yo retrocedí rápidamente para que no pudiera notar los estúpidos e incontrolados latidos de mi débil corazón.
-Gracias-susurré. Justin me sonrió y se mordió el labio, algo que me hizo estremecer, sin ningún remedio.
-¿viste la nieve?
-Sí- dije sin interés de seguir con la conversación.
-Bueno espero que hayas dormido bien... pues hoy va a ser un día algo estresante.
-Lo hubiera hecho sí no me hubieran levantando a las 4 de la mañana para vivir una nueva experiencia.
-¿Quien?-preguntó Justin mientras me miraba.
Justo en ese momento entró Chaz en el estudio, segundos después entraron Caitlin y Kait.
Cuando entró Chaz, me ruboricé al ver una sonrisa en su boca al mirarme, ¿QUE ESTÁS HACIENDO?- me pregunté a mi misma.
-¿Que te pasa cosa dulce?-preguntó Chaz.
-¿Cosa dulce?-preguntó Justin mirándome.
-¿Qué pasa que me vas a llamar así siempre?
-Solo en la intimidad- dijo riendo.
-Deberías pedirme permiso para llamarme así, derechos de autor pequeño Chaz.
-Es que a tí te queda mejor, porque eres tan dulce como una magdalena, es más... es la cosita mas dulce después de mi perro- dijo sonriendo.
-Oh Chaz, como me halagas, muchas gracias.
-De nada mujer- dijo riendo.
-Creo que me he perdido algo- dijo Caitlin riendo.
- y yo... y yo-musitó Justin mirando a Chaz.
-Bueno Justin... vamos a ir de compras para esta noche- dijo Kait
-¿Te apetece venir?-preguntó Caitlin.
-Bah, será muy aburrido- dije mirándolo.
-Me encantaría- contestó mirándome.
Yo suspiré y me giré.
-Vamos de compras- dijo Chaz.
-Dios mío- susurró Caitlin mientras reía.
Subimos al coche y casualmente me tocó con Justin al lado.
Suspiré mientras miraba al techo.
-¿Te molesta que vaya?- dijo casi en mi óido.
-Para nada- contesté sin mirarle.
-Ufff- dijo Justin, no le hice caso, pero lo volvió a hacer.
-¿qué se supone que te pasa?
-Hoy estoy.. acalorado- dijo mientras sonreía.
-Acalorado..-repetí mientras miraba a Caitlin.
Cuando llegamos al centro comercial, Chaz y Caitlin fueron a ver las gorras,mientras que Kait Justin y yo fuimos a ver los vestidos.
Entramos y a los 3 minutos ya tenía como 5 vestidos encima del hombro, cuando tuve los suficientes entré al probador.
-Estoy en la sala de los zapatos, avísame.
-VALE-grité desde el probador.
Comencé a desvestirme lentamente.
¡como odiaba quitarme la ropa en un probador tan pequeño!
para colmo hoy llevaba los pitillos mas apretados del mundo
al quitármelos, tiré con tanta fuerza que me golpee la rodilla con la pared el probador y solté un pequeño gemido.
Deberían poner probadores mas grandes para que le gente como yo se pruebe las cosas mas cómodamente.
Ya me encontraba en ropa interior, y estuve varios minutos mirando al espejo y bueno... haciendo el tonto.
¿quien no lo ha hecho alguna vez?
Miré a la montaña de vestidos que me esperaban por probarme, escogí probablemente el mas feo e incómodo de todos.
Mientras yo estaba muy ocupada maldiciendo el vestido abrieron la cortina del probador, Justin entró y la volvió a cerrar.
-¿Que se supone que haces?-pregunté.
-Es qué..- me miró de arriba abajo.
-Sal de aquí, ahora- dije señalando la cortina.
-¿por qué? no te tapes.... te he visto mas que todo eso.
-¿Y qué? venga sal.
-No voy a salir,¿ que pasa, te pongo nerviosa?
-Pues no.
-¿Estás segura?- preguntó mientras pasaba su mano por mi vientre y se acercaba a mí.
-Muy segura- susurré.
Justin pasó su mano por mi cintura y me apretó mas a él.
-¿Quieres parar?
-No, no quiero parar- dijo mientras pasaba su boca por mi cuello, sin rozarlo, algo que me puso bastante frenética.
-No está bien lo que me estás haciendo hoy- susurró.
-¿El qué?
-No lo sé exactamente... - me besó el cuello. Cuando te ví en el hotel, un escalofrío recorrió mi cuerpo
de pies a cabeza, estabas muy... sexy.
-Eso eres tú, que estás en celo- dije mientras puse mi mano en su pecho, para alejarlo de mí.
-No, no es eso- dijo cogiéndome las manos y acercándose a mí.
Tengo muchas ganas de... besarte.
-Y yo tengo ganas de que te apartes, que ya hace el bastante calor aquí como para que tú vengas de lapa.
-No hace calor Naira, estamos a -2 grados.
-¿Y qué? en esta tienda hace calor.
-No, eres tú la que tiene calor.
-No, eres tú- musité.
-Bueno... yo tengo bastante calor- susurró mientras sonreía.
-Si tienes calor, vete a restregarte con la nieve.
-Prefiero restregarme contigo- susurró en mi oído.
Sus manos bajaron para colocarse en mi culo.
-Justin quita las manos, AHORA.
-No, para algo me pertenece
-¿Qué te pertenece? me pertenece a mí que soy la que lo cargo.
Justin sonrió y pasó su mano por mi espalda.
-Justin como te va Kait aquí te la ganas.
-Me da igual Kait- dijo besándome el hombro.
Con su mano libre, pasó su mano por el borde de mi braguita,un poco mas abajo de mi obligo con sus dedos algo que me hizo estremecerme y soltar un pequeño gemido.
-Justin por favor- susurré suspirando.
-Por favor que pare... ¿o por favor que siga?- dijo mientras sus manos acariciaban cada parte de mi cuerpo.
Pasó su lengua por mi cuello y acto seguido pasó su mano por mis braguitas, bajándolas.
-Justin en un probador no porfavor- musité.
-Lo siento, pero sí- dijo juntando su frente con la mía.

En ese momento...

No hay comentarios:

Publicar un comentario