sábado, 3 de septiembre de 2011

Capítulo 112: no sabes donde te metes.


(Narra Naira)
-Déjame coger el teléfono..-susurré en sus labios, el sacudió su cabeza y quitó mis pantalones rápidamente.. demasiado.
-No..-susurró de la misma manera y siguió besándome el cuello, yo saqué mi mano de sus pantalones y cogí su cara entre mis manos, él pasó sus manos por mis muslos, y yo suspiré.
-Tengo que cogerlo.. a lo mejor es importante..-murmuré mientras lo miraba a los ojos, él rió y sacudió su cabeza mientras me acariciaba de arriba a bajo por encima de la camisa.
Sus manos recorrían cada rincón de mi cuerpo, desde mi cuello hasta mi vientre, sin dejarse ninguna parte, mi respiración se volvía mas pesada a cada segundo que esto ocurría.
-¿Como de importante?..-susurró en mi oído y yo me estremecí.
-Mucho..-musité entre suspiros, el paso su mano por mi vientre, me quitó la camisa y la lanzó por ahí, yo mordí mi labio mirándolo.
-No creo que sea tan importante como hacerte mía en este momento..-murmuró mientras besaba mi escote y todo mi cuerpo con sus hermosos labios, mi espalda se encorvó de placer.
-Solo.. solo será un minuto..-murmuré entre jadeos cuando el bajó con su lengua acariciándome hasta mi obligo, el me miró.
-¿Quieres coger el móvil?-preguntó en mis labios, yo asentí con la cabeza y el sonrió mientras bajaba sus manos lentamente.
-Justin..-susurré una vez que sus manos llegaron a mis braguitas,él me miró a los ojos y rozó sus labios con los míos.
-¿Qué?-preguntó y me acarició por encima de las braguitas, yo agarré su cuello y él metió la mano dentro de mi ropa interior.
-¿Vas a coger el móvil?-me preguntó mientras podía sentir su mano jugueteando dentro de mi ropa interior, gemí inconscientemente y Justin agarró mi cara con la mano que le sobraba- contéstame..-susurró mientras seguía acariciándome.
-No..-murmuré y él tiró de mis braguitas hacia abajo con la misma rapidez que antes había hecho con los pantalones.
Bueno..¿que mas da? de todas maneras ya se había cortado.. si fuera muy importante hubieran insistido ¿no?.
Pasé mis manos por la camisa de Justin tirándola hacia arriba, y él siguió acariciando mi feminidad con suavidad, me estaba volviendo loca, pasé mis manos por sus pantalones medio desabrochados y tiré hacia abajo, el lo entendió y despegó sus manos de mi cuerpo para quitarse los pantalones, algo que le costó mucho trabajo y yo no pude evitar reírme.
¿Que clase de adolescentes hacían el amor en su coche?
bueno, esa no era la pregunta, ¿que clase de adolescente hace el amor con Justin Bieber en su Range Rover? nadie mas que yo.
Justin volvió a echarse encima de mí mientras me besaba de arriba a abajo y siguió con sus caricias por mi feminidad.
No podía más, cuando notaba sus suaves dedos acariciándome sin cesar, sus labios rozándome y yo volviéndome loca.
Estaba a punto de explotar cuando metí mi mano en sus pantalones, entonces a medida que iba moviendo mi mano con mas rápidez, notaba como la de Justin también lo hacia.
Saqué mi mano y el emitió un gemido que inundó todo el coche.
-Hazlo ya..-le ordené entre suspiros y el sonrió mientras se quitaba los boxers, notaba el calor por cada parte de mi cuerpo.
Entonces, Justin abrió aún mas mis piernas, iba a hacerlo pero yo puse mi mano en su pecho, él me miró sorprendido.
-No tenemos..-murmuré pero él soltó mis piernas.
-Sí, si que tenemos..-musitó mientras buscaba de forma desesperada en los bolsillos de sus pantalones.
-¿Que llevas condones siempre o qué?-pregunté mientras veía como lo abría y se lo ponía, suspiré acalorada, el me miró.
-¿Pero tu sabes con quien estás hablando?-preguntó mientras sonría de esa manera tan extremadamente sexy, estaba en tal extremo excitación que no era ni normal, ni siquiera contesté, si no que le cogí del brazo haciendo que se acercara de nuevo.
Él entendió la indirecta y abrió mis piernas mientras me besaba, entonces dejó de poner todo su peso sobre mí y entró de mi de forma salvaje, tanto que emití un gemido en su primera envestida, ni si quiera sabía si eso podía suceder.
Justin ya no iba con delicadeza conmigo, como las otras veces, supongo que ya no tenía miedo de hacerme daño, y yo se lo agradecía enormemente. Las envestidas de Justin eran rápidas y fuertes, oía el chocar de nuestros cuerpos en cada una de ellas.
Dejé que el tomara todo el control sobre mí y mi cuerpo, mientras me penetraba acariciaba cada parte de él con delicadeza, no sé escuchaba nada mas que nuestros gritos ahogados en las paredes de ese negro Range Rover. Los movimientos de Justin cada vez eran mas rápidos, le agarré del cuello acercándolo a mi boca y nos fundimos en un gran gemido mientras él besaba mi cuello con sus perfectos labios, salió de mi lentamente y cogió mi cara entre sus manos, todavía nuestras respiraciones estaban tan aceleradas que podía notar su corazón a través de su pecho desnudo, Se acercó aún mas a mí sonriéndome dulcemente.
Lo miré a sus preciosos ojos color avellana y suspiré de todo el amor que tenía dentro de mí para darle, era increíble.
Entonces el pegó su frente con la mía y acto seguido la besó.
-Nunca lo había hecho en un coche..-murmuró y yo rompí a reír, él me miró extrañado mientras sus manos acariciaban mi pelo.
-Yo tampoco Justin...-murmuré mirándole y él me sonrió.
-¿Y por qué te ríes?-preguntó divertido y yo sacudí mi cabeza.
-No sé, esperaba un.. te quiero, ha sido increíble..-murmuré
y el rompió a reír como yo había hecho segundos antes.
-Todo eso ya lo sabes, ¿a que sí?
-Me gusta que me lo recuerdes...-susurré mientras acariciaba su pelo, él suspiró y me miró a los ojos de una manera sobrenatural, una manera que debería estar prohibida.
-Te quiero..-susurró mirándome fijamente, yo le sonreí- y bueno.. eres increíble en la cama, no te cambiaría por nadie..- murmuró y yo le volví a pegar en el pecho, el rió y me dio un beso rápido antes de levantarse y comenzar a vestirse, le imité, la idea de estar desnuda mas tiempo en su presencia me daba vergüenza.
Parece que Justin se dio cuenta y miró hacia otro lado
mientras se vestía y reía, yo sacudí mi cabeza avergonzada.
Justin saltó a el asiento de conductor desde atrás,arrancó sin ni siquiera darme tiempo a ponerme en el asiento de copiloto.
Terminé de ponerme los pantalones y me dispuse a pasarme adelante y justo en ese momento Justin dio un frenazo voluntario y casi me como el cristal si no me hubiera estado agarrando.
-¿Quieres matarme?-pregunté riendo una vez que conseguí sentarme a su lado, él me miró y tenía todo el pelo alborotado, estaba sumamente sexy y no pude pensar en nada mas que eso.
-Si no es de placer no...-murmuró sonriendo, para mejorar la situación, quitó su mano de mi tripa, de donde había estado agarrándome para que no me comiera el cristal, yo volví a avergonzarme y sonrojarme y me centré en ponerme los zapatos.
-Me encanta cuando te sonrojas..-murmuró y yo no levanté la vista para mirarlo, puse los ojos en blanco mientras me seguía poniendo los zapatos, el rió, y su risa llenó todo el coche.
-Se nota, no paras de hacerlo..-murmuré y subí la vista para mirarlo, él pasó una de sus manos por mi mejilla solo por un segundo y volvió a poner atención en la carretera.
-Es lo mas adorable que he visto jamás..-murmuró mientras miraba hacia el frente, yo levanté mi mirada de mis zapatos y lo miré, con su pelo alborotados y sus labios accidentalmente rojos de nuestro pequeño momento de pasión descontrolada.
El giró su cabeza para mirarme con su perfecta sonrisa, dejé de mirarle de arriba a abajo y le devolví la sonrisa, solo que menos perfecta. Suspiré y volví a mirar al frente mirando a la carretera.
Realmente no sabía nada del amor, todo esto no podía ser
solo amor, me negaba a pensar que era solo eso.
¿Qué es el amor? una simple palabra que algún estúpido creyó que era apropiada para este sentimiento tan fuerte, solo eso.
Nada de eso se podía comparar con como me sentía yo ahora, en este momento, sentía que mi corazón iba a salir de mi pecho latiendo si Justin me daba una ración mas de amor por hoy.
Notaba mis mejillas sonrojadas todo el tiempo y que una sonrisa se me formaba cada minuto sin ni siquiera pensarlo, de forma automática, una canción en la radio... un ligero recuerdo, todo.
Volví a mirar a Justin que miraba a la carretera concentrado, sonreí para mi misma y pasé mi mano por su nuca, el sonrió cuando notó mi tacto entre su piel, bajé mi mano acariciando cara parte que se quedaba atrás... llegué a su brazo y lo acaricié mientras no paraba de mirar como mis manos, como mis dedos rozaban cada parte de su piel, entregándose al completo.
Dejé caer mi mano una vez que llegamos a la puerta de mi hotel, Justin no me dio tiempo a reaccionar, sino que bajó del coche y le seguí con la mirada antes de verlo abrirme la puerta, cuando lo hizo sus ojos se clavaron en los míos, sonreí sin pensarlo de nuevo y de un salto bajé del coche, quedándome a pocos centímetros de su boca, de su cuerpo, ese que tanto deseaba.
Él me echó hacia un lado para cerrar la puerta y me puso de nuevo contra el coche, como antes había hecho, mis manos se deslizaron por su cuello de forma automática y el me sonrió.
Bajé mi mirada y reí levemente cuando noté que Justin se estremecía al pasar mis manos por sus pantalones, levanté la mirada para mirarlo y me encogí de hombros subiendo mis manos, mientras ponía cara de inocente, el me sonrió.
-Solo iba a subirte la cremallera..-murmuré y reí, Justin bajó su mirada hasta sus pantalones- pero si prefieres hacerlo tú...
-A decir verdad, prefiero que lo hagas tú, pero... no quiero tener que volver a meterte en el coche, así que, mejor lo hago yo - murmuró divertido mientras se subía la cremallera, yo reí y me separé lentamente de él para entrar en el hotel, el se quedó parado y yo me incliné para coger su mano y entrelazar nuestros dedos, el me miró y yo le sonreí, entonces se acercó y metió su mano por uno de mis bolsillos, dejando mi móvil en el.
Su mano acariciando mi muslo, me volvió loca.. literalmente, y tiré de él hacia dentro del hotel, porque eso era lo único que quería hacer, meterlo en mi habitación y estar con él toda la noche.
Me giré dándole la espalda, aún agitada y noté como las manos de Justin me abrazaban la cintura por detrás, sonreí y agarré sus manos mientras hacíamos un intento de caminar, reí fuertemente mientras notaba su respiración en mi cuello.
Parecíamos dos imbéciles mientras caminábamos hacia la puerta del hotel, una vez allí Justin no me soltó, si no que me levantó en pesos y me subió por las escaleras, yo no podía parar de reír como una tonta mientras notaba sus manos sujetándome, era la mejor sensación del mundo. Bueno... esa y la que me había hecho sentir en su coche hace unos minutos.
Una vez en la puerta giratoria, apartó uno de los mechones de mi pelo y posó sus labios en mi cuello de forma casual.
No quería hacer ningún movimiento brusco, ya que sabía que la experiencia de Justin con las puertas giratorias no eran muy buenas, me reí para mis adentros y finalmente entramos al hotel.
Una vez dentro Justin cogió mi mano y yo se lo agradecí, no solo porque era una manera un poco incómoda de caminar, si no que notaba el rocé de sus pantalones en mi trasero y eso no podía ser demasiado bueno, para como me sentía ahora.
Todo el mundo nos miraba con cara de ternura, puesto que hacía varios días que no paseábamos de la mano por el hotel, como de costumbre, parecía la típica escena de todos los días.
Le dediqué alguna que otra sonrisa a la gente y andamos hacia el ascensor sin decir ni una palabra, solo se escuchaba mi risa de niña enamorada cada vez que miraba sus ojos, osea ser siempre,entramos dentro del ascensor y pulsó mi planta.
Realmente no sabía nada del amor, pero... si esto era realmente amor, y no algo mas fuerte, que baje Dios y lo vea.
(Narra Justin)
Ella no paraba de reír y eso incluso me gustaba mas.
Pulsé su planta y la acerqué a mi de nuevo, acariciando su pelo y con sus preciosos ojos observándome, me sentí tan especial.
-¿Sabes?-pregunté mientras miraba su preciosos ojos, ella sacudió su cabeza sonriendo- tengo una propuesta para ti.
-¿Qué propuesta?-preguntó sonriéndome aún, yo bajé mis manos desde su pelo hasta su aún sonrojada mejilla, sus manos paseaban por mi espalda acariciándola, cogí aire.
-Que te parece sí... ¿por que no te vienes a vivir conmigo?-pregunté mirándola a los ojos, ella frunció su ceño pero aún con una sonrisa en su boca, eso me tranquilizó- no te alarmes, no quiero decir... nada de comprar piso,ni cortinas ni nada, solo hablo de que vengas a vivir a mi casa, conmigo.. con mi madre.
-Pero.. yo estoy bien aquí..-murmuró mirándome, yo suspiré.
-Pero yo quiero que esto cambie, no quiero...no quiero que sigas viviendo en un hotel Naira..-murmuré aún mirándola, el ascensor iba a llegar a su planta pero lo paré para seguir hablando.
-¿Y que tiene eso de malo?-preguntó mirándome.
-No te dicho que lo tenga pero.. ¿que tiene de malo venir conmigo? en mi casa estarás mas cómoda, podremos estar juntos y llegar tarde sin miedo de que los vecinos se quejen al dueño del hotel por la mañana..-murmuré aún acariciándola.
-Bueno pero aquí podemos gritar más..-bromeó y se echó a reír, yo la miré y ella entendió que yo no bromeaba y paró de reírse.
-Estoy hablando enserio..- murmuré, ella bajó su mirada y yo suspiré mientras la miraba- vente... vente a vivir conmigo.
-Me estás pidiendo que me vaya contigo ahora porque quieres estar conmigo esta noche, pero..¿y cuando no quieras? o.. no sé simplemente se.. se acabe la magia.
-¿De que magia me hablas?-le pregunté intentando no hacerle sentir mal, pero parecía cualquier escusa barata, ella suspiró.
-Pues, Justin, de la magia que hay entre nosotros, de dormir sola en mi cama y despertarme ilusionada por volver a verte por la mañana, de bajar y verte hablando con mi madre, hablo de besarte después de estar toda la noche sin ti, de esa magia hablo, o.. ¿ crees que quedará alguna magia cuando entre al baño y te vea lavándote los dientes?-preguntó mirándome.
Yo fruncí el ceño ante su última frase, era realmente adorable y a la vez un poco macabro que pensara esas cosas tan raras.
-¿Crees que nuestra magia se acabará porque me veas lavándome los dientes? ¡tengo dos baños!- ella rió y yo le cogí la cara entre mis manos- y no te estoy pidiendo esto porque quiera estar contigo esta noche, bueno sí quiero estarlo, pero no solo esta noche, quiero... quiero dormir contigo todas las noches de mi vida, quiero saber que estarás ahí por la mañana.
-Estaré siempre que tu quieras que esté..-murmuró, yo sacudí mi cabeza, como siempre ella no entendía lo que yo decía.
Iba a abrir mi boca, pero se me fueron las palabras, y si.. ¿y si no era que no lo entendía si no que no quería? la miré fijamente.
-¿No quieres vivir conmigo?-le pregunté mientras mis manos caían de su rostro y me separaba de ella, pegándome hacia la pared de ese ascensor, juraría que me estaba entrando claustrofobia, pero esto era mas importante que eso ahora.
Ella puso cara de ofendida y se acercó a mí de nuevo, como si le hubiera molestado que no la tocara más, ella cogió mis manos entre las suyas y me miró mientras mordía su labio.
-No es eso Justin, me haría mucha ilusión, no quiero.. no desearía otra cosa mas que esa-murmuró sonriendo.
-¿Cual es el problema entonces?-le pregunté y la volví a acariciar, ella sonrió al notar mi tacto contra su suave piel, lo agradecí.
-¿Y si estamos yendo muy rápido? no quiero correr para llegar antes a la meta asfixiada, quiero ir despacio.. y llegar a tiempo.
-Déjate de metáforas raras..-le dije y ella rompió a reír- te quiero, te quiero a ti, a ti en mi cocina, en mi salón... te quiero a ti en mi cama, ¿que mas da si nos equivocamos? lo único que quiero ahora es estar contigo, mañana ya veremos lo que queremos.
-Ah muy bonito, piensas como un adolescente encaprichado.
-Es que eso es lo que soy.
-Pero ningún adolescente le pide a su novia que se vaya
a vivir con él y con su madre.
-Pero ningún adolescente quiere a su novia tanto como yo a ti-murmuré y ella sonrió, ¡bien! sabía que la había convencido.
-¿De que color quieres la toalla?-bromeé mientras la besaba, ella rió y enredó sus manos por mi cuello mientras me besaba.
-No cantes victoria, aún está mi madre, y mi padre...
-Ellos también vendrán con nosotros.
-No sabes donde te metes.
-Déjame intentarlo..-murmuré y ella paró de besarme para mirarme a los ojos- déjame hacer las cosas bien contigo, déjame demostrarte que..-ella me interrumpió con un abrazo.
-Que sí, que te calles ya..-dijo mientras me apretaba contra su cuerpo, yo reí y le di al botón para salir de ese ascensor, lo cierto es que ya me estaba entrando demasiado calor allí dentro.
La levanté en pesos y la besé mientras salíamos del ascensor, entonces abrí los ojos y solté a Naira inmediatamente en el suelo, su madre estaba justo en frente de nosotros mirándonos, no demasiado contenta, Naira se colocó bien el pelo y la miró.
-¿Donde se supone que estabas? ¡te he estado llamando toda la tarde! ¡¿para que quieres ese movil tan caro si lo tienes apagado todo el tiempo?!-murmuró gritando un poco, Naira me miró y yo mordí mi labio con nerviosismo,ella volvió a mirar a su madre.
-Verás mamá.. lo siento yo..-murmuró pero a su madre le temblaron los labios, como si fuera a llorar y abrazó a Naira fuertemente, Naira me miró extrañada mientras la abrazaba-¿que te pasa? ¿por que.. porque lloras?-le preguntó y pude notar la preocupación en su voz, algo que me mataba, odiaba verla así.
Su madre se separó y Naira pasó dulcemente sus manos por su rostro, entonces pegó su frente con la de su madre y le susurró algo en español, ya le preguntaré en otro momento el qué.
Entonces su madre se separó de ella y le sonrió mientras algunas lagrimas, caían por sus ojos color marrones, muy distintos a los de Naira a pesar de ser del mismo color, ella tenía los ojos de su padre, ella apartó las lagrimas de su madre.
-Es tu primo Naira..-murmuró su padre en mi idioma, entonces la mirada de Naira se congeló y comenzó a temblar del miedo y nerviosismo, estaba en frágil, tenía unas ganas de ir y abrazarla y decirle que no se preocupara, que él iba a estar bien allí donde estuviera, Naira tapó su boca con la mano y su madre la miró.
-¿Cuándo.. cuando se ha ido?-le preguntó a su madre.
-¿Qué? ¡NO!-gritó su madre y soltó una carcajada- Naira, tu primo.. ¡tú primo se ha despertado!-gritó, yo abrí los ojos de la sorpresa, Naira se quedó mirando a su madre- por eso te llevo llamando toda la tarde, ¡él se ha despertado por fin!- dijo riendo de nuevo, Naira no reaccionaba, y yo en ese momento quise morirme, yo le había prohibido coger el teléfono solo por un calentón y resulta que era la llamada mas importante de su vida.

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