sábado, 3 de septiembre de 2011

Capítulo 121: sin fecha de vuelta


Sus ojos se clavaron en los míos, ella se quedó quieta mirándome fijamente a los ojos, yo solo pasé mi mano por su mejilla.. acariciándola, ella volvió a suspirar y cerró los ojos de nuevo, miré su rostro, una y otra vez... sin cansarme.
Los segundos pasaban y yo juraría que podría estar allí a dos centímetros de su boca una vida entera, solo observándola.
Cuando la vi ahí, tan cerca de mí, con los ojos cerrados y su boca a mi disposición no pensé en nada más que besarla, en nada mas que ella no se fuera, que se quedara... para siempre.
Rocé sus labios y ella siguió aún sin abrir los ojos, mi boca se abría paso entre la suya poco a poco, y mis manos sujetaban su cuello atraiéndola mi y en ese momento me sentí correspondido.
Naira respondió a mi beso y aunque sus manos no se envolvieron a mi cuello como solían hacer, yo lo hice por ella, pasé mis manos por sus brazos acariciando cara parte de ellos hasta llegar a sus manos las cuáles subí y deposité justo en mi cuello, ella no tardó mucho en enredarlas justo ahí.
Nuestras bocas se encajaban a la perfección, mis manos recorrían su cuerpo suavemente... acariciando cada parte que dejaban atrás y nuestras lenguas, jugueteaban sin rumbo.
Podría decirse que este era nuestro beso mas especial, podría decirse que esperaba que fuera el primero de muchos más.
Pero de repente sentí como se separaba de mí... como quitaba sus manos de alrededor de mi cuello y que abría los ojos despacio y... me gustaría aver visto una sonrisa, me gustaría que me hubiera sonreído y se hubiera tirado a mis labios de nuevo, pero no fue así, Naira me miró y se separó de mi lentamente.
Sus manos cayeron de mi cuerpo y yo automáticamente tomé una de ellas, Naira apartó su mano y la pasó por su boca, como si le diera asco besarme... como si yo fuera un desconocido para ella, yo me volví a acercar lentamente pero ella me paró.
-Espero que no te olvides nunca te este beso y que lo hayas disfrutado bien...-murmuró mirándome y de repente se echó a reír sin humor, sin ni si quiera ganas,conocía su risa perfectamente.
-No hagas esto Naira, nos estamos haciendo daño...-murmuré pero ella volvió a interrumpirme mientras me miraba a los ojos.
-¿Recuerdas nuestro primer beso?..-preguntó mirándome a los ojos, yo asentí ligeramente y me acerqué...-contéstame.
-Si, lo recuerdo...-murmuré mientras la miraba, ella sonrió.
-Pues espero que este lo recuerdes igual de bien, por que este Justin Bieber ha sido nuestro último beso.-masculló mirándome, sentí odio en su mirada, sentí dolor al ver como sus ojos me miraban de esa forma, como en vez de amor... trasmitían dolor.
Sus palabras cayeron encima de mí como un balde de agua fría, la miré pude notar como miles de lagrimas se amontaban en sus ojos, pero en cambio en los míos salían sin rumbo.
La ví darse la vuelta y seguir a la suyo y me acerqué de nuevo a ella haciéndola girar y que su cuerpo quedara a centímetros del mío, brindándole respirar mi aire sin algún día el suyo se acababa, la miré a los ojos y ella intentó zafarse de mis brazos.
-Dime que no me quieres, dime que te vas a ir mañana y vas a desaparecer, ¡dime que eso es lo que quieres y me miré!..-exclamé mientras la agarraba del brazo, ella me empujó y esta vez si me moví de mi sitio, me volvió a empujar de nuevo.
-¡Pues claro que te quiero gilipollas! ¿Que te piensas que soy como tú? ¡Claro que te quiero! Yo en cambio a ti no he estado jugando durante los que.. yo pensaba que habían sido los casi 8 meses mas bonitos de mi vida ¡Yo en cambio a ti no voy haciendo apuestas por ahí, en a ver quien conquista un corazón primero! ¿Sabes? deberíais de haber apostado en quien me lo rompía primero! ¡Por que tú seguro que te llevabas el premio!..-gritó empujándome de nuevo yo esta vez le cogí del los brazos, obligándola a que me mirara directamente a los ojos, supiré.
-¡Escúchame bien! ¿Crees he estado tanto tiempo fingiendo? ¡No es culpa mía! Rubén amenazaba con contártelo todo y yo.. yo no quería perderte Naira, pero la mentira fue haciéndose mas grande, ¡Sé que soy un imbécil! ¡Y sé que deberías odiarme! pero no lo hagas, solo quiero.. por el amor de Dios Naira, no me dejes..-mascullé mientras un millón de lágrimas caían de mis ojos, ella miró las lagrimas que se deslizaban por mi mejilla y volvió a mirar a mis ojos..- Ya nos separamos una vez, ¿y te acuerdas como nos fué? ¿Crees que vas a irte y olvidarme? Porque sabes que eso no va a pasar, ¿Vas a olvidarme de la noche a la mañana? ¿Eso es lo que crees que puedes hacer? Si lo que quieres es hacerme daño..¡adelante! pero no te vayas, por que así también te estás haciendo daño a ti misma.-pregunté mientras la miraba, ella mordió su labio llena de rabia esperó unos segundos mientras sus ojos se perdían en los míos.
-Suéltame...-masculló mirándome a los ojos, yo la miré y la solté una vez más, ella se quedó allí quieta mirando al suelo.
-¿Crees que no te quiero? ¿No es suficiente todo lo que te he demostrado? ¿Todos mis besos y mis caricias? ¿La forma en la que me entregué a tí? ¿¡Como mas quieres que te demuestre que te amo y que no puedo vivir sin ti?!..-exclamé mirándola, ella se dio la vuelta y tapó su cara con las manos, me acerqué lentamente mientras la escuchaba sollozar, pasé mis manos por su cintura y la hice girar, obligándola a mirarme a la cara.
Ese era el sonido que mas odiaba en ese mundo, yo, que había dicho delante de millones de chicas que nunca le haría daño a mi novia y aquí estoy, ¿como debería sentirme por eso?
-Perdóname mi amor, perdóname..-susurré pegando mi frente a la suya, ella cerró los ojos y yo aparté sus lagrimas con mis dedos..-quédate conmigo, mi niña..-susurré y ella abrió los ojos para encontrarse con mi mirada, sus manos volvían a caer de su cuerpo sin rozarme, pero aún así las mías estaban sujetando su rostro, que cada vez estaba mas cerca del mío, notaba como nuestras narices se rozaban y como nuestro aliento se mezclaba, podía ver el recorrido de sus lagrimas por sus mejillas tan de cerca, y miré sus ojos, los cuales me miraban, en ese momento pensé que ella iba a quedarse conmigo, casi podía sentir sus manos sujetándome y su boca pidiéndome que la besara... cuando tocaron a la puerta, Naira cerró los ojos y suspiró.
Yo no me separé de ella y esta subió sus manos hasta su cara hasta encontrarse en el mismos lugar que las mías, abrió los ojos y se separó un poco mas de mí, hizo una mueca.
-Lo siento...-susurró con la voz rota mientras quitaba mis manos de su rostro, y se disponía a abrir la puerta, la interrumpí.
-¿El que sientes? dime que es lo que sientes..-murmuré y ella se quedó quieta mirando hacia la puerta, se giró y me miró.
-Siento no ser lo suficiente honesta para poder perdonarte..-murmuró y encogió sus hombros mientras me miraba, yo me quedé como un tonto mirándola, quería engañarme a mi mismo y decirme que ella si iba a perdonarme, que ella si era lo suficiente honesta para hacerlo, ¡por el amor de dios! ¡la estaba perdiendo y no podía hacer nada para evitarlo! ella se secó las lagrimas y abrió la puerta, detrás de ella se encontraba Dan, Naira abrió un poco la puerta y el entró sin ningún problema, me miró a los ojos y hizo un intento de sonreír y saludarme, pero quité mi mirada.
-Puedo venir en otro momento...-Naira carraspeó interrumpiéndolo mientras negaba con la cabeza, la miré.
-No, para nada, no te preocupes Dan... Justin y yo ya hemos terminado.-masculló sin tan siquiera mirarme, y sentí que esa frase tenía un doble sentido que solo yo y ella podíamos entender.
(Narra Naira)
Dicho esto me senté en la cama mientras intentaba controlarme y no llorar de nuevo, Justin llevó sus manos a su cabeza y le dió un puñetazo a la puerta, yo ni si quiera elevé la mirada y sentí como se acercaba de nuevo a mí pero esta vez algo se lo impidió.
-Justin vete a casa.-murmuró Dan intentando tranquilizarlo, él se soltó de su agarre y se agachó para cogerme de las manos haciéndo que lo mirase, yo elevé mi vista y lo miré a los ojos.
-No vas a irte ¿verdad? No vas a dejarme...-murmuró mientras me miraba, yo aparté mis manos de las suyas y Dan se metió de nuevo para apartarlo de mí, esta vez él se quedó quieto, lo miré..-¡Dime algo! por favor mi vida dime algo..-murmuró mirándome.
-Adiós Justin..-susurré, vi como sacudía su cabeza y Justin iba a acercarse de nuevo pero Dan volvió a meterse en medio.
-¡Qué me sueltes joder!.-gritó empujando a Dan y dándole esta vez una putada a la puerta saliendo detrás de ella, yo no pude evitar volver a llorar, él era el amor de mi vida y ahora estaba segura de que no sería el único amor en ella.
No sabía si lo volvería a ver, pero lo que estaba claro es que iba a pasar mucho tiempo para volver a sentir sus caricias.. sus besos, o quien sabe.. ¿quizás no los sienta jamás?
Dan cerró la puerta y lo sentí sentarse a mi lado, no levanté la cabeza y noté su mano en un intento de acariciarme la espalda, algo que hizo que llorara aún mas fuerte, el suspiró.
-Mírame..-murmuró con una voz que haría tranquilizar a cualquiera, levanté la cabeza e hice lo que me pidió, sonrió..-Tranquila, estas cosas pasan, eres joven, y igual que te ha tocado vivir la vida, vivir la experiencia del primer amor, ahora te tocado vivir la experiencia de la ruptura.. del desamor y del pensar que tú vida se acaba si no estás con él..-murmuró mirándome.- pero ¿sabes qué? que no Naira, tú vida no va a acabar sin él.
Sé que ahora es lo que piensas, porque has compartido muchas cosas, momentos a su lado, pero.. cuando se tiene tu edad es en lo que piensas, en que esa persona es tu vida y estará contigo para siempre, pero... nunca pasa, bueno.. casi nunca.
Como te digo que casi ningún amor adolescente es para siempre te digo que hay algunos que sí..-musitó sonriendo..-mira mis padres, mi madre fue su primera novia y viceversa, y aunque tuvieron muchos problemas y hubo muchas personas entre medio finalmente.. se casaron, y tuvieron a un estupendo hijo llamado Dan Karter..-murmuró encogiendo los hombros y haciéndome sonreír..- Y puedes irte a España o a la otra punta del universo que si lo vuestro esta destinado a ser... no importa ni el día, ni la hora, ni el momento, ni el tiempo que tardeís en reencontraros que créeme que lo será.-murmuró suspirando y mirándome.-Y todo esto, tus lagrimas..-murmuró apartándolas con sus manos.- todo esto forma parte de tu aprendizaje y de tu formación como mujer, estás creciendo y esto forma parte de la vida, y si me permites decir una cosa... tengo fé de que serás una gran mujercita en el futuro..-murmuró sonriendo, yo solté una pequeña risa y finalmente dejé de llorar mientras lo miraba.
-Graci..-murmuré pero Dan me interrumpió con su risa.
-No te habrás creído que esa charla es gratis...¿verdad?.-preguntó y yo me eché a reír mirándolo, el sonrió - A cambio tienes que prometerme algo.-murmuró mirándome, yo asentí.
-Lo que quieras.
-Prométeme que dentro de dos.. tres o cuatro meses cuando ya te hayas cansado de eso, volverás.-murmuró mirándome.
-Vaya Dan, tus promesas no son para nada difíciles.-murmuré mirándolo y sonrió.- te lo prometo.
-Pues bueno.. supongo que querrás descansar que mañana te esperan un par de horas de avión.-murmuró mientras se levantaba de la cama, yo hice una mueca y le sonreí como pude..- Eh, no te apures. ¡verás que cuando estés allí te sientes mejor!
-Eso espero..-susurré y le sonreí, él abrió la puerta y se giró.
-Cuidate Naira..-murmuró sonriendo e hizo un gesto con la mano yo le sonreí y miré como la puerta se cerraba, hasta abrirse de nuevo.- ¡Y no te olvides de nuestra promesa! estaré aquí esperándote.. bueno, estaremos.-murmuró mirándome con una mueca sin darme tiempo a reaccionar y cerró la puerta. ¿estaremos? preferiría que no...me esperara nadie.
Me dejé caer en la cama boca arriba mientras sentía como mi cabeza me iba a explotar, solo quería dormir y despertarme mañana en España, ¿algún transportador a mano?
Intenté cerrar los ojos y dormir, ya tenía la maleta.. tenía el billete y ya estaba todo listo para zarpar, nada me impediría irme y nada me retenería a quedarme... o por lo menos eso espero.
Mi móvil no paró de sonar en toda la noche, dejando paso a que mi canción favorita se convirtiera en la mas odiada.
Me puse boca abajo... boca arriba.. de lado, di una vuelta, y otra, no podía dejar de pensar en como habían cambiado las cosas.
Ni si quiera sabía si estaba llorando o había parado de hacerlo.
Me pregunto como habrían sido las cosas de no haber venido nunca, de no haberlo conocido de no hacer sido blanco de una apuesta, ¿que estaría haciendo ahora? casi podía imaginarme en mi cuarto, con miles de posters pegados en la pared, mientras estaba en twiter esperando a que mi ídolo estuviera online y me siguiera, mientras escuchaba su música en la radio.
Y así con mi móvil sonando cada dos por tres y sin tan si quiera haberme puesto el pijama me adentré en un... profundo sueño.
Noté la luz del día azotarme la cara puesto que no había cerrado las cortinas anoche, me di media vuelta en la cama y otra vez ese sentimiento de soledad me inundó, estaba sola... ahora sí que lo estaba, tantas noches había pasado a su lado... y me había despertado a su lado con la mas grande de mis sonrisas y hoy sentía como si nada valiera la pena, ¿irónico eh? solo había pasado un día desde que nos prometimos amor eterno, ¡amor eterno! ¡menuda mierda! ¿Que pensaba casarse conmigo y cuando tuviéramos un hijo decirme que fue fruto de una apuesta?
Me obligué a mi misma a levantarme de la cama y ducharme, ni si quiera había mirado la hora del vuelo, pero supongo que mi madre como siempre, vendría a recordármelo.
Juraría haberla escuchado entrar a mi habitación un par de veces en toda la noche, supongo para mirar si finalmente había pensado quedarme aquí y dejar de hacer "lo que me diera la gana" nadie me tomaba enserio.
Me duché me vestí y me peiné y casi en tiempo cronometrado mi madre entró por la puerta sin tan siquiera tocar, la escuché desde el baño mientras pensaba que no la vería en... mucho tiempo.
-¡Naira! ¡vamos! ¡Que tienes que desayunar y que coger el avión! ¡Qué esta vez no es el avión privado de tu novio y nadie espera por tí!.-exclamó casi gritándome desde la habitación, sentí como si de nuevo me hubieran roto el corazón, ¡¿es que nadie iba a dejar de repetírmelo?! seguí escuchando las quejas de mi madre desde el baño hasta que me canse y salí de él.
-Buenos días.-murmuré y preferí no haberlo hecho, tenía una voz horrible, mi madre se dio la vuelta para mirarme, se acercó.
-¿Estás bien mi vida? ¿Te duele algo? Tienes mala cara..-murmuró mientras apartaba el pelo de mi cara, suspiré.
-No he dormido bien.-mascullé y ella suspiró esta vez.
-Naira, solo es un chico, ¿has visto todos los que hay en la calle?.-preguntó riendo mientras me miraba, intentando que yo me riera también, la miré seria.-lo que quiero decir es que..-se paró y me miró, yo me aparté de sus caricias y la miré.
-Que si mamá, que da igual.-mascullé mientras recogía las últimas cosas y me disponía a sacar la maleta, ella bufó.
-Sé que te importa, sé que le quieres y que el te quiere a tí, no sé la razón de todo esto pero... si yéndote mas a sentirte mejor.. vete, si crees que así se van a arreglar las cosas.. hazlo mi vida.
Pero si lo que estás haciendo es para olvidarle forazadamente,aquí en España o en Cancún, seguirás acordándote de el, si lo que quieres es huír de las cosas que te recuerdan a él y de los momentos que vivieron juntos... déjame decirte que es absurdo..-murmuró justo detrás de mí, yo fruncí mis labios y suspiré sin girarme a mirarla, sabía que tenía razón, oh vamos todas las madres tienen razón en estos temas, sabía que lo que estaba haciendo era precipitado, pero... ya había dicho que me iba y eso era lo que quería, sequé las lagrimas que habían salido de mis ojos y me giré para intentar sonreírle.
-Me voy de aquí porque no puedo mas y quiero irme a casa, no trato de engañarme a mi misma, solo quiero... sentirme bien..-murmuré mirándola, ella hizo una mueca y asintió ligeramente.
-Está bien, baja a desayunar que yo te bajo la maleta..-murmuró mientras acariciaba mi mejilla, yo metí mi móvil en el bolsillo di media vuelta y cerré la puerta detrás de mi.
Mientras esperaba a que el ascensor subía saqué mi móvil del bolsillo, tenía 9 llamadas pérdidas de Justin y 3 de un número desconocido, los mensajes ni me limité a leerlos.
La puerta del ascensor se abrió y entré a él, el tiempo allí dentro parecía mas bien eterno, ¡mierda! no podía hacer nada para olvidarme ni.. ¿un poquito? salí del ascensor y me adentré en la cafetería para desayunar algo mientras mi madre me bajaba la maleta, sentía como todo el mundo me miraba y como era el centro de todas las miradas, no me molesté porque no me iban a ver mucho más por aquí... noté una mano rozarme las espalda y me giré rápidamente, allí estaba mi padrino, sonriéndome.
-¡Hola pequeña! ¿que planes tienes para hoy? ¡hacía días que no te veía! ¡que ahijada tan ocupada tengo!.-murmuró mirándome, yo le sonreí y acto seguido bebí un poco de zumo de naranja.
-Pues hoy tengo un viaje pero ¿sabes? creo que vendré mas bien pronto..-murmuré sonriendo mientras lo miraba.
-¿Así que dejas tu habitación libre?.-preguntó con los ojos abiertos, yo reí ligeramente y encogí mis hombros.
-Así es.
-¿Sabes? tu habitación es la mas solicitada desde que eres famosa, ¿ no te importaría que la ocupara alguien verdad?..-preguntó sonriendo, yo lo miré y suspiré varias veces.
-Claro que no, no creo que vuelva a quedarme..-murmuré sonriendo, él abrió la boca para hablar pero un hombre se acercó primero, me miró y yo le sonreí ligeramente.
Mi madre bajó y yo salí rápidamente del hotel, y con la misma rápidez me subí al coche, me asombré al ver que nadie acompañaba a mi madre... ni si quiera Bob.
De camino al aeropuerto no hubo casi conversación, mas bien lo típico, que si saludos a la familia, que si esto.. que si lo otro.
Supe que mi madre no quería tocar mucho el tema.
Llegamos al aeropuerto y bajé del coche, hacía mucho tiempo que no iba a el aeropuerto central de Canadá ¡cuanto movimiento!
Me alegré al ver que no había casi nadie por allí y que casi nadie se paraba a decirme nada, después de dejar la maleta y dar mis datos me senté en un asiento con mi madre al lado, me sonrió.
-Quiero que me llames cuando vuelvas ¿vale?.-preguntó mirándome, yo la miré y asentí ligeramente mientras suspiraba.
Miré a todos lados, esperando verlo, esperando que viniera y me pidiera que me quedara una vez más, pero el tiempo fue pasando y llegaba la hora de embarcar, así que.. eso fue lo que hice.
Después de muchos abrazos y muchos besos por parte de mi madre, pasé el control de seguridad y miré a atrás de nuevo.
Desearía poder decir que el vino, que el corrió hasta donde yo estaba y que me pidió que me quedara con él, que le perdonara, y me gustaría poder decir que salimos de allí juntos, porque yo no dudaba que si el aparecía y me decía todas esas cosas... yo me quedaría con él... pero eso no pasó, lo único que pasó fue el tiempo y el momento de subirme al avión llegó.
Y yo me iba sin fecha de vuelta y sin saber con lo que iba a encontrarme, ¿se puede ir peor en la vida? oh claro que sí.
Nada mas sentarme fingiendo un par de sonrisas miré por la ventana, ya era casi imposible que el apareciera, pero.. yo lo deseaba, ¡como en las películas! me di cuenta de que eso solo pasa en las películas cuando el motor del avión se encendió.
Nunca me había sentido tan segura de querer volver, y ahora aquí estoy en el avión, nunca me había sentido tan mal.
Yo pensaba que estaba segura, que estaba segura de irme y que no iba a hacerme daño, pero me equivoqué, ¡no lo entiendo!
Quería decirle al piloto que parara el avión y que diera media vuelta de regreso, ¡vamos! yo no estaba preparada para irme y dejarlo todo atrás, hace dos horas parecía que sí y hasta estaba sorprendida de que no me doliera pero ahora... quiero morirme.
Saqué el móvil de mi bolsillo importándome mas bien poco lo que me pudieran decir, y miré mi bandeja de entrada, había muchos mensajes pero me dispuse a leer el mas reciente.
"Siento que lo mejor es dejarte ir, aunque me esté contradiciendo a mi mismo con esa canción que nunca paro de cantar.
No dudes que te quiero y que siempre lo haré, si lo que quieres es irte no puedo obligarte a que te quedes, pero... tampoco puedo impedir que te lleves mi corazón contigo, porque eso es lo que harás" mensaje recibido 15/2/2011 @10:40
Corazón roto en mil pedazos.. sin fecha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario