lunes, 13 de agosto de 2012

Capítulo {136, parte 1}: "Amor. Amor a mi manera".


|| Narra Naira ||
Me moví como pude, ya que noté como un par de fuertes brazos me rodeaban, suspiré al sentir la respiración tranquila de Justin en mi nuca. Sonreí y pasé mis dedos por su brazo, que descansaba en su cintura, se movió y yo giré en mi misma para quedarme enfrente de él, su mano descansaba en mi cintura y la otra estaba justo encima de mi cabeza, en la almohada.
Mi mirada se paseó por todas las facciones de su rostro aún dormido. No había nada mas relajante que verlo dormir.
Pasé la yema de mis dedos por su pecho, sintiendo su respiración tranquila y como mis dedos ardían al tocar su piel.
Bajé mi mano ligeramente hasta su abdomen y sonreí tímidamente cuando mis dedos rozaron el elástico de los boxers.
Subí mi mano de nuevo, esta vez hasta llegar a su rostro, donde mis dedos inconscientemente acariciaron sus labios entreabiertos, de repente mis dedos desaparecieron entre sus labios acompañado de un ruido aterrador de su boca.
Retiré mi mano algo asustado y el abrió los ojos para mirarme.
- ¡Idiota! me asustaste - el soltó una carcajada y me cogió por la cintura para ponerme justo encima de su precioso cuerpo.
Suspiré al sentir que solo una sábana y la tela de sus boxers separaba su cuerpo del mío. El lo notó y acunó mi rostro entre sus manos y alzó al cabeza para besarme. Me derretí.
- Buenos días, princesa - susurró aún entre mis labios, sonreí tímidamente y pasé una mano por su cabello, despeinándolo.
- Siento desilusionarte pero aún no es por la mañana, de echo llegaremos a Berlín por la noche - murmuré divertida.
- Mejor, así podré dormir contigo de nuevo cuando lleguemos - susurró acariciando mi espalda mientras mi cabeza descansaba entre su cuello. Sonreí mientras respiraba su aroma.
- Deberías vestirte - susurré mientras mi mano paseaba por su pelo, el me miró interrogante y soltó una leve risita.
- ¿Y eso porqué? ¿te pone nerviosa verme sin ropa? - dijo aún sonriendo. Yo puse los ojos en blanco y lo empujé a la cama.
- ¿Por qué iba a ponerme nerviosa algo que ya he visto? - el alzó las cejas divertido, sonreí - además, ya queda poco para llegar.
El suspiró y se levantó para empezar a vestirse, aproveché para ordenar eso un poco, y salir de ese cuarto.
Cuando lo hice dos pares de ojos se posaron en mí inmediatamente, algo que me hizo avergonzarme.
-
-
-
-
Llegamos al aeropuerto de Berlín.
El camino hacia el hotel se me hizo eterno.
Justin había decidido irse en otro coche diferente al mío.
Me sentía como si estuviera escondiéndome de algo...
Bufé una vez llegamos y me bajé del coche, entramos en el hotel y el coche en el que Justin iba no había llegado aún.
Subimos a las habitaciones, ¡me encantaba esta parte!
Me encantaba pisar nuevas e increíbles habitaciones como en las que nos hospedábamos mientras estábamos de gira.
Estábamos repartiendo las habitaciones, cuando Justin apareció por el ascensor. Su mirada de clavó en la mía en unos segundos.
Todo el mundo hablaba pero yo realmente no estaba escuchando. ¡¿Como iba a hacerlo?! tenia un par de preciosos ojos observándome atentamente. Sonreí y me dispuse a entrar a la habitación que estaba asignada para mí, pero él se adelantó.
- Déjame a mi.
Casi me arrebató la tarjeta de la mano y abrió la puerta de el que sería nuestro cuarto, sonreí en cuánto pasó la tarjeta para encender la luz. ¡Era realmente preciosa! me giré para mirar a Justin, que aún descansaba en la puerta, mirándome.
- Es muy bonita - musité mientras lo miraba.
- Sí, lo es - murmuró observándome de una manera que me daba a atender que no hablaba básicamente de la habitación. Sonreí.
Me acerqué lentamente a el y pasé mis manos automáticamente por su cuello, acercándolo a mi boca, sus manos se deslizaron por mi espalda suavemente, colándose por debajo de mi blusa - Pero he visto cosas mas bonitas - susurró cerca de mí.
- ¿Como qué? - susurré acariciando su nuca, el sonrió.
- ¿De verdad me lo preguntas? lo vez cada día, cuando te miras al espejo - alcé la ceja divertida mientras lo miraba.
- ¿Intentas hacerte el ligón conmigo? - el rió levemente - conozco tus trucos, te recuerdo que ya me conquistaste una vez.
- Cierto - susurró acariciando esta vez mi mejilla - pero te prometí que iba a reconquistarte. Solo estoy cumpliendo mi promesa.
Sonreí mientras miraba esos perfectos ojos color miel.
- No te hace falta, ya me tienes aquí - el negó con la cabeza.
- Esta vez voy a hacer las cosas bien, Naira - mi corazón se encogió al recordarlo - No voy a volver a hacerte daño.
Observé sus ojos una vez mas, y mordí mi labio.
- Justin ... - posó un dedo por mis labios, silenciándolos.
- Aunque realmente, no me hace falta ninguna excusa para decirte lo preciosa que eres, ¿sabes? - murmuró, yo reí.
- Ya cállate - murmuré y me acerqué aun mas a él.
Sentí sus manos acunar mi rostro una vez mas, y nuestros labios a punto de tocar, yo apunto de elevarme a otro nivel... cuando la puerta que estaba semiabierta, se abrió del todo.
Me descolgué de su cuello y observé hacia esa dirección.
- Justin, ¿porque no vas a instalarte? - preguntó Kenny desde la puerta, que realmente no se había dado cuenta (o sí) de lo que acababa de interrumpir - dentro de poco bajaremos a cenar.
Kenny me observó a mí y yo asentí mientras le sonreía, pero Justin aún me observaba a mí y no había quitado su mirada de mi rostro desde que Kenny había entrado para interrumpirnos.
- Justin, ¿Estás escuchándome? - Kenny habló, y luego de unos segundos, Justin despegó su mirada de mí y lo observó. Asintió.
Kenny salió de la habitación, dejando la puerta entreabierta.
Me distancié de él y lo miré atentamente.
- ¿Así que has cogido dos habitaciones diferentes? - intenté que mi pregunta saliera lo mas natural posible, pero no me salió demasiado bien, Justin me observó - Quiero decir... pensé que.. bueno, da igual - murmuré y sonreí. Justin alzó las cejas.
- ¿Querías compartir habitación conmigo? - preguntó observándome, yo sonreí y alcé los hombros.
- Pensé que compartiríamos habitación, solo eso.
- No fue eso lo que te pregunté - murmuró y se acercó a mí, yo reí.
- Me da igual Justin, si total está aquí al lado.. - murmuré el negó con la cabeza y alzó mi barbilla para mirarme a los ojos, proseguí hablando ante su atenta mirada - Es normal, aún es pronto, entiendo que quieras darle tiempo para que poco a poco vayan dándose cuenta de que estamos juntos... yo bueno... aún no se lo e dicho a Luis y.. - el frunció el ceño y se acercó a mi, aún mas, demasiado, haciendo que parara de hablar, interrumpiéndome.
- ¿Que estás diciendo? - yo reí nerviosa - No es por eso por lo que no he cogido una habitación para compartirla contigo.
Solo quería saber si tu estabas segura de querer compartirla... pero sabes que si quieres que me cambie de habitación, solo tienes que decirlo - musitó, yo reí y asentí mientras lo miraba.
El alzó las cejas interrogante, una vez mas, me distancié.
- Esta conversación no tiene sentido, anda vete a instalarte - murmuré mirando sus preciosos ojos miel, el me sostuvo la mirada unos segundos, yo sonreí y asentí, el se acercó.
- ¿Estás segura? - susurró mientras acariciaba mi mejilla.
- Se que vas a venir a mi cama todas las noches, así que no me preocupa que duermas a unos metros de mi puerta.
- Si no me dices que quieres que me cambie, no vendré a dormir a tu cama - murmuró divertido, yo alcé las cejas y lo observé.
- ¿Estás seguro? - susurré mientras pasaba mis manos por el cuello de su camisa, se formó una curva en su boca, que enseguida besé - ¿dejarás que duerma solita Justin?
- Pídeme que me cambie de habitación - susurró entre mis labios, yo negué, haciendo que nuestras narices rozaran.
En cuanto me distancié, sus manos cayeron en el aire, sonreí.
- Pídemelo - susurró mirándome divertido.
- Nos vemos abajo, guapo.
Sonrió y me miró fijamente con esa sonrisa, antes de asentir.
Me giré, pero como no sus manos me lo impidieron, porque atrapo mi cintura y me atrajo hacia el tan rápido como en un parpadeo. Y con la misma velocidad besó mis labios no sin antes mirarme a los ojos de esa manera que me derretía.
|| Narra Justin ||
Salí de su cuarto y fui rápidamente al mío, tal como ella había dicho, solo unos metros nos separaban, pues estaba al lado.
No saqué la ropa de la maleta, no nos quedaríamos mucho tiempo, así que la eché a un lado y me dispuse a bajar.
Cuando lo hice, ya estaban todos en la mesa que nos habían asignado en el restaurante del hotel, sonreí y entré.
Busqué a Naira con la mirada, y cuando la encontré, me di cuenta de estaba sentada al lado de Luis. Estuve dudando un buen rato si ponerme a su lado o no, y al final me decanté por la segunda.
Ella no se percató de que yo estaba allí hasta que me senté, casi enfrente, unos cuántos sitios mas allá, al lado de Scooter.
Levantó su mirada y me observó atentamente, podía notar su mirada en mi durante unos segundos, aunque luego la apartó.
Sonreí y levanté la mirada para observarla, ella sonrió.
Le piqué el ojo y ella se removió en la silla y borró su sonrisa.
Sentí unas manos en mi nuca y seguidamente una respiración caliente en mi oído, que me hizo estremecerme en la silla.
- Hola guapo.
Su susurro se coló en mi cuerpo de la misma manera que su húmeda boca se colaba en el lóbulo de mi oreja.
- An.. Angela - murmuré en forma de saludo mientras ella se sentaba justo a mi vera. Sonrió y cruzo sus piernas consciente de que mi mirada iba a vagar hasta ellas. Y así fue.
- No te he visto hoy en todo el día, ¿donde estabas? - preguntó mientras se inclinaba hacia mi y acariciaba mi pecho.
- Fui en el jet y dormí un poco... estaba cansado - murmuré mientras apartaba la vista de ella y observaba al frente.
Sentí como Ángela iba a decir algo, pero el camarero llegó con la comida. Algo que unos minutos mas tarde agradecí.
Busqué a Naira con la mirada una vez más.
Estaba justo enfrente de mí, aunque sabía que no podía escucharme, podía verme perfectamente, y podía ver como Angela estaba intentando seducirme, desde que llegó.
Terminamos de comer y observé como la gente se iba levantando para irse a sus habitaciones, puesto que era tarde.
Angela permaneció a mi lado, hablándome de cosas sin sentido.
No le estaba prestado ninguna atención, estaba demasiado ocupado observando a Naira. Cada uno de sus movimientos, de sus gestos, la forma en la que se le curvaban los labios en forma de sonrisa, como inclinaba ligeramente la cabeza hacia atrás cada vez que reía, como apartaba el cabello de su rostro.
Y de repente deseé ser yo, el que la estuviera haciendo reír en ese momento, el que hacía que su boca se curvara en forma de sonrisa, y el que apartara su cabello de su rostro.
Y de repente, su mirada se cruzó con la mía, como hace mucho tiempo que mis ojos se habían posado en ella.
Me observó durante unos largos segundos, en los que me perdí en la profundidad de su mirada, y de repente, me sonrió.
Y entonces tuve la necesidad de decirlo, aunque sabía que ella no podía escucharme, me incliné en la mesa y la observé.
- Eres preciosa - susurré mas para mi que otra cosa.
Ella alzó las cejas divertida y negó con la cabeza, acto seguido se levantó de la mesa, y todos pararon de hablar para mirarla.
- Me voy a dormir, hasta mañana - murmuró mientras cogía su teléfono de la mesa. Segundos después todos la contestaron con un "buenas noches, que duermas bien" pero yo solo me limité a mirarla. Le echó una sonrisa de complicidad a Luis, antes de retirarse y caminar hacia el ascensor.
Cuando las puertas del ascensor se cerraron, me dejé caer en el respaldo de el asiento y me percaté de que Angela seguía hablando. Por primera vez en la noche tuve la necesidad de hacerla callar. Pero tan solo la observé, mientras sus labios se movían. Asintiendo aunque no tuviera ni idea de lo que hablaba.
- ¿Sabes? mejor voy a dormir, porque estoy cansado - le interrumpí de repente, y ella me observó atentamente.
- Pero si dormiste en el jet ... ¿no? - preguntó mientras me analizaba con su mirada, yo la observé e hice una mueca.
- Sí, pero sigo estando cansado - hable rápido - hasta mañana.
- Pero Justin... - suspiré y supe que solo había una forma de hacerla callar, por lo que me acerqué para besarle la mejilla.
- Duerme bien, preciosa - susurré y acto seguido me encaminé al ascensor. Sentí la mirada de Angela en mi nuca y sonreí.
Al final había conseguido hacerla callar de verdad.
Cuando llegué a las puertas del ascensor, negué con la cabeza y me dispuse a subir las escaleras hasta llegar a mi planta.
Lo hice rápido intentando encontrar a Naira, y lo hice.
Estaba de espaldas buscando la tarjeta de la habitación en sus bolsillos sin éxito por lo que parecía. Gruñó algo en voz baja.
Me acerqué sonriendo y me posé en la pared observándola.
- ¿Buscas esto? - ella se sobresaltó y luego se giró para mirarme, yo reí entre dientes y le mostré la tarjeta de su cuarto.
- ¿Por qué la tienes tú? - preguntó y alzó las cejas, sonreí.
- Cuando entraste por primera vez, yo te abrí, ¿recuerdas? - musité mirándola atentamente, ella sonrió e hizo un amago de coger la tarjeta, pero la aparté de sus manos, frunció el ceño.
- ¿Vas a dármela o..? - yo reí.
- Cógela.
Ella me miró divertida y negó con la cabeza, estiró una mano e intento cogerla, pero fui mas rápido y la aparté de nuevo.
Ella resopló y me miró fijamente, yo reí y aventé la tarjeta.
- ¿Qué pasa, no la quieres o..? - ella rió y mordió su labio.
Di unos cuántos pasos hacia atrás y ella hacia delante, con la mirada fija en mis ojos, yo sonreí y le acerqué la tarjeta.
Observó la tarjeta y luego subió su mirada hasta mis ojos.
Entrecerró los ojos cuando intentó cogerla y la volví a apartar.
- ¡Dámela ya! - exclamó mientras se acercaba mas a mi.
- Eres tú que no la coges - me encogí de hombros.
Ella mordió su labio y se acercó rápidamente a mi, poniendo sus manos en mi pecho y en unos segundos mi espalda tocó la blanca pared del hotel. Gruñí y ella rió cuando cogió la tarjeta entre sus manos. Me miró a los ojos y se giró, con la intención de abrir la puerta de su habitación, pero como todos sabéis, eso no fue lo que sucedió. Agarré su brazo y la atraje hacía mi.
Ella sonrió y yo la giré para que quedara ella contra la pared.
Escondió la tarjeta en su espalda y me miró atentamente.
- ¿Me vas a dejar entrar? - susurró, yo negué con la cabeza. Ella rió y me empujó de nuevo, y esta vez, si abrió la puerta.
Me quedé mirándola unos segundos y ella se giró para mirarme.
- Buenas noches - susurró apoyada en el marco de la puerta.
Yo reí y me acerqué apoyando mi mano en el marco también.
- ¿No vas a invitarme a pasar?
- No.
- ¿Porqué no? - pregunté y ella encogió sus hombros, divertida.
- Deberías haber pensado antes coger dos habitaciones ¿no? - preguntó mientras colocaba el cuello de mi camisa, yo sonreí - ahora yo lo único que quiero es dormir, y tú, por lo que veo no, así que buenas noches - murmuró divertida y se acercó para besar mi mejilla, sentí sus labios en mi piel y suspiré.
Acerqué mis manos a su rostro y la observé.
- Ven conmigo - susurré tan cerca que podía oír su corazón latir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario