domingo, 2 de octubre de 2011

Capítulo 125: ¿Crees que me estoy volviendo loco?


-Yo...-murmuré y se me fue la voz, carraspeé - Soy yo Dan -susurré, y sentí mi corazón comenzar a bombear de nuevo, era, la primera toma de contacto con todo el "Bieber mundo" de nuevo.
- Na... Na.. ¡Naira! ¿eres tú? - preguntó de forma absurda.
- Sí - afirmé intentando explicar el motivo de mi llamada, pero su voz de adelantó y empezó a soltar cosas que no venían a cuento.
- ¿Como te va? ¡Cuanto tiempo! ¿Qué tal España? ¿Has ido a comer paella? - preguntó, yo puse los ojos en blanco, a veces pensaba que ellos cuando escuchaban: España, solo se les pasaba una coca por la cabeza; ¡Comida!. Intenté interrumpirle, muchas veces, ¡era casi imposible! no paraba de hablar.
- ¡Dan! no te he llamado para contarte lo que he comido en todo este tiempo, ni el tiempo que hace en España. ¿Sabes?
- ¿Entonces? - preguntó, yo cogí aire, y lo dije casi sin pensar.
- Cuando yo me fui... - hice una pausa y Dan me interrumpió.
- Mañana hace cinco meses de eso - me recordó, yo apreté mi mandíbula. Sabía perfectamente cuando tiempo llevaba sin verlo.
Contaba cada día que no estaba a su lado.. ¡Bah!
- Sí, bueno, ya sé cuando hace que me fui - continué entre dientes, el suspiró - Pero el día, que yo me fui, te dije que cuando necesitara volver.... que cuando necesitara volver, te llamaría.
- Ajá... - murmuró sin responder, yo resoplé - ¡Ah! ¿me estás diciendo que ese día es hoy? ¿¡Qué vas a volver?!
- En una semana, o quizás dos, estaré allí donde quiera que sea que ustedes estén ahora - expliqué, mordí mi labio.
- ¡Eso es fantástico! ¡Es más que fantástico! pero...
- ¿Pero?
- Pero... yo pensé que no ibas a volver, y ... bueno, ¿sabes que hay otro miembro en el equipo no? - preguntó, refiriéndose a la nueva amiga de .... Jus, Justin. Suspiré de nuevo, y continué.
- Me da igual esa niña Dan, no le voy a quitar el puesto.
- En realidad, ella está sustituyéndote a tí ...-murmuró, yo fruncí mis labios en una mueca extraña, como si estuviera chupando un agrio limón, me mantuve en silencio, durante unos segundos.
- No voy a cantar ninguna de las canciones que ella está cantando ahora - murmuré, intentando ser lo mas clara posible.
- Quieres decir que... ¿No vais a cantar vuestras canciones? - preguntó, "golpe bajo" pensé para mis adentros, suspiré.
- Esas canciones dejaron de ser "nuestras" cuando él decidió cantarlas con otra persona que no soy yo.
- Pero Naira... - intentó explicarme, le interrumpí.
- Lo sé, yo me fui y es normal que me sustituyeran, pero ... solo voy a cantar mis canciones, las de mi disco, que esa niña... Angela, creo recordar, acabe lo que empezó con Justin - murmuré, intentando disimular mi dolor al gesticular su nombre, pero Dan, pareció notarlo igualmente, cambió de tema.
- Está bien, ya hablaremos del tema... - le interrumpí.
-No hay nada de que hablar, está todo dicho.
- ¿Nada de dúos? - preguntó, esquivando de nuevo su nombre.
- Así es, nada de dúos.
- Está bien, dentro de una semana, estaremos en Australia, pero sin embargo, dentro de dos estaremos en Las Filipinas. ¿de acuerdo? Yo mismo te iría a buscar al aeropuerto, con Bob.
- ¡Bob! como lo hecho de menos - exclamé y sonreí, aunque el no pudiera verme - Bueno, a ti también te echo de menos.
- Sabía que volverías Naira. - murmuró, yo suspiré.
- Nunca dije que no fuera a hacerlo, ¡ah! no te vuelvas loco contándoselo a nadie - el carraspeó - ¡Dan!
- ¿A nadie? ¿Con quién te refieres a nadie?
- Pues .. ¡a nadie! quiero que sea una sorpresa para todos, quiero llegar en el momento oportuno - murmuré, imaginando a Justin ensayando "nuestra canción" con esa niña en el escenario y viéndome llegar... esto iba a hacer genial, sí, estoy segura.
- Está bien. Te veo.. pronto. ¡Que gusto poder decir eso! - reí ante su tono de exclamación, él me siguió - cuídate Naira.
- Nos vemos pronto - repetí, para colgar y mirar por la ventana.
Iba a volver, eso estaba mas que claro. Estaba confirmado.
Pero ¿sería capaz de soportar la situación? Quiero decir...
Justin, todo el tiempo, por todas partes, cosas que no pararían de recordarme a esos 8 maravillosos meses que habíamos pasado y también a estos 5 meses, que han sido algo raros para mí.
No podía echarme para atrás ahora, ¡mierda! ¿¡Por que no puedo pensar un poquito las cosas antes de hacerlas!? es tan difícil.
Llevaba 5 meses en España, en mi tierra, con... ¡Luis!
Me giré rápidamente, pero no lo encontré por ningún sitio.
Me dirigí hacia el baño, pero él tampoco se encontraba allí.
Suspiré y cogí mi teléfono móvil para guardarlo en mi bolsillo y salí de la habitación del hotel. El cual me recorrí de arriba a abajo.
Bajé hasta la piscina, y allí estaba, sentado en una hamaca, mientras observava el agua de la piscina, me acerqué.
Él ni si quiera levantó la mirada cuando yo ya estaba lo bastante cerca como para que el me viera, suspiré y me senté a su lado.
- ¿Luis? - pregunté, intentando que me mirara, el suspiró.
- ¡Vas a irte de nuevo! ¡No sé.. no sé ni para que me hice iluciones con que esta vez ibas a quedarte! - exclamó, gesticulando, lo observé - ¿Por qué? estamos juntos desde que somos pequeños, te he visto crecer, ¿Por qué te olvidas de mí y me excluyes de tu vida tan rápido como ese chico se metió el la tuya? - preguntó, refiriéndose a Justin, yo sacudí mi cabeza.
- No tiene nada que ver con él.
- ¡Sí lo tiene! Solo te ha faltado coger un avión e irte ahora mismo a donde quiera que él esté. ¿Qué es lo que el te da Naira?
- Deja de decir beberías.
- No son beberías, somos amigos desde que tengo memoria. Ahora te echas un novio y me sacas de tu vida, como si no fuera nadie para tí. Estás ahí, hablando media hora por teléfono, en otro idioma, diciendo que quieres volver, ¿No te das cuenta?
- Él no me podrá dar nunca lo que tu me das Luis - murmuré, él enseguida me miró - Fuiste mi amigo, mi primer amor, y ahora otra vez mi amigo. ¿Como va a poder él cambiar eso?
- Pero vas a irte, y no pasará ni una semana, en que los rumores de que habéis vuelto, vuelvan a la carga. ¿Sabes? me siento como un estúpido, llevo todos estos meses, secándote las lagrimas que derramabas por ese imbécil, diciéndote que no vale la pena, intentando que lo superaras. Pero él, hace algo tan insignificante como cantar una canción con otra chica y tú ya vas en su busca - murmuró enfadado mientras se levantaba de la hamaca, yo puse los ojos en blanco y me levanté con él.
- ¿Vas a dejarme hablar? - pregunté, mientras lo escuchaba bufar - Por favor, escúchame un minuto.
- ¿Qué es lo que vas a decirme? No quiero oírlo.
- Vente conmigo.- murmuré y el frunció el ceño acompañado de una mueca extrañada, yo reí - vente conmigo Luis.
- ¿Qué me vaya contigo? - preguntó, yo asentí y me acerqué.
- Vente conmigo a el país de los canguros, vente conmigo a el país de los filipinos y por todo el mundo, ¿Qué te parece? - pregunté mientras me acercaba a él, y este, me dedicó la sonrisa mas bonita que nunca había visto, después de la suya.. claro.
(Narra Justin)

Estabamos en la sala de juegos, jugando a la X box, lo unico que me mantenía del todo distraído y no me dejaba pensar en Naira, mientras Dan nos comía la oreja con los planes de hoy, yo grité y me levanté rápido del sofá, ¡le había ganado a Kenny! otra vez.
- ¡Sí! ¡Soy el mejor! - exclamé mientras ponía caras raras.
- Sí, bueno, eres el mejor del mundo mundial, ahora ¿puedes prestarme atención? - preguntó Dan, yo me giré para mirarlo.
- Hmmm - murmuré mientras le daba un codazo a Kenny.
- Pues que te quedan dos horas para la rueda de prensa, ¿por que no dejaís ya de jugar a la maquinita? - preguntó, yo me reí y le sonó el móvil, puse los ojos en blanco y lo miré, miró la pantalla de su móvil y frunció el ceño, lo cogió - ¿Diga?
Yo suspiré y me giré dándole a "continuar" al juego.
- ¿Con quien hablo? - preguntó de nuevo Dan, entonces lo sentí.
No me preguntéis el que, pero escuché un murmullo desde el sofá, ni si quiera paré el juego y me giré para mirar a Dan.
Este murmullo, este precioso murmullo provenía del teléfono que Dan sujetaba en sus manos, no podía ser. Era imposible.
Este me miró y dio media vuelta para ir a hablar a otro sitio, yo me quedé mirándolo, cuando salió a la terraza y no se lo podía escuchar nada, en seguida sonrió. Kenny, al darse cuenta de que mis jugadores no se movían, paró el juego y me miró.
- ¿Crees que me estoy volviendo loco? - pregunté mientras echaba mi pelo hacia atrás, el frunció el ceño, sin entender - Podría jurar a ver escuchado la voz de Naira en ese teléfono. - murmuré y Kenny puse los ojos en blanco - ¡hablo enserio!
- Vale, pues mi respuesta es sí.
- ¿Qué?
- Que mi respuesta es que sí te estás volviendo loco - murmuró mientras me miraba, yo sacudí mi cabeza, y apreté mis ojos.
Después de unos minutos observé como Dan entraba y se guardaba el móvil en el bolsillo, parecía contento.
Quería preguntarle de quien se trataba, pero.. con la única persona que hablaba sobre Naira sin ruborizarme, bueno y sin ponerme a llorar, era con Kenny, bueno y con...
- ¿Donde está Ryan? - pregunté inmediatamente, Dan sonrió.
- Está en el camerino de Angela - murmuró mirándome, yo reí.
- Qué se le habrá perdido ahí dentro - murmuré mientras soltaba una carcajada, ambos me siguieron y negaron con la cabeza.
~1 semana después ~
La gira iba genial, las fans eran geniales a donde quisiera que fuéramos, todo genial, podría decir que ya me había acostumbrado a la ausencia de la mujer de mi vida, pero... no quiero mentir. No lo he hecho, a esas cosas uno no se acostumbra, como ya te dicho, se aprende a vivir con ello.
Acabábamos de llegar del aeropuerto de Syndey, me encantaba Australia, era totalmente bonito y soleado si se me permite decir.
El lugar donde se celebraba el concierto, era bastante extenso.
Me senté en el escenario, observando todas las millones de almas que estarían aquí mañana, sentadas allí en ese lugar.
Empezó a sonar la música que concretaba el comienzo del ensayo, de la prueba de sonido, lo hice mientras escuchaba la canción que Naira debería cantar conmigo, no Angela.
Ni si quiera canté, no quería desgastar las fuerzas.
Estuvimos así un buen rato, hasta que indiqué que ya estaba bien por hoy, el concierto era mañana, no quería tomármelo demasiado en serio pero llevábamos casi tres semanas de gira.
Pero hacía cinco meses y una semana que ella no estaba conmigo, que dejé de sentir sus manos acariciándome.
Me gustaría tenerla cerca, aunque ella no pueda verme, eso es.
Me gustaría teletrasportarme a donde quiera que ella esté, que pueda verla, mientras hace todos los gestos que hacía, como se apartaba el pelo de la cara, como sonreía, la manera en la que humedecía sus labios antes de comenzar a hablar, y antes de... besarme. Besarme. Besarme. Sus besos. ¡Oh dios, sus besos!
No recordaba los besos de ninguna de las chicas con las que yo había estado, solo de ella, sus besos. Su lengua entre mi boca, esplorando nuevos territorios, desconocidos, su lengua acariciar la mía y sus labios fundirse entre los míos, como echaba de menos esa sensación de escalofríos, de que miles de mariposas o hormiguitas o lo que quiera que fuera, no paraban de moverse dentro de mí, como me hacía estremecer con cada una de sus caricias, cada vez que ella rozaba sus labios con los míos. Suspiré y me froté los ojos. Era el mejor recuerdo.
Estaba sentado en uno de los altavoces forrados, con Ryan justo a mi lado, comiéndome la oreja, pero ya veis el caso que yo le estaba haciendo, puesto que dejé mis manos en mis ojos por un momento, él paró de hablar, algo que me pareció extraño.
- Justin, ahora, el loco a lo mejor soy yo pero.. - le interrumpí cuando levanté mi vista y miré a mi alrededor, entonces la vi.
Alli estaba ella, ¡si! ¡ella estaba a cinco metros de mí!
Me quedé pasmado, no sabía lo que hacer, Ryan me miró, pero ni si quiera le presté atención. ¡Ella estaba aquí, de nuevo!
No me moví de mi sitio, permanecí inmóvil, observando cada gesto que justo segundos después hacia estado comentando en mi cabeza, estaba incluso mas preciosa que la ultima vez que la ví. Otro escalofrío recorrió mi cuerpo. Sentí que no me llegaba el aire a los pulmones, que mi corazón no latía. ¡Dios!
Tal vez estaba soñando, a lo mejor era eso.
- Ryan - murmuré mientras no despegaba mi mirada de ella - ¿Estás viendo lo mismo que yo? Dime que sí, por favor.
- Es ella Justin. Naira está aquí - murmuró, intentando autoconvenserce de sus mismas palabras, respiré hondo.
Tenía puesto unos pitillos, con unas sandalias y una camisa que dejaba al aire algo de su tripa, cada vez que la miraba, mas me gustaba. Su pelo había crecido bastante, estaba mucho mas largo, pero lo tenía lizo, supe que se lo había planchado. ¿Qué estás diciendo Justin? ¡Mueve tu culo de ahí y acércate! no me funcionaban las piernas, pensaba que me iba a dar un ataque al corazón. Ví como Dan se acercaba a ella y a otro chico... ¡espera!
¿Quien coño es ese chico? ¿¡Quien cojones es ese tío?!
Había pasado una mano ligeramente por el pelo de mi mujer, y ahora la tenía agarrada por la cintura mientras ella hablaba con Dan. ¿¡Que era lo que estaba pasando?! Ryan me miró.
Me levanté de donde estaba sentado inmediatamente, entonces sentí como se giraba y abrazaba a su amigo.
Ryan pasó una mano por mi pecho, intentando relajarme.
¿¡Que demonios estaba haciendo con ese tío aquí?!
La miré de nuevo y esta vez, ella levantó la mirada del suelo para mirarme, no supe que hacer; ni como reaccionar.
Hacía cinco meses que no veía sus ojos, ella me miró de arriba abajo, y del mismo modo, apartó su mirada de mí.
Sentí mi corazón, ya roto, volver a romperse de nuevo ante su insignificante mirada, como si yo le fuera indiferente.
¿Es que no me había echado de menos? ¿Ni un poquito?
Me quedé quieto en el mismo sitio donde estaba, aún observándola, ella agarró a su amigo del brazo y se iban a marchar. ¿Se iban a marchar? ¿¡Pero que coño!? Me acerqué a ellos y cogí a Naira del brazo, una descarga eléctrica se apoderó de mi cuerpo entero, como si estuviera programado, ¡era la primera vez en cinco meses que tocaba su suave piel! ella se giró, me miró a los ojos y luego miró mi mano que sujetaba su brazo con fuerza, volvió a girarse, pero yo comencé a hablar.
- ¿A que has venido? ¿A restregarme a tu novio por las narices? - pregunté enfadado mientras la miraba, ella rió irónicamente.
- Para nada, he venido a trabajar. Hace tiempo que dejaste de ser el centro del mundo para mí, Justin - masculló, escupiendo las palabras, me congelé en el mismo sitio, mirándola a los ojos, ella miró a su amigo y volvió a girarse para irse y lo hizo.
Se fue por el mismo sitio por donde había venido, apreté mis puños con fuerza y la seguí, iba a matar a ese tío, lo iba a hacer.