martes, 20 de septiembre de 2011

Capítulo 124; el infierno personificado.


(Narra Justin)
Ya había empezado la gira, aún no habíamos salido del país pero lo haríamos pronto, no sé cuando, no me apetecía mirarlo.
Todo iba bien, los conciertos iban bien, mi familia estaba bien, todo, y todos estaban absolutamente perfectos... menos yo.
No era el mismo, ella, se había llevado una parte de mí, la mas esencial, pero no le culpo, esta parte le pertenece a ella.
Kenny y Dan ya, ni si quiera intentaban animarme como antes, lo hacían, pero no tanto, entendieron que esto no era un capricho.
Que esto no se me iba a pasar con el tiempo que ella estuviera lejos de mí, que esto no se me iba a olvidar metiendo a otra persona en mi vida, entendieron, que no iba a olvidarme de ella, sino que iba a aprender a vivir con su recuerdo dentro de mí.
-Justin, ya está Angela aquí..-murmuró Scoott en mi oreja, yo asentí y me levanté de el sofá para darle la bienvenida.
Angela Payne, era nueva en este mundo, era una cantante de 15 años, era hija de un gran ejecutivo también y eso tenía mucho que ver, solo necesitaba una chica para que cantara conmigo las canciones de la gira, las que planeaba cantar con Naira.
No me gustaba nada la idea que una voz soprano como la de Angela, cantara una canción que había sido compuesta pensando en otra chica totalmente diferente a ella, y no solo física y personalmente, si no también en el estilo de voz.
Yo prefería optar por no cantar esas canciones en la gira, pero... como Scooter había exigido, las canciones formaban parte del disco, y yo no podía hacer nada para evitar cantarlas con una chica, pero lo que yo no quería, era cantarlas con una chica que no fuera la mía, que no fuera Naira.
Volví a suspirar, últimamente lo hacía mucho. Y me dirigí hacia donde Angela se encontraba, la observé, era una niña, no era atractiva vista en mis ojos, pero los demás no pensaban lo mismo, sobre todo Ryan, él cual no apartaba la mirada de ella cuando estaba presente y tampoco dejaba de hablar de ella cuando no lo estaba, Era un infierno, el infierno personificado.
Y más aún, sabiendo que no es que Angela solo tuviera interés en Ryan, si no que también lo tenía en mí y en todos los chicos relacionados conmigo, me preocupaba que Kenny pudiera llegar a ser uno de ellos, algo que no me extrañaría nada.
-Buenos días Justin, ¿como te has levantado hoy?.-preguntó ella mientras se acercaba a mí yo hice una mueca y le sonreí.
-Igual que ayer, Angela, ¿y tú?.-pregunté intentando ser amable, aunque últimamente no me salía mucho eso de serlo.
-Preparada para el primer show contigo, estoy segura de que será tan espectacular como en los ensayos.-murmuró mientras sonreía, yo le devolví la sonrisa, pero con menos intensidad.
-Seguro que sí.- le aseguré mientras paseaba por su lado y me dirigía de nuevo hacia la habitación, esa era mi rutina.
Encendí la tele, y me puse a pasar los canales, nada interesante, nada interesante, nada interesante, eché mi cabeza hacia atrás.
¿Qué estaría haciendo ella ahora? ¿Estaría pensando en mí?
Recuerdo que le prometí un viaje, y ella ahora lo estaba haciendo, pero sin mí, Auch, ¡¡no sabéis lo que duele eso!! de verdad.
Suspiré y a los minutos de mi intensa agonía, Ryan entró por la puerta, no lo miré, pero él enseguida se sentó a mi lado.
Se acabo el tiempo de pensar, con Ryan hablándome, era totalmente imposible, levanté mi cabeza y miré hacia la tele.
Ryan estaba hablando de Angela, por lo que pude apreciar, las poquitas veces que le estaba prestando atención, suspiré.
-¡¿No me digas que no te pone!?.-preguntó algo enfermizo.
-Pues no.-masculle frunciendo el ceño.
-¿¡Pero tu has visto la manera en la que baila?! ¡Por Dios Justin!
-Tío, ¿quieres parar ya de hablar de Angela?.-pregunté de mala gana mientras cambiaba los canales de la televisión, el rió.
-Perdona señor perfecto que se pasó hablando de la misma chica 9 meses, hasta ahora, que lo sigues haciendo.
-No compares, imbécil.-murmuré entre dientes mientras dejaba el mando a distancia en la mesa.- Yo estuve con ella 8 meses, ¿hace cuanto que conoces tú a Angela? no sabes como saben sus labios, ni sabes como hacerla sonreír verdaderamente, no por los músculos que tengas acumulados en tu cuerpo.-murmuré mientras le tiraba un cojín a la cara, el rió sonoramente y se tiró encima de mí, últimamente, esto, era lo único que me animaba. ¡No que Ryan me pegara! si no que estuviera aquí.
-"Pero para noticias interesantes las de Naira Pérez, la novia, o mas bien ex novia de Justin Bieber, ya que se le ha visto de ruta por toda España en compañía de un chico, ¡que no es Justin Bieber! ...-murmuró esta vez la tele, haciendo que mis golpes pararan y los de Ryan también, aún yacía encima de mí- "ni su madre, ni Bieber, ni nadie de su equipo anda a la vista en España solo ella, unas pequeñas vacaciones por lo que dice su manager, a la vez guitarrista de Justin Bieber. ¿Quién será ese chico que la acompaña a todos sitios? ¿Habrá cambiado ya tan rápido a Justin Bieber por este chico español?".-habló ese estúpido periodista que no tenía ni idea de lo que decía.
Aparté a Ryan de un empujón encima de mí y froté mi cara con las manos, ya no sabía lo que hacer, era imposible.
-La echo de menos tío..-murmuré casi sin pensar, escuché a Ryan resoplar a mis espaldas, levanté la vista para mirarlo.
-¿Vez? de esto te hablaba, hace cuatro meses que no la vez y aún me sigues hablando de ella. ¿Donde está el Justin que yo conocí? ¿El que luchó por estar donde está ahora?
-Soy la misma persona.-murmuré intentando autoconverserme.
-Sí eres la misma persona que el Justin Bieber que consiguió hacerse un hueco en el mundo de la música gracias a una red social como Youtube, y unos años después cantar para el presidente Obama, ser nominado a un Grammy, galardonado por el mejor artista canadiense, y hacer historia en el mundo de la música, ¿Como no vas a hacer capaz de reconquistar a tu chica?.-preguntó como si se lo tuviera preparado, fruncí el ceño, aunque Ryan solo pensaba en lo que pensaba, él tenía razón.
-Joder tío, eso me ha quedado muy bien.-murmuró segundos después, yo me eché a reír con fuerza, era totalmente cierto.
-¿Y si me presento en España?.-pregunté mirándolo, el frunció el ceño.- ¿No verdad?.-pregunté al ver su cara, el negó.
-Te he dicho que le reconquistes, no la que acoses, no sé, búscate la vida, ¡yo ya me lo he currado con mi comentario!.-exclamó mientras me daba un empujón, yo volví a reír.
-Está bien, vete a ligarte a Angela y deja de darme el coñazo.-murmuré mientras lo miraba el se echó a reír y justo entró Scooter en la habitación, el cúal se sorprendió de verme tan contento, pero era cierto, ¡Ryan tenía toda la razón! algo que me costaba mucho admitir, pero era así, él realmente la tenía.
Cuando Scott nos dio el plan de hoy, ya no me parecía todo tan bueno. Estaba lleno de entrevistas, secciones de fotos.
Meet&Greats, ¡casi había olvidado lo que era una gira de verdad!
Me gustaba hacerlo, me distraía, y si antes pensaba en Naira, el 100 % de mi tiempo, estando de gira, pensaba el... 99 %... ¿Algo es algo no? Además, conocía a mis fans, lo mejor del mundo.
La noche llegó, estaba bastante nervioso, era mi primer show, mi primer concierto con Angela, los demás no habían sido tan grandes como este, los demás no eran nada comparado con este, ¡estaba emocionado! esto era lo que yo quería hacer.
Me miré en el espejo, viendo mi reflejo y de toda la gente moviéndose a gran rápidez, nerviosos, por que este era mi primer concierto oficial, aquí empezaba realmente la gira, la de verdad.
Era increíble ver como gracias a mis fans yo estaba aquí, como gracias a unas chicas las cuáles aman mi música y lo saben todo de mí, todo mi equipo tiene trabajo, es increíble, totalmente.
Estaba nervioso, no solo por que era mi primer concierto, en él iba a estar Angela, y había miles de paparazzis allí abajo.
No tardarían mucho en hacer una montaña de ese grano de arena, no tardarían en empezar los rumores como ya lo hicieron con Jasmine en su tiempo, pero... ¡Claro! ¡tenía una idea!
No era del todo buena, puesto que debía prepararla, debía esperar unos cuantos conciertos más, otros cuantos países, para que mi plan fuera sobre ruedas, ¡ella iba a volver, lo sé!
Todo fue bien, Angela estuvo muy bien, no pareció estar nerviosa en todo el tiempo, a pesar de todo, es una buena artista.
Habían pasado bastantes días, esto de la gira era un poco agotador, pero me encantaba, me encantaba, amaba esto.
Esta noche sería nuestro sexto concierto de esta gira, mi sexto concierto con Angela en vez de con Naira, ¡agg! que odiosa sensación de que ella era la que tenía que estar aquí conmigo.
Qué odiosa sensación esa de saber que todo fue culpa mía.
Quedaba poco para empezar a prepararse para el show de esta noche, Ryan, Angela y yo descansábamos en mi camerino.
Bueno, Ryan descansaba a todas horas, así que el no cuenta.
Angela estaba sentaba al lado de mí, mientras se escuchaban los ronquidos de Ryan en toda la habitación, tuve que subir el volumen del televisor, puesto que no escuchaba absolutamente nada, Angela no paraba de reírse por sus ronquidos.
Según Ryan, Angela y él se habían liado un par de veces en estas semanas, pero... ahora que yo estaba mas animado, Angela parecía hacerse ilusiones conmigo, ilusiones bastante erróneas.
¿Quién iba a llegar a pesar que después de.. casi cinco meses ya había a interesarme por otra chica? Ella, solo ella pensaba eso, yo no podía ser más seco con ella, no quería herirla, pero ella, desde un principio sabe lo que me pasa con Naira, bueno, la verdad es que todo el mundo del equipo sabe lo de Naira.
No es tan difícil de adivinar y con lo cotilla que es ella menos.
-He estado pensando en cambiar un poco la coreografía de las canciones... ¿no crees que son algo monótonas?.-preguntó mientras me miraba, yo la imité y encogí mis hombros.
-¿Las tuyas? Yo pienso que están geniales.
-No, me refería a las nuestras Justin..-murmuró, yo la miré.
-¿Qué es lo que quieres cambiar?.-pregunté barajando la idea.
-No sé, la mayoría son canciones de amor y ni nos tocamos mientras estamos en el escenario.-murmuró, oh, yo ya sabía hasta donde ella quería llegar, yo negué con la cabeza.-¡Vamos! ¿tanto te cuesta aunque sea darme la mano en el estribillo?.-preguntó, yo la miré con el ceño fruncido, ella alzó sus cejas.
-No creo que sea para nada necesario, Angela.
-Pues yo sí que lo creo, sí cantamos una canción de amor y estás tu en una punta del escenario y yo en la otra no tiene sentido, ¿Por qué no me haces caso y lo hacemos como lo hiciste ya una vez?.-preguntó esta vez mucho mas entusiasmada, suspiré.
-Las otras veces no han sido lo mismo Angela, yo estaba saliendo con la persona con la que lo hacía.-murmuré, ella bufó.
-Pues menuda tontería, ¿no has oído hablar de actuar? No te estoy pidiendo que sientas darme la mano o acariciarme, te estoy pidiendo que actúes, ¿vez o no la diferencia?.-preguntó, yo volví a negar con la cabeza, no podía hacer eso, ¿Qué pensaría Naira?
Yo no sentía ningún tipo de atracción hacia Angela, yo sabía que ella por mí si y por eso era totalmente absurdo para mí.
Pero en ese momento algo se me pasó por la cabeza.
-¿Y que te parece, que si en vez de la coreografía, cambiamos la canción?.-pregunté esta vez yo, dando la iniciativa, ella frunció el ceño sin entender.- Vamos, vamos a ensayarla..-exclamé entusiasmado mientras la levantaba literalmente del sofá.
(Narra Naira)
Habían pasado el tiempo,todo seguía igual, yo seguía aquí en España, me había recorrido toda la península Ibérica con Luis, yo se lo pagaba todo, eran unas mini vacaciones, aunque en realidad, cada vez que me despertaba, cada mañana en un hotel diferente, recordaba que era Justin el que debía estar aquí, él está de gira, por todo el mundo ahora, justo ahora y yo, si todo hubiera ido bien, hubiera estado con él en este momento. ¿Quien sabe? quizás abrazándolo, besándolo, acariciándolo... ¡quizás discutiendo! No lo sé, nunca llegaré a saberlo, nunca.
Había pasado por Galicia, Asturias, Barcelona, habíamos pasado por todos los lugares a los que Luis ya había viajado antes.
A pesar de todo... me gustaba pasar tiempo con Luis, era mi mejor amigo, yo sabía que él no me iba a fallar nunca, nunca lo había hecho, todo este tiempo, nunca me había defraudado, no iba a hacerlo tampoco ahora, por que él... es todo lo que tengo.
Bueno, él y mi familia, ¡mi primo! Mi primo ya estaba en pie, ya estaba andando, estaba haciendo aún a rehabilitación, yo, lo llamaba dos veces a la semana para ser como iba, este día era uno de esos días en los que mas que nunca, me apetecía hablar con alguien de mi viejo entorno, pensaba que no, pero me moría de ganas de escuchar algo sobre él, sobre Justin Bieber.
Justin Bieber, Justin Bieber, sí antes, cuando vivía en España ese nombre retumbaba en mis oídos todo el tiempo, en mi mente, que la repetía sin cesar, ahora aún mas, no podía sacarlo de mi cabeza, todo me recordaba a él, estaba empezando a pensar que nunca podría olvidarle, que siempre lo recordaría... siempre.
-¿Naira? ¿sigues ahí?.-preguntó mi primo desde la otra línea, una sonrisa se me dibujó en la cara inconscientemente.
-Sí, lo estoy, estaba diciéndote que...-me interrumpió.
-Que te estás dando unas vacaciones de puta madre sin mí, no hace falta que me lo recuerdes.-bromeó y se echó a reír, le imité.
-¡Si tu supieras la de viajes que nos quedan por hacer!.-exclamé animándolo, el volvió a reír.-verás que sí, te lo prometo.
-Sí, pero el primer viaje te toca darlo a ti, de vuelta. ¿O acaso no piensas volver Naira?.-preguntó de repente, sorprendiéndome.
-Yo... y..o... no.. no lo sé.-murmuré tartamudeando, bufó de nuevo.
-Llevas casi cuatro meses fuera, ya has tenido tiempo de pensar y de olvidar, quiero que vuelvas, ¿sabes? te echo de menos.
-No sé si puedo hacerlo, ya sabes, todo eso... me recuerda a..-volvió a interrumpirme parecía furioso, yo opté por escucharlo.
-¡Déjate de tonterías! Si es el amor de tu vida, no intentes huir de él Naira, por mucho daño que haya causado, va a ser así.
¿Sabes? ha estado viniendo a visitarme, una vez a la semana, se ha encargado de todo el dinero que esto requería con la ayuda de tu madre y de Dan, él te quiere Naira, él no hace esto por que tu lo perdones, lo hace por que el quiere hacerlo, ¿no tienes bastantes pruebas ya de que te quiere? ¿Quieres que te compre una estrella y le ponga tú nombre?.-preguntó algo dolido, yo bufé.
-No, no quiero nada de eso, me conformaba con no ser producto de una apuesta entre dos amigos.
-No sabía que fueras así de rencorosa.
-No me apures ¿vale? voy a volver a Canadá, voy a ir pronto.
-No todo en tu vida gira en torno a Justin, Naira, vete haciéndote la idea que en la vida te van a dar muchos palos, y no siempre se tiene tanto dinero como para viajar e intentar olvidarte de él, como estás haciendo tú, eso forma parte de la vida, de tu crecimiento, que lo sepas, y si tú madre te deja hacer esto, es por que sabe que si no te deja, acabas por amargarnos a todos.-murmuró algo mosqueado, yo me quedé sin habla, y segundos después se cortó la línea, vamos, que me primo se había enfadado conmigo y me había echado en casa que me hubieran roto el corazón y para colmo luego me había colgado, ¡será imbécil el tío!
Me quedé con el móvil en la mano sin saber que hacer, quizás tenía razón, pero no sé, ¿hay formas y formas de decirlo no?
Me dejé caer en la cama, ya estaba de mala leche, Luis se acercó y se sentó a mi lado, pasando sus manos por mi barriga, intentando hacerme cosquillas, yo me reí enseguida.
-¡Luis! ¡Para!.-murmuré mientras me retorcía en la cama.- ¡Qué pares, que no estoy de humor!.-grité demasiado fuerte, ya que él me soltó rápidamente, me incorporé en la cama y lo miré.
-¿Qué te pasa, no te gusta Valencia?.-preguntó mirándome, yo puse los ojos en blanco.- ¿No te gusta la paella?
-No es nada de eso, deja de decir tonterías.-murmuré mientras sacudía la cabeza, él levantó las manos en señal de inocencia.
-Solo intentaba quitarle hierro al asunto...-la miré desafiante.- bueno, venga cuéntame la buena nueva.-murmuró sentándose de pies cruzados, yo me eché a reír, era imposible no hacerlo.
-Mi primo se ha mosqueado por que dice que huyo de mis problemas y soy una infantil, ¡y me ha cortado! encima me ha dicho que mi madre me había dejado venir a España, por que si no, acabaría por amargarlos a todos...-murmuré apenada.- Luis, ¿a ti te amargo?.-pregunté mientras lo miraba, el frunció el ceño.
-A ver Naira, ¿Tu le haces caso a tu primo? ¡Claro que no me amargas! estoy muy feliz de que estés aquí conmigo.
-¿De verdad?.-pregunté mirándolo, él asintió seguro.
-Te lo prometo.-murmuró mientras pellizcaba mi mejilla.- Y para que veas que lo estoy, ¡hoy te invito a cenar! ¿te hace?
-Te dije que las vacaciones las pagaba yo.
-No nombraste nada de la cena, así que cállate y te espero fuera en diez minutos, ¿va?.-preguntó mientras se acercaba, yo asentí y le sonreí y el besó mi frente antes de salir de la habitación. Él era increíble, totalmente increíble.
Me quedé pasmada mirando hacia la nada, cuando me di cuenta de que me tenía que peinar, y maquillar un poco.
Lo hice rápido, como de costumbre, y cogí un abrigo.
Al salir, nos montamos en un taxi y nos fuimos a cenar a un restaurante, a donde quiera que iba, veía paparazzis, para ya no me importaba demasiado, todo el mundo sabía donde estaba.
Después de cenar, fuimos a dar un paseo, me distraía bastante estar de viaje y estar con Luis, hacía tanto tiempo que no estábamos tanto tiempo juntos, que me resultaba confortable.
Es normal, antes no había día que no lo viera, y de repente, todo cambió, por la enfermedad de mi primo y todo lo que eso conllevó, a los mejores ocho meses de mi vida... de la mía, dudaba que los de él hubieran sido los mejores... lo dudaba.
Hacía bastante frío así que con la misma nos fuimos para el hotel, era ya un poco tarde y cogimos otro taxi para volver.
Este no pareció reconocerme por lo que me senté en el asiento de atrás con Luis señalándome los sitios bonitos de por allí.
Él empezó a hablar, tanto, tanto, tanto, que me perdí y no le pedí que retrosediera, solo lo miraba de vez en cuando y asentía.
Mientras en la realidad en lo mínimo en lo que pensaba era en lo que él me estaba contando, ¡ultimamente estaba demasiado despistada! no pensaba en nada en lo que él me decía, miraba hacia la ventana, observando esos lugares que el me señalaba, pero siempre pensando en otra persona totalmente diferente.
Cuando llegamos al hotel, nos quedamos en recepción, allí había una gran televisión, era un plasma, ¡muy, muy grande!
Era las noticias 24 horas de cotilleo como yo les llamo, esperaba que Luis se diera prisa en lo que tuviera que hacer en recepción para no tener que verme en la tele, sería muy raro ¿no? suspiré.
"Katy Perry luce en la noche de los VMAS con un cubo amarillo en la cabeza, ¿eso es estilismo... o ya pasa a ser un poco hortera?" Yo puse los ojos en blanco y me di la vuelta mirando hacia Luis.
Él recepcionista pareció reconocerme cuando me giré y miré a Luis, que no se que demonios estaba haciendo, miré al recepcionista y este me sonrió algo ilusionado, le devolví la sonrisa,y en se momento Luis comenzó a hablar con él, esta vez si estaba prestando atención a lo que ellos decían hasta que un nombre, su nombre retumbó en mis oídos sin cesar.
"La gira del adolescente Justin Bieber va viento en popa, es el sexto o séptimo show que hace en este mes y ¡hoy contamos con una sorpresa!..-no pude evitar apretar los ojos y girar la cabeza para mirarlo, pero Luis cogió mi brazo y me empujó hacia el ascensor, yo hice resistencia cuando escuché mi nombre.- Como ya sabíamos tiene como acompañante en su gira a la joven Angela Payne, ya que Naira parece estar de preciadas vacaciones en España, esto lo sabíamos desde que comenzó la gira, pero hoy, nos ha sorprendido con un canción que nunca había cantando con Angela, si no que anteriormente, había cantando en varias ocasiones con su ex novia Naira, la canción titulada "No Air" compuesta por ambos, ¿Como se tomará Naira esto? ¿Le chafará sus preciosas vacaciones en España?"
Yo me quedé de piedra, creo que hasta la boca se me quedó abierta, la sangre me hervía por dentro, ¿¡enserio?!
Luis tiró de mi brazo de nuevo pero yo me solté, mirando el video, era ella, era esa nuestra canción, ¿¡Pero que coño?! la estaba cantando con esa niñata fea con padre rico, apreté los ojos.
-Naira, vamos arriba..-murmuró Luis cogiéndome del brazo, yo esta vez me dejé llevar y nos metimos en el ascensor, no hablamos, iba tranquilamente por el pasillo hasta que entré en la habitación y Luis cerró la puerta detrás de si, me giré.
-¿¡Lo has visto?! ¡Pero será capullo!.-estallé en un grito mientras caminaba por toda la habitación.- ¡Es mi canción! ¡Nosotros la compusimos! ¿¡Cómo se atreve a cantarla con esa fulana?!
¡Ni si quiera se parecía ni un poquito a mi voz!.-grité aún más, la rabia me reconcomía por dentro, y yo no paraba de moverme y de articular por la habitación, como si estuviera totalmente sola, Luis no decía nada, me miraba, preocupado por si en algún momento me daba un infarto o algo parecido, pero en vez de eso saqué mi maleta del armario y mi ropa para depositarla encima de la cama.
-¿Qué haces Naira?.-preguntó Luis algo preocupado.
-¡Me voy a buscarle! ¡Y tú te vienes conmigo!.-grité mientras sacaba su maleta también, este me miró extrañado.
-¿A donde vas a buscarle? ¡Si no sabes ni donde está!.-exclamó mientras me miraba, yo no paraba de hacer la maleta, se acercó a mí y pasó su mano por mis hombros, me miró.-Naira, tranquilízate, te va a dar algo, relájate, respira hondo...-murmuró con voz tranquilizadora, yo cerré los ojos y hice lo que él me pedía, pensaba que me había relajado.-¿Estás mejor?.-preguntó después de unos segundos, yo asentí con la cabeza y fingí una sonrisa ¿Tranquilizadora? él se separó de mí, no muy convencido
Soltó mis hombros y yo dejé lo que estaba haciendo para coger el móvil, miré hacia mi alrededor, la ropa estaba por encima de la coma y otra por el suelo y la maleta a "medio hacer".
Pensé antes de marcar el numero y luego arrepentirme, pero lo hice, sin pensarlo dos veces, lo marqué el número tan rápido como pude, suspiré impaciente, ¡no me contestaban!
-¿Sí?.-preguntó una voz masculina, tragué saliva, la rabia parecía haberse ido de golpe al escuchar la voz de la última persona con la que hablé antes de irme, el carraspeó-¿Con quién hablo?

martes, 6 de septiembre de 2011

Capítulo 123: Que no toque, ¿Por qué toca?


Sigo diciendo que,el amigo de Luis se llame Justin no me gusta nada, sobre todo si voy a tener que estar aquí conviviendo junto a él, ¿¡Como iba a olvidarme de él si iba a vivir con un tío que se llamaba igual? ¡era totalmente imposible! ¿como iba hacerlo?
-Bueno... ¿Qué me ayudas a subir la maleta?...-preguntó Luis mirándo a su amigo que aún me observaba, el se echó a reír.
-Tío, solo iba a quedarme hasta el domingo contigo ¿recuerdas?..-preguntó mirándolo, esta vez fue Luis el que rió.
-No me refería a la tuya, me refería a la de Naira..-murmuró mientras se separaba de mi y cogia la maleta, yo sonreí y miré a Justin, a el cúal se le había cambiado la cara.
-Ah.. ¿pero que se va a quedar arriba?
-Ajá..-murmuró Luis mientras me sonreía, yo le imité.
-¿Y donde me voy a quedar yo?.-murmuró Justin mirándome con cierto desprecio, yo me encongí de hombros y Luis le miró.
-En el sofá por supuesto.-murmuró y cogió la maleta, escuché a Justin bufar y Luis le miró.- ¿No te estarás quejando no?
-¡Ese sofá es una mierda!.-se quejó Justin, yo me eché a reír.
-Pues te aguantas,o si no, te vas a un hotel hasta el domingo, ah no ser que te quieras quedar en la cama conmigo.-rió.
-Yo..-murmuré y ambos me miraron.-me puedo quedar contigo si quieres, y así él se queda en la otra cama..-murmuré mirándo a Luis, este hizo una mueca y escuché a Justin reír, me giré.
-Ella lo quiere es meterse en tu cama.-aseguró mirándome, yo alcé una ceja y reí con ironía, lo dije por su bien, no por el mío.
-Y tú lo que quieres es llevarte una hostia..-me interrumpió Luis, yo me eche a reír de nuevo y me acerqué a el simpático Justin.
-Oh, lo único que pretendía era ser amable contigo, pero por lo que veo lo que quieres es quedarte en el sofá, ¡no te preocupes! que nadie te lo va a quitar..-mascullé e hice una mueca divertida mientras ayudaba a Luis a subir la maleta, el cúal se echó a reír.
-¡No, no, no! ¡no era eso lo que yo decía!..-le interrumpí.
-¡No te preocupes! ¡Sí a mi no me importa! intentaré hacer el minimo ruido cuando me despierte y te vea en el sofá.
-¡Oh mierda!.-lo escuché maldecir desde abajo mientras Luis y yo subíamos la maleta hacia la planta de arriba, el se rió ante mis comentarios y dejó mi maleta en la que ahora sería mi habitación, la soltamos y me quedé mirándola por un segundo.
-No te preocupes, Justin puede limpiarla antes de esta noche..-murmuró mientras observaba mi cara de asco.
¡Esta habitación era un desastre! ropa interior por todos lados, comida de hace unos cúantos días. ¡Que horror!
-¿Qué es tu compañero de piso o algo así?.-pregunté mientras observaba la cama desecha, mi futura cama... buag.
-No, es un amigo que está de paso, se va este domingo para Inglaterra y lo he dejado quedarse unos días..-murmuró, yo no lo dejé terminar y cogí mi maleta intentando arrastrarla.- ¿A donde vas?.-preguntó Luis mientras me miraba con el ceño fruncido.
-A tu cuarto por supuesto, no pretenderás que me de una infección ¿no?.-pregunté mientras lo miraba, el se echó a reír.
-Al final va a ser verdad lo que dijo Justin..-murmuró riendo, lo miré con mala cara y él se hizo el ofendido.
-No seas idiota, hemos dormido juntos muchas veces.
-Solo era una broma..-murmuró mirándome, yo sonreí.
-Además, si quisiera meterme en tu cama ¿Qué? lo lograría en cinco minutos.-bromeé mientras lo miraba, el hizo una mueca.
-No empieces con tus bromitas sexuales..-exclamó a lo que yo me eché a reír.-Antes me hacían gracia, ya no tanta.
-¿Y eso por qué?.-pregunté mirándolo, el rió y se acercó.
-Pues porque ya no eres una niña, y ya no te veo como tal..-murmuró pasando su mano por la maleta, yo me sorprendí.
-¿Estás diciendo que me vez como una mujer?.-pregunté mientras reía, el se giró para mirarme de arriba abajo.
-Bueno.. una en proceso.-murmuró y luego se echó a reír mientras salía de esa habitación y se dirigía a la suya, le seguí.
Justo cuando entré, el olor a limpio lleno todos mis sentidos.
Observé la habitación, ordenada, perfumada, con la cama echa, y lo cojines perfectamente colocados encima de esta, tenía una decoración muy bonita. ¡vamos! esta habitación estaba mas recogida que la mía en Canadá, me eché a reír y lo miré.
-¿Qué te hace tanta gracia?.-preguntó con indignación.
-Luis, ¿vives con una chica?.-pregunté, a lo que el se echó a reír.
-¿Por quien me tomas? ¡yo siempre he sido muy ordenado!
-Lo que pensaba,creo que la idea de quedarme contigo me agrada más..-murmuré mientras lo observaba, el me imitó.
-Hasta el domingo..-afirmó mientras me miraba, me eché a reír.
-Hasta que tu simpático amigo desinfecte la habitación....-murmuré mientras lo observaba, el asintió y me dejó instalarme.
No estaba del todo mal cuando.. no estaba sola, cuando lo estaba, lo echaba mucho de menos. Deshice toda mi maleta y coloqué mi ropa en el armario de Luis, el cual también estaba ordenado, y tengo la obligación de decir, que mas que el mío.
Decidí que ya era hora de llamar a Mamá, y explicarle como estaba, donde y con quien, seguro que se pondría muy contenta.
Me duché, me puse mi pijama y bajé escaleras abajo mientras observaba mi teléfono móvil, 5 mensajes sin leer.- Justin. eliminar. ¡mensajes eliminados! suspiré y terminé de bajar las escaleras mientras sentía cuatro ojos siguiéndo mi paso, alcé la vista y definitivamente Luis y él simpático me observaban mientras yo bajaba las escaleras, los miré y Luis apartó sus ojos de mí, mientras que el simpático lo único que hacia era seguir mirándome, yo hice una mueca y me senté en la silla del comedor, le mandé un mensaje a mi madre y aún sentía la mirada de aquel chico tan estúpido clavada en mi cara, y gracias a Dios que era en mi cara, si no, tendríamos un grave problema.
-¿Ya está no?.-le pregunté mientras lo miraba, el se echó a reír y Luis se giró sin entender de que estábamos hablando.
-¿Te incomoda que te mire?.-preguntó e inmediatamente me acordé de Justin, de que eso me lo solía decir él... tosí.
-No, si te parece...-mascullé sarcásticamente,el levantó sus manos en señal de inocencia y echó una carcajada, lo miré.
-Es que mi madre me enseñó que las cosas tan preciosas como tú, hay que saber observarlas.-murmuró y sentí mi cara de asco formarse cuando ni si quiera había terminado la frase.
-Justin, será mejor que te calles no vaya a ser que te vayas a un hotel de verdad.-murmuró Luis desde atrás, sin mirarlo.
-¿Qué pasa? ¿Es tu novia o algo parecido?-preguntó, Oh dios, que hombre tan insoportable, yo puse los ojos en blanco.
-No, no lo es, si lo hubiera sido ya te hubiera roto la cara a la primera señal de que te la estás intentando llevar a la cama.
-¡Pero Luis! ¡Como dices eso!.-exclamó sarcásticamente mientras reía y me volvía a mirar, yo sacudí mi cabeza.-bueno está bien, no quiero insistir, ¿te hace algo? ¿una cena?
-¿También vas a mirarme mientras como?.-pregunté mientras dejaba mi móvil a un lado y lo miraba, el rió de nuevo.
-No, para nada señorita.-murmuró mirándome de nuevo.
-Pues entonces sí que me hace algo.-murmuré levantándome pero Luis ya me había puesto el plato delante, un sanwich vegetal, elevé mi vista y le sonreí, el me devolvió la sonrisa.
(Flasback)
Estaba en la cocina de la casa de Luis, con la cabeza apollada en la mesa mientras hacia cosas extrañas con la boca, Luis se acercó y se sentó a mi lado, mirándome a los ojos.
-No entiendo por que razón me obligan a quedarme en tu casa toda esta semana, ¡se cuidarme sola!.-exclamé mientras miraba hacia al frente, estaba en la edad rebelde, lo notaba.
-Oh, te noto indignada.-murmuró con cierto ego.- soy mayor que tú, soy como tú hermano mayor, soy..-le interrumpí.
-Pero no lo eres, y yo tengo vida social y sin embargo tú no me dejas hacer nada, ¡eres peor que mi padre!
-Antes te gustaba pasar tiempo conmigo, ¿te acuerdas?
-¡No!.-murmuré enfadada mientras me levantaba de la silla y abría la nevera.- y para colmo en esta nevera solo hay leche, ¿me vas a hacer beber leche toda la semana? ¡odio la leche!
-Y yo te odio a tí y tengo que aguantarte, quita, que te hago algo, ¿te preparo un sandwich?.-preguntó mientras me apartaba de la nevera y la cerraba, yo hice una mueca y él asintió.
-¿Sabes? yo también tengo mas vida social que cuidar a una insoportable renacuaja de 13 años, así que mejor cállate, dime si quieres el puñetero sandwich y te vas a dormir que mañana hay clase.-masculló mirándome con el dedo amenazador, yo fruncí mis labios hasta que no pude mas y me eché a reír fuertemente.
-Me comeré tu sandwich, así que no pidas mucho más..-bromeé mientras lo observaba "cocinando" mi sandwich, después de unos minutos, pocos para mi gusto, puso el plato delante de mí.
-Ahí tienes tu sandwich de ensalada..-murmuró mientras me miraba, yo puse cara de asco, y levanté la tapa del sandwich.
-¿De ensalada? ¡si esto solo tiene lechuga! ¿me has visto cara de tortuga?.-pregunté y el se echó a reír mirándome, le imité.
-He visto cara de que te quejas mucho, ¿no quieres tu sandwich de lechuga?.-preguntó mirándome, yo arrastré el plato hasta ponerlo enfrente suya, estaba mas que claro, que esta semana, si fuera por él, me iba a morir de hambre.
(Fin del flashback)
-¿Por qué observas tanto el sandwich antes de comértelo?.-pregunto el amigo de Luis a mis espaldas, lo que hizo que me resaltase, el rió.-No te asustes.
-¿Y tú por que no me dejas en paz?.-pregunté sin tan siquiera girarme mientras me comía mi sandwich a la atenta mirada de Luis, el cual había terminado de fregar los platos, le miré.
-Has mejorado mucho como cocinero.
-¡Bah! eso no es nada, ya te prepararé algún día mis perfectos Espaguetis..- Justin, comida favorita de Justin. fue lo primero que se me pasó por la cabeza, oh, esto iba a hacer muy difícil.
-Te dará tiempo a preparármelos muchas veces...-murmuré mientras le miraba y fruncía los labios, el sonrió.
-Me alegra escuchar eso, me gusta tenerte aquí.
-Y mi estar aquí..-murmuré mientras me terminaba mi sandwich y le sonreía, el me imitó y me dí cuenta de lo mucho que echaba de menos a mi mejor amigo, lo mucho que echaba de menos esto.
Esa noche no hicimos mucho más, vimos un rato la tele juntos, y yo fui la primera en acostarme ni si quiera me dí cuenta de cuando Luis se acostó en la cama, no lo sentí.
Así fueron pasando los días, las semanas... y yo seguía aquí.
El simpático de Justin ya se había ido para Inglaterra por lo que ya podía dejar de temer que me violaran mientras dormía.
Estaba... estaba mal. Echaba mucho de menos a Justin, a mi Justin, hacia unas cuantas semanas que no lo veía... que sentía sus besos.. sus abrazos.. sus caricias. Hacía unas semanas que dormía con una persona la cual no era él, y eso me dolía.
Luis trataba de distraerme lo más que podía, salíamos por allí desde por la mañana y llegábamos por la noche, nunca me dejaba sola, y me dejaba totalmente agotada para que cuando me acostara no me pusiera a darle vueltas a las cosas.
Pero era inevitable, siempre había tiempo para eso.
Los paparazzis no tardaron en enterarse de que me encontraba en España y los rumores de ruptura eran... mas que ciertos.
No me preocupaba por desmentirlos, pero seguían ahí.
Pasaron dos meses, y la gira de Justin estaba apunto de comenzar, la gira a la cual yo iba a asistir, recuerdo, que ese día me lo pasé llorando en la habitación, con Luis consolándome.
Si la pregunta es si he logrado olvidarle, creo que la respuesta está bien clara... su amor, vive en mí, aún, a pesar de todo el daño y el engaño, y no sabía como iba a sacarme este amor de las venas, me había ido lejos... muy lejos, había borrado su teléfono móvil de mi agenda, había cambiado de móvil, había tratado de salir, distraerme, pero... eso no era suficiente.
No puedo decir que me sentí capaz de hacerlo el primer día que llegué a esta casa, pero... pensaba que iba a causar alguna diferencia en mí, pero... sin embargo, no noto nada.
Lo veo en las noticias, en internet, y siento lo mismo que cuando estaba con él, como... como si mi corazón aún le perteneciera.
(Narra Justin)
Y así, pasaron, los segundos, los minutos, las horas, los días, los meses y aún no veía que Naira fuera a volver a mi lado.
Mi gira comenzaba dentro de muy poco, intentaba distraerme en los ensayos y luego salía, a dar una vuelta... solo.
Todo el mundo hablaba de que lo nuestro se había acabado, había visto fotos de ella en España.. oh dios, aún recuerdo lo que lloré cuando vi esas fotos, ¡la echaba tanto de menos!
Ya lo veía como algo imposible, no podía creer que la había tenido a mi lado y la había dejado ir, ¿donde quedaron todas las palabras que le dije? ¿Y todos los sentimientos que le demostré? Parecía como si nunca hubieran existido.
Iba a casa de su madre, Raquel, le preguntaba por ella, ella me dice que estaba bien, que estaba con amigos de la familia y que se le veía feliz, ¿¡Feliz?! ¡Yo le hacía feliz! ¡Yo debería haberla echo feliz siempre! No puedo imaginarme verla sonreír como lo hacía conmigo con otro chico, no... era insoportable.
Había cambiado su teléfono por uno de España, tenía menos números... pero yo no tenía la suerte de tenerlo.
Nadie me lo daba, no se lo pedí a su madre, pero sabía que tampoco me lo iba a dar, por lo visto, ella no quería hablar conmigo, también recuerdo lo que lloré cuando Pedro me dijo..
"Me ha dicho que no le dé su número a nadie... parecía... ¿enfadada? lo siento Justin, me gustaría ayudarte, pero ella no quiere hablar contigo" Pum, mi corazón roto en pedazitos.
Era normal, no debería de sorprenderme, pero... me duele.
Siempre que salía de los ensayos, iba a nuestro lugar en la playa, en la cabaña donde le hice el amor, en uno de los sitios en los que le hice el amor, y nos quedamos dormidos después.
Ya no era lo mismo sin ella, y yo... que no me acostumbraba a no encontrarla cada vez que salía de ensayar, empecé a pensar que si era verdad que no iba a volver nunca. ¿Que pasaría si ella no vuelve nunca a mi lado? ¿Estaría así toda mi vida? ¿O quizás mas tiempo? ¿Se puede sufrir tanto tiempo por un amor así?
Solía llegar tarde a casa, pero... este día, me pasé de la ralla.
Mi móvil volvía a sonar, una y otra vez, ni si quiera miraba quien era puesto que sabía que no era ella la que me iba llamar.
Ni si quiera sabía hacia donde me diriguía, en cuanto dejé de conocerme el camino me eché a un lado de la carretera y ya no pude más, llore todo lo que nunca había llorado jamás.
Lloré por ella, por la mujer de mi vida y toda esta situación.
Eso me pasa por estúpido, yo, le había prometido a mi madre que nunca le haría daño a ninguna chica, y.. lo había echo.
Y encima a la chica de la cúal estaba enamorado. ¿¡Yo que iba a saber?! Ni si quiera pensaba que me llamará tanto la atención cuando la vi por primera vez, no debería de haberlo echo.
Yo estaba bien, tenía a mi chica, a mi familia, a mis fans, y todo iba bien. ¡No debería de haber seguido con esto!
Sabía que tarde o temprano ella se iba a enterar de esto.. pero.. no podía parar, Rubén me sacaba de mis casillas... lo odio.
¿Donde estaba ella? ¿Estaría bien? supongo que ya habrá visto a su "amigo" de España, ese al cúal no paraba de llamar.
Decidí limpiar mis lagrimas una vez más y conducir hacia casa.
Sabía la que me esperaba al llegar, me había ido sin avisar, y ni si quiera sabía que hora era, aparqué justo en la puerta y enseguida vi como las luces del salón se encendieron.
Me fijé una vez mas en la calle de mi casa, y allí estaba el coche de Dan, ¿Qué hacia Dan en mi casa? me apresuré a llegar.
Abrí la puerta y vi a mi madre charlando con Dan, nada mas verme, vino en mi busca sin pensárselo, cerré la puerta.
-¿¡Qué demonios te pasa?! ¿¡Crees que es normal que te vayas así sin decir nada y vueltas a estas horas Justin?! ¿Donde tienes el móvil? ¡Para que tienes un movíl tan caro si luego ni me lo cojes!.-exclamó mi madre nerviosa, yo suspiré y la ignoré mientras pretendía subir las escaleras y llorar hasta que ella volviera, pero en ese momento, sentí un brazo en mi hombro.
-¿Quieres hablar?.-preguntó Dan, yo, ni si quiera me giré.
-No.-contesté con la voz rota, Dan no me soltaba y lo hice yo mismo, apartando su mano de mi hombro y subiendo las escaleras, enseguida escuché a mi madre hablar con él, mientras le pedía tiempo. ¿Tiempo? esto no iba a arreglarse con el tiempo, ella se había ido, y no iba a volver. ¿¡Como coño iba a pasar eso con el tiempo?! yo no necesitaba tiempo, la necesitaba a ella, aquí, conmigo, y.... juró que me estaba volviendo loco.
Entré en mi habitación, me quité mi camiseta y me tumbe en la cama boca abajo, mientras sentía que me iba a morir de amor.
¿Acaso eso es posible? no solo sentía dolor, sino sentía que me estaba convirtiendo en un auténtico imbécil y cursi.
Escuché la puerta abrirse justo detrás de mí, lo que hizo que mi cabeza se enterrara literalmente mucho más en la almohada.
Escuché a Dan toser y sentarse en la silla mientras sentía su mirada clavada en mi espalda, no me moví de mi sitio y agradecí que guardara las distancias conmigo, el suspiró fuertemente.
-¿Seguro que no quieres hablar?.-volvió a preguntar, no le contesté y esta vez me di la vuelta, dándole la espalda.
-Vamos Justin.-lo escuché murmurar.-así no vas a conseguir que ella vuelva.-murmuró despacio, como si intentara que sus palabras me dolieran, no me moví de mi sitio, y el prosiguió.
-Yo fui con la última persona con la que ella habló antes de marcharse, ella quería irse, ¿por que impedírselo? Justin, sabes que ella quería irse, igual... que sabes que ella no va a volver si sigues con esa actitud.-murmuró, entonces me senté en la cama mirándolo con algo de desprecio, ¿se creía que a mi me gustaba estar así? pareció sorprenderse por mi cara, respiró hondo.
-¿Qué quieres que haga? ¿Una fiesta de pijamas?.-murmuré sarcásticamente mientras escuchaba mi horrible voz, el me miró.
-No, quiero que no te encierres, es normal, sabes que fue una putada lo que le hiciste.-le miré mal, ¿estaba aquí para ayudarme o para hundirme en la miseria?.- pero también sabes que ella volverá a tu lado si tu se lo pides, y no hablo de llamarla, ni ir a buscarla, eso sería lo típico ¿no crees?.-preguntó, lo miré y me encogí de hombros, no sabía a donde quería llegar.
-¿A qué te refieres?.-murmuré y su paciencia terminó puesto que se levantó de la silla y se acercó a mí, mirándome a los ojos.
-¡Dale una razón por la que volver! y no hablo una razón cursi, ¿ella es celosa? pues dale celos y volverá, ¿me entiendes? ¿me sigues?.-preguntó mientras me zarandeaba, yo lo aparté de mi de un empujón, que no toque, ¿por qué toca? lo miré mal.
-Me ha dejado, y lo que tú pretendes que yo le demuestre que la echo de menos y que no puedo vivir sin ella.. ¿dándole celos? bien, Dan, ya sé porqué estuviste soltero tanto tiempo.
-¿Acaso crees que escribiéndole canciones de amor vendrá?
¡Otra chica puede que lo hiciese, pero Naira no, ella está fuera de lo habitual! ¿Recuerdas? si quieres saber lo que ella va a hacer, debes pensar primero lo que no haría y eso es lo que hace.
-¿Y como sabes tú eso?.-pregunté observándolo con el ceño fruncido, aunque estaba totalmente en lo cierto.
-En estos 8 meses, no solo ha estado en una relación contigo Justin, nosotros te rodeamos y ella está a tu alrededor.
-Como una familia.-murmuré recordando lo que él siempre decía, el sintió y soltó una pequeña carcajada, yo le sonreí, ¡le sonreí!
-¿Entonces? ¿Como la pongo celosa?.-pregunté mientras lo miraba, el resopló y sacudió su cabeza de un lado a otro.
-¿No has entendido nada de lo que te he dicho verdad?.-yo me encogí de hombros.-eso era un simple ejemplo, busca algo que sabes que a ella va a molestarle, algo que salga en las noticias y se acuerde de ti, ¿comprendes? ella volverá, haz que vuelva.-murmuró mientras sacudía mi hombro, yo le sonreí, ¡eso es lo que haría! me sentía totalmente seguro hasta que Dan salió de la habitación. ¿Como iba a conseguir que ella volviera?
Tenía que idear un plan, como en las películas de acción, bah, lo que fuera, de lo que sí estaba seguro, es de que Naira volvería conmigo, aunque fuera echando humo por las orejas.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Capítulo 122: Quedará entre usted y yo.


Suspiré un par de veces y decidí mirar otro de los mensajes...
"Si quieres que vaya a buscarte a donde estes, ire, sin pensarmelo, solo dímelo,solo dime que me necesitas e ire alli a donde quiera que estes" Recibido 15/2/2011 7:06
¿Enserio? ya no pude contener las lagrimas y me puse a llorar como una imbécil, esto era totalmente absurdo.
¿Que esperaba, irme a España y olvidar todo lo que había vivido con él? Olvidar los sentimientos ¿y todo lo eso conllevaba?
Miré a la ventana, divisando como me alejaba cada vez más y ya no se veía las tierras de Canada, si no el mar...
En pocas horas estaría en España, sola, ¿¡En qué demonios estaba pensando?! ¿A quien estaba tratando de engañar?
Estoy decidida, no puedo provocar una emboscada para que me lleven de vuelta pero.. puedo llamarlo,voy a llamarlo, voy a llamar al amor de mi vida para decirle que coja el pimer avión que salga destino a españa, que venga a buscarme. pero ..¿en que estoy pensando? en que estoy pensando yendome y dejando al amor de mi vida a miles de kilometros? saqué mi movil y pulse en mensaje nuevo, bien ya lo tenia... ahora, ¿que iba a ponerle? , "si, ven, tienes razon, no puedo vivir sin ti" lo cancelé y marque directamente su numero, esperaba que no me pidiera explicaciones.. pero ¡por dios! ¿como no iba a pedirme explicaciones? decido irme, y justo en el avion me arrepiento.
¿Por que Justin? porque no viniste a buscarme al aeropuerto? ¿Por que no me pediste que me quedara contigo justo alli, a cinco minutos de coger el avion? ¡¡¿DEJARME IR?!! ¡pero quien hace esa estupidez! pegué mi movil a mi oreja, y estaba esperando escuchar su voz rápidamente, no daba la llamada... miré a la pantalla y alguien carraspeó, elevé la vista y la miré.
-Señorita, aqui no se puede hablar por teléfono.- murmuró casi sin prestarme atención, suspiré y miré de nuevo la pantalla.
-Solo será un minuto.-murmuré mirándola.
-Lo siento, si es tan amable de apagarlo..-murmuró sonriendo falsamente y mirándome a los ojos, en ese momento pareció percatarse de con quien estaba hablando, sonrió de nuevo, solo que mas exageradamente- Señorita perez, lo siento mucho, pero son las reglas, siento molestarla, pero podemos tener problemas con las radiaciones de su teléfono, lo siento, lo siento mucho, ¿está usted disfrutando de su viaje?- preguntó demasiado rapido para mi gusto, le sonreí como pude.
-Ya... tiene razón, lo siento mucho.-murmuré colgando la llamada y mirándola, ella me sonrió y se acercó a mí lentamente.
-¿Es una llamada importante?..-preguntó, yo fruncí mis labios y sacudí mi cabeza pero no me dejó contestar.- Bueno, si es tan importante, haga usted esa llamada, quedará entre usted y yo, si asi lo desea.-murmuró casi susurrando, sacudí mi cabeza lentamente varias veces y le dediqué una breve sonrisa.
-No, muchas gracias.-murmuré y ella se separó sonriéndome.
La mujer comenzo a hablar y hablar, yo le sonreia de vez en cuando, y asentia esperando a que se callara y me dejara en paz.
Qué caprichoso el destino ¿no?, como Dan había dicho... si esto estaba destinado a ser, lo sería pero...estaba claro que no esto no estaba destinado a ser, apagué mi movíl y lo guardé en el bolsillo, elevé de nuevo la mirada a la azafata y me distraje un poco, con el fin de olvidarme del estúpido error que iba a cometer.
(Narra Justin)
Estaba en casa, en mi habitación... dando vueltas en la cama con el móvil justo en la mesa de noche, no sonaba... por mucho que lo mirara y lo cogiera, y lo volviera a mirar, no me llamaba.
Llevaba toda la mañana esperando a que me llamara, ni si quiera había asumido que quizás ya se hubiera ido.
Ni si quiera miré la hora de salida de su avión, y tal vez ella ya esté en España mientras yo estoy aquí, esperando su llamada como un idiota. ¿¡En que se supone que estoy pensando?!
Tocaron a la puerta y si ni si quiera me inmuté, suspiré.
-Justin, ¿puedo pasar?.-murmuró mi madre desde la otra parte de la puerta, no le contesté por lo que la puerta se abrió sola.
-Claro, pasa.-dije con ironía mientras no despegaba la mirada de el techo, ella rió por lo bajo y se acercó a mí.
-¿Cómo es que aún estás aquí? ¿Ni si quiera te has duchado?
-¿A donde quieres que vaya?.-pregunté bordemente, ella bufó, mi madre comenzó a hablar y yo ni si quiera le estaba prestando demasiada atención. ¿Donde estaba Naira? a lo mejor... debía ir a buscarla, ¿no?, le había dejado miles de mensajes y la había llamado miles de veces, pero ella... no me había contestado.
¿Y sí ella no quiere que la busque? ayer me comporté como un imbécil, me fui de allí furioso y ni si quiera pensé en el daño que le estaba haciendo. ¡Es que no hago otra cosa sino hacerle daño!
Ya está bien de tonterías, ¿que hago aquí? su avión podría salir en media hora, o podría estar yéndose al aeropuerto, y yo estoy aquí, sentado en la cama con la misma ropa de ayer y escuchando como mi madre habla de lo primero que se le pasa por la cabeza, ya está bien, debería estar allí, con ella, donde quisiera que estuviese. Me levanté como un resorte de la cama y mi madre se sorprendió, no le presté atención y abrí mi armario.
-¿A donde vas?.-preguntó mientras yo me quitaba mi camisa y me ponía otra.-Oye jovencito,¿no piensas ducharte?.-preguntó, pero yo enseguida me quité los pantalones para ponerme otros, sentí como mi madre se levantaba de la cama y me paraba.
-¿A donde vas Justin?.-preguntó ya algo preocupada, suspiré.
-¡Voy a buscar a Naira! voy a llegar tarde, quizás ya se haya ido, ¿que voy a hacer si ella no está aquí? déjame ir a buscarla.-le rogué mirándola, ella frunció sus labios y yo me solté de sus brazos, pero noté como su mano volvía a encontrarse con la mía.
-Mamá, sé que si se lo pido, no se irá, ella.. ella me quiere y yo la quiero a ella, ella lo sabe, solo... solo necesito demostrárselo una vez más, solo..-mi madre me interrumpió, y me miró, yo cogí mi móvil y me giré hacia la puerta, pero mi madre volvió a hablar.
-Justin, me ha llamado la madre de Naira.- murmuró, me giré rápidamente para mirarla, ella suspiró.- Naira... Justin, Naira se fué esta mañana, ella está de camino a España, y no le quedará mucho para aterrizar allí.-masculló mirándome, yo la observé, ella no me mentiría... ¿no? sacudí mi cabeza varias veces y volví a girarme para salir a buscarla.-¡Justin! ¡No vayas porque no vas a encontrarla!.-gritó esta vez, pero la volví a ignorar y salí.
¿Como iba a irse? ¡No podía irse! ¿Como iba a dejarme solo?
Salí de mi casa y me subí al coche rápidamente, y conduje hasta su hotel de la misma forma, la verdad era muy temprano, así que llegué mas rápido de lo que me imaginaba.
Ni si quiera me fijé en como había aparcado y bajé del coche rápidamente, cuando entré todo el mundo me miró, me dirigí hacia el mostrador donde se encontraba Pedro, allí, había una mujer joven, hablando con él, mientras él buscaba algo entre los cajones, una llave, la llave de una habitación supongo.
-Aquí tiene, la habitación 6.-murmuró Pedro sonriendo, yo me acerqué y me quedé mirándo la llave, ¿la habitación 6?
-Pedro, ¿como que la habitación 6? esa es la habitación de Naira..-murmuré y la chica se me quedó mirándo, cada vez mas cosas apuntaban a que ella se había ido... Pedro sonrió.
-No Justin, ya no lo es, Naira dejó esta habitación esta mañana.-murmuró mientras se la entregaba a aquella chica que seguía mirándome, me sorprendió que no me dijera nada, se echó a un lado y cogió la gran la maleta para subirla por el ascensor.
Me llevé las manos a la cabeza y Pedro me miró sorprendido.
-¿No te lo dijo? me dijo que no iba a volver a el hotel.-murmuró mientras me miraba, ignoré su pregunta y me acerqué.
-¿Me estás diciendo que Naira se ha ido?.-pregunté sabiendo cual era la respuesta que me esperaba, el asintió ligeramente.
-Así es, ella se ha ido.-murmuró mirándome a los ojos, yo lo sabía, en el fondo sabía que ella se había ido, pero no quería creerlo. Sentí como mi corazón se rompía en mil pedazos.
-Justin, tengo mucho trabajo, ya hablaremos.-murmuró Pedro, dándome una palmada en la espalda y saliendo del mostrador.
Después de un rato sin saber que hacer, decidí irme al coche.
Mi móvil comenzó a sonar en mi bolsillo y lo saqué rápidamente, mi madre, dejé el móvil en el sillón del copiloto.
Ella se había ido de verdad, ¿en que estaba pensando yéndome? ¡tendría que haberme quedado ayer! tendría que haberme quedado para convencerla de que se quedara conmigo.
¿Qué iba a hacer ahora? ahora.. ahora estaba completamente perdido.
(Narra Naira)
En todo el viaje, la azafata cada vez que pasaba por allí me ofrecía algo, no quería que nadie supiera que estaba aquí pero no tardaron en darse cuenta cuando la azafata no hacía otra cosa que venir a ofrecerme cosas, menos mal que no podían levantarse ya que íbamos a aterrizar en unos minutos.
Suspiré y miré hacia la ventana, era de noche, y podía ver las estrellas y todas las luces de la capital de España, ¡era precioso!
Bueno... al fin y al cabo, no lo llevaba tan mal... ¿no? no me dio tiempo a pensar más porque sentí presión en mi cuerpo y como las ruedas del avión tocaban el suelo, odiaba esa sensación.
Se supone que tenía que coger otro avión para Canarias, o eso es lo que mi madre se pensaba que haría,pero yo..tenía otros planes. La azafata se acercó rápido a mi indicándome que saliera la primera para que no me agobiaran, algo que agradecí.
Sonreí a la azafata y al salir, sentí el frío y el viento de la capital en toda mi cara, y ahora tendría que esperar a sacar el abrigo de la maleta, ¡dios! esto estaba empezando a agobiarme y a penas había llegado. Me dirigí hacia la cinta a esperar la maleta, la cual salió la primera ya que la demás gente no había salido aún.
La cogí y caminé el gran aeropuerto de Madrid, donde por muy conocido que seas, si tienes tanta prisa como todos, nadie te reconoce, tan solo, me pararon unas chicas que se sorprendieron de verme aquí y... bueno, sola.
Después de estar un rato allí cogí el primer taxi y recordé la calle.
Tenía que llamar a mi madre para avisarle de que había llegado pero, no tenía ningunas ganas de encender mi teléfono.
Me senté en el asiento de atrás, y le dije hacia donde quería dirigirme, esperando que no hubiera demasiado tráfico.
Miré la cuidad mientras estaba en el coche, era cierto, yo no era de aquí exactamente, de la capital, pero.. extrañaba esto.
Todo era diferente aquí, la gente... los lugares... todo.
Me sorprendió bastante lo.. bien que aparentaba estar.
Quiero decir... no es que fuera mi mejor día, pero.. lo parecía.
Me sorprendió a mi misma no derrumbarme al subirme al taxi y darme cuenta de que ya no había vuelta atrás, de que al sitio al que me estaba dirigiendo no era con él, de que.. no iba a verlo más. Suspiré de nuevo y me concentré en mirar la ciudad.
El taxista me dejó en el sitio que deseaba y me ayudó a sacar la maleta del maletero (porta-bultos, como quiera que se llame en la península) y me sonrió amablemente, yo le pagué y le sonreí.
Cuando lo hice el se me quedó mirando y yo rápidamente cogí mi maleta y comencé a caminar, no dejándolo articular palabra.
-¿Tú no eres Naira Pérez?.-me preguntó casi siguiéndome, yo apreté mis ojos y no me dí la vuelta.- si, la cantante, y la novia de este... el de baby, Justin...¡Justin Bieber!.-murmuró su nombre, como si nada, y a mi me dolió mas que nunca, como si me hubieran pegado una patada en el estómago, suspiré.
-Se está equivocando de persona.-murmuré aún sin darme la vuelta, él rió sonoramente y lo escuché resoplar.
-Será el trabajo que me tiene aturdido, ¿que iba a hacer aquí una chica como Naira? ¿Sola a estas horas de la noche? ¿Sin su querido Bieber? ¡es ridículo!.-volvió a reír- lo siento, no sé que es lo que se me pasa por la cabeza..Naira Pérez..-volvió a reír y sin más se subió el taxi, me quedé quieta, esperándo que se fuera, y así fue, escuché el sonido de las ruedas del taxi sonar contra el suelo, y dejé caer la maleta en el mismo, miré al cielo.
¿Ridículo verdad? yo era la ridícula, yo y toda esta situación que me rodeaba, ¿Qué era lo que dí a pensar en esos casi ocho meses de relación con Justin? ¿Qué no me despegaba de él ni un minuto? volví a coger la maleta del suelo y caminé.
Llegué a la puerta y miré a mi alrededor, no podía creer que después de tanto tiempo estuviera aquí, subí las pequeñas escaleras y toqué a la puerta con la mayor delicadeza posible.
Volví a tocar, desesperadamente, estaba empezando a recordar demasiadas cosas, ¿Por qué tiene que pasarme esto a mí?
Hace unos minutos pensaba que no me afectaba tanto, y ahora, cuando ese hombre pronunció su nombre, casi podía sentir mi corazón roto moviéndose dentro de mí, latiendo por él.
Me di la vuelta harta de esperar a que me abrieran la puerta, ¿y si no había nadie? encima de ridícula, soy totalmente imbécil.
Y ahí fue cuando exploté, no había nadie y estaba totalmente sola.
Y no solo en la calle, sino sola, sola de verdad, sollocé.
-¿Na..Naira?..-escuché su voz detrás de mi, me giré, con lagrimas en los ojos, era él, era Luis, después de tanto tiempo.
-Sorpresa... supongo.-murmuré haciendo una mueca y sin poder evitar volver a sollozar, no solo por Justin, si no por él.
Por mi amigo desde que era pequeña y que no veía desde que me había ido a Canadá, él me miró de arriba a bajo, y parpadeó.
-No puede ser, tengo que estar soñando..-murmuró mirándome y alzó una de sus manos hasta tocar mi piel, mordió su labio.
Yo sentí su mano acariciarme la piel y me tiré literalmente a sus brazos, lo necesitaba, necesitaba volver a sentir su piel.
Sentí como sus manos se encajaban perfectamente en mi cintura, elevándome del suelo unos buenos centímetros.
Pude sentir su risa después de unos cuántos minutos en los que permanecimos así, yo me aferré mas a su cuerpo y el rió.
-Enana...-susurró y yo me separé lentamente, le sonreí.- no sé ni por donde empezar, ¿quieres pasar? bueno... supongo que sí.
-Sí, quiero pasar.-dije riéndo y el se acercó para coger mi maleta.
Entré en la casa y me quedé pasmada, él vivía solo aquí y.. ¡esa casa era gigante! era muy diferente a la que había venido, la observé un poco mas y me giré para mirarle a los ojos.
-¿Has hecho algunos cambios no?.-pregunté mirándole, él frunció sus labios y me miró de nuevo, de arriba a abajo, yo reí.-¿Qué estás mirando con esa cara de idiota?.-bromeé y el volvió a parpadear mirándome, se echó a reír y sacudió su cabeza.
-¡No puedo creer que estés aquí! ¡Que hayas venido a verme! pensaba que te lo habían prohibido.-masculló pasando por mi lado y riéndose, lo seguí y me senté a su lado en el sofá.
-¿Como que prohibírmelo? ¿Quien iba a hacer eso?
-Dejaste de llamarme... de nuevo.-me acusó mirándome, yo volví a reír.- pensaba que tu novio se había puesto celoso.-murmuró y me miró, yo suspiré y miré hacia abajo, el se acercó a mí.-Bueno, olvidemoslo, lo importante es que estás aquí. por cierto...¿Qué haces aquí?.-preguntó y yo elevé mi mirada parar mirarlo.
-Lo cierto es que ya no tengo novio, y esa es la razón por la que decidí volver..-murmuré de la manera mas delicada posible, el carraspeó y se acomodó en el sofá, yo lo miré y suspiré.
-¿Fue una ruptura limpia?.-preguntó haciéndome reír de nuevo, el me miró serio.-¿Qué? ¡te lo estoy diciendo enserio!
-¿A que llamas tú una ruptura limpia? ¿en ponernos de acuerdo y decir "venga va, lo dejamos porque me aburro"?.-murmuré haciéndo que Luis se riera intensamente, sacudió la cabeza.
-Déjalo, es demasiado para tu pequeña cabecita.-murmuró alborotándome el pelo, yo volví a reír y le empujé levemente.
En ese momento escuché un ruido arriba, dejé de reír y miré a Luis, él me sonrió. Oh mierda, se me había olvidado completamente decirle que iba a venir y a... hospedarme en su casa algo de tiempo, lo miré y fruncí el ceño, el rió.
-¿No estarás...?.-carraspeé.-Vives solo... ¿no?.-pregunté de la mejor manera posible, el se echó a reír y asintió rápidamente.
-Solo es un amigo que está arriba.-murmuró y volvió a sonreír.
-Soy idiota, debí avisarte de que venía, yo..- Luis me interrumpió mientras era ahora el que me empujaba, lo miré, resopló--¿Y ahora por que me empujas?.-pregunté riendo y el rió conmigo.
-¿Eres imbécil? Te he cambiado hasta los pañales y ..¿ahora vas a tener que avisar para venir a tu propia casa?.-preguntó haciéndose el ofendido, yo volví a reír y sacudí mi cabeza.
-Me pregunto cuando será el día en el que dejes de recordarme que me cambiaste los pañales alguna vez, ¡tampoco eres mucho mas grande que yo!.- exclamé riendo, el encogió los hombros.
-No lo soy, pero sí lo suficiente para cambiarte los pañales, darte de comer y limpiarte con el baberito cuando te manchabas, jugar contigo a las muñecas, enseñarte a montar a caballo, a conducir, prohibirte que te enamoraras, que salieras con algún chico..-le interrumpí, y el se echó a reír conmigo, lo miré a los ojos.
-Ya vale, ¿no?.-murmuré y el sacudió su cabeza.
-Y también soy lo suficiente mayor como para decirte que esta es tu casa desde la primera vez que la pisaste.-murmuró sonriendo, yo me tiré a sus brazos de nuevo y le abracé fuertemente.
Escuché a alguien carraspear proveniente de las escaleras, lo que hizo que me separara de Luis rápidamente, el se echó a reír.
-Ven, voy a presentarte a mi amigo.-susurró y cogió mi mano haciendo que me levantara del sofá, lo seguí y llegamos a la altura de las escaleras y allí estaba su amigo.
Podría calcular que tendría aproximadamente unos 19 años, tenía el pelo negro y los ojos tan oscuros que daba miedo mirarlos, estaba bastante fuerte, la verdad... no era mi tipo.
-Tío, ella es..- ese chico del que aún no sabía el nombre, le interrumpió con una risa, yo lo miré extrañada.
-Sé quien es Luis, ¿como no iba a saberlo?.-sonrió y me miró de arriba a abajo.- lo que pasa es que en persona eres mucho mas bonita.-murmuró mirándome, yo, en otra ocasión podría haberle.. sonreído aunque fuera, pero... esta vez me limité a mirarle.
Luis no tardó demasiado en dejar caer su mano por el brazo de su espabilado amigo en forma de puñetazo, el se encogió.
-No te pases.-masculló Luis haciendo que me echara a reír, decidí ignorar la escenita y suspiré intentando ser simpática.
-Bueno, ¿como te llamas?.-pregunté sonriendo, el me miró.
-Me llamo Justin.-murmuró sonriendo de nuevo, yo lo miré, ¡Oh,vamos! ¿en serio? la sonrisa se borró de mi boca y Luis carraspeó, apreté mis labios y suspiré de nuevo varias veces.
¿Es que no iba a librarme de su recuerdo ni cinco minutos?
Parece como si tuviera que perseguirme allá a donde fuera.
Bueno, no sé... tampoco pretendía que desaparecieran todas las personas con el mismo nombre que él... ¿no? sacudí mi cabeza y extendí mi mano hacia Justin, el miró mi mano y alzó las cejas.
Luis me miró y se echó a reír a carcajada limpia, Jus.. Justin le siguió, y yo me quedé mirándolos, ¿Que era tan gracioso?
Luego me dí cuenta, tal vez tenía algo que ver que en España darse la mano es mas de hombres, aquí se dan dos besos.
Sacudí mi cabeza y aparté mi mano de él, miré a Luis.
-¿Qué quieres que haga? ¡acabo de llegar!.-exclamé mirándole y él volvió a reír mientras pasaba su protegible brazo por mi hombro.

Capítulo 121: sin fecha de vuelta


Sus ojos se clavaron en los míos, ella se quedó quieta mirándome fijamente a los ojos, yo solo pasé mi mano por su mejilla.. acariciándola, ella volvió a suspirar y cerró los ojos de nuevo, miré su rostro, una y otra vez... sin cansarme.
Los segundos pasaban y yo juraría que podría estar allí a dos centímetros de su boca una vida entera, solo observándola.
Cuando la vi ahí, tan cerca de mí, con los ojos cerrados y su boca a mi disposición no pensé en nada más que besarla, en nada mas que ella no se fuera, que se quedara... para siempre.
Rocé sus labios y ella siguió aún sin abrir los ojos, mi boca se abría paso entre la suya poco a poco, y mis manos sujetaban su cuello atraiéndola mi y en ese momento me sentí correspondido.
Naira respondió a mi beso y aunque sus manos no se envolvieron a mi cuello como solían hacer, yo lo hice por ella, pasé mis manos por sus brazos acariciando cara parte de ellos hasta llegar a sus manos las cuáles subí y deposité justo en mi cuello, ella no tardó mucho en enredarlas justo ahí.
Nuestras bocas se encajaban a la perfección, mis manos recorrían su cuerpo suavemente... acariciando cada parte que dejaban atrás y nuestras lenguas, jugueteaban sin rumbo.
Podría decirse que este era nuestro beso mas especial, podría decirse que esperaba que fuera el primero de muchos más.
Pero de repente sentí como se separaba de mí... como quitaba sus manos de alrededor de mi cuello y que abría los ojos despacio y... me gustaría aver visto una sonrisa, me gustaría que me hubiera sonreído y se hubiera tirado a mis labios de nuevo, pero no fue así, Naira me miró y se separó de mi lentamente.
Sus manos cayeron de mi cuerpo y yo automáticamente tomé una de ellas, Naira apartó su mano y la pasó por su boca, como si le diera asco besarme... como si yo fuera un desconocido para ella, yo me volví a acercar lentamente pero ella me paró.
-Espero que no te olvides nunca te este beso y que lo hayas disfrutado bien...-murmuró mirándome y de repente se echó a reír sin humor, sin ni si quiera ganas,conocía su risa perfectamente.
-No hagas esto Naira, nos estamos haciendo daño...-murmuré pero ella volvió a interrumpirme mientras me miraba a los ojos.
-¿Recuerdas nuestro primer beso?..-preguntó mirándome a los ojos, yo asentí ligeramente y me acerqué...-contéstame.
-Si, lo recuerdo...-murmuré mientras la miraba, ella sonrió.
-Pues espero que este lo recuerdes igual de bien, por que este Justin Bieber ha sido nuestro último beso.-masculló mirándome, sentí odio en su mirada, sentí dolor al ver como sus ojos me miraban de esa forma, como en vez de amor... trasmitían dolor.
Sus palabras cayeron encima de mí como un balde de agua fría, la miré pude notar como miles de lagrimas se amontaban en sus ojos, pero en cambio en los míos salían sin rumbo.
La ví darse la vuelta y seguir a la suyo y me acerqué de nuevo a ella haciéndola girar y que su cuerpo quedara a centímetros del mío, brindándole respirar mi aire sin algún día el suyo se acababa, la miré a los ojos y ella intentó zafarse de mis brazos.
-Dime que no me quieres, dime que te vas a ir mañana y vas a desaparecer, ¡dime que eso es lo que quieres y me miré!..-exclamé mientras la agarraba del brazo, ella me empujó y esta vez si me moví de mi sitio, me volvió a empujar de nuevo.
-¡Pues claro que te quiero gilipollas! ¿Que te piensas que soy como tú? ¡Claro que te quiero! Yo en cambio a ti no he estado jugando durante los que.. yo pensaba que habían sido los casi 8 meses mas bonitos de mi vida ¡Yo en cambio a ti no voy haciendo apuestas por ahí, en a ver quien conquista un corazón primero! ¿Sabes? deberíais de haber apostado en quien me lo rompía primero! ¡Por que tú seguro que te llevabas el premio!..-gritó empujándome de nuevo yo esta vez le cogí del los brazos, obligándola a que me mirara directamente a los ojos, supiré.
-¡Escúchame bien! ¿Crees he estado tanto tiempo fingiendo? ¡No es culpa mía! Rubén amenazaba con contártelo todo y yo.. yo no quería perderte Naira, pero la mentira fue haciéndose mas grande, ¡Sé que soy un imbécil! ¡Y sé que deberías odiarme! pero no lo hagas, solo quiero.. por el amor de Dios Naira, no me dejes..-mascullé mientras un millón de lágrimas caían de mis ojos, ella miró las lagrimas que se deslizaban por mi mejilla y volvió a mirar a mis ojos..- Ya nos separamos una vez, ¿y te acuerdas como nos fué? ¿Crees que vas a irte y olvidarme? Porque sabes que eso no va a pasar, ¿Vas a olvidarme de la noche a la mañana? ¿Eso es lo que crees que puedes hacer? Si lo que quieres es hacerme daño..¡adelante! pero no te vayas, por que así también te estás haciendo daño a ti misma.-pregunté mientras la miraba, ella mordió su labio llena de rabia esperó unos segundos mientras sus ojos se perdían en los míos.
-Suéltame...-masculló mirándome a los ojos, yo la miré y la solté una vez más, ella se quedó allí quieta mirando al suelo.
-¿Crees que no te quiero? ¿No es suficiente todo lo que te he demostrado? ¿Todos mis besos y mis caricias? ¿La forma en la que me entregué a tí? ¿¡Como mas quieres que te demuestre que te amo y que no puedo vivir sin ti?!..-exclamé mirándola, ella se dio la vuelta y tapó su cara con las manos, me acerqué lentamente mientras la escuchaba sollozar, pasé mis manos por su cintura y la hice girar, obligándola a mirarme a la cara.
Ese era el sonido que mas odiaba en ese mundo, yo, que había dicho delante de millones de chicas que nunca le haría daño a mi novia y aquí estoy, ¿como debería sentirme por eso?
-Perdóname mi amor, perdóname..-susurré pegando mi frente a la suya, ella cerró los ojos y yo aparté sus lagrimas con mis dedos..-quédate conmigo, mi niña..-susurré y ella abrió los ojos para encontrarse con mi mirada, sus manos volvían a caer de su cuerpo sin rozarme, pero aún así las mías estaban sujetando su rostro, que cada vez estaba mas cerca del mío, notaba como nuestras narices se rozaban y como nuestro aliento se mezclaba, podía ver el recorrido de sus lagrimas por sus mejillas tan de cerca, y miré sus ojos, los cuales me miraban, en ese momento pensé que ella iba a quedarse conmigo, casi podía sentir sus manos sujetándome y su boca pidiéndome que la besara... cuando tocaron a la puerta, Naira cerró los ojos y suspiró.
Yo no me separé de ella y esta subió sus manos hasta su cara hasta encontrarse en el mismos lugar que las mías, abrió los ojos y se separó un poco mas de mí, hizo una mueca.
-Lo siento...-susurró con la voz rota mientras quitaba mis manos de su rostro, y se disponía a abrir la puerta, la interrumpí.
-¿El que sientes? dime que es lo que sientes..-murmuré y ella se quedó quieta mirando hacia la puerta, se giró y me miró.
-Siento no ser lo suficiente honesta para poder perdonarte..-murmuró y encogió sus hombros mientras me miraba, yo me quedé como un tonto mirándola, quería engañarme a mi mismo y decirme que ella si iba a perdonarme, que ella si era lo suficiente honesta para hacerlo, ¡por el amor de dios! ¡la estaba perdiendo y no podía hacer nada para evitarlo! ella se secó las lagrimas y abrió la puerta, detrás de ella se encontraba Dan, Naira abrió un poco la puerta y el entró sin ningún problema, me miró a los ojos y hizo un intento de sonreír y saludarme, pero quité mi mirada.
-Puedo venir en otro momento...-Naira carraspeó interrumpiéndolo mientras negaba con la cabeza, la miré.
-No, para nada, no te preocupes Dan... Justin y yo ya hemos terminado.-masculló sin tan siquiera mirarme, y sentí que esa frase tenía un doble sentido que solo yo y ella podíamos entender.
(Narra Naira)
Dicho esto me senté en la cama mientras intentaba controlarme y no llorar de nuevo, Justin llevó sus manos a su cabeza y le dió un puñetazo a la puerta, yo ni si quiera elevé la mirada y sentí como se acercaba de nuevo a mí pero esta vez algo se lo impidió.
-Justin vete a casa.-murmuró Dan intentando tranquilizarlo, él se soltó de su agarre y se agachó para cogerme de las manos haciéndo que lo mirase, yo elevé mi vista y lo miré a los ojos.
-No vas a irte ¿verdad? No vas a dejarme...-murmuró mientras me miraba, yo aparté mis manos de las suyas y Dan se metió de nuevo para apartarlo de mí, esta vez él se quedó quieto, lo miré..-¡Dime algo! por favor mi vida dime algo..-murmuró mirándome.
-Adiós Justin..-susurré, vi como sacudía su cabeza y Justin iba a acercarse de nuevo pero Dan volvió a meterse en medio.
-¡Qué me sueltes joder!.-gritó empujando a Dan y dándole esta vez una putada a la puerta saliendo detrás de ella, yo no pude evitar volver a llorar, él era el amor de mi vida y ahora estaba segura de que no sería el único amor en ella.
No sabía si lo volvería a ver, pero lo que estaba claro es que iba a pasar mucho tiempo para volver a sentir sus caricias.. sus besos, o quien sabe.. ¿quizás no los sienta jamás?
Dan cerró la puerta y lo sentí sentarse a mi lado, no levanté la cabeza y noté su mano en un intento de acariciarme la espalda, algo que hizo que llorara aún mas fuerte, el suspiró.
-Mírame..-murmuró con una voz que haría tranquilizar a cualquiera, levanté la cabeza e hice lo que me pidió, sonrió..-Tranquila, estas cosas pasan, eres joven, y igual que te ha tocado vivir la vida, vivir la experiencia del primer amor, ahora te tocado vivir la experiencia de la ruptura.. del desamor y del pensar que tú vida se acaba si no estás con él..-murmuró mirándome.- pero ¿sabes qué? que no Naira, tú vida no va a acabar sin él.
Sé que ahora es lo que piensas, porque has compartido muchas cosas, momentos a su lado, pero.. cuando se tiene tu edad es en lo que piensas, en que esa persona es tu vida y estará contigo para siempre, pero... nunca pasa, bueno.. casi nunca.
Como te digo que casi ningún amor adolescente es para siempre te digo que hay algunos que sí..-musitó sonriendo..-mira mis padres, mi madre fue su primera novia y viceversa, y aunque tuvieron muchos problemas y hubo muchas personas entre medio finalmente.. se casaron, y tuvieron a un estupendo hijo llamado Dan Karter..-murmuró encogiendo los hombros y haciéndome sonreír..- Y puedes irte a España o a la otra punta del universo que si lo vuestro esta destinado a ser... no importa ni el día, ni la hora, ni el momento, ni el tiempo que tardeís en reencontraros que créeme que lo será.-murmuró suspirando y mirándome.-Y todo esto, tus lagrimas..-murmuró apartándolas con sus manos.- todo esto forma parte de tu aprendizaje y de tu formación como mujer, estás creciendo y esto forma parte de la vida, y si me permites decir una cosa... tengo fé de que serás una gran mujercita en el futuro..-murmuró sonriendo, yo solté una pequeña risa y finalmente dejé de llorar mientras lo miraba.
-Graci..-murmuré pero Dan me interrumpió con su risa.
-No te habrás creído que esa charla es gratis...¿verdad?.-preguntó y yo me eché a reír mirándolo, el sonrió - A cambio tienes que prometerme algo.-murmuró mirándome, yo asentí.
-Lo que quieras.
-Prométeme que dentro de dos.. tres o cuatro meses cuando ya te hayas cansado de eso, volverás.-murmuró mirándome.
-Vaya Dan, tus promesas no son para nada difíciles.-murmuré mirándolo y sonrió.- te lo prometo.
-Pues bueno.. supongo que querrás descansar que mañana te esperan un par de horas de avión.-murmuró mientras se levantaba de la cama, yo hice una mueca y le sonreí como pude..- Eh, no te apures. ¡verás que cuando estés allí te sientes mejor!
-Eso espero..-susurré y le sonreí, él abrió la puerta y se giró.
-Cuidate Naira..-murmuró sonriendo e hizo un gesto con la mano yo le sonreí y miré como la puerta se cerraba, hasta abrirse de nuevo.- ¡Y no te olvides de nuestra promesa! estaré aquí esperándote.. bueno, estaremos.-murmuró mirándome con una mueca sin darme tiempo a reaccionar y cerró la puerta. ¿estaremos? preferiría que no...me esperara nadie.
Me dejé caer en la cama boca arriba mientras sentía como mi cabeza me iba a explotar, solo quería dormir y despertarme mañana en España, ¿algún transportador a mano?
Intenté cerrar los ojos y dormir, ya tenía la maleta.. tenía el billete y ya estaba todo listo para zarpar, nada me impediría irme y nada me retenería a quedarme... o por lo menos eso espero.
Mi móvil no paró de sonar en toda la noche, dejando paso a que mi canción favorita se convirtiera en la mas odiada.
Me puse boca abajo... boca arriba.. de lado, di una vuelta, y otra, no podía dejar de pensar en como habían cambiado las cosas.
Ni si quiera sabía si estaba llorando o había parado de hacerlo.
Me pregunto como habrían sido las cosas de no haber venido nunca, de no haberlo conocido de no hacer sido blanco de una apuesta, ¿que estaría haciendo ahora? casi podía imaginarme en mi cuarto, con miles de posters pegados en la pared, mientras estaba en twiter esperando a que mi ídolo estuviera online y me siguiera, mientras escuchaba su música en la radio.
Y así con mi móvil sonando cada dos por tres y sin tan si quiera haberme puesto el pijama me adentré en un... profundo sueño.
Noté la luz del día azotarme la cara puesto que no había cerrado las cortinas anoche, me di media vuelta en la cama y otra vez ese sentimiento de soledad me inundó, estaba sola... ahora sí que lo estaba, tantas noches había pasado a su lado... y me había despertado a su lado con la mas grande de mis sonrisas y hoy sentía como si nada valiera la pena, ¿irónico eh? solo había pasado un día desde que nos prometimos amor eterno, ¡amor eterno! ¡menuda mierda! ¿Que pensaba casarse conmigo y cuando tuviéramos un hijo decirme que fue fruto de una apuesta?
Me obligué a mi misma a levantarme de la cama y ducharme, ni si quiera había mirado la hora del vuelo, pero supongo que mi madre como siempre, vendría a recordármelo.
Juraría haberla escuchado entrar a mi habitación un par de veces en toda la noche, supongo para mirar si finalmente había pensado quedarme aquí y dejar de hacer "lo que me diera la gana" nadie me tomaba enserio.
Me duché me vestí y me peiné y casi en tiempo cronometrado mi madre entró por la puerta sin tan siquiera tocar, la escuché desde el baño mientras pensaba que no la vería en... mucho tiempo.
-¡Naira! ¡vamos! ¡Que tienes que desayunar y que coger el avión! ¡Qué esta vez no es el avión privado de tu novio y nadie espera por tí!.-exclamó casi gritándome desde la habitación, sentí como si de nuevo me hubieran roto el corazón, ¡¿es que nadie iba a dejar de repetírmelo?! seguí escuchando las quejas de mi madre desde el baño hasta que me canse y salí de él.
-Buenos días.-murmuré y preferí no haberlo hecho, tenía una voz horrible, mi madre se dio la vuelta para mirarme, se acercó.
-¿Estás bien mi vida? ¿Te duele algo? Tienes mala cara..-murmuró mientras apartaba el pelo de mi cara, suspiré.
-No he dormido bien.-mascullé y ella suspiró esta vez.
-Naira, solo es un chico, ¿has visto todos los que hay en la calle?.-preguntó riendo mientras me miraba, intentando que yo me riera también, la miré seria.-lo que quiero decir es que..-se paró y me miró, yo me aparté de sus caricias y la miré.
-Que si mamá, que da igual.-mascullé mientras recogía las últimas cosas y me disponía a sacar la maleta, ella bufó.
-Sé que te importa, sé que le quieres y que el te quiere a tí, no sé la razón de todo esto pero... si yéndote mas a sentirte mejor.. vete, si crees que así se van a arreglar las cosas.. hazlo mi vida.
Pero si lo que estás haciendo es para olvidarle forazadamente,aquí en España o en Cancún, seguirás acordándote de el, si lo que quieres es huír de las cosas que te recuerdan a él y de los momentos que vivieron juntos... déjame decirte que es absurdo..-murmuró justo detrás de mí, yo fruncí mis labios y suspiré sin girarme a mirarla, sabía que tenía razón, oh vamos todas las madres tienen razón en estos temas, sabía que lo que estaba haciendo era precipitado, pero... ya había dicho que me iba y eso era lo que quería, sequé las lagrimas que habían salido de mis ojos y me giré para intentar sonreírle.
-Me voy de aquí porque no puedo mas y quiero irme a casa, no trato de engañarme a mi misma, solo quiero... sentirme bien..-murmuré mirándola, ella hizo una mueca y asintió ligeramente.
-Está bien, baja a desayunar que yo te bajo la maleta..-murmuró mientras acariciaba mi mejilla, yo metí mi móvil en el bolsillo di media vuelta y cerré la puerta detrás de mi.
Mientras esperaba a que el ascensor subía saqué mi móvil del bolsillo, tenía 9 llamadas pérdidas de Justin y 3 de un número desconocido, los mensajes ni me limité a leerlos.
La puerta del ascensor se abrió y entré a él, el tiempo allí dentro parecía mas bien eterno, ¡mierda! no podía hacer nada para olvidarme ni.. ¿un poquito? salí del ascensor y me adentré en la cafetería para desayunar algo mientras mi madre me bajaba la maleta, sentía como todo el mundo me miraba y como era el centro de todas las miradas, no me molesté porque no me iban a ver mucho más por aquí... noté una mano rozarme las espalda y me giré rápidamente, allí estaba mi padrino, sonriéndome.
-¡Hola pequeña! ¿que planes tienes para hoy? ¡hacía días que no te veía! ¡que ahijada tan ocupada tengo!.-murmuró mirándome, yo le sonreí y acto seguido bebí un poco de zumo de naranja.
-Pues hoy tengo un viaje pero ¿sabes? creo que vendré mas bien pronto..-murmuré sonriendo mientras lo miraba.
-¿Así que dejas tu habitación libre?.-preguntó con los ojos abiertos, yo reí ligeramente y encogí mis hombros.
-Así es.
-¿Sabes? tu habitación es la mas solicitada desde que eres famosa, ¿ no te importaría que la ocupara alguien verdad?..-preguntó sonriendo, yo lo miré y suspiré varias veces.
-Claro que no, no creo que vuelva a quedarme..-murmuré sonriendo, él abrió la boca para hablar pero un hombre se acercó primero, me miró y yo le sonreí ligeramente.
Mi madre bajó y yo salí rápidamente del hotel, y con la misma rápidez me subí al coche, me asombré al ver que nadie acompañaba a mi madre... ni si quiera Bob.
De camino al aeropuerto no hubo casi conversación, mas bien lo típico, que si saludos a la familia, que si esto.. que si lo otro.
Supe que mi madre no quería tocar mucho el tema.
Llegamos al aeropuerto y bajé del coche, hacía mucho tiempo que no iba a el aeropuerto central de Canadá ¡cuanto movimiento!
Me alegré al ver que no había casi nadie por allí y que casi nadie se paraba a decirme nada, después de dejar la maleta y dar mis datos me senté en un asiento con mi madre al lado, me sonrió.
-Quiero que me llames cuando vuelvas ¿vale?.-preguntó mirándome, yo la miré y asentí ligeramente mientras suspiraba.
Miré a todos lados, esperando verlo, esperando que viniera y me pidiera que me quedara una vez más, pero el tiempo fue pasando y llegaba la hora de embarcar, así que.. eso fue lo que hice.
Después de muchos abrazos y muchos besos por parte de mi madre, pasé el control de seguridad y miré a atrás de nuevo.
Desearía poder decir que el vino, que el corrió hasta donde yo estaba y que me pidió que me quedara con él, que le perdonara, y me gustaría poder decir que salimos de allí juntos, porque yo no dudaba que si el aparecía y me decía todas esas cosas... yo me quedaría con él... pero eso no pasó, lo único que pasó fue el tiempo y el momento de subirme al avión llegó.
Y yo me iba sin fecha de vuelta y sin saber con lo que iba a encontrarme, ¿se puede ir peor en la vida? oh claro que sí.
Nada mas sentarme fingiendo un par de sonrisas miré por la ventana, ya era casi imposible que el apareciera, pero.. yo lo deseaba, ¡como en las películas! me di cuenta de que eso solo pasa en las películas cuando el motor del avión se encendió.
Nunca me había sentido tan segura de querer volver, y ahora aquí estoy en el avión, nunca me había sentido tan mal.
Yo pensaba que estaba segura, que estaba segura de irme y que no iba a hacerme daño, pero me equivoqué, ¡no lo entiendo!
Quería decirle al piloto que parara el avión y que diera media vuelta de regreso, ¡vamos! yo no estaba preparada para irme y dejarlo todo atrás, hace dos horas parecía que sí y hasta estaba sorprendida de que no me doliera pero ahora... quiero morirme.
Saqué el móvil de mi bolsillo importándome mas bien poco lo que me pudieran decir, y miré mi bandeja de entrada, había muchos mensajes pero me dispuse a leer el mas reciente.
"Siento que lo mejor es dejarte ir, aunque me esté contradiciendo a mi mismo con esa canción que nunca paro de cantar.
No dudes que te quiero y que siempre lo haré, si lo que quieres es irte no puedo obligarte a que te quedes, pero... tampoco puedo impedir que te lleves mi corazón contigo, porque eso es lo que harás" mensaje recibido 15/2/2011 @10:40
Corazón roto en mil pedazos.. sin fecha.

Capítulo 120: escúchame bien


Dan se quedó observándome, como si se tratara de una broma.. como si él no supiera que si me apetecía irme.. me iría.
-Bueno, ¿tenemos que decidir esto esta noche? quiero decir... ¿No podemos habla mañana de ello?..-preguntó mirándome, yo sacudí mi cabeza mientras me dejaba caer en el sofá del coche.
-No, no hay nada de lo que hablar Dan...está decidido.
-¿Y cuando lo has decidido?.. ¿Hace cinco minutos?
-¡Que mas da! ¡voy a volver! ¿eso es lo que quieres oír? voy a volver, voy a seguir con la vida que hice aquí, voy a firmar ese contrato con L.A pero no ahora, voy a irme.. un tiempo.. no sé.
-Naira, la gira estaba propuesta... no puedes cancelarla.
-¿Y quién va a cancelarla? haré la gira, haré una gira individual.
-¡Pero no puedes hacer eso! ¡Yo soy tu manager y su guitarrista! ¿Que voy a hacer? ¡No puedo partirme por la mitad!... ¡no puedo!
-¡Pues lo siento! ¿Qué quieres que haga? ¡tu mismo has escuchado lo que ha pasado! ¿Que esperas que haga? ¿Esperas que esté de gira no sé cuánto tiempo con una persona que lleva mintiéndome 7 meses? ¿¡Esperas que haga eso?!
¡pues siento decepcionarte porque eso no es lo que haré!.-exclamé mientras notaba como iba a ponerme a llorar de nuevo.
-Deberíais crecer, deberíais madurar y alejar vuestros problemas personales de los profesionales... eso es madurar.
-Sí claro,él hizo una apuesta con su amigo para ver quien me conseguía antes ¡y ahora soy yo la maldita inmadura! Créeme Dan, que lo que menos necesito es que me machaques ahora.
-No estoy machacándote, no es eso lo que intento, Naira, ¿Cómo crees que reaccionará la gente al ver que todo ha cambiado de la noche a la mañana? ¿Cómo tu te vas por tu lado y Justin por le suyo? ¿Cómo crees que se quedará Justin cuando le digas que no vas a ir con él? ¿Cómo..-le interrumpí rápidamente.
-Creo que eso venía en el pac de lo que le dije antes, quiero decir... cuando le dije "olvidame, olvídate de mí" y todo eso supongo que será lo bastante listo para saber que también me refería a la gira conjunta, y si no lo ha entendido bien... ¡aquí estás tu para explicárselo!.-mascullé entre dientes mientras miraba a la ventana, e intentaba tranquilizarme y concluir la discusión.
-Está bien, está bien, ¿quieres irte mañana? pues vete, ya nos la arreglaremos aquí, ya veré lo que hago con todo lo que teníamos planeado, ¡no te preocupes! vete a España a comer paella y déjame aquí solo... ¡yo me las arreglaré!..-exclamó casi gritando.
-Si lo que intentas es hacerme sentir mal, no lo vas a conseguir, lo siento, pero no hay nada que me haga sentir peor ahora...-mascullé aún sin mirarlo, bajé del coche, puesto que ya habíamos llegado, Dan se bajó conmigo por lo que supe que esta absurda conversación no había terminado.
Mientras Dan fue en el ascensor, yo subí por las escaleras, ¡mierda mierda mierda mierda! ¿Cuando voy a acostumbrarme a subir de una puñetera vez por el ascensor? llegué arriba y a Dan la dio tiempo de llegar y alamar a mi madre de la locura que quería cometer, puse los ojos en banco y fui a mi habitación pero cuando iba a cerrar, la puerta un pie me lo impidió.. mi madre.
-No cierres la puerta, tenemos que hablar..-masculló, yo resoplé y fui a entrecerrar la puerta pero ella puso otra vez el pié..-¿No me has escuchado? he dicho que no cierras..-la interrumpí.
-¿¡Qué quieres que la deje abierta como las puertas de la iglesia?! ¿¡No sabes abrirla si la entrecierro o qué?! ..-exclamé mientras la miraba, ella frunció el ceño y me señaló.
-¡A mi no me hables así que soy tu madre! ¡Respétame!
-Que sí, ¿ahora puedo entrecerrar la puerta o quieres que me desnude con la puerta abierta?..-pregunté sarcásticamente mientras me levantaba la camisa, ella bufó y entrecerró la puerta.
Podía escuchar perfectamente toda la conversación de mi madre y Dan, podía escuchar como Dan le decía que, solo era una capricho, que me dejara ir y que en menos de una semana me tendrían de vuelta, ¿es que nadie me tomaba enserio? Mi madre empezó a decir barbaridades, que si era una caprichosa, que si no sé que, que si no sé cuánto, quería ducharme, quería cambiarme y hacer la maleta, pero escuchar los murmullos de mi madre y Dan me estaban volviendo loca, para colmo mi móvil comenzó a sonar, ni si quiera miré quien era, me senté en la cama mientras esperaba que mi madre dejara de hablar, viniera a mi habitación y me echara la bronca del siglo.
Me dirigí hacia el armario, donde pude notar que faltaba gran cantidad de él, y recordé que estaba en casa de Justin, ¿que mas daba? Tenía dinero suficiente para comprarme una tienda de ropa así que ¿por que encapricharme en pedírselo?
Cada vez escuchaba cosas que me gustaban menos, así que decidí dejar mi móvil encima de la cama, coger una chaqueta y salir de allí lo antes posible antes de que me diera un ataque de locura, mi madre se dio cuenta de que había salido de la habitación cuando di un portazo y apreté el botón del ascensor con tanto ímpetu como si quisiera fundirlo, la escuché acercarse.
-Eh jovencita, ¿a donde crees que vas?.-preguntó justo detrás de mí, yo respiré hondo varias veces y la ignoré mientras esperaba al maldito ascensor.-¡NAIRA! ¡que me mires cuando te hablo!..-gritó detrás de mí y acto seguido cogió mi brazo fuertemente haciéndome girar, yo me solté de su brazo con un gesto rápido.
-¡Que me dejes! ¡Que me dejes vivir!..-exclamé mientras la miraba, ella sacudió su cabeza en señal de desaprobación.
-¿Esperas que te deje coger un avión e ir a España cuando te dela gana? ¿Cada vez que tengas una discusión con tu novio vas a darte a la fuga? ¡¿Cuantos años te crees que tienes!?
-¿Cuando te has vuelto tan insoportable?..-mascullé mirándola.
-¿Y tú? Así que sales con Justin Bieber ¿y crees que puedes hacer lo que te la gana? Dime Naira.. ¿que pasó? ¿Que miró a otra chica por la calle mientras estaba contigo? ..-masculló sarcásticamente, yo fruncí mis labios, dispuesta a llorar otra vez, deseando que solo fuera eso, que solo hubiera mirado a otra chica mientras estaba conmigo... sacudí mi cabeza rápidamente.
-Ca.. ¡ Cállate! ¡No tienes ni idea, tú no sabes nada! ..-exclamé mientras contenía mis ganas de llorar, ella suspiró mirándome.
-No puedes huir de tus problemas.. tienes que..-la interrumpí.
-¡Yo no estoy huyendo de nada! ¡No quiero huir de nada! Solo quiero.. dejar de sentirme así.. -exclamé con los ojos llorosos, mi madre se quedó mirándome, dándose cuenta de que esto me estaba haciendo daño.. sus palabras.. todo. Me miró con ternura y acto seguido pasó su mano por mi cara, apartando mis lágrimas.
-¿Que voy a hacer contigo? ¿ Cuando empezaste a crecer? ...-preguntó, aunque yo sabía que no había respuesta a esa pregunta, miré a mi madre esperando a que aprobara mi decisión, ella suspiró de nuevo..-¿Así que quieres irte?
-Sí, quiero irme, ¿me buscas un billete o lo hago yo?
-¿No vas a quedarte? ¿No vas a quedarte ni aunque te lo pida? ¿No vas a hacerme caso ni una vez?..-preguntó riendo esperando a que yo la acompañara, pero no lo hice, encogí mis hombros..-Está bien, cuando vuelvas, tendrás tu billete aquí.
-Gracias..-mascullé como pude mientras me giraba y entraba en el ascensor, la puerta se cerró y miré a mi alrededor, miré el cristal, miré los botones, miré la puerta, y noté como todo mi cuerpo se transportada a través del ascensor, y recordé... Cuando me pidió que me fuera a vivir a su casa, cuando paró el ascensor para hablar conmigo, cuando me acariciaba y.. ¡maldita sea!
Él era la razón por la que yo iba por las escaleras y el su recuerdo era la razón por la que no podía ir en el ascensor, ¿algo podía ir peor? Se abrió la puerta del ascensor y yo me puse la capucha rápidamente, lo que menos quería es que alguien me parara.
Caminé hasta el hospital, recordando y reviviendo todos los momentos que había pasado... no podía dejar de pensar en él.
¿Por que todo tiene que ser tan dificíl? ¿Por que la gente se empeña en joderme la vida? ¡Con lo bien que estaba yo en España! ¡Con lo bien que estaba yo, cuando los dramas solo los vivía viéndolos en las novelas! y cuando lo mas cerca que había estado de Justin era junto a uno de los posters de mi habitación.
Igual hubiera sido mejor, igual... hubiera sido mejor que él no me hubiera conocido, que yo no hubiera sido su fan y que le saliera el tiro por la culata con lo de la apuesta, ¡no lo entiendo!
Cuando me di cuenta estaba allí en el hospital, me quité la capucha y todo el mundo empezó a sonreír exageradamente, todo el mundo miraba a mi lado, esperando a que alguien apareciera.. cogiendo mi mano, susurrándome tonterías al oído, y yo riéndome como una imbécil, sonrojándome y sonriendo, como si se extrañaran de verme sola y no con él... reí sarcásticamente al pensar que sería así como me verían a partir de ahora... sola.
¿Como iba a decírselo a mi primo? ¿Como iba a decirle que me iba a España sin fecha de vuelta? No me dio tiempo a pensar en ninguna estúpida excusa puesto que ya estaba en la puerta.
Toqué varias veces antes de entrar y lo encontré totalmente acostado en la cama, boca arriba, tirando una pequeña pelota hacia arriba, cogiéndola y volviéndola a tirar, ya con la puerta abierta, volví a tocar y esta vez paró de tirar la pelota y me miró.
-¡Naira! ¡Menos mal que vienes! No sabes como me aburro, los médicos no paran de decirme que no puedo hacer nada de esfuerzo cuando yo siento que puedo hacer el tour de Francia..-masculló mientras tocaba la palanca para que el respaldo de la cama se subiera hasta quedarse sentado, lo miré sonriendo.
-Eso me alegra, eso significa que ya queda poco para verte dar el coñazo de nuevo ¿no?..-pregunté mientras me sentaba en la cama y lo miraba sonriendo, el rió levemente y me miró.
-No se por qué pero creo que no has venido a hablar del tour de Francia... ¿a que no?.-preguntó mientras me miraba, yo hice una mueca y sacudí mi cabeza mientras lo miraba a los ojos.
-Mañana me voy a España.-solté sin mas rodeos mientras jugueteaba con la pelota que segundos antes el había estado tirando al aire y recogiéndola constantemente.
-¿A España? ¿Y que vas a hacer allí? ¡ah ya sé! ¿vas a enseñarle a Justin tú..- había estado intentando no nombrarlo en lo que quedaba de... mi vida, por lo que le interrumpí rápidamente.
-No no no no, nada de eso, voy sola.. a despejarme.-musité y levanté mi mirada par mirarlo, el hizo una mueca, y alzó las cejas.
-¡Y tienes que despejarte tan lejos? ¡Venga ya, cuéntame que pasa! ¡Que a mi no me engañas!..-exclamó, yo reí lo miré.
-He tenido un par de problemas, y supongo que.. supongo que necesito huir de la causa por la que tengo tantos problemas.
-¿Problemas? ¿El causante de esos problemas no será Justin Bieber no?.-preguntó mientras me quitaba la pelota de las manos, yo fruncí mis labios y encogí mis hombros lentamente.
-Mas o menos..-mascullé aún.. ¿defendiéndolo? que estúpida.
-Joder, yo cuando discutía con mi novia me iba al pueblo de al lado un fin de semana, no me cambiaba de país...-masculló serio, yo lo miré y me eché a reír, el comenzó a asentir.
-Bueno, yo tampoco me cambio.. debido a que es el mío.
-Si si no me líes, ¿y cuando vuelves? ¿Porque vuelves... no?
-¡Claro que vuelvo! ¿Como no iba a hacerlo? ¡Si tengo a mi primo favorito aquí!..-exclamé mientras me despeinaba, el rió..-No quiero despedidas, volveré super mega pronto así que.. ¿para que pasar un mal rato?.-pregunté y me levanté de la cama.
-¿De qué grado? De qué grado ha sido la pelea?.-me preguntó mirándome, yo hice una mueca y suspiré fuertemente.
-Si digo del uno al diez... un veinte..¿entiendes mas o menos de lo que estoy hablando?.-pregunté, el abrió mucho los ojos y asintió preocupado, yo sacudí mi cabeza, sabiendo que me iba a poner a llorar en breves segundos..-¡En fin! que me voy... mamá está como loca así que es mejor que vuelva pronto.
Fran me miró sonriendo y abrió sus brazos, yo sonreí como pude y me acerqué para abrazar a mi primo, noté que eso era justo lo que me faltaba para romper a llorar... y no me equivoqué.
Odio que me abracen cuando estoy mal.. lo odio, odio lorar.
-No te preocupes... tabes, eso que dicen que nada es para siempre, no pensabas casarte ni tener hijos con él ¿no?..-musitó intentando.. ¿calmarme? ¡pues claro que lo pensaba! sacudí mi cabeza dándole a entender que no y me separé lentamente de él.
¿Por que nadie me había dicho eso antes? ¿Por que nadie me había dicho que el amor duele así? Que es posible que te rompan el corazón en mil pedazos en tan si quiera unos segnudos, con tan si quiera unas frases, con tan si quiera una mirada. Aunque pensándolo mejor, ¿que mas daba si nadie me lo había dicho? ¿Si alguien me hubiera dicho que no me enamorara, yo hubiera evitado hacerlo? Seguramente no, lo mas seguro, es más... estoy segura de que si hubiera sido mi madre la que me hubiera dicho eso, yo me hubiera esmerado mas en hacerlo, en buscar alguien a quien amar.
Asentí ligeramente mientras notaba las manos de mi primo acariciarme... ¡mi primo acariciándome! ¡Socorro! mi primo me sonrió y yo le devolví la sonrisa, solo que menos perfecta.. solo que menos real. Solté su mano lentamente y suspiré.
-Escríbeme..-murmuró haciéndo una mueca, yo fruncí el ceño y solté una carcajada mientras secaba mis lagrimas.
-¿Escribirte? ¡Bah! ¿para que está el teléfono?
-Pues telefonéame...-murmuró he hizo una mueca, volví a reír.
-No lo dudes..-murmuré mientras sonreía y me alejaba de su cama, él me sonrió dulcemente mientras volvía a coger la pelota entre sus manos, ¿Que es lo que estoy haciendo? mi madre tiene razón, soy una estúpida cobarde que no hace otra cosa sino huir de sus problemas, ¡Dios! ya no sé ni como sentirme.
Salí de ese hospital que tantos recuerdos me traía, mientras volvía a mi hotel, donde empezó todo, cuando volviera.. me compraría una casa, me quedaría en cualquier lado menos aquí.
Llegué esta vez mas tarde al hotel, puesto que fui mas despacio.
Parecía como si el mundo siguiera sin mi, como si todo el mundo siguiera a lo suyo, haciendo lo suyo, con los suyos, y yo... y yo me hubiera quedado estancada en el mismo sitio durante 7 meses.
Ya ni si quiera me preocupé si coger el ascensor o subir por las escaleras, ni si quiera me quité la capucha, ni si quiera miré quien estaba a mi alrededor ni quien me miraba al pasar.
Entré en mi habitación mientras notaba.. escuchaba a mi madre y Dan todavía hablando justo al lado, no los miré y entré dejando la puerta entre abierta para ahorrarme otra discusión con mi querida madre. Me senté en la cama, observando lo que había sido mi habitación estos meses. Observé mi cama.. donde tantos momentos había pasado, observé el balcón.. el baño, eché un vistazo a mi pasado y finalmente observé mi maleta.. finalmente observé mi presente.. y futuro.
Mi cuerpo obedeció a la primera orden que me dio mi cerebro para levantarme de la cama e abrir el armario.. saqué las camisas y las metí en la maleta, saqué los pantalones cortos y los metí también, la puerta se abrió pero yo seguí con lo mío.
-Aquí tienes tu billete..-murmuró mi madre desde la puerta, yo asentí ligeramente mientras seguía mirando mi armario.
Ni si quiera la miré, solamente volví a asentir y me senté en el suelo mirando el armario, pensando que es lo que debía hacer, ya tenía billete... ya tenía la ropa... la maleta.
Sin embargo notaba que algo me faltaba, que algo que me pertenecía iba a quedarse aquí.. ¡ah claro! probablemente los trozos de mi roto corazón.. ¡maldita sea, estaba llorando de nuevo! pasé mis manos por mis ojos ya hinchados de tanto llorar, apartándome las lagrimas sin éxito, no paraban de salir.
Noté la puerta abrirse otra vez, noté a alguien cerrarla.
-Déjame hacer la maleta sola mamá..-mascullé con la voz rota mientras suspiraba, ella no me contestó por lo que me levanté del suelo y cogí unos cuantos pantalones... me giré y lo ví.
Mi cuerpo empezó a temblar y casi instintivamente lo que tenía en la mano se me cayó de ellas hasta llegar al suelo, él miró al suelo y volvió a mirarme a mi con el billete en la mano.
-¿Te vas?..-preguntó entre pausas mientras me miraba, yo pasé por encima de los pantalones y llegué hasta donde él estaba, quitándole el billete de las manos y mirándole.. a los ojos.
-¿Que esperabas? ¿Que me fuera de gira contigo y cantáramos una canción de amor en el escenario?..-pregunté mientras dejaba de mirar sus ojos y volví a colocar el billete sobre la mesa.
-Solo esperaba que me dejaras explicártelo..-le interrumpí.
-¡Claro! ¿que vas a explicarme? ¿vas a decirme la hora de las llamadas que le hiciste a Rubén? ¿Sabes lo que sería mejor? ¡Lo mejor sería decirme que habías apostado por mi! ¿Una pizza.. un big mac? Ah no ya sé, en tu caso mejor.. ¿un happy meal?..-exclamé mirándole intentando dejar de llorar, el sacudió su cabeza mientras se acercaba a mí..-Ni se te ocurra tocarme.
-Vale, sí, es verdad,todo lo que dijo Rubén, ¡pero sabes que cuando estaba contigo era yo! ¡sabes que me enamoré de tí!
-¿Y todo lo que me decías me lo decías para enamorarme o para quedar en ventaja de Rubén?..-pregunté mirándolo a los ojos.
(Narra Justin)
No le contesté, por lo que pasó por mi lado y siguió haciendo su maleta, recogiendo lo que se le había caído al verme.
Yo me que quede ahí como un imbécil, viendo como se me iba.
Podía observar sis ojos hinchados de tanto llorar, y podía observar su naricita roja de tanto sonarse.. ¡como odiaba eso!
Me sentía la persona mas sucia de esto mundo viéndola llorar y sabiendo que soy yo el causante de esas lágrimas.
Ella iba a irse, y yo tenía ningún argumento para decirle que no lo hiciera, ¿que iba a decirle? si era verdad todo lo que ella me había dicho, yo.. yo era un capullo, pero.. ¡yo la quiero! ¡claro que la quiero! nunca he querido a nadie igual... la miré una y otra vez hasta que decidí levantarme, ella no paró de moverse, suspiré.
-Naira,no te vayas... no quiero que te vayas.
-Es que a mi me da igual lo que tú quieras...-murmuró mientras seguía cogiéndo cosas y metiéndolas en la maleta, la miré.
-Te quiero a tí..-susurré, ella rió y me ignoró por lo que decidí acercarme a ella, pasé mi mano por la suya suavemente, ella se quedó quieta mientras me miraba a los ojos, elevé mi mirada.
Y ella me retuvo la mirada durante unos segundos, luego soltó mi mano y me señaló a la puerta lentamente.
-Vete..-imploró sin tan si quiera mirarme, yo bufé y sacudí mi cabeza casi negándome, ella me ignoró y siguió haciendo la maleta, yo suspiré fuertemente mientras la veía moverse.
-¡Basta! ¡estate quieta de una vez!..-exclamé casi sin pensar viendo como cada vez quedaba menos para verla marchar.
Ella no me hizo caso por lo que fui hasta ella y cogí sus brazos haciendo que me miraba, lo hizo por unos segundos hasta que se separó de mi y segundos después noté su mano en mi cara.
Escuché el fuerte sonido de su mano contra mi mejilla derecha, pero casi ni me inmuté, solo escuchaba sus llantos y el dolor que eso me provocaba, era mucho mas fuerte que cualquier bofetón, volví a cogerle de los brazos y ella se zarandeó.
-¡Déjame! ¡Suéltame y lárgate!..-gritó mientras se soltaba de mis brazos y lloraba, yo la solté y la miré a los ojos.
-Perdóname, perdóname, te pido perdón mil veces.. yo te quiero.
-¡CÁLLATE!..-gritó y esta vez me empujó sin moverme de mi sitio.
-Lo sabes, sabes que te quiero y que todo lo que te he dicho es verdad, que todas mis caricias y mis besos eran totalmente reales..-mascullé con la voz rota mientras la miraba,ella secó las lagrimas de su cara rápidamente y respiró hondo unas cuántas veces, yo solo la observé, queriendo acercarme a ella, sus ojos estaban llenos de sufrimiento.. llenos de dolor y lagrimas.
-Lo que él te dijo solo es una parte de la historia.. ¿a caso no recuerdas nuestra parte?..-pregunté mientras acariciaba su mano, ella elevó su mirada hacia mis ojos y varias lagrimas cayeron desde ellas, solté su mano y la mía fue directamente a sus mejillas mientras las apartaba, ella cerró sus ojos y suspiró.
-¿Sabes? lo mas bonito de una relación es el principio...-susurró mientras abría lentamente los ojos...-la parte en la que conquistas y te dejas conquistar, la parte en la que empiezas a sentir cosas y te dejas llevar por lo que sientes, yo me siento como... como si el principio de nuestra historia no existiera.
Como mientras yo sentía todas esas cosas que hay que sentir en el principio de una relación, tú lo único que hacías era jugar tus cartas. ¿De qué me sirve que me digas que ahora me quieres?
No sentiste esa sensación que sentí yo cuando te vi, ni cuando te acercaste, ni cuando coqueteaste conmigo, tú lo único que hacías era jugar y yo.. yo te creí..-murmuró mientras mordía su labio luchando con las ganas de ponerse a sollozar, volví a coger su mano pero esta vez ella la soltó, pasando de largo.
Me giré mientras la veía secar sus lagrimas y seguir metiendo cosas en la maleta, sentí como mi mundo se iba.. se iba con ella.
Ella volvió a pasar por mi lado sin ni si quiera rozarme, sin mirarme... y ella no sabía lo que eso me dolía, lo mal que me hacía sentir, pero... yo no sabía que lo peor estaba por llegar.
-Escúchame bien, por que no voy a decírtelo mas veces..-susurró mientras seguía colocando las cosas en su maleta..-No me busques, no quiero que lo hagas, no te engañes intentando pensar que es así, porque no lo es, olvídate de mí, y vete con quien quieras, siendo quien eres no te costará demasiado.
Con la misma facilidad con la que decidiste jugar conmigo, olvidame, y si es verdad que me quieres tanto como dices.. deja de hacerlo, y ... una cosa más, vete, vete de aquí, por que cuando vuelva eres la última persona a la que quiero ver esperándome.
¡Ah y no te preocupes! Que no voy a decirle a nadie lo cabrón que fuiste conmigo..-masculló sin mirarme mientras intentaba cerrar su maleta y bajarla de la cama, sentí que mi mundo se rompía con cada una de sus palabras, cada lagrima que caía por su rostro era como una puñalada en mi corazón, me volví a acercar a ella, con la intención de besarla y que no hubiera mañana.
Con la intención de que se quedara conmigo para siempre.
Cogió otra montaña de pantalones y pasó de nuevo por mi lado pero yo cogí sus brazos haciendo que me mirara, la montaña de pantalones se la cayó al suelo y ella se soltó de mis brazos.
-¿Por que no te vas y me dejas en paz?..-murmuró mientras me miraba y se agachaba para recoger los pantalones, yo la volví a agarrar de los brazos impidiendo que se agachara.
-Eso no es lo que tú quieres, tú quieres que me quede, quieres que te pida perdón 1000 veces... quieres perdonarme, y quieres quedarte conmigo, quieres que te acaricie..-susurré mientras acariciaba su espalda.- quieres que te toque..-susurré esta vez sintiéndola más y acercándola a mi cuerpo..- y que te bese...-murmuré y antes de besarla la miré a los ojos, casi rogándole que me besara, y así lo haría si no lo hacía, me arrodillaría solo para que se quedara conmigo,esperaba otro bofetón.. o un empujón pero en vez de eso, ella suspiró y yo me acerqué a sus labios, pero de repente... abrió sus ojos.